capítulo 9, ES HORA

Kenric sonrió, por lo que dijo Olive, se levantó de la silla y se acercó a ella.

—¿Cómo te sientes?—mirándola tiernamente.

—Asustada por qué me llevaré tremenda reprimenda de mis padres.

Plumitas se levantó de la cama y comenzó a buscar sus zapatos.

—Puedes estar tranquila, mandé a decir que harías unos trabajos con Martha, ¿Que buscas?.

—Mis zapatos, no los veo.

Kenric tenía los zapatos de Olive y se los mostró, ella hizo intento de agarrarlos pero él los levantó de tal manera que ella no podía alcanzarlos, así que se agachó y para colocarlas, ella quedó paralizada y se puso nerviosa, esos acercamientos le eran un poco incómodos.

Toda la vida habían estado juntos, jugando compartiendo y aprendiendo a usar sus poderes, hasta que fueron separados sin explicación, por eso eran sus encuentros nocturnos, para poder conversar y contarse su día a día, ellos no recordaban por qué no les permitían pasar tiempo juntos, aunque jamás se habían visto con otros ojos, sin embargo Kenric siempre había querido acercarse a ella, pero algo no lo dejaba, siempre escuchaba esas voces molestas.

—Tu tobillo está muy bien.

—Si, gracias por nada, yo también lo hubiera curado.

El rey se puso de pie quedando muy cerca de ella, sus corazones se agitaron y ella  retrocedió un poco.

—Plumitas,¿tienes miedo de mi?—indagó el rey al ver la acción de Olive.

Ella no sabía qué decir, estaba muy nerviosa, no entendía qué le pasaba.

—Eh, no, solo no me siento cómoda que te acerques mucho a mí.

—¿Por qué Olive?

Ella no respondió, simplemente se quedó callada y miró al piso.

—Anoche, no sé qué pasó, solo quería que te callaras y fui impulsivo, ofrezco mis disculpas.

Olive solo asintió con su cabeza sin mirarlo a la cara, él se acercó nuevamente a ella y aunque quería resistirse no logró hacerlo, su mano acarició el rostro de Olive y levantó su mentón.

—¿Me disculpas?

—Si, que no vuelva a pasar.

Olive se movió y caminó hacia la puerta, para salir de la habitación.

—Ordené preparar un rico almuerzo, espero que me acompañes.

Olive se frenó en la puerta, la verdad tenía mucha hambre así que no pudo negarse a esa invitación.

—Está bien manchitas.

Kenric sonrió y se alivió de saber que Olive ya no estaba molesta y de que seguían siendo grandes amigos.

Esa noche no se vieron en la frontera así que Kenric decidió descansar temprano,  mientras  estaba acostado en su cama, recordaba el beso, se saboreaba los labios, anhelaba volver a sentirlos, sonreía con picardía y después de mucho tiempo reconoció que Olive en realidad era muy hermosa.

Aún no salia del asombro, ¿cómo fue  que se  atrevió a besar a  plumitas?, ahora no puede sacarla de su mente. ¿Cómo fue que pasó todo esto?,también pensaba que si el beso de Olive fue bueno con Rose deberia ser mejor.

Se durmió aún recordando estar sumergido en esa burbuja de polvo dorado y plumas, definitivamente eso le había dado un toque muy romántico.

Aunque el rey tenía planeado ir a visitar a la princesa Rose los días venideros fueron muy movidos ya que habían atrapado algunos ladrones y estaban llegando personas de otros reinos al parecer algo malo estaba pasando.

Kenric ordenó encerrar a los ladrones y dar asilo a los pobladores que llegaron, ellos dijeron que venían del Reino verde y algunos del Reino Rojo. Esto le pareció falso, como es posible que estén huyendo del Reino rojo cuando es un reino próspero y hermoso, no quiso creer eso, pero decidió investigar por sí mismo.

Cuando sus padres los reyes Verchiel y Alba se enteraron de lo sucedido inmediatamente viajaron al Reino blanco e interrogaron a los ladrones, en efecto ellos dijeron estar pasando hambre y sus hijos estaban desapareciendo.

Alba trago grueso y mirando a Verchiel le dijo.

—¡Es hora!

Kenric la escuchó y se acercó a ella para indagar, en tanto tiempo nadie había dicho que estaba pasando hambre inclusive Andrew haría una celebración por las buenas cosechas de su Reino, cómo era posible que él con tanta cosecha no ayudara al Reino vecino.

—Madre ¿es hora de que?

La Reina suspiró y recordó tantas cosas.

FLASHBACK

—Es mi  bebé, no puedo dejarlo sólo—decía Alba a punto de llorar.

—Es necesario que se vaya con nosotros majestad es solo hasta que se encuentre el libro negro.

—¿Que clase de madre sería?

—La mejor y la elegida para acabar con el mal.

Edecio cargaba al pequeño príncipe en brazos, debían sacarlo del Reino y ocultarlo. Después que la Reina destruyó a Dulcinea y marcó dónde estaba el libro negro, algunos hombres y mujeres ansiosos de poder se adentraron al bosque de árboles muertos, para conseguir el libro negro. Aunque no lo consiguieron. Alba tuvo que acabar con toda esa gente, muchos se revelaron y en dos oportunidades intentaron asesinar al príncipe, habían muchos corazones corrompidos.

Los magos guías se llevaron al príncipe y lo resguardaron en una torre segura Edecio y Alegría usaron casi todo su poder para protegerlo, sin embargo ellos no sabían que iban a ser padres, sus poderes fueron donados a su hija Olive, y ella sería la guía del príncipe heredero.

La Reina Alba acabó con todos los malvados de corazón corrompido, pero nunca consiguió el libro negro. Cuando Olive nació, Kenric no se separaba de ella, su infancia fue muy linda, pero cuando los nobles y los magos se dieron cuenta que ellos se curaban y cuidaban mutuamente decidieron separarlos, no era bueno que usarán su magia y poder en cosas tan insignificantes, además que entre ellos no podía haber otra relación más que  la de Rey y maga guía y esos acercamientos no eran buenos, por eso una vez que coronaron al príncipe como Alto soberano del imperio Blanco, no volvieron a reunirse para jugar o compartir sin embargo ellos se siguieron viendo cada noche a escondidas en la frontera, sin saber que corrían un riesgo grande, enamorarse.

FIN DEL FLASHBACK 

Alba sabía que hasta que no se destruyera el libro negro, siempre saldrían los corrompidos y malvados a hacer de las suyas, por eso cuando escuchó a los ladrones hablar de pasar hambre y que sus hijos desaparecían supo exactamente que se trataba de seres oscuros, así que viajarían para solucionar todo.

—Hora de viajar y pelear para mantener la paz, esto es obra del libro negro.

—Mientras ustedes viajan¿ qué haré yo?—interrogo el joven Rey preocupado.

—Debes cuidar el reino blanco, no puedes permitir que entre la maldad y tú debes comportarte y siempre permanecer en luz.

—Yo debería ir a luchar, padre por favor, quédense ustedes y yo voy a luchar.

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