¡Señor Cooper!

Gabriela

Con la maleta abierta y viendo la ropa que había escogido en la noche; pienso severamente en comprar lo antes posible, que vergüenza no tener nada descendente que ponerme. Me encojo de hombros, la verdad me vale tres montañas de mierda. Cierro la maleta, la agarro del asa y salgo de la habitación.

Adrián no ha ido a trabajar, sólo porque quiere llevarme hasta la oficina. Lo que no sabe es que el jefecito; viene por mi, aquí.

Mi sabroso bizcocho, ayer me dejó más dolorida de tanto que me dio. De donde sacará toda esa fuerza y resistencia, pa tanto aguante. Al llegar a la sala este me sonríe, y se acerca para tomar mi maleta.

Dos semanas sin ver al bizcocho.

Para eso están los teléfonos inteligentes.

Sonreí con picardía para mi misma, sólo al imaginar.

Perversa mente.

— Preciosa, que tanto piensas — Inquirió el sacándome de mi mente sucia.

— En que... se me va hacer el tarde y el jefe ya debe estar abajo esperando por mi.

— Creí que tendrías que ir a la oficina — Dijo con el ceño fruncido.

— Eso mismo creí, pero hace poco me envió un mensaje. Que pasaba por mi.

— Qué considerado tu jefe — Murmuró, sonreí lo tome del rostro y estampe mis labios en los suyos, se aferró de mi cintura. Besándome tiernamente.

— Vamos —Enlazamos nuestras manos y bajamos hasta la entrada del edificio, donde el jefecito rico; estaba de pie junto a su auto de último modelo. Este apenas nos vio frunció el ceño, percibí cierta molestia cuando su vista recayó en nuestro agarré. O, ¿Esa fue mi imaginación?.

— Buenos días, Jones. — Saludo el hombre rubio, de la misma altura de Adrián.

Me siento un pequeña conejo, en medio de los dos.

— Buenos días, señor Cooper — Alias jefecito rico, todas botan las babas por él, en la oficina. No esta nada mal. Pero ya tengo lo mío.

Si claro, el jefe fijándose en mi...

— Estaré llamándote, preciosa — Susurró Adrián en mi odio, pero sus brazos se sentían tensos, me agarró del mentón y me beso salvajemente. Hasta que el jefecito interrumpió.

¿Qué problema tienes conmigo, jefe?.

Yo aquí disfrutando de mi novio, y tu interrumpiendo.

— Igual yo bizcocho sabroso — Susurre en sus labios y sonrío—. Adiós.

Deje un último beso en sus labios, me separe agarrando la maleta. Adrián me dio un guiño y sonreí.

El señor Cooper, se subió en el auto, seguidamente lo rodeo para subirme también; con mi maleta en mano. Sólo vi la figura de Adrián volviéndose más lejana cuando este arrancó y se perdió por la calle. Amaneció con humor de perros el jefecito, esta mañana; Será que no le dieron de comer y por eso su enfado.

Cosas que pienso, y no me dejan dormir.

Todo el viaje en su avión privado fue en silencio, escasamente me informó de las reuniones donde iríamos; y eso fue porque a regañadientes me lo dijo. Con el pasar de los días lo he sabido interpretar cuando algo le molesta, pero no entiendo que pueda ser, en fin. No tengo la culpa por ello, sólo soy su secretaria; por que ser así conmigo. Pudo haberse ido con otra, porque siempre debo ser yo.

Llegamos a New York, en poco tiempo. En.el viaje del auto al hotel fue lo mismo, completo silencio, parecemos dos muertos. Al llegar donde nos quedaríamos;

— Buen día, señor Cooper; la suite ya está lista. Tome la tarjeta y que tengan buena estadía — Dijo una chica este asintió solamente y se giró.

—Gracias —Dije y sonrió forzada, que grosero este sujeto, que le costaba saludar o decir por lo menos un gracias, no se le caerá nada si lo llegase hacer. Subimos al elevador, cada uno de extremo a extremo. Por fin llegaré a mi habitación y no tendré que ver más su cara de ogro.

— Vamos, Jones — Dijo saliendo del elevador.

— Si señor — Lo seguí rápidamente, hasta que que se detuvo en una puerta, pasó la tarjeta y está se abrió.

Una enorme sala nos recibió, como de descanso; con un gigante sillón y televisor. Lo que es tener plata.

— Disculpe, señor. ¿Cuál es mi habitación? — Se detuvo en una puerta, a mi lado izquierdo.

— Está es. La mía es esa de allá — Señaló la otra puerta a la derecha.

¡Qué, que!.

— Señor Cooper, no podemos compartir la misma habitación, eso no está bien.

— Jones, no es que vayamos a compartir la misma cama. Lo único será la sala — Dijo con una sonrisa ladina. ¡Qué vergüenza!.

— Pero aún así, no...

— Jones, no le de tantas vueltas al asunto — Dijo enarcando una ceja con diversión, se esfumó el ogro.

— Está bien, señor.

Entre con la cara roja en la habitación, deje la maleta a un lado de la cama y me gire para ver al jefe, ahí de pie en el marco de la puerta.

— Si me necesita, sólo toque a mi puerta.

Asentí, pero mi retorcida mente sólo escuchó una propuesta indecente. El se giró y se marchó cerrando la puerta. Tape mi boca para no reír tan fuerte, alucinaciones las mías.

Me quedé gran parte de la tarde organizado las carpetas, de la reunión; que se llevaría a cabo a primera hora del siguiente día, sin darme cuenta que ya era de noche. Le envié un mensaje a Adrián, me di una ducha y me puse una pijama de pantalón corto y blusa de tirantes. Me recoste en la cama esperando que Adrián me contestara, cuando escuché una puerta abrirse.

— Quizá y se haya ido — Dije levantándome de la cama, para salir de la habitación. La sala estaba a oscuras, busque a tientas el interruptor pero fue imposible. Hasta que choque con algo duro y este me agarró por las caderas—. ¡Señor Cooper, que susto me dio!

— Una disculpa Jones, no la vi con esta oscuridad. También buscaba el interruptor — Dijo, su aliento chocó en mi rostro y su loción invadió mis fosas nasales. Gracias a todos los dioses del cielo, que estamos a oscuras. Porque estoy muriendo de la vergüenza y más que aún me tiene sujeta por las caderas—. Pero hallé otra cosa.

Un murmuró casi inaudible, pero por nuestra cercanía lo oí claramente y lo último que pude comprender; fueron sus labios húmedos encima de los míos. Quedé inmóvil, mi corazón empezó a latir erróneamente hasta que reaccione y lo empuje de golpe.

—¡Qué le pasa, usted es mi jefe! — Gire, y entre en la habitación cerrando con seguro, apoyando mi espalda en ella.

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Comments

Osorio Elizabet

Osorio Elizabet

Chanfle el jefecito quiere ser rival de Adrián

2024-05-17

0

Marta Bedetti

Marta Bedetti

ohh pero eres preciosa...

2024-05-11

0

Luz Daira Rodrigez

Luz Daira Rodrigez

/Facepalm//CoolGuy//Tongue/

2024-05-10

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