Más Que Deseo

Adrián

Quiero que entienda de todas las formas existentes, que ella no debe sentirse menos que nadie, que puede ser feliz y si yo logrará eso; sería más que dichoso. Deseo ver en sus labios esa hermosa sonrisa; sincera, despreocupada, tierna, y la cual hace estragos en mi corazón.

Creí haber experimentado el amor, en mi adolescencia con Roxi, siendo ella mi novia; antes de ir al ejército. En los cuales, cinco años de relación fue monotonía. Sólo una costumbre que poco a poco fue muriendo con el pasar del tiempo. Cada que me enviaba cartas, no había aquella sonrisa; como la de otros soldados. No, era como una de agradecimiento por seguir siendo una amiga desde la lejanía.

Gabi, desestabiliza cada uno de mis sentidos, con su peculiar manera de ser, con sus palabras en doble sentido, con las miradas inocentes. Ella, es más que un cuerpo. Mucho más; es un hermoso capullo en espera de florecer y toda esa belleza que está guardada en su corazón, saldrá a relucir en el espeso jardín, donde será única entre tantas flores.

— Buenos días, hermosa —Susurro en su oído, ella se remueve un poco en la cama, dejo un beso en su hombro desnudo y habla sin abrir los ojos:

—Creo que estoy en el cielo, con un bizcocho tan sabroso como tú — Murmura con una sonrisa de lado en sus carnosos labios.

— Vamos, bello ángel. Te llevaré a desayunar —Abre los ojos, esos grises son muy expresivos. Y sé que su cabeza, debe estar hecha un caos—. Ve y te bañas, en esa bolsa hay algo de ropa. Te espero en el restaurante del hotel.

Parpadeo confundida, deje un beso fugaz en sus labios sin darle tiempo de hablar y salí de la habitación. Baje al restaurante, ordene el desayuno para los dos. Luego de media hora esperandola; llegó hermosa como siempre, con el vestido rosa que Vivi me ayudó a escoger.

Todo le queda matador a esta mujer.

— Buenos días — Llegó a mi lado con una sonrisa en sus labios, su cabello caía húmedo a sus espaldas y levemente sonrojada se inclinó para besar mis labios, me levanté y la ayude a sentar—. Gracias.

— Como dormiste, linda.

— Quien iba a dormir, si me diste toda la noche. Bizcocho — Murmuró sonriendo, me senté a su lado y me acerqué a su oído.

— Como no darte, preciosa. Si eres una tentación irresistible. Te recuerdo como me montaste...

Dije deslizando una mano por su piernota, con tanta carne que tiene, se me hace agua la boca, con sólo verla.

— Me encantó montarte, papasito. Pero tengo hambre — Reí y bese su mejilla, a los pocos minutos llegaron con nuestro desayuno. Entre besos y miradas coquetas comimos.

No estaba seguro si fuera durar lo que apenas empezaba. Incluso más que ella; sentía ese mismo miedo, de no ser el hombre correcto para hacerla feliz, pero no podía demostrar tal cosa. He sido estratega en toda mi carrera en el ejército y las situaciones las suelo manejar con facilidad, pero Gabriela. Ella me descoloca, y no puedo descifrar sus pensamientos, haciendo que me frustre, puede que por fuera muestre una sonrisa pero por dentro piensa, qué. No sé, pero su cabeza parece un reloj trabajando cada milésima de segundo.

— El próximo sábado, quiero que me acompañes a un lugar.

— Qué lugar, Adrián. No me gustan las sorpresas — Si, lo había notado. Era muy paranoica de vez en cuando, lo sabía; por como sus ojos recorren el lugar sin dejar de pestañear, y como hace el gran esfuerzo de mantenerlos cerrados y quietos.

Cada defecto para mi es una virtud, deseo transformar a una insegura mujer; en una capaz de comerse al mundo sin necesidad de algún tipo de esfuerzo. Ella tiene todo ese potencial guardado y eso es lo que quiero descubrir.

— De hecho, iremos a ver unos autos — Frunció el ceño. Y sus ojos cayeron en los mios.

— ¿Carros, para que?, digo, acaso no tienes tu moto.

— Si, pero no son para mi. Son chatarra que pienso reconstruir.

— Me llevarás a un deshuesadero?, en nuestra segunda cita — Sonreí al igual que ella—. Original, iré contigo si eso es lo que quieres.

— Eso no es lo único que quiero de ti, cielo.

— Menos mal, porque yo tampoco. ¿Para qué vas a comprar autos que no sirven? — Inquirió fijando su mirada en mi. Sonreí e hice círculos en su muslo con mis dedos.

— Sirven, sólo hay que arreglarlos un poco —Asintió levemente.

—Ya veo. Y yo voy a ir, por?.

— Porque me vas ayudar, ya verás — Hizo una mueca y negó con una sonrisa.

— No sé nada de autos, pero haré mi mayor esfuerzo... — Se calló cuando el teléfono empezó a sonar, lo saque del bolsillo y fruncí el ceño al ver que era Roxi; la que llamaba.

— A que debo tu llamada — Contesté sin saludar, resopló al otro lado de la línea.

— Me enteré que ya estás libre, sólo quería llamarte para que nos viéramos y hablar un rato. Adrián — Dijo ella como si hubiese estado en la carcel. Mire de reojo a Gabi, que estaba inmersa en su teléfono; tecleando .

— Ahora vivo en Chicago...

— No importa, iré allá con tal de verte, Adri. No seas malo, hace años no nos vemos, quiero saber como estas.

— Estoy bien, gracias por querer saber, Roxi. Pero ahora estoy ocupado.

— Dame la dirección de tu casa, y te visito — Insistió, Gabi guardo el teléfono con un sonoro suspiro.

— Te la envío luego por mensaje. Adiós — Y colgué la llamada—. Ocurrió algo, amor.

La tome de las manos y negó, sonrió apretando suavemente para enlazar nuestros dedos.

— Mi jefecito, quiere que mañana haga un viaje de negocios con él, y la única secretaria libre siempre debo ser yo. Según él — Dijo con el ceño fruncido.

— Ya veo, ¿Por cuantos días? — Se mordió el labio inferior y sonrió nerviosa.

— Dos semanas — Murmuró, solté el aire y me acomode en el asiento, ¡Mierda, dos semanas! —. No quisiera ir. Pero necesito el trabajo.

— Dos semanas, serán días largos. Mi reina — Bese sus nudillos y terminamos de comer.

El resto del día estuvimos en la habitación del hotel; devorándonos mutuamente, serían dos semanas tortuosas sin su presencia.

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Comments

Osorio Elizabet

Osorio Elizabet

Adrián debería hablarle de esa tal Rosi para q no allá malos entendidos

2024-05-17

1

Neida Ladera

Neida Ladera

Ni que el jefe intente algo con Gabriela, y dañe lo que está empezando entre ellos

2024-05-06

0

Rut Cortes

Rut Cortes

sólo espero Adrián no ceda a esa tipa y ocurra algo que lastime a Gaby

2024-05-05

2

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