Nicholai llegó al corporativo pasadas las doce. Estacionó su elegante auto rojo deportivo en la puerta principal y se quedó de pie esperando a que saliera Lucca pero este no llegó. En su lugar vino un muchacho fortachón de cabellera azabache en corte tipo militar y ojos claros.
-buenos dias Joven Nico.
-Maurice, ¿Y Lucca?
-no vino hoy, me informó más temprano su padre y me encargué de tomar el lugar.
-ah bueno, ¿Papá ya llegó?
-si, y, no me lo tome a mal, pero ¡llegó con una chica preciosa!
-¿U-una mujer? Ah, será la tutora de mi hermana Lilly, supongo.
-¿una chica tan joven? Creí que era alguna compañera suya, o de la señorita Lucy.
-¿Una chica joven? ¿Co-como era ella?
-tartamudeó el pobre muchacho. Su mente de inmediato ató cabos y ya venía imaginando quién sería esa muchacha. ¿Pero en qué rayos estaba pensando su papá?
-pues... ¡Hermosa! No muy alta, cabello rojo y largo, ojos castaños, bonito cuerpo... No sé qué más decirle.
-¡Ay no! Ya se quién es... -Nicholai sudó nervioso. ¿Ahora no podría estar tranquilo ni siquiera en su propia casa? ¿Que podría enseñarle ella a su hermanita si apenas y era mayor que él?
-tengo que hablar con papá. ¡Gracias Maurice!
-Nico entró casi corriendo al corporativo y el pobre custodio se quedó ahí parado y rascándose la escasa cabellera
-joven ¡Las llaves! ¡No deje aquí su auto!...
¡Joven Nico! Ay, es inútil, ya se fué. ¿Y ahora que hago con el carro?
El joven rubio llegó hasta el elevador, al pulsar el botón para la puerta está se abrió dejando ver a su padre, en compañía de "la chica preciosa" que describió Maurice. Y claro, tal como Nicholai pensaba se trata ni más ni menos que esa joven que salvó a Lilly la noche del accidente... ¿Cómo era su nombre? Ah, si, Mina. Mina Graham.
-ah, Nico. Que bien que llegaste directo. Supongo que para ti no será sorpresa entonces cuando presente a la tutora de tu hermana.
-eh... P-pues... No, yo... Ella... -la chica le miró ladeando un poco la cabeza y Fue como si Nico hubiera enmudecido. Matthew rodó los ojos y suspiró. "Calma, calma" se dijo a si mismo.
-pero bueno, ¿dónde te educaron, gandul? saluda a la señorita.
-b-buenas Tardes... -dijo mecánicamente, como si fuera un robot o algo así. nuevamente imploraba paciencia a todos los santos mientras Mina sonrió amable y devolvió el saludo.
-buenas tardes joven, que gusto verlo de nuevo.
-um... S-si. -miró un instante a su padre tratando de no pensar en la linda mujer que lo acompañaba- papá ¿podemos hablar un momento?
-supongo que si.
-los espero afuera. -Mina no le tomó importancia y se adelantó dejando espacio para que ellos hablaran.
-papá por favor ¿Por qué ella?
-tu hermana necesita una maestra.
-¿Que tiene de malo la señora Douglas?
-se hartó de tu tía Meredith. Además era más vieja que una momia, se dormía en las lecciones de Lilly.
-¿Y que tal un tutor?
-me sentiría más tranquilo sabiendo que la que se queda con tu hermana menor todo el día, todos los dias, es una señorita amable que la aprecia y tiene paciencia, y no un sujeto cualquiera que no conozco, Nico.
-si lo pones así... -el rubio más joven suspiró.
-no tiene nada de malo, ¿Puedes hablar con Lucy o no?
-Lucy es mi hermana, ¡y sabes que no lo hago a propósito!
-lo se, y no me molesta Nicholai. -Matthew le revolvió el cabello de forma cariñosa, como cuando era un niño, el chico sonrió un poco- pero eso tienes que superarlo, el sicólogo dijo que no es nada malo, solo te reprimes demasiado. Tal vez si hablas con Mina de vez en cuando puedas empezar a vencer tu timidez.
-no prometo nada. -cruzó los brazos algo frustrado.
Mientras tanto la pelirroja esperaba a las afueras del edificio. Tenía que aceptar que le hubiera gustado que el tiempo pasara más lento, hablar con el sr. Matthew había sido una experiencia encantadora. Todavía se ponía a pensar si era cierto que él también podía hacer lo mismo que los custodios que trabajaban en la empresa. La curiosidad era mucha como para ignorarla, seguramente pronto sabría más de ello. Y sin darse cuenta, su guapísimo jefe ya se había colado en sus pensamientos una vez más. De pronto llamó la atención de la chica un auto blanco descapotable muy hermoso, venía con música fuerte, una rola que estaba sonando mucho en las redes, algo así como "a-ce-le-raste mis latidos..."
Ella sonrió. El auto estacionó apenas detrás del deportivo de Nico y de él bajó un joven hombre, cabellos castaños oscuros y largos peinados en una trenza baja, algunos flequillos rebeldes enmarcando su rostro, hasta ahora desconocido para la muchacha pues llevaba unas gafas de sol anchas, traje gris con botones de la camisa sueltos, un latte en la mano y zapatos oscuros. No llevaba corbata. Él se quitó las gafas y con la mano que tenía libre se acomodó los flequillos. Un rostro fino y hermoso de tez blanca le sonrió con coquetería, Mina se mordió el labio. Uff, que tío.
-Ciao Bellezza...- pronunció con un exquisito acento italiano- ¿Te ha dolido?
-¿Dolerme qué? -ella arqueó las cejas extrañada por el comentario.
-cuando te caíste del cielo -el rió y guiñó el ojo haciendo enrojecer a la muchacha- jajajaja, pero no pongas esa cara, Bambinna, solo jugaba. Dime, es la primera vez que vienes ¿verdad?
-eh, si... Bueno, podría decirse que si. -dijo Mina meditando. La verdad la primera vez que fue al corporativo Nico la había llevado a ver a su padre, y realmente no tuvo opción a decir que no.
-lo sabía, una cara tan linda no la pasaría por alto.
-oh, gracias. -ella sonrió contenta con el halago.
-esperas a alguien, supongo.
-al sr. Matthew.
-¿Eres su nueva novia? Grazie, cara mía, ya no podía soportar más a la tal Sabinne, esa mujer es un hígado...
-¿Eh? No ¡Nada de eso! Yo... Trabajo como tutora de su hija Lilly, eso es todo.
-¿Lilly? Ah, ya veo. Lo siento por el mal entendido... Es que, como dije, esa linda cara tuya no la había visto antes. Me presento, Leo Renalddi, a sus pies, damita.
-oh, un placer, sr. Renalddi.
-llamame Leo, a secas cariño, odio eso de señor -sonrió coqueto- además soy más joven que Matthew y soy su socio, así que nos estaremos viendo seguido... ¿Cuál es tu nombre, Bellezza?
-Mina Graham... -Leo tomó su mano galante y la besó a modo de saludo, en el preciso momento en que Matthew salía del edificio. El rubio arrugó las cejas al ver aquello y bajó de prisa hacia su colega, dejando a Nico bastante extrañado de la actitud de su padre, por cierto.
-Leo, no sabía que volviste de Italia. - dijo saludando al joven hombre.
-si, volvimos ayer. Cerramos el trato con el consulado y mi hermana quería avisarte cuanto antes.
- ¿El consulado? ¿Ese era el gran negocio?
-Matthew no pudo evitar sonreír orgulloso
-si, bueno, se lo debes todo a mi hermana. Dinora llevó todo el trato. Pero es oficial, a partir de este momento D.O.M.E. es el encargado de la seguridad del consulado italiano en el país...
-¡Excelente! ¡Dinora es un monstruo en los negocios! Tenemos que celebrar esto, Leo-rió contento.
-por supuesto, y tú con mi hermanita a parte "cuñado"
-vamos, no bromees así Leo, Dinora y yo somos amigos desde hace años. -Matthew sonrió un poco tomándolo con humor
-si, y desde hace años sabes que mi hermana está tras tus huesos pero preferiste a Lauren. - Leo chasqueó la lengua al ver que la sonrisa de su colega se borraba de su rostro, tocó un tema muy delicado para su amigo. ahora sí metió la pata hasta el fondo, ¿Cuando aprendería a cerrar esa gran boca? -mil disculpas Matt, no fue mi intención...
-está bien Leo. No hay problema.
-ah por cierto, espero que invites a la señorita Graham a la celebración, amigo mío. Será un placer platicar con ella -Leo miró nuevamente hacia la joven y volvió a sonreír coqueto- es más, la invito yo. ¿Irás conmigo, verdad Bellezza?
-eh, escucha Leo todavía no planeamos nada, primero reservamos y después la invitas, ¿Está usted de acuerdo Mina?
-si, claro. Cómo usted diga Matthew. -el castaño arqueó las cejas y se sonrió de medio lado mientras su rubio colega le miraba fijamente.. Ok, entendió la indirecta.
-supongo que si, pero nos estamos viendo, Bambinna. Debo ir a mi oficina a enviar unos correos, Matt. Nos vemos luego.
-nosotros también tenemos algo pendiente, hasta más tarde Leo. Ah, me saludas a Dinora por favor.
-asi lo haré, Ciao Bellezza. -dijo risueño despidiéndose de Mina y siguió de largo subiendo las escaleras de la entrada. Matthew resopló algo incómodo.
-¿Se encuentra bien? -la pelirroja le miró consternada.
-si, si... Es que Leo a veces es muy impulsivo.
-me parece muy agradable.
Matthew se dió cuenta que el auto de Nico ya no estaba, por lo que seguramente su hijo ya se había adelantado a casa. De todos modos no estaba muy contento con lo que pasaba, aunque el magnate estaba muy seguro que las cosas se resolverían bien. Mina era una chica agradable y linda, además tenía mucha paciencia. Si alguien podía ayudar a Nicholai a ser más abierto era ella.
-será mejor irnos, ya es casi hora de almorzar.
Matthew nuevamente ofreció su brazo a la muchacha y ella aceptó para que la guiará hasta el auto, que el buen Maurice ya había ido a buscar y traído con diligencia. Una vez se pusieron en marcha Mina sintió que los nervios empezaban a ganarle, hasta ahora todo iba bien, pero el verdadero reto iba a ser llevarse bien con los chicos. ¿Estaba preparada? ¿Podía dar la talla para un trabajo así?
-descuide, se que lo hará muy bien, Mina.
Ella volteó a mirarle sorprendida y el rió con suavidad. Esos ojos castaños además de hermosos eran demasiado puros. No escondían nada, no le costó trabajo darse cuenta de lo que pasaba por la mente de la chica. Le pareció hasta cierto punto tierno que sintiera nervios pero era normal. Era un gran cambio. Mina era una chica sencilla, acostumbrada a trabajar y a hacerlo bien.
-Gracias sr. Matthew -contestó tímidamente la joven. En verdad agradecía que su jefe se tomara tantas molestias con ella.
Para Matthew no eran molestias, lo hacía con gusto. Mina era una joven inteligente, con ganas de salir adelante y con valores, dedicación y constancia, eso fue algo que le gustó de ella. Lo que no le gustó mucho fue ver a Leo Renalddi tan interesado en conocerla. Bueno, no era un mal sujeto pero siempre andaba en la luna, no se tomaba nada en serio, ni hablar de las mujeres, tenía corazón de condominio. Aunque claro que era mucho más joven que él, Leo apenas y cumplió los treinta hace unos meses, pero a esa edad uno ya tenía que empezar a sentar cabeza, o eso le decía su padre a Matthew. De todos modos no era un sujeto formal y la señorita Graham era una muchacha decente y noble, no se merecía que cualquier tío viniera a jugar con sus sentimientos... Oh pero, ahora que lo venía pensando ¿Eso era de su incumbencia? No. No lo era, ella podía salir con quién le diera la gana. No pero espera, ¡Si lo era! Le dió su palabra a la señora Sally de que cuidaría bien a su nieta, así que todo lo que represente un peligro para ella era de su incumbencia. Así se tratara de su amigo y colega. Claro que no tenía nada que ver el creciente interés que esa linda joven estaba empezando a causar en él...
-mire, ya llegamos. -la joven bajó el cristal de la ventana apenas escuchó a su jefe para asomarse y admirar por primera vez la gran mansión Hoo Suin, sus ojos se abrieron asombrados al contemplar el lugar. Jardines amplios cubiertos de rosas, una gran fuente en la entrada, la pequeña arboleda que se alzaba más atrás, era un sitio muy hermoso. La chica sonrió, sintió como si hubiera entrado en alguna de esas historias de época que leía cuando era más joven... -Bienvenida a mi casa, Mina...
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Comments
AMANECER
✌️🤭🤭🤭🤭
2025-02-06
0
Elena Coronado
Hermosa historia tiene un concepto de la humildad en personas que aunque tengan dinero pueden atender a otros tratandolos igual o mejor que a los de su clase social
2024-05-26
2
Amparito Pantoja Villalobos
muy bonita historia pero semearia especial si subieran imágenes de los protagonistas porfavor
2023-10-17
1