Capitulo 16. La supuesta explicación

Llore mucho, quería golpearlo, levantarlo y reprocharle todo. Pero sabía que iba a ser difícil despertarlo por el estado en el que venía.

Decidí no dormir con él lo que restaba de la noche, tomé una almohada y una frazada y me dispuse a dormir en la habitación de Leandro.

Cuando amaneció, Alejandro se levantó y se duchó. Pude darme cuenta de que observo que me encontraba en la habitación de Leandro, pero no me dijo nada y se fue.

Yo estaba muy triste pues no me merecía que me traicionara, pero también pensaba que necesitaba una explicación.

Durante el día le pedí a mi madre que cuidara a Leandro, necesitaba estar sola. Ella no pregunto el por qué, y accedió a cuidarlo, ya que ese día no trabajaría.

No sabía si Alejandro llegaría a casa después del trabajo y no quería averiguarlo. Solo quería estar tranquila mientras mi mamá cuidaba a mi pequeño.

Observe que tenía una botella de whisky en la alacena y decidí abrirla. Sabía que tomarla no solucionaría nada, pero al menos me relajaría mentalmente.

Así que comencé a beber, hasta que caí en la cuenta de que Alejandro se encontraba de pie frente a mí con un ramo de flores y me observaba detenidamente.

Yo le sonreí y le dije con reproche: "mira quien decidió llegar a casa un día, para variar".

Su rostro mostraba arrepentimiento, pero no lograban descifrar que tipo de arrepentimiento era.

Se sentó a mi lado y comenzó a hablar: "Quiero pedirte perdón por lo de ayer, solo fue un malentendido; me invitaron a una reunión de amigos y se le acabó la batería a mi teléfono. Una chica que se encontraba en la reunión me prestó el suyo y yo marque el número que recordaba en esos momentos, estaba tomado y no te voy a mentir también me encontraba un poco drogado; sé lo que estás pensando, pero quiero que sepas que no pasó nada más. Al escuchar tu voz al teléfono supe que tenía que regresar a casa y estar contigo. No recuerdo cómo llegué, pero supe al despertar que me había equivocado mucho. No verte a mi lado hizo que sintiera pánico de que me abandonaras, pero tenía que ir al trabajo y solucionar los problemas que se habían presentado; he estado angustiado por no saber si al llegar todavía estarías aquí."

Al escucharlo comenzaron a caer mis lágrimas, no esperaba que me dijera aquellas cosas. Mi mente me decía que no le creyera, que el había estado con aquella mujer, pero mi corazón se aferraba a creerle y tener esperanza de que todavía estaríamos bien.

Me sonrió, como siempre lo hace y se acercó a mí abrazándome. Yo con este acto comencé a llorar con más sentimiento, además de que ya me encontraba un poco borracha.

Alejandro al ver mi estado me pidió nuevamente perdón y me empezó a besar. Yo trataba de retirarlo pues no sabía si lo que tenía en la cara eran solo lágrimas o era lágrimas acompañadas de aquellas cositas que salen de la nariz al llorar, lo cual me hacía sentir mi cara como la de un chimpancé.

Alejandro se aferró a mí y entre besos y caricias me convenció de hacer el amor.

Y si se que piensan que soy una tonta por dejarme guiar por él. Pero créanme que en esos momentos yo me aferraba a lo que para mí era mi familia.

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