Capitulo 15. ¿infidelidad?

Yo pensé que al ya estar mi bebé con nosotros Alejandro estaría más al pendiente de los dos, y que procuraría estar en casa siempre. Pero estaba muy equivocada.

Comenzó nuevamente a llegar tarde del trabajo o a regresar al día siguiente supuestamente por el exceso de trabajo que tenía.

Un día le comenté que la leche de fórmula de Leandro se terminaría pronto, él mencionó que al llegar del trabajo la traería. Yo creí en sus palabras.

Al caer la noche comenzó a llover muy fuerte, y Alejandro no llegaba a casa. La leche se había terminado y Leandro lloraba porque tenía hambre, trate de comunicarme con Alejandro, pero no conectaba la llamada, supuse que se le había terminado la batería o no tenía señal por la lluvia.

Busque dónde tenía el dinero guardado, pero no encontré nada y la tarjeta bancaria se la había llevado consigo.

No sabía qué hacer. En esos momentos no pensé en hablar con nadie porque creía que Alejandro llegaría pronto. Intenté darle pecho a Leandro, pero como tomaba leche de fórmula, a mí no me salía ya de los pechos.

Leandro se quedó dormido por llorar, y al parecer yo también. Cuando desperté comenzaba a amanecer y en esos momentos Alejandro iba llegando a casa. Olía a alcohol y estaba despeinado.

Inmediatamente, le cuestione donde estaba, pero el molesto solo me dijo que había estado en una fiesta con un primo suyo y no había podido regresar pronto. Le reproché que el bebé no tenía leche y que él había quedado en traerla. Se duchó y cambio y me dijo que se iría a trabajar nuevamente; saco unos billetes y me los entrego, mencionando que comprara la leche y que lo vería al terminar el trabajo.

En esos momentos al verlo irse, llore de impotencia al ver qué le importo poco lo que le decía. Pero me recompuse por qué tenía que ir a comprar leche.

Los días siguieron igual, y Alejandro y yo apenas platicábamos pues cuando llegaba a casa comía y dormía; mientras yo me sentía sola.

Un día recibí algunas llamadas del trabajo de Alejandro, me mencionaban que necesitaban que regresará a solucionar algunas cuestiones, pero que no lograban comunicarse con él.

Yo de igual manera, trate de comunicarme con él, pero solo escuchaba su buzón de voz.

A las dos de la mañana un compañero de trabajo que se había dado cuenta de lo preocupada que me encontraba, se comunicó conmigo y me menciono que por fin había hablado con él y me pasó el número telefónico de dónde Alejandro se comunicó.

Rápidamente, marque ese número, y cuál fue mi sorpresa; una mujer contesto la llamada, pero antes de entrar en histeria pregunté por Alejandro. A los pocos segundos me comunico con el y yo muy molesta le grité al teléfono preguntando quien era esa mujer y por qué contestaba, pero en lugar de darme una explicación dijo no escuchar nada y después se colgó la llamada.

Llore mucho en esos momentos porque mi mente me decía lo que podía significar.

Una hora después de la llamada Alejandro llegó a casa borracho y en lugar de hablar conmigo se durmió.

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