XI. Señuelo

Emily

De mala gana aceptaron mi plan así que aquí estamos cada uno en la azotea de un edificio diferente vigilando todo el lugar, los tres anillos de hombres están en sus posiciones y el cargamento acaba de llegar a una de las bodegas en el centro de Nueva York. Por suerte Maxi decidió hacer parte de todo esto entre más manos mejor, Jeison está un poco mejor después de una semana de vivir a punta de medicamento, por lo menos se puede defender.

— El camión está a las dos— Dice Maxi por el auricular.

—El primer anillo están en sus posiciones — El jefe de seguridad dice que "Si"

— Ya me duele el culo, llevamos más de dos horas y no ha aparecido nadie — Se queja Jeison y ruedo los ojos.

—Así tengamos que estar toda la vida aquí nos quedaremos— Sentenció.

—No creo que aparezcan.—Habla por primera vez Hulk.

—Van a venir de eso estoy segura.

Ninguno contesta nada más, pasaron dos horas más y no había ningún movimiento extraño sólo mis hombres custodiando la bodega. Y cuando mis esperanzas estaban muriendo aparecieron de la nada más de 10 carros negros blindados.

—Ahora si señoritas que empiece la acción— Digo, encapuchados se bajan de los autos y encañonan a mis hombres ellos, tal como el plan estaba trazado no dan mucha pelea y cuando todos entran totalmente en la bodega, es ahí cuando se desata la lluvia de balas. Nosotros desde la azotea disparamos a los que más podemos y los que están adentro se encargará Maxi.

Bajo de la azotea y entramos a la bodega con Jeison por la parte trasera, Maxi fumaba de su cigarrillo sentado en un silla mientras varios de los encapuchados yacían muertos y otros vivos y amarrados.

—Mi trabajo ya está hecho, me voy— Dice levantándose me da un beso en la frente y se va sin decir nada más, ese es mi hermano raro, demasiado serío pero bastante eficaz.

—Desocupen el lugar antes que venga la Policía— Ordeno y los hombres se mueven rápidamente. En menos de 10 minutos ya nos encontramos en un camión yendo hacia a las afueras y mi mercancía está a salvo.

Hay 10 hombres de los encapuchados que quedaron vivos, cada uno está amarrado de pies y manos, de rodillas ante Jeison y mi persona. Hago ademán con la mano para que les saquen los sacos de la cabeza y así lo hacen. Son demasiado jóvenes para trabajar en esto.

—Para quien trabajan— Ataca Jei, con el ceño fruncido y todo su porte de chico malo e intimidante.

—No sabemos— Dice un chico que apenas si tiene 15 años, es un niño para estar metido en esta mierda.

—Que edad tienes niño— Me acercó a él, frunce el ceño, parece que no le gustó que lo llamará niño.

—Tengo 17 y no sabemos, sólo nos buscaron y nos dieron bastante dinero por robar lo que había en esa bodega— Dijo el mirándome a los ojos.

—Ya veo, pero por lo menos, un nombre de quien fue el que los busco — Interviene Jei, poniéndose a mi lado, el chico desvía la mirada hacia él, y niega con la cabeza.

—Nunca nos dijo el nombre, sólo nos depositó el.dinero y nos dio la dirección del lugar.

Me levanto y camino hacia una silla, sacó un cigarro y cuando estoy apunto de prenderlo Hulk me lo arrebata.

—Estas fumando demasiado niña— Dice el hombre lo miro con cara de pocos amigos y rompe el cigarro.

Resopló molesta y doy vueltas por la bodega mientras Jeison y Hulk les sacan información a esos chicos que claro está no tienen ni puta idea de quién me iba a robar.

—Tengo un plan— Digo y me acerco a ellos.

—Habla Preciosa— Jei se cruza de brazos y me ve con ojos brillantes.

—Dejaremos ir al chico, él nos llevará con ellos —me acercó al chico y lo miro con una sonrisa—. Trabaja para mi, te pagaré mucho mejor que lo que te han ofrecido en tu corta vida.

Los ojos le brillaron al chico que asintió con la.cabeza rápidamente.

—Que debo hacer— Inquirió y le palmee la espalda.

—Con calma amigo, hay que trazar un buen plan para empezar.

—Está bien por cierto, soy Jonathan.

—Emily, él es Jeison y el negro Hulk— Digo y sonríe con inocencia.

Será uno de los más jóvenes seguido de Jeison, pero la inocencia aveces se va atravesada del primer cuchillo.

—Segura nena— Inquirió Jei, tomándome por los hombros.

—Mira si lo mandamos a él, entraremos en la cueva del lobo, pero un zorro es mucho más astuto— Dije sonrió de lado.

—Eres una pequeña escurridiza— Dice y enarcó una ceja.

—Quien fue quien te enseñó a trepar árboles y a cazar, Jeison — sonrió y dejó un beso en mi mejilla.

—Por supuesto que tu, jamás olvidaría ese día que me caí y me partí la pierna en tres por tu culpa— Solté una carcajada y negó con la cabeza riendo.

—Eres muy fácil de manipular— Digo y se pone serio. sonrió fingiendo inocencia.

—Quien no se deja manipular de semejante belleza— La irritante voz de Jared, llega a mis oídos, me giró y está parado con cara de divertido. Mirando a los chicos que están recibiendo instrucciones y entrenamiento de Hulk.

—A que vienes Domanski— Mi actitud fría vuelve con tan sólo ver su asquerosa presencia frente a mi.

—Vengo por mi mercancía.

—Jeison dale por lo que que vino— Digo y este asiente.

Durante media hora se le entregó la mercancía a Jared que no paro de comerme con la mirada.

— Me encanta hacer negocios contigo, mi invitación sigue en pie, mi bella dama— Dijo este, me agarro de la mano y dejo un beso en ella.

—Déjame pensarlo cuando tenga algún tiempo — Me hastío y sonrió de lado.

—Sabes muñeca que cuando estés en mis manos jamás te dejaría sola como tu noviecito lo hace— Dice él refiriéndose a Alek.

—Sabes cual es la única diferencia, que tú a mi no me enciendes como él lo hace con tan sólo un simple roce, y agradece que tu papá tiene un trato con los míos o ya te habría volado la cabeza— Doy media vuelta y me adentro a mi oficina molesta.

Subo las escaleras y en mi silla esta sentado Jei, con cara de poker. Ruedo los ojos y llegó hasta el bar donde me sirvo un trago y me lo tomó de golpe.

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