Cerró tras de si la puerta de su habitación y por primera vez en muchos años, Matthew Hoo Suin se sintió realmente sobrepasado por las emociones que estaba experimentando. Su corazón latió con rapidez como hace años no lo hacía, estaba hiperventilando ¿caso estaba sonrojado? ¿Él, a sus casi 40 años, sonrojado por robarle un beso a una niña? ¡Y tampoco podía llamarle un beso como tal, por dios! ¡Control hombre, control!
Se permitió unos segundos más para respirar y ordenar sus ideas. Ahora que la razón regresaba a sus cerebro comenzaba a sentir que se equivocó grandemente. Se dejó llevar por ese arrebato impulsivo y arrastró a la señorita Graham en ello. Pero muy a pesar suyo esa sonrisa no quería desaparecer de sus labios, se preguntó si había hecho algo del todo malo. ¿Hace cuánto que de verdad no sentía nada por alguien? El recuerdo de Lauren relampagueó en su memoria y Matthew se obligó a dejar sus fantasías oníricas y volver a su realidad. Entró al baño dejando que el agua fría lavara todas sus inquietudes, tenía todo un día de trabajo por delante, soñar despierto no le ayudaría en nada.
Mientras tanto Mina todavía dudaba de si fue un sueño o algo real. Si, su jefe estuvo ahí. Su encantador y semidesnudo jefe estuvo ahí y platicaron ¿pero realmente estuvo a punto de besarla? De solo pensarlo se estremeció toda. Llevó delicadamente su mano a sus labios, repasando con la yema de los dedos ese suave roce entre sus bocas.
-¿Acaso quieres volverme loca?... -dijo en un susurro para sí misma.
-en realidad en lugar de eso preferiría un café...-dijo una voz risueña. Mina se volvió y encontró a Lucca vistiendo unos pants negros, una playera deportiva y una blanca sonrisa que le dedicó a la pelirroja- ¿ahora hablas sola? Eso solo lo hacen los locos...
-de músico, poeta y loco todos tenemos un poco, ¿No sabías? -devolvió la broma
-recién me entero. ¿Que haces aquí tan temprano?
-ayudaba a Selene. Por cierto ¿en verdad quieres un café? -Lucca arqueó las cejas
-¿Por qué lo dices?
-puedo prepararlo, trabajé en un café antes, soy buena.
-¿En serio? Entonces si, me encantaría...
Mina cogió el aprón colgado en uno de los percheros y se lo puso mientras Lucca se sentaba junto a la barra de la meseta. Sonrió de nuevo viendo a la chica calentar algo de leche y buscar algunas cosas. Era muy hermosa, además entre más iba conociendo a Mina Graham más cosas de ella le iban gustando, estaba muy contento de que llegara a trabajar a casa con la familia Hoo Suin. Seguramente Lilly estaría feliz con ella, ojalá la pesada de la tía Meredith no le hiciera pasar malos ratos a la chica. Le agradaba mucho, era apenas mayor que él, en un par de meses Lucca cumpliría los 24, así que por la edad congeniaron de maravilla. Y su carácter fresco y espontáneo traía alegría a la casa. Mina volteó al sentirse observada y encontró los orbes de jade del moreno sobre ella.
-¿Qué?
-nada. -se encogió de hombros- sabes tengo que ser sincero, un aprón nunca se le vio tan bien a nadie, eres muy guapa.
-¿Ah? ¿T-tu crees? -la muchacha sonrió algo acalorada, no siempre le daban un cumplido tan directo- pues, gracias...
-¿Por qué te cohibes? No tiene nada de malo ser bonita...-Mina le sirvió en una taza un aromático café, se las ingenió para hacerlo espumoso y con gran cuerpo, un delicioso olor a canela emanaba de la taza y hasta tenía algo de cocoa espolvoreada encima- oh eso se ve de lujo, me fascina el café, sabes...
-a mí también. -Mina se sentó del otro lado a beber la porción que preparó para ella- sabes algo, eres el primer muchacho que me dice algo así sin segundas intenciones...
-¿Ah si? No hagas caso. Los hombres somos unos asnos a veces, bueno no todos, creo... ¡Esto está delicioso! No sabes en qué te metiste, te voy a tener haciendo café todo el día...
-jajajaja entonces Lilly necesitará otra tutora -rió la chica con la broma. ¿Estabas entrenando?
-¿Huh? -Lucca se miró la ropa- ah, eso. No, no... Salí a correr. Ah si, Nico y yo tenemos trabajo hoy por eso anoche no nos reunimos, lo dejaremos para hoy, vendrás ¿Cierto?
-seguro... -Lucca sonrió una vez más al escucharla. Dios era tan sencillo con ella... No recordaba hace cuánto no se sentía tan a gusto charlando con alguien.
-¡Mina! ¿Has bajado ya?... -escucharon la voz de Lilly y la chica se levantó terminando su café.
-debió irme, Lilly ya está en el comedor... Ah, y gracias Lucca. -Mina se acercó y posó un ligero beso en la mejilla del moreno, cosa que lo descolocó bastante pero no borró la sonrisa de sus labios.
-¿Gracias de qué?
-solo... gracias. - ella salió del comedor dejando al joven custodio con algo de curiosidad.
Lo cierto era que hace rato casi le daba un ataque, y charlar un rato con el muchacho hizo que recuperara el control de sí misma. No podía salir huyendo el primer día por una cosa así. El sr. Matthew estaba bajo mucho estrés, tal vez todo fue un malentendido. Lo fuera o no ella tenía que obligarse a creerlo. Matthew era un hombre íntegro y con principios, no la engañaría nada más con la intención de meterla a su casa y hacer alguna barbaridad... Además si algo pasó fue porque ella no puso un alto. Entonces era tan culpable como el rubio. Y con esa idea en mente Mina Graham levantó de nuevo sus defensas y entró al comedor.
Lilly le dió los buenos días y tomó su lugar en la mesa. Selene no se hizo esperar y empezó a servir, pronto todos los comensales bajaron excepto Matthew y Lucca por supuesto quien ya tenía trabajo hoy y solo subió a cambiarse para salir a recoger a su "viejita pulpo" afortunadamente hoy sería el último día, ya que Madame Laconte volvía a Francia esa tarde. Nico no pudo evitar notar que su hermana Lucy casi no había probado bocado y tenía una cara de pocos amigos, estuvo a punto de preguntar pero Matthew entró al comedor y saludó como de costumbre, por lo que dejó de lado el asunto, mejor sin pleitos, pensó.
-buenos días papi - Lilly le dió un abrazo cariñoso y regresó a su asiento.
-hola mi vida. -Miró de soslayo a Mina y la pelirroja se mostró tan tranquila como siempre.
-buen día Mina...
-buenos días sr. Matthew, ¿Durmió bien?
-si, gracias... -el rubio notó que todo transcurrió con normalidad, por lo que no dijo nada más sobre el tema y agradeció que las cosas estuvieran como hasta ahora...
-terminé mi desayuno, me voy a clases -dijo Lucy cortante.
-un momento. -la detuvo su padre- antes contéstame algo... ¿Con quién rayos pensabas irte ayer?
-¿Ya te lo dijo? ¡Vaya, papá, tienes bien amaestrado a tu sabueso! ¡Solo lanzas el hueso y va por él!
-más respeto Lucy... Mejor contéstame... ¿No te dije que estabas castigada?
-¿Y el ya te dijo que me hizo? ¡Me avergonzó delante de todos! Me cargó como si fuera un bulto ¡Lucca Es un idiota, papá!
-¿Que es un idiota NicoNico? -preguntó Lilly a su hermano y este le tapó las orejas a la niña
-no escuches tonterías, Lucy está loca ya te dije...- el rubio frunció el ceño- ya basta Lucy ¿Por qué siempre haces un drama de todo? Además le enseñas malas mañas a Lilly!
-¿Quien es el tipo con el que ibas a irte? -volvió a preguntar Matthew con voz autoritaria
-¡Adam no es ningún tipo, es mi compañero de clases, es educado y de buena familia!
-¡no me interesa! -el rubio mayor se levantó de golpe haciendo que todos en la mesa guardarán silencio sepulcral ante una sola mirada de sus ojos grises, que matizados por la ira parecían una tormenta a punto de desatarse- ¡Ibas a desobedecerme, y eso no lo pienso permitir! ¡El resto del mes tomarás tus clases en la casa!
-¡Te odio, papá! - lloró encolerizada la muchacha y subió corriendo a su cuarto, nuevamente aporreabdo la puerta.
-¡No he terminado contigo Lucy! ¡Lucy!...
-y esto es tooooodos los días... -dijo la pequeña Lilly masticando un bocado de sus hotcakes. Nico besó su cabecita rubia y se levantó.
-te llevaré luego a pasear ¿De acuerdo? Se buena.
-ok...
Pronto todo el comedor comenzó a vaciarse. Lilly subió a su alcoba a hacer los deberes que le dejó Mina y Nico tomó su saco y salió rumbo a la oficina. Matthew se dejó caer en su silla enterrando los dedos entre sus rubios cabellos. Genial, tenía Jaqueca otra vez... Mina le miró desde una prudente distancia, no sabía si hablar o retirarse. Dió un par de pasos hacia atrás y por un momento pensó en salir corriendo, pero ver triste a su jefe era algo que le costaba mirar... Entonces tuvo una idea. Fue de prisa a la cocina y preparó una taza de café como la que le sirvió a Lucca. Entró de nuevo al comedor y se sentó despacio junto al magnate, dejando con cuidado la taza frente a él.
-¿Café?
-creí que le caería bien -dijo ella con timidez.
-gracias... Aunque ya bebí algo de café.
-este es mi especial del día, tómelo o déjelo...-la muchacha le regaló una hermosa sonrisa y Matthew le imitó con una más discreta.
-de acuerdo... -el se llevó la humeante taza a los labios y saboreó despacio el tibio líquido, Mina le observó en silencio, deseando algún día tener el gusto de volver a probar esos tentadores labios, idea que mejor apartó de su mente igual de rápido que como surgió...- ¡Cielos, en verdad es bueno!
-se lo dije... -ella se encogió de hombros y volvió a mirarle- ¿Está mejor?
-si, gracias... Me siento más tranquilo. -dijo con sinceridad.
-¿Que pasó? Bueno, si me permite preguntar...
-Lucca me dijo que mi hija Lucy iba a escaparse después de clases con un sujeto... Yo le había ordenado que estaba castigada y viniera a casa apenas salga...
-oh, ya veo.
-Lucy es incorregible...
-tal vez iba a salir con su novio -sugirió Mina tratando de ser lo más sutil que pudo. El día que llegó a la mansión Lucy le contó que a veces su padre era muy sobreprotector y sentía que la ahogaba.
-pero no tenía permiso ¡Me desafió!...-la pelirroja tomó con suavidad las manos del apuesto rubio.
-calma, tal vez solo necesita algo de espacio... Quizá se siente encerrada. Siempre hay alguien con ella ¿no?
Matthew se puso a meditar unos instantes y llegó a la conclusión de que si bien su hija era un caso difícil, también era cierto que siempre tenía un custodio con ella, ya sea Lucca, o Gastón el chófer, su hermano o alguno de sus chicos de DOME. Quizás Lucy se sintiera atrapada o demasiado vigilada...
-sabe Mina, es probable que tenga razón. Pero... Me cuesta tanto... No puedo volver a pasar por eso de nuevo. No quiero hacerlo...
-¿de que habla? -la joven le miró sin entender.
-le contaré... Hace años, cuando era una niña, mi hija Lucy fue secuestrada.
-dios mío, que horrible.
Matthew le contó todo a la joven. Un día cuando Lauren se fue a una reunión de caridad Matthew y sus dos hijos fueron a un parque en las montañas a esquiar. Mientras el hacía una llamada unos sujetos que les fueron siguiendo asaltaron a las niñeras que iban con él y los pequeños, una de ellas era Selene. La mujer hizo lo imposible por defenderlos y logró poner a salvo a Nico pero la otra pobre chica fue herida de gravedad y mientras se desangraba, esos malditos se llevaron a Lucy. Los gritos de la niña y de Selene alertaron a Matthew, quien se subió de prisa en la camioneta y los siguió. Los sujetos estaban armados y dispararon a las llantas de su vehículo, el rubio logró estabilizarlo y evitar caer por la carretera hacia el barranco, y tras maniobrar y cortar por el bosque los interceptó chocando la camioneta contra la cherokee que ellos manejaban. La policía también llegó pronto y con su ayuda Matthew logró rescatar a Lucy, y de paso atraparon a los secuestradores, que resultaron ser caudillos de una banda de tráfico infantil...
-Lucy tenía más o menos la edad de Lilly, fue una pesadilla... Desde entonces temo que algo vuelva a pasarle a mi niña. No me lo perdonaría nunca Mina, y se que tampoco Lauren lo haría...
-no tenía idea. ¿Y usted solo persiguió a esos hombres por el bosque? Es muy valiente, Matthew...
-solo pensaba en recuperar a mi hijita... Tal vez me he excedido un poco con Lucy.
-pero tiene un buen motivo. -Mina le sonrió con dulzura- ella entenderá, solo debe explicarle cuánto la ama. Y confíe un poquito más en ella, Lucy es una buena niña.
-creo que tiene razón, Mina.
-yo hablaré con ella, descuide. Seguro nos entendemos bien... Además usted debe ir al corporativo.
-en verdad se lo agradezco. Hace años no hablaba así con alguien -Mina sonrió y estuvo a punto de levantarse, pero el brazo firme de su jefe la sostuvo por la muñeca y tirando de ella para acercarla más el guapo rubio apresó los labios de la chica con los suyos en un inesperado pero dulce beso...
Cuando se separaron Mina tenía las mejillas rojas y Matthew una media sonrisa bastante incitante que puso a la chica todavía más nerviosa, aunque el estaba perfectamente cuerdo y en sus cabales en esta ocasión.
-se lo encargo Mina... -dijo con suavidad antes de levantarse y salir del comedor, dejando a la pelirroja sin palabras. Mientras, el rubio estaba muy seguro de algo, de ese beso no se arrepentía.
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Comments
Anonymous
uuy será aceptada en ka familia por Lucy y la tía abuela o ca a querer a la hermana del italiano/Shy//Drool/
2023-10-07
3
Rita García
UM ay que emosion ya hasta paresco adolescente UM alomejor porque me junte muy joven con mi esposo
2023-09-30
0
Eidykiss 💋
que emocionante
2023-09-02
0