CAPÍTULO 19

Ambos hombres sonrieron, preparándose para también ir a la guerra, puesto que, era cuestión de segundos para que un caos se formara en la capital. Y sabiendo que dentro de poco sería el equinoccio, donde por fin pudieran estar frente a Alice.  Así que era momento de actuar.

Fue cuestión de medio día para que cada una de las pruebas que no solo demostraba la maldad del padre de Anthony, sino también la corrupción de una de las ramas más antiguas de la iglesia, rondara por toda la capital y casi todo el reino.

Cada uno de los seguidores de la iglesia no podían creer lo que leían en el periódico y escuchaban en la radio, el canciller De Oliveira, uno de los hombres más respetados por todos los feligreses, no solo lideraba la rama de la iglesia que le suministraba esclavas al antiguo rey malvado, sino que también, a su vez, este era una de las tres reencarnaciones de él.

—¡¿Cómo es posible?!—preguntó una señora en una frutería—¿El antiguo rey ha reencarnado en tres personas? ¿Acaso la reencarnación existe?

—Más que creer o no—le respondió la frutera empacando su pedido—el problema es que de verdad sea cierto todo lo que él hizo y sigue haciendo.

—¡Imposible!—dijo el esposo de la clienta—¡El rey fue un hombre muy bueno! Me niego a creer que haya hecho todas esas cosas malas.

La mitad de la población seguía creyendo que el rey era un buen hombre, que su alma había trascendido con los dioses; sin embargo, la otra mitad estaba dividida entre quienes dudaban y quienes de verdad creían que el rey había sido alguien malévolo. Quien, aun reencarnando en tres personas distintas, seguía haciendo mal en la oscuridad.

La situación en el palacio real también era caótica, puesto que se rumoreaba que la situación de salud del rey estaba mal; sin embargo, la verdad distaba de aquello.

Anthony había dado las órdenes de expandir rumores de que había caído en un bajón, por lo que físicamente estaba postrado en cama sin poder tan siquiera levantarse de ella.

A puertas cerradas, y gracias a un pasillo secreto, podía reunirse no solo con Aiden, sino también con sus aliados. El plan era simple: atacar por doble partida en el equinoccio, mientras ellos estarían luchando en el observatorio, un grupo estaría tomando a la fuerza la sede principal de la rama corrupta de la iglesia.

—Expresa tu preocupación, Sasha—habló Aiden.

Tanto el archiduque cómo el rey confiaban plenamente en el criterio del capitán de su escuadra de espía,s no por nada se había ganado el puesto de ser una de las manos derechas de Anthony.

—Supongamos que el cardenal acceda a ir—expresó—puede que haya una posibilidad de que antes mande a desocupar toda la sede principal de la fracción.

—Sospecho lo mismo—respondió Anthony—en ese caso, la sede será tomada en la misma noche.

Mientras todos terminaba de organizar el ataque, los días pasaron y por fin había llegado el equinoccio. En ese momento, varios carruajes con el emblema dela iglesia, y soldados de la guardia, iban rumbo a las afueras de la ciudad.

—Su excelencia—expresó el asistente del cardenal—¡No vaya al observatorio, por favor!

—Hijo mío, debo limpiar el nombre de nuestro señor y el trabajo que hacemos—respondió el anciano—tenemos la bendición del gran padre, ¡Nada puede hacernos daño!

Enceguecidos por la fe, ninguno de sus lacayos o guardias se les hizo raro ver partir solo al cardenal, mientras esperaban en el lugar la llegada de cualquier aliado que pudiera atacarlo.

A medida que el cardenal se alejaba, su cara de santo se desvanecía y era reemplazada por una mirada de pura maldad.

El primer de las tres reencarnaciones del rey, cuyo corazón desbordaba su maldad, había vuelto al mundo no solo para recuperar lo que perdió con su muerte, sino también para vengarse de la reencarnación de Alice.

Por mucho tiempo mantuvo a raya a su hijo, al archiduque y a la esclava en el bucle, sin embargo, el también quedó atrapado, sufriendo hasta que, antes de poder el liberarse, ser asesinado de la manera más humillante por una mujer.

—Asi que el monstruo llegó—espetó Alice.

Ambos por fin se habían encontrado en lo alto del observatorio al aire libre, teniendo como testigo la fuerte brisa que hacía.

—Debiste quedarte como esclava siempre—respondió el cardenal—¡Pero tenías que joderlo todo!

—¡¿Acaso crees que quería ser tu esclava?!—preguntó sacando su látigo—juro por mi antigua yo...por todos los que aun tienes como tus esclavos, así sea que deba ir al mismo infierno para hacerlo...¡Mataré a cada una de tus reencarnaciones!

Alice de inmediato comenzó a luchar, mientras el cardenal evadía su látigo con campos de fuerza y el uso de varias dagas que usaba como Boomerangs. Sin saber que, más abajo, el rey y el archiduque al fin habían llegado al lugar.

De un lado se encontraba el séquito del cardenal, el cual apoyaba una rama corrupta de la iglesia, y en el otro se encontraba los soldados del rey.

Un hombre de cabellera corta hasta los hombros, torso descubierto y busto manchado de sangre, observaba en sus últimos momentos varios fragmentos de su vida. Solo cinco minutos bastaron, cinco minutos de haber llegado apoyar al rey en su lucha contra la facción de la iglesia corrupta para que uno de los guardias del cardenal le asestara el golpe definitivo.

—¡Capitán!—gritó el rey Anthony—¡Luche, capitán! ¡Por sus hijos!

Ni los ruegos del rey, quien aún debía luchar una tortuosa batalla en la cima del observatorio, ni los esfuerzos de los curanderos mágicos, pudieron salvarle de la muerte.

—Por favor...—dijo el hombre antes de morir—proteja a mis hijos.

Tanto Anthony como Aiden de inmediato sintieron una ira interna muy grande, no solo ellos habían sufrido por el antiguo rey, o Alice, sino también todos sus aliados, quienes peligraban al igual que sus familias.

—Acabemos con esto—dijo Anthony pálido—si voy a morir me llevaré a mi padre conmigo.

—No—dijo Aiden.

Antes de que el rey pudiera darse cuenta, Aiden golpeó la nuca de este, provocando que Anthony cayera desmayado, para ser de inmediato custodiado por varios guardias, mientras sus otros compañeros terminaban de someter a los aliados del cardenal.

—Yo protegeré a las dos personas que más amo—dijo en un susurro, mientras acariciaba su rostro.

Mientras la zona se despeja a y dejaban en un lugar seguro al rey, del archiduque ascendía a la zona más alta del observatorio para ayudar a Alice; sin embargo, lo que vio lo dejó frío.

Más populares

Comments

Elizabeth Bustos

Elizabeth Bustos

PERO POR JEBUS.... QUE ES LO QUE VIO??????/Scream/

2024-02-12

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play