VI. Feliz Cumpleaños, pequeña Em.

Y así llegó el día menos esperado para mi. Alek me consintió, me mimo y me dio mucho amor y sexo desde que me despertó en la mañana.

—Reina ya estás lista — Dijo entrando por la puerta de la habitación.

—Ya casi amor... — Rspondi terminando de ponerme el vestido rojo que elegí.

—Todos nos están esperando nena, no tardes.

—Amor ven y me ayudas.— Dije, se acercó y pasó sus manos por mi espalda desnuda, mi piel se erizo ante su suave tacto y con mucha delicadeza me subió la cremallera del vestido.

—Cada día estas más hermosa— Me abrazo por atrás y dejó un beso en mi cuello.

—Tu no te quedas atrás, Morelli— Me giró rápidamente y me dio un beso apasionado que me hizo suspirar.

—Vamos señorita Lombardi— Me dio su brazo y gustosa lo recibí, caminamos por el pasillo hasta las escaleras, cuando íbamos bajando Jeison estaba con una chica hablando y está le acariciaba el pecho, algo dentro mío se encendió, no pude apartar mi vista de ellos. Ella reía por cualquier cosa que él le estaba diciendo.

—¡Feliz cumpleaños hermana!— Exclamó Remi, mi hermanito menor, el diablo encarnado. Sólo espero y no me vaya hacer alguna de sus pesadas bromas.

—Pequeño bastardo, te he extrañado— Dije y deje un beso en su mejilla, me asesinó con la mirada y frunció el ceño.

—Que mierda te pasa, no me beses— Dijo el cagado niño de 12 años de fuerte temperamento.

—¡Qué grosero! ¡Hey Maxi eso es lo que le enseñas al pequeño!— Exclamo con falsa ironía, Maximiliano tiene 18 años y es el más serio y aburrido chico que he conocido.

—Yo no tengo nada que ver, dile a tus padres— Dijo fastidiado y con cara de poker, dio media vuelta y se perdió por un pasillo con las manos en los bolsillos.

—Mi hermosa hija, feliz cumpleaños mi reina— Dijo mi padre y me abrazó. Mi papá ha sido muy sobre-protector desde que tengo memoria.

—¡Jeison!— La voz chillona de la chica con la que estaba, nos hizo mirarlos, él la tenía alzada en sus brazos y ella luchaba por bajarse, me muerdo la lengua para no arrancarle la.cabeza al idiota, no entiendo porque mierdas estoy sintiendo celos, se suponía que ya todo sentimiento estaba muerto.

Me quedo viendo la chica, es muy linda, pelo negro, delgada, con un mini vestido, su cuerpo tiene las medidas perfectas...

— Amor vamos— Me saco Alek de mis pensamientos, asentí con la cabeza y Seguí mi camino abrazada de mi padre.

—Mi amor estás bellísima, te ha sentado vivir con tu novio— Dice mi madre pícara, trato de sonreír pero si antes odiaba cumplir años. Pues ahora ya no soporto, lo único que quiero hacer es largarme de esta casa.

Y así finalizó mi patético cumpleaños, con todos divirtiéndose menos yo, la razón tiene nombre; Jeison, no paro de comerse a besos con la chica que presentó como su ¡Novia! ¡Patético hijo de puta!, y quien soy yo para hacerle algún reclamo. ¡Nadie porque también tengo novio!.

—Ya vuelvo— Me levanté de la silla y camine hasta llegar a la terraza, salí a tomar aire necesitaba. Ni siquiera fue capaz de decirme ¡ Hey, Em, feliz cumpleaños! ó que se yo.

Me quite los tacones y camine adentrándome en el bosque, después de unos cuantos minutos llegue a la pequeña cabaña donde guardan las armas. Entre en ella y me senté en la mesa. Saque un cigarrillo y lo encendí, Aspire y solté el humo con los ojos cerrados, me quedé en ese silencio tratando de calmar está confusión que tengo en mi cabeza.

— Sabía que te iba a encontrar aquí— Esa voz ronca y que hace unos meses no escuchaba me hizo estremecer.

—A que vienes... Di otra calada y solté el humo... No deberías estar con tu novia— Dije y soltó una risa.

No lo había volteado a ver en ningún momento, cuando sentí su olor muy cerca y me transporte a otro planeta.

—¿Celosa Em?—Susurró en mi oído y mi cuerpo vibró, por su cercanía, por su voz, por todo aquello que me hace sentir cada que está cerca mío.

—Estar por fuera por mucho tiempo te daño el poco cerebro, idiota — Digo girandome quedando cara a cara.

—También te extrañé — Dijo con sarcasmo y se acerco a mi oído. — Feliz cumpleaños pequeña Em— Una corriente me atravesó cuando su aliento chocó en mi cuello.

—Tu novia te está esperando— Murmuré por lo bajo y pega sus labios en mi piel, trago grueso mientras deja un beso húmedo en el.

—El tuyo también— Me agarró de las muñecas ejerciendo fuerza, me tumbó en la mesa quedando acostada, se subió encima mío y puso mis brazos arriba de mi cabeza, sus piernas abrieron las mías y su cuerpo cayó encima del mío.

—Sueltame o te arrepentirás— Dije desafiante y estampó sus labios en los mios, con su lengua se abrió pasó, le permití y cuando estaba apunto de sucumbir ante el deseo, le Di un fuerte mordisco haciéndolo sangrar, se apartó con el ceño fruncido, ambos estábamos agitados por el apasionado beso.

— Sabes Em, que siempre serás sólo mía— Sus ojos chispearon lujuria, mis piernas temblaron y mi corazón quería salir desbocado del pecho.

— No puedes tener algo que nunca fue tuyo — Ataco y su mirada se torna oscura.

—Porque niegas las que pasó entre nosotros.

—No lo niego Jei, sólo ya paso, pasa la página y disfruta de tu noviecita.

Me suelta de golpe y se levanta molesto, murmura entre dientes algo que no logro entender.

—Para ti significó nada y ahora me siento un completo idiota— Salió sin decir nada más, me quedé acostada viendo el techo.

—Que acabas de hacer estúpida de mierda — Me recriminó a mi misma y doy un golpe seco en la mesa con frustración. Cuando creí que ya todo estaba olvidado vuelve solo para mortificar mi cabeza.

Cuando volví a la casa Jeison estaba bebiendo con su nueva novia que no paraba de hablar y sólo asentía con la cabeza, Alek estaba ebrio y me tocó llevarlo hasta la habitación.

—Donde estabas preciosa— Arrastró las palabras y lo dejé caer en la cama.

—Dando una vuelta— Me limité a decir y le quite los zapatos, trate de quitar su ropa pero empezó acariciar mi cuerpo.

—Te deseo amor— Susurró y me deje llevar por sus caricias; esas que me envuelven y me arrastran a un laberinto sin salida. Sus besos me queman la piel cada que sus labios se posan en ella, y me hace el amor de una manera que me vuelve loca, llenando mi corazón cada vez más, no puedo ocultar que estoy muy enamorada de este hombre. Entonces no entiendo la puta razón de porque sigo pensando en Jeison.

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