Capitulo 14. Leandro.

Cuando Alejandro entro a la habitación, opte por no decir nada. Dejaría esa discusión para después. Claramente, sabía que mi suegra al parecer no me quería, pero eso no me iba a impedir seguir en mi relación.

Al día siguiente nos dieron de alta, estábamos muy felices. Al fin estaríamos en casa. Solo había un pequeño problema; por ahora no podría dar pecho a mi bebé. Los dos habíamos presentado una infección debido a las complicaciones de la cesárea.

Al llegar a casa, me encontré con la sorpresa de que mi suegra se encontraba ahí. Aparentemente, había ordenado la casa para mi llegada. Por la buena educación que tengo le di las gracias, diciendo que me encontraba cansada y me retire a mi habitación junto con mi bebé.

Cuando se fue mi suegra, Alejandro me guío al comedor, ese día compro comida para los dos y yo me sentía muy tranquila, ya que no tenía que preocuparme por la preparación de la comida.

Pero los siguientes días mi tranquilidad termino. Alejandro regresó a trabajar y al llegar a casa solicitaba que hubiera comida, por lo que a pesar de mi operación y del bebé, preparaba la comida. Si sé que estarán pensando que eso está mal, pero yo en esos momentos no lo veia asi, yo sentía que ese era mi deber como su mujer.

A la semana de nacido mi bebé y yo teníamos que ir a revisión para qué me quitarán los puntos de la cirugía y al bebé lo revisaran de crecimiento, le comenté esto a Alejandro, pero él se negó rotundamente a acompañarme, por qué aparentemente tenía que trabajar y ya no podía faltar. Así que asistí con el doctor sola.

En la revisión médica todo salió muy bien, mi bebé estaba creciendo sano y yo estaba mejor. Y al preguntarme el doctor como llamaría a mi bebe me llegó la idea de llamarlo Leandro. Aún no lo había consultado con Alejandro, pero era un nombre que me gustaba y que creí perfecto para mi pequeño.

Así que ese mismo día cuando llegó Alejandro del trabajo, le comenté mi idea sobre el nombre del bebé. El confundido me menciono que él esperaba que lo llamaríamos Alejandro, ya que su madre le comento que eso era lo correcto al ser el primer bebé en la familia. Obviamente, mi suegra se estaba metiendo cada vez más en mi relación.

Yo, molesta le dije que el nombre del bebé lo teníamos que decir entre los dos, ya que eso nos correspondía como padres. Además de que en la relación solo importaba lo que nosotros quisiéramos hacer por qué era una relación de dos personas y los demás solo eran apoyo.

En esos momentos, al parecer, Alejandro comprendió mi molestia y accedió a llamarlo Leandro, finalmente era un nombre parecido al suyo y decidimos ir al siguiente día a registrarlo.

Una vez que el nombre del bebé quedó registrado, le dimos la noticia a nuestros familiares. Mi familia me felicitó ya que para ellos era un nombre muy bonito. Por parte de la familia de Alejandro no me enteré de que es lo que habían dicho ya que el no me menciono nada. Pero me importaba muy poco pues se había hecho lo que yo quería y creía que era lo correcto.