Una vez arrancó el auto puso a toda marcha el rumbo hacia el hospital general. por el retrovisor alcanzó a ver la silueta de Sabinne y su vestido rojo desvanecerse conforme avanzaba. Matthew Hoo Suin miró de soslayo a aquella que estaba en el asiento del copiloto, al frente la luz roja marcaba el alto. el lindo rostro de la chica con algunos raspones y su blusa blanca rasgada y medio abierta. en el lado izquierdo del pecho tenía un distintivo como si fuera una pequeña placa, el logotipo de una taza que ponía Montblanc Café, junto con un nombre. "Mina".
el semáforo volvió a marcar en verde y Matthew avanzó de prisa. al menos ahora conocía el nombre de quien salvó a su pequeña Lilly, si esta joven no hubiera estado ahí su hija habría sufrido un destino horrible. no, ni siquiera quería pensarlo.
en cuestión de minutos llegó al hospital y cargó en brazos a la muchacha hasta la sala de emergencias. era más que conocido ahí así que no tardaron en atender su petición de auxilio. cuando la enfermera preguntó por el nombre de la paciente Matthew dudó un poco en su respuesta
-su nombre es Mina.
-el nombre completo sr. Matthew.
-no sé, sufrió un accidente, la traje en mi auto.-dijo preocupado, la verdad no pensó en ese detalle mientras venía.
-revise su identificación, debe estar en el bolso de la señorita -sugirió la enfermera. Matthew rebuscó entre las cosas de la chica y encontró una pequeña cartera, un brillo de labios, unas llaves y un celular de modelo bastante antigüo, probablemente ya estaba a punto de descontinuarse. en la cartera halló la ID y el nombre "Mina Graham"
una vez encontró lo que quería y registraron a la paciente Matthew devolvió las pertenencias al bolso. lo miró un momento, pequeño, algo descolorido, con muchos cierres y un llavero de conejo peludo que colgaba del cierre principal. no pudo evitar sonreír ligeramente. se le hizo bastante adorable, era una chica algo mayor y todavía tenía ese tipo de cosas, seguramente podría llevarse bien con su hija Lucy, estaban en el mismo canal.
los medicos se tomaron su tiempo en revisarla, demasiado tiempo a gusto del hombre. ¿acaso tendría algo malo? el la vio bastante bien, salvo algunas contusiones pero bueno, era ejecutivo no médico así que bien podía equivocarse. pronto salió el doctor y luego de informarle que ella estaba estable y se recuperaría muy pronto también informó otro detalle...
-la joven sufrió un ataque, sr. Hoo Suin. - Matthew no dijo nada, simplemente miró al hombre con dureza y expresión seria, indicando claramente que siguiera hablando. el pobre doctor se estremeció ante el gesto pero continúo un poco nervioso- verá usted, los análisis indican que algunas lesiones fueron anteriores al accidente, por ejemplo el golpe en la cabeza a la altura de la sien sugiere una caída o algún tipo de agresión, además sus ropas...
-es suficiente. -dijo. luego de pensar unos segundos volvió a preguntar- ¿hubo algo más?
-no señor. la señorita se encuentra a salvo.
un discreto suspiro reveló el alivio que sintió. era solo unos años mayor que sus hijos, si algo así le ocurriera a Lucy el estaría furioso. y la verdad ahora lo estaba, ¿por qué querer lastimar a una pobre niña así?
-gracias, Dr. Adams.
el médico le informó que seguramente ella dormiría algunas horas por lo que Matthew, una vez se cercioró que la pasaran a una habitación entró a verla. dejó el bolso de la chica en el estante y se acercó un poco a la cama, donde ella dormía con expresión tranquila. ahí, en silencio, en aquella habitación a media luz, el gran y poderoso Matthew Hoo Suin sollozó con fuerza y se dejó caer en la silla contigua a la cama. se llevó las manos a la cabeza tratando de no quebrarse más. hoy pudo haber pasado una desgracia. Matthew era un tipo ocupado y no siempre tenía tiempo para su familia, pero amaba a sus hijos con toda su alma, tanto que la vendería al mismo diablo con tal de salvar a uno solo de ellos... de solo pensar que su pequeña Lilly pudo haber perdido la vida o haber salido mal herida todo su ser se estremecía, y gracias a esta niña su hija estaba bien. suspiró un poco para calmarse y una vez se recompuso se levantó del asiento. antes de irse miró fijamente una vez más a esa joven, notando por primera vez que era una chica muy bonita. algo le impulsó a acariciar delicadamente su rostro y ella se removió en la cama esbozando una pequeña sonrisa... Matthew también sonrió. extraño en el, por supuesto, pero nadie podía verle...
Matthew se fijó en la modesta muda de ropa que ella traía y que las enfermeras habían dejado doblada sobre una de las mesitas de noche, en esos zapatitos con la suela desgastada, en las manos blancas y delicadas, que debían ser suaves como pétalos de flor, y en su lugar estaban ásperas y maltratadas. seguramente era una chica que había tenido un pasado muy duro. aún así era capaz de sacrificarse por alguien que no conocía. Matthew había vivido mucho tiempo rodeado de gente vacía. el dinero y el poder corrompen el alma, hacía tanto tiempo que no veía alguien que valiera la pena...-Gracias por salvar a mi Lilly...creo que es hora que alguien te salve a ti...
dicho esto se acomodó el saco y salió de la habitación con premura. sacó un elegante teléfono de su bolsillo y habló...
-Lucca, tienes trabajo... investiga todo lo que puedas sobre Mina Graham. -luego sin más colgó la llamada y continuó caminando por el pasillo mientras sus pisadas resonaban por el lugar.
...****************...
Esa mañana Noland Parker se levantó de malas. todavía le dolía el golpe que le propinó esa mocosa estúpida la noche anterior, pero le dolía más el orgullo por haber sido rechazado. ¿quien se creía que era esa niñata? Mina Graham lo había humillado como nadie lo hizo en mucho tiempo. Hasta Tiffany, que era una muchacha con mejor posición económica que ella aceptó su juego a cambio de ciertos "privilegios" y es que la rubia no estaba en la posición de Graham, su familia era modesta pero no lo pasaban tan mal. en cambio esa niña...
-haré que te arrepientas de esto pequeña zorra... -masculló entre dientes mientras se sentaba a revisar unas facturas de los proveedores del café. Tiffany entró pasados unos minutos y le miró cruzando los brazos.
-Noland tenemos que hablar.
-ahora no, ¿no ves que estoy ocupado?
-¡me importa una mierda! ¡Mina no ha llegado y yo me tengo que ir en media hora!
-¿cómo que no ha llegado?...
-¡pues no! la "señorita dignidad" no ha puesto un pie en el local y yo tengo cita con el ginecólogo a las dos!
-pues cancela tu cita, te fuiste temprano ayer Tiff.
-¡no puedo cancelarla! tú sabes que podría estar embarazada, idiota!
-no me vengas con esas cosas niña, además ese no es mi problema -Noland se echó hacia atrás en el respaldo reclinable de su silla y miró a la rubia con una sonrisa cínica- yo te dije que sin compromisos Tiff...
-¡bastardo! -gruñó- ¡esto no se hizo solo Noland Parker!
-tu sabías muy bien lo que hacías Tiffany, yo no te obligué -le dijo ensanchando más esa sonrisa, la pobre rubia sintió temblar sus piernas- siempre podías haber dicho que no.
-pero yo...
-¡silencio! ahora largo, ve a limpiar las mesas o algo así. ah, y avísame en cuanto Mina llegue, tengo un asuntito que resolver con esa cría.
Tiffany se mordió el labio y salió aporreando la puerta, y maldiciendo de paso al idiota de su jefe. ¿qué iba a hacer? ¡no podía estar embarazada y menos de un hombre como ese! cómo hubiera deseado Heber hecho lo mismo que Mina y decir que no. ahora tenía un serio problema y si resultaba que si estaba de encargo ¡sus padres no se lo perdonarían jamás!
Tomó una de las jergas en el cajón y casi como autómata se dirigió a limpiar la barra. de todos modos no había gente en el café hoy. mientras divagaba en sus pensamientos observó de repente que un hermoso auto negro y muy costoso estacionó a las puertas del negocio. Tiffany dejó el trapo a un lado y se quedó mirando. del vehículo descendió un hombre de cabellos rubios muy claros vistiendo un elegante traje oscuro, y junto a él dos o tres sujetos más. todos con el mismo perfil, altos de cuerpo atlético y fornido, trajes negros y lentes oscuros. La rubia sintió un escalofrío cuando el hombre rubio y su séquito entraron al café, viendo bien al caballero definitivamente tenía que admitir que lo primero que resaltaba en el eran esos ojos grises e intimidantes, y claro, que era un hombre muy atractivo además... ¿que buscaba un tipo así en un local de mala muerte como el café Montblanc? esos deberían estar en el Royal, o Ritz. El hombre se aproximó al mostrador y Tiffany se puso más nerviosa. ¡Cristo, pero es que visto de cerca era todavía más guapo!
-Mina Graham.
-¿Disculpe? -A la rubia casi le da un infarto, a caso el dijo...
-Mina Graham. ella trabaja aquí, ¿no es así? -el hombre se apoyó en el mostrador y miró fijamente a la joven rubia, buscó en el bolsillo de su saco y entregó un gafete en el que estaba el nombre de Mina junto con el logo y nombre del establecimiento.
-s-si, es ella... pero hoy no ha venido. -Tiffany pensaba en qué podría querer un hombre como este con una "poca cosa" como Mina. la respuesta no tuvo ni qué dudarlo, ¡claro! haciendole favores a semejante muñeco era más que obvio que jamás le haría caso a un patán muerto de hambre como Noland Parker.
-eso ya lo sé. quiero hablar con el jefe.
-el... el señor Parker está ocupado... pero si gusta yo le puedo atender -Tiffany puso su mejor y más coqueta sonrisa para ver si lograba enganchar al sujeto, si se conformaba con gatas como Mina Graham, ella sería de otro nivel.
-no me interesa -dijo secamente.
Matthew se fijó en la puerta al final de aquel pasillo junto a los sanitarios. tenía un letrero que indicaba "manager Office" y sin dudar se dirigió hacia allá. Tiffany corrió a tratar de detenerlo pero el sujeto y sus acompañantes hicieron caso nulo a las quejas de la muchacha, que les decía a gritos que no podían pasar. Matthew abrió la puerta de una patada casi matando del susto a Noland quien no esperaba semejante intromisión.
-¡qué demonios pasa aquí! ¿quien rayos eres imbécil?...
-¡que le hiciste a Mina Graham, desgraciado! -gruñó Matthew colérico, su mirada gris tornándose fiera y amenazante y cayendo como plomo sobre el gordo sentado en la silla tras el escritorio.
Noland Parker tembló ante la sola mención de ese nombre. Matthew miró al hombre de pies a cabeza con desprecio, como si hubiera visto la peor de la alimañas, era un pobre diablo, un sucio y despreciable abusador que usaba su poder para sacar ventaja de jovencitas y mujeres vulnerables ¡era el tipo de escoria que más odiaba en el mundo!
-¿yo? ¿por qué le haría algo a esa pobre chica? ¡ya bastante tiene con sus problemas personales como para que yo haga algo malo con ella! -trató de excusarse. Matthew apretó el puño. y todavía tenía el descaro de negarlo. el vio la blusa rota de la muchacha, el golpe en su cabeza y los morados en sus rodillas... el medico después de revisarla, le dijo que eso fue anterior a la colisión del auto con la joven.
-Miserable, mentiroso...
-mira amigo, no se quién diablos eres pero no puedes venir así a mi negocio y acusarme sin tener pruebas! -gruñó el obeso hombre levantándose amenazante de su silla, de inmediato los tipos que venían con Matthew se adelantaron y rodearon el escritorio haciendo que toda esa valentía de Noland se fuera por el drenaje.- oye, oye... entiendo. la chica es tuya, bien. no sabía que Mina tuviera ya un padrino... y con razón ¿eh? ¡esa muñequita tiene un cuerpo que te deja sonzo!
-¿Padrino? -dios ¿es que este cerdo no sabía cerrar la boca? la cólera de Matthew solo iba en aumento.- No te equivoques, esa chica es honesta y decente, ¡y tú mal nacido trataste de aprovecharte de ella!
-¡N-no se que te dijo ella, amigo, pero yo no le hice nada! ¡ella, ella se me insinuaba, me seducía! ¡es todo su culpa!...
Matthew se hartó de escuchar tanta idiotez, con un ligero movimiento de su cabeza el hombre más cercano a Parker lo cogió del cuello con violencia y lo empujó hacia abajo golpeando su asquerosa y gorda cara contra el escritorio de madera, amagó ambos brazos del hombre y este chilló adolorido
-¡aaaggh! ¡no, basta, basta por favor! ¡no la toqué lo juro!
-¡que se siente estar del otro lado, maldito! - Matthew se inclinó sobre él, sus hombres todavía tenían al gordo bien sujeto, el apuesto rubio lo tomó del escaso cabello que tenía y alzó su cabeza para que Noland Parker pudiera verlo a la cara, lo que vio le dió todavía más asco. el tipo era un cobarde, lloraba aterrado con los ojos casi desorbitados y los labios temblorosos...
-¡se lo suplico, por favor no me haga nada!
-escucha muy bien infeliz, si vuelves a acercarte a Mina Graham, no volverás a ver la luz del día... ¿entendido?
-pe... pero ella trabaja aquí...-chilló el obeso hombre todavía tartamudeando.
-ya no. no la busques, no la pienses, no vuelvas a pronunciar su nombre... o voy a regresar y ésta vez, no será solo de visita...
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Updated 90 Episodes
Comments
Margen Rojas
va muy buena la novela
2025-02-19
1
Irma Colmenares
autora me encanta gracias por entretenernos me gusta mucho se siente un relato fresco 😃😆😚😚😚😚😚😍
2024-10-24
0
Yosmar silva
me encanta
2023-12-05
4