XIX. Confusión

— Quiero ser el único en tu vida Emily, — Susurró jadeante, mi corazón se detuvo por unos segundos antes de salir disparado del pecho.

Me miró a los ojos, ese brillo tan peculiar nunca lo pierde cuando me mira, ¿Con amor?, creo yo. ¿enserio siento lo mismo por él? No sé, y todo se complica cada vez más.

No me salieron las palabras, las tenía atoradas en la garganta, me aferre a su cuello y di un beso más suave, más lento y con mucha ternura, un suspiro acompañó nuestro beso por parte de él. Me recorrió la espalda desnuda bajando hasta mi trasero, lo apretó pegandome a su cuerpo desnudo. Hay bajo la luna y con el mar, siendo únicos testigos de lo mucho que nos deseamos y nos entregamos en cuerpo y alma.

— Pase lo que pase, siempre vuelve a mí. Déjame ser quien tome tu mano cada día — Susurró nuevamente sobre mis labios. Unas palabras tan poderosas lograron arrancarme un fuerte gemido, la pasión mezclado con el deseo y a la vez con tanto amor, me hicieron desvariar.

Me aferre a su espalda clavando las uñas con fuerza, un vaivén de caderas fogozo, ardiente, ¿Si es posible sentir aquella sensación con la persona correcta?, un calor concentrado se instaló entre nuestros cuerpos.

Abrazandome fuerte dejo toda su semilla en mi interior. Me aferre a su cuerpo con fuerza; quizá prometiendo algo que pueda llegar a suceder... pero, se supone que Alek me está dando espacio. Estoy peor de lo que me imaginé, debo estar muy mal de la cabeza; por amar dos hombres, que dan su vida por mí, que me hacen sentir en el paraíso; oscuro pero al fin paraíso.

— ¿Estás bien? — Inquirió Jei, levanté la cabeza de su pecho y asentí ligeramente.

— Sí, solo que me dio frío — Mentí, esa ciudad su clima es muy templado cuando es verano. Estrechó sus ojos, como si supiera lo que estaba pensando.

— No me mientas Emily, sabes que conmigo no funciona, si no quieres nada conmigo, solo dímelo, pero ya deja de estar dividida entre dos — Cambió totalmente su postura a una más serio. ¿ Cómo demonios le explico?, oye Jei, me encantas y quiero estar contigo, pero también amo a Alek. ¡Qué más quieres saber!, en definitiva necesito ayuda, esto no debe ser normal. Digo, mis padres pueden ser bastantes posesivos, y mi gran defecto es el mismo, soy egoísta, celosa, posesiva y tremendamente obsesionada.

— Nada de eso, Jei. Sólo que es difícil... — Murmuré y ríe con amargura.

—¿Difícil?, difícil es verte con alguien más, y no tienes ni puta idea como me controlo cada que los veo dándose un beso, o como te abraza por la cintura y besa tu cuello, deseo ser yo quien lo haga, no él... Tu fuiste primero mía, eres mía y siempre serás mía — Pasó saliva después de decir todo eso. Quedé aturdida con todo lo que dijo. Que hasta sin palabras me dejó.

— Jeison, todo ese peso está en mis hombros, estoy cansada de hacerme la fuerte, de hacer como que no pasa nada, pero... de verdad quieres saber lo que quiero, lo que mi corazón dice.

— Dilo, Emily sabes que más que esto, siempre he sido tu mejor amigo, y puedes decirme todo.

Suspiro frustrada me levanto de su regazo, agarré el vestido, pero cuando me lo iba poner me lo arranco de las manos tirándolo lejos. Me tomó del brazo y me jaló cayendo de nuevo en sus brazos, me abrazó fuertemente, su corazón latía a toda prisa, seguro está igual de nervioso que yo. Hundió su cara en mi cabello y aspiró mi olor.

— Yo te amo Emily — Susurró, cerré los ojos con fuerza, ¡Cómo se le ocurre soltar semejante bomba!.

— Jei, sabes cuanto te quiero, pero amar es algo que a tus cortos 19 años no sabes a ciencia cierta, ¿Qué te hace pensarvque me amas?, dame una sola razón, por que nuestros encuentros siempre han sido sexuales — Dije con voz ronca, en ese momento quería tener mi pistola y volarme la cabeza.

— Lo siento desde mucho antes de hacerte mía por primera vez, desde que me enamoré de tus ojos, desde que esa niña muy vivaz me cautivó, ¿Es por Alek?, que no puedes sentir lo mismo, solo respondeme, ¿Qué sientes por él, y que sientes por mi? — Me separo lentamente, me alzó la barbilla y me obligó a mirarlo, su mirada estaba confusa, indefenso, jamás lo había visto así.

¿Qué es lo que verdaderamente siento?, ¿Atracción?, ¿Deseo?, ¿Amor?. Me perdí en su mirada, Sus ojos color azabache son un embrujo. ¡Mi maldita perdición!. Estoy condenada a vivir entre dos, dejándome llevar por ellos, cada uno es un distinto mundo. Con ambos me siento a gusto, pero de verdad siento amor por ellos, o sólo es un estúpido capricho, algo pasajero que con el tiempo se puede olvidar.

— Mejor vámonos, Lucas debe estar buscándome — Cambié el tema, resopló molesto, primer paso a dar Emily, aclara tus sentimientos por ellos, si eso haré. «Se supone que por eso te viniste a Inglaterra». ¡Mi cabeza está vuelta mierda!, ¡Por culpa de esos dos engendros!. Bueno, a decir verdad, son muy guapos, ¡Pero el diablo me hace caer en la tentación!.

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