Lo ha perdido todo

Killian suspiró resignado:

—Ojalá algún día te des cuenta de lo rara que eres; Quedarías horrorizada.

A continuación, ambos comenzaron a caminar, pasando por los largos y elegantes pasillos de la casa, que conducían a una sala de banquetes gigante. Las paredes estaban adornadas con antiguos retratos de la familia, cada uno enmarcado en oro. Las lámparas de araña colgaban del techo alto, sus cristales reflejando la luz en un resplandor cálido y lujoso. El suelo de mármol pulido resonaba con sus pasos, aumentando la sensación de grandeza del lugar.

Al entrar en la sala de banquetes, se encontraron con un espacio maravillosamente grande. Había mesas largas dispuestas en fila, cubiertas con manteles de lino blanco y decoradas con candelabros de plata y centros de mesa florales. Una banda de cuerdas tocaba suavemente en una esquina, añadiendo un toque de elegancia a la atmósfera.

Había un gran número de personas, todos miembros de la familia: Rick, Óscar y más vampiros, todos reunidos para aquella cena. El murmullo de las conversaciones llenaba el aire, interrumpido ocasionalmente por risas suaves y el tintineo de copas.

Killian miró a Niki con seriedad:

—Pórtate bien —Ordenó en tono de advertencia, sus ojos destellando una amenaza silenciosa.

Después de advertir a la mujer cuervo, Killian se dedicó a saludar a sus familiares con dos besos en la mejilla, percibiendo el suave aroma a vino y especias que emanaba de la sala.

Niki, esperando pacientemente, miró alrededor buscando a alguien de su tribu. No le gustaba estar entre vampiros que la veían como comida. Las paredes de la sala estaban adornadas con tapices antiguos que narraban historias de guerras y victorias vampíricas, detalles que solo aumentaban su incomodidad. Sus ojos se movían con rapidez, intentando encontrar algún rostro familiar, su respiración acelerada delatando su ansiedad.

Rick se acercó a Killian con una sonrisa en el rostro, caminando entre la multitud que se abría a su paso. Su presencia parecía tener un peso propio, imponiendo respeto y cierta dosis de miedo entre los presentes.

—Veo que no has perdido el tiempo~ —Dijo Rick con un tono pícaro, mirando a Niki mientras se lamía los colmillos. En su mano había una copa de sangre, cuyo olor metálico se mezclaba con el de las velas aromáticas, y la mujer cuervo se encogió detrás del rubio, sus ojos mostrando una mezcla de miedo y desconfianza.

Killian abrió los ojos como platos, sorprendido por lo que Rick dijo. ¿Acaso sabía lo que había pasado entre él y Niki? ¿Cómo lo sabía? No importaba, necesitaba disimular. Forzó una sonrisa y respondió:

—Emm sí, me sentí con ganas de usarla y estuvo bastante bien. Gracias por regalármela —mintió, intentando que su voz sonara relajada.

En realidad, no fue él quien inició eso, sino la mujer cuervo, que lo tomó sin razón alguna. Pero obviamente, no iba a decir eso. Sería humillante admitir que su esclava lo usó de esa manera. Él era un vampiro, un ser superior, y no iba a contarle a nadie la verdad y manchar su imagen. Necesitaba cambiar de tema con urgencia.

Rick arqueó una ceja, satisfecho con la respuesta:

—Cuando quieras, primito~ —Respondió, sonriendo con suficiencia.

Killian aprovechó la oportunidad para desviar la conversación:

—Creo que es hora de sentarnos, ya van a traer la cena —Dijo, señalando los asientos con un gesto ansioso.

Las mesas estaban dispuestas en una disposición simétrica, cada lugar marcado con una tarjeta de nombre y un conjunto de cubiertos de plata. Varios sirvientes salieron de la cocina, vestidos impecablemente de blanco y negro, y se dirigieron a la mesa, colocando una gran variedad de comida. La mayoría era carne, cocida a la perfección y dispuesta en bandejas de plata. También había ensaladas frescas, panes artesanales y una selección de quesos finos, todo dispuesto con una precisión meticulosa. El aroma de las especias y las hierbas llenaba el aire, mezclándose con el ambiente sofisticado del salón.

Niki observó la comida con curiosidad y algo de recelo, sus ojos recorriendo cada plato. Los aromas desconocidos la desconcertaban y atraían a la vez. La banda de cuerdas cambió a un vals suave, la música envolviendo a los presentes en una atmósfera de refinada opulencia mientras los invitados tomaban asiento y la cena comenzaba.

Killian susurró, intentando no hacer mucho escándalo:

—Niki, siéntate a mi lado...

No tardó en darse cuenta de cierta persona que le parecía desconocida. Killian conocía a cada uno de sus familiares y estaba seguro de que él no formaba parte de la familia, sus alas lo delataban. Aquella persona era un chico que estaba al lado de Óscar , agarrándolo del brazo. Oh, tal vez ese era su novio.

Niki se quedó inmóvil, mirando en dirección a Óscar con una mirada aterradora, como si le hubieran destrozado el mundo. La pareja de Óscar se veía tan feliz a su lado, sonriendo y tocándolo sin reparo. Su cabello era negro y sus ojos cafés, y sus alas se habían puesto plomas, algo que Niki no podía entender.

—Fiole... —susurró esperanzada.

Quería correr hacia su amado y así lo hizo, ignorando las indicaciones de su amo, queriendo alcanzar al chico a toda costa. Killian, confundido, intentó agarrar a su esclava del brazo, pero ella fue lo suficientemente rápida para ir tras la pareja de Óscar, ignorando sus órdenes.

—Que coño...

Esto era inaceptable. Otros de sus parientes también la acechaban, buscando la manera de despegarla del chico que supuestamente era el novio de Óscar . Las consecuencias no iban a ir para el amo de Niki, sino para la propia Niki. Lo más probable es que los otros vampiros la castigaran de la peor manera. Por esto, Killian siempre había advertido a la alfa cuervo que tuviera cuidado.

—Maldita, creí que ya te había enseñado modales —se reprochó a sí mismo con molestia.

Niki exclamaba en su idioma, tratando de liberarse del agarre de los vampiros que la hicieron tropezar:

—"¡Fiole! ¡Fiole! ¡Soy yo, Kye!"

Estaba a solo unos dos pasos de él, tratando de alcanzarlo con todas sus fuerzas, y sin embargo, este la mquiénobre el hombro como quien ve a un animal curioso.

—"Oh, Kye, no sabía que estabas viva. ¿Estás bien? "—Preguntó Fiole con aparente amabilidad mientras se agachaba a su altura con toda la calma del mundo, como si la situación que ella vivía no fuera dura.

Niki, con una mezcla de desesperación y alivio en sus ojos, respondió:

—"Tenía tanto miedo de que también hubieras muerto. ¡¿Qué te hicieron?! ¡¿Por qué eres adulto?! ¡¿Te casaste?!"

Intentaba alcanzarlo con todas sus fuerzas, feliz de verle y, sin embargo, tan preocupada por su bienestar. Pero no podía abrazarlo; los vampiros la tenían bien agarrada en el piso, impidiéndole cualquier movimiento. Los ojos de Niki brillaban con lágrimas contenidas, mientras su corazón latía frenéticamente. Cada segundo que pasaba sentía que el tiempo se estiraba dolorosamente, alargándose en una eternidad de angustia.

Fiole la miraba con una expresión neutra, casi fría, su rostro reflejando una indiferencia que la desgarraba por dentro. Las sonrisas y las risas a su alrededor contrastaban cruelmente con su propia desesperación, creando una cacofonía emocional que la hacía sentir aún más perdida. La fuerza de los vampiros que la sujetaban era implacable, y cada tirón que daba solo intensificaba su sensación de impotencia.

Killian, observando la escena, sentía una mezcla de rabia y frustración. Sus puños se cerraron con fuerza, y su mandíbula se tensó mientras luchaba por mantener una apariencia de control. Sabía que cualquier acto de rebelión por parte de Niki solo empeoraría las cosas, y sin embargo, la intensidad de su conexión con Fiole le resultaba casi insoportable de ver.

Todos los invitados contemplaban la escena, impactados por la reacción de la chica cuervo al ver al novio de Óscar . Sabían que eran de la misma tribu, pero no se esperaban que fueran tan cercanos, lo que les llevó a sospechar.

Óscar , con aparente inocencia, preguntó:

—Marcos, cariño, ¿quién es ella?

Ignoraba haberla visto antes en el cuarto de su primo y necesitaba saber qué significaba ella para él.

Marcos respondió con calma, mirando a Óscar sobre el hombro mientras continuaba agachado observando a Niki:

—Era solo una amiga de mi tribu, no es nadie importante, querido~

Killian, impactado, susurró:

—Espera...

De repente, todo encajó. Esa era la persona a la que Niki se refería como "amado" cuando confundió a Killian con Fiole. Pero ¿no se suponía que ese mismo chico estaba comprometido con su primo, Óscar ?

Con el ceño fruncido y una mezcla de sorpresa y comprensión, Killian preguntó a la chica que ahora estaba en el piso:

—¿Ese era tu novio?

Niki, indignada y con la voz llena de exigencia, respondió mirando a Marcos:

—¡Él ser mi esposo! ¡Él ser mi esposo!

Exclamaba, exigiéndole a Marcos un reconocimiento de su posición como la que se suponía sería su pareja para toda la vida. Su mirada era intensa, llena de frustración y dolor, mientras sus manos temblaban ligeramente bajo la opresión de los vampiros. El ambiente estaba cargado de tensión, y los murmullos de los invitados solo añadían más presión a la situación.

Marcos mantenía su expresión calma, aunque una leve sombra de incomodidad cruzó su rostro. Óscar , por otro lado, fruncía el ceño, claramente confundido y empezando a comprender la gravedad de lo que estaba ocurriendo. Killian, aún procesando la revelación, sentía una creciente frustración y preocupación. La intensidad de las emociones en la habitación era palpable, creando una atmósfera casi sofocante.

Los ojos de Niki se llenaron de lágrimas, su cuerpo temblaba mientras luchaba por mantener su dignidad. Los vampiros que la sujetaban miraban a Killian, esperando instrucciones, pero él estaba demasiado absorto en sus propios pensamientos para notar sus miradas. La traición y el dolor en el rostro de Niki eran evidentes, y su voz, aunque temblorosa, estaba cargada de una determinación feroz.

La sala de banquetes, que había estado llena de risas y conversaciones animadas, ahora estaba sumida en un incómodo silencio. Los murmullos se convirtieron en susurros, y todos los ojos estaban puestos en el drama que se desarrollaba frente a ellos.

Marcos, con un tono tranquilo y burlesco, dijo:

—"Ay, Kye, las cosas han cambiado mucho desde la última vez que nos vimos. Pero es tan gracioso que me reclames ser un adulto, cuando tú has hecho lo mismo."

Su tono sofisticado e inteligente contrastaba enormemente con el de Niki. Parecía dominar el idioma mucho mejor que ella, lo que hacía que la diferencia entre ambos fuera aún más notable. ¿Cómo era posible que él hablara tan bien cuando llegaron al mismo tiempo?

La diferencia entre "Fiole" y Niki era evidente. Marcos estaba bien vestido, no parecía un esclavo; llevaba ropa elegante y llena de lujos. Los vampiros no parecían violentos hacia él, como si se hubiera ganado un puesto de respeto allí. Sin embargo, Niki no recibía el mismo trato. Los otros vampiros la veían como un objeto, y solo Killian, su amo, intentaba tratarla con algo de dignidad, vistiéndola bien y no dejándola ir con trapos.

Óscar , todavía dudoso, comentó:

—Espero que sea así, no sé qué dirá mi familia si se entera de que hay más cosas detrás.

Marcos y Óscar estaban comprometidos, pero Niki y Marcos también lo estaban. Esto sería todo un escándalo y podría complicar el matrimonio. En una situación fuera de lo común como esta, el compromiso previo podría invalidar la unión según quien los casara.

Niki, exaltada, gritó:

—¡Ser esposos tú y yo! ¡¿Por qué decir que ser amigos?!

Los vampiros que la sujetaban estaban hechizados por el aroma que Niki soltaba. Querían morderla a toda costa, pero intentaban retener sus ansias. De sus bocas escurría saliva.

Killian, con una voz cargada de amenaza, susurró lo suficientemente fuerte para que los vampiros lo escucharan:

—Como la toquéis, os descuartizaré.

Todos sabían lo caprichoso que era el omega, por lo que su amenaza no les sorprendió. Así que se contuvieron, temerosos de las consecuencias.

Marcos, con una fría indiferencia, le dijo a Niki en su idioma:

—'Kye, ya no podemos hacer nada. Este vampiro y yo estamos enlazados y pronto haremos muchas crías, algo que nunca pensé tener contigo."

Niki, indignada y con el corazón roto, respondió:

—"¡¿Por qué eres tan cruel?! ¡Íbamos a ser marido y mujer! ¡Ibas a tener todas las frutas que quisieras! ¡Nana también estaba feliz con nuestra unión! ¡¿Qué te han hecho?!"

Marcos, con un gesto despreciativo, le contestó:

—"Kye, eso se esfumó aquel día que no pudiste protegerme. ¿Qué no entiendes que soy feliz aquí?"

Mientras tanto, Killian, confundido y tratando de entender lo que estaba pasando, murmuró:

—No entiendo lo que está pasando...

Óscar , con orgullo, le comentó a su omega:

—¿No te lo he dicho? Marcos me ha pedido que le transforme en vampiro personalmente.

Killian, sorprendido, preguntó:

—¿De verdad?

Óscar , con calma y acomodando su cabello, respondió:

—Sí, ya está decidido.

Aquella revelación explicaba muchas cosas: el respeto que los vampiros le tenían a Marcos y la vida de lujo que había conseguido. Aunque todavía había mucho que no se sabía, muchas cosas comenzaban a cobrar más sentido.

Marcos, cansado de las quejas de Niki, se levantó y, con una expresión de desdén, dijo:

—Cariño, ¿vamos a dejar que esta esclava arruine nuestra fiesta?

La miraba como si fuera basura, indignado de que ella pudiera perturbar el evento.

Niki lloraba con rabia, se sentía traicionada y devastada al ser vista como algo menos que una mosca por quien creía sería su pareja, su único amor y el padre de sus hijos.

—"Nana estaría revolcándose en su tumba al ver en lo que te has convertido. Tu alma se ha manchado, y nuestros ancestros te desconocerán. No podrás tener crías jamás, tu vientre se secará para siempre "—Dijo Niki, su tono misterioso y malévolo haciendo que por un segundo Marcos frunciera el ceño, como si mirara a un pájaro de mal agüero.

Óscar , decidido, ordenó:

—No, no vamos a dejar que estropee esto. Caballeros, solo atadla y que se quede en su sitio, sin crear problemas.

Los vampiros obedecieron, inmovilizando a Niki y tapándole la boca con un trapo. La llevaron hasta su asiento, incapaz de hacer nada.

Killian, inseguro, quiso reclamar por las condiciones de su propiedad, pero su primo lo notó:

—La dejaremos allí hasta que termine la cena. Luego le daremos las sobras. Aprende a controlar a tu mascota —Advirtió Óscar , molesto.

Killian suspiró resignado:

—Bien...

Aunque quisiera, Killian no podía hacer nada. La alfa se había buscado esto; él ya se lo había advertido.

Óscar decidió olvidar a Niki y concentrarse en la importante cena hecha solo para complacer a su amante:

—Amor mío, ¿damos ya la noticia o esperamos? —Preguntó sonriente, ayudándole a pararse.

Marcos sonrió gustoso mientras se sentaba al lado de su alfa. Los invitados, extasiados por el drama inoportuno, cuchicheaban y reían en voz baja.

Niki, traicionada, miraba a su prometido mientras lloraba lágrimas magenta. Estas lágrimas, tan aromáticas, hacían que cualquiera que las oliera sintiera ganas de llorar sin razón, como si el olor combinara el sentimiento en otras personas.

Pero a Marcos no le importó en lo más mínimo. Para él, ella era solo una piedra en el zapato. Su glorioso futuro no debía verse afectado por algo menos valioso que un insecto; ella no valía su aliento, o eso quería creer.

—Da la noticia, estoy ansioso porque todos la sepan y se mueran de envidia~ —Dijo Marcos sonriente mientras buscaba algo de ensalada. En el fondo, le molestó que le recordaran esas absurdas creencias de su tribu, pero la incomodidad parecía conjurar la maldición.

Óscar asintió, levantándose y preparado para dar el anuncio por el que había convocado a toda la familia:

—Como sabréis, he estado con Marcos desde hace mucho tiempo y juntos hemos decidido casarnos. Sé que muchos veis a mi pareja como un ser inferior, pero debemos admitir que nos ha ayudado mucho. Por lo que os pido que aceptéis este matrimonio y respetéis a mi prometido. A partir de hoy, estará en nuestro bando... Hoy lo convertiré en vampiro.

No hubo ninguna queja por parte de la familia. Todos aplaudieron mientras el prometido de Marcos se sentaba otra vez en su asiento. Ahora le tocaba decir unas palabras a su novio.

—¿Cómo lo vas a convertir en vampiro? —Preguntó Killian, curioso.

Óscar , con simpleza, explicó:

—Con el ritual: morder mientras se tienen relaciones.

—Oh... —Respondió Killian, asombrado y momentáneamente sin palabras.

Rick se carcajeó:

—Demonios, Óscar , nunca dejas de sorprenderme. ¿Entonces dejarás de ir por polvos de una noche?~

Rick, risueño, tomó una copa de sangre. Marcos miró sonriente e intensamente a Óscar , esperando que este dijera lo que él quería oír. No aguantaría una decepción después de todo lo que pasaron juntos.

—¿Me prestas al novio? Quiero ver qué tan bien comes~ —bromeó Rick con un gesto obsceno, mirando al vampiro en la cabecera.

Niki le sostuvo la mirada a Marcos, tanto que él evitaba mirarla, haciéndose el desentendido. La habían dejado como un animal, atada y sin voluntad, lo que solo confirmaba su odio hacia los vampiros.

Óscar , tranquilo, respondió:

—Sí, dejaré de hacer ese tipo de cosas. Estoy comprometido. Creo que lo mejor es ser un esposo decente.

Óscar siempre había sido muy promiscuo, acostándose con demasiadas personas sin nada serio, hasta ahora. Que un hombre con tantos amantes de un día para otro estuviera en una relación formal era extraño, pero nadie lo cuestionó, probablemente para no enfadarlo.

—Siento decepcionarte, pero voy a rechazar tu propuesta. No te lo prestaré. Rick, tú también deberías madurar un poco. ¿No te aburre estar de cama en cama? —Preguntó Óscar , alzando una ceja en tono de reproche.

—Ya sabes cómo es Rick, es una perra —comentó Killian con obviedad.

—Exacto —Afirmó Óscar , seguro.

—Hey, hey... ¿Se están poniendo de acuerdo para insultarme? No es como si ustedes no hubieran hecho lo mismo. Además, estoy seguro de que tarde o temprano te cansarás de ese culito cuando lo uses cada día de tu vida por el resto de tu existencia —Dijo Rick, restándole importancia con su tono coqueto característico.

Killian consideró apropiado responder a la pregunta de su primo con obviedad, señalándolo con el dedo en un gesto que denotaba una mezcla de diversión y una verdad inegable:

—Tienes que admitir que tú eres el peor de los tres.

Óscar , con una sonrisa que reflejaba una combinación de complicidad y humor, añadió:

—Y el más odioso.

El salón estaba lleno de una atmósfera vibrante y animada, decorado con candelabros dorados que proyectaban una luz cálida sobre la lujosa mesa de banquete. Los murales antiguos en las paredes narraban historias de antiguas dinastías vampíricas, y los altos techos resonaban con el suave murmullo de las conversaciones y las risas contenidas.

Killian, mientras tanto, disfrutaba de su carne asada, saboreando cada bocado. La textura jugosa y el sabor especiado le hacían cerrar los ojos por un momento, apreciando el placer de una buena comida en medio de la tensión social. Pensó en Niki, su esclava, y sintió un ligero remordimiento. Decidió que le guardaría un poco de aquella carne deliciosa. Sabía que no habría sobras, y no quería dejarla sin comer.

La sala estaba llena de un murmullo constante, las voces entrelazándose en una sinfonía de conversaciones paralelas. El ambiente era una mezcla de elegancia y opulencia, con el aroma de la comida mezclándose con los perfumes caros de los invitados. La mesa estaba adornada con centros de mesa de flores exóticas y platos de porcelana fina, cada detalle cuidado meticulosamente.

La carne asada era suculenta, con una textura tierna que se deshacía en su boca, dejando un rastro de especias perfectamente equilibradas.

Los candelabros dorados emitían una luz suave y cálida, creando un ambiente acogedor a pesar de la fría elegancia del lugar. Los invitados, ataviados con sus mejores galas, conversaban en pequeños grupos, sus risas resonando suavemente en el aire, olvidando el incidente anterior. La sensación general era de una opulencia contenida, una celebración de la unión y la jerarquía, pero también de los pequeños placeres que la vida vampírica les permitía disfrutar.

Mientras Killian contemplaba a su primo y al resto de los invitados, no podía evitar sentir una ligera tensión en el aire, una especie de anticipación que zumbaba justo debajo de la superficie de la conversación educada y los gestos refinados. Sabía que la noche aún podía deparar muchas sorpresas y esto no tardó en confirmarse.

—Eso no sucederá. Él me ama —Afirmó Marcos con seguridad dominante.

—¿Seguirás siendo de valor una vez que dejes de ser una apetitosa bolsa de sangre? Nunca le importó tener hijos y dudo mucho que quiera tenerlos ahora. Tarde o temprano se aburrirá y buscará una nueva diversión, un nuevo juguete. No te ilusiones, pajarito ~ —Decía Rick, divertido mientras observaba la reacción de Marcos, quien golpeó la mesa, queriendo que su alfa lo obligara a callarse.

—Uy, qué susto~ —Respondió Rick burlesco, haciendo un gesto de estar asustado.

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Comments

Loammy Sequeira

Loammy Sequeira

ese Rick es de lo peor

2024-11-29

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