CAPÍTULO 16

Sintiendo la enorme necesidad de buscar altura y encontrar la fuente de aquella sensación, al subir a un techo, notó que una extraña mujer cubierta con una capa roja se desvanecía a lo lejos. Por un segundo quiso ir tras ella, sospechando que se trataba de Alice; no obstante, primero debía resolver el problema del orfanato.

Cuál fue el desastre ocasionado aquella noche que, de manera misteriosa, todos los niños y las mujeres encargadas de su cuidado desaparecieron.

—¿Ni siquiera encontraron sus cuerpos?—preguntó Anthony.

El ahora rey había despertado antes del amanecer y había estado esperando en su despacho, aun vestido con su pijama, al archiduque. Aiden había llegado tan cansado que, ni siquiera, tuvo tiempo de poder limpiarse la cara del hollín que tenía a causa del incendio.

—Ayude a controlar el incendio—respondió mientras Anthony limpiaba su rostro—pero ni siquiera encontré a los bebés recién nacidos.

—Eso quiere decir que están desesperados—respondió—tanto como para no poner muñecos falsos. Si es así, puede que aún podamos encontrarlos a todos vivos.

Justo cuando iba a invitar al archiduque un té, este lo jaló e hizo que se sentara en sus piernas, mientras ambos eran envueltos por la calidez del sofá. Aiden acariciaba las mejillas de Anthony.

—Bésame—le ordenó.

De inmediato Anthony lo hizo, sabía que cuando él estaba así era porque su fuerza de voluntad estaba decaída, por lo que debía animarlo. Desde que Alice había muerto, después de varios años de luto, ambos pudieron comenzar su relación de una forma no tan directa; sin embargo, se entendían como si fueran una pareja de esposos.

—La he encontrado—le dijo una vez separó sus labios de los de él—he encontrado a nuestra pareja destinada.

Con entusiasmo, Aiden le contó todo lo sucedido pese al macabro momento que el orfanato vivió. Ahora, no solo debían seguir investigando la desaparición de todos los niños y sus cuidadoras, sino también la razón por la cual, aquella persona que compartía una conexión con Alice, siendo casi segura que era ella, estuviera conectada con el incendio de la anterior noche.

Después de eso, pasaron varios días en que Aiden no pudo encontrar rastro de aquella persona. En tanto, Anthony, entusiasmado por volver a encontrarse con Alice, pese a lo enfermo que se sentía, había decidido salir de su habitación y retomar algunas de sus funciones administrativas que le había dejado a varios funcionarios, entre los que estaba la situación del comandante de policía de la capital.

—¿Dicen que encontraron esto cerca de la casa del cardenal?—preguntó Anthony.

El monarca, aún pálido y vestido con bata para dormir, sostenía una pequeña pulsera para recién nacido, la cual tenía la inscripción del nombre "Alice". Aquello se le hizo más extraño de lo que ya era, puesto que, sus espías en la mansión, habían visto como, en la madrugada, una misteriosa mujer salía cargando en sus brazos, lo que parecía ser una mujer envuelta en una manta, dejando tras de sí un rastro de sangre.

—Sí, mi señor—respondió el capitán de la escuadra de espías—parte de mis subordinados se quedaron a analizar la situación del lugar... los otros intentaron sin éxitos alcanzarla.

—¿Y dónde fue que ella salió?—preguntó aún más curioso.

—Del sótano, mi señor—respondió de nuevo—hay un acceso a unos calabozos que el cardenal usa como red de transporte para esclavo, no solo la extraña mató a todos los guardias allí abajo, sino que también dejó un mensaje.

De inmediato Anthony vio la copia del manuscrito que dejaron allí, el cual solo contenía la siguiente frase: "acabemos con esto, ¿O tienes miedo, maldito esclavista?". La frase, seguida del símbolo de una media luna y una estrella, hizo que reflexionara varios segundo al rey.

—¿Será el observatorio?—preguntó en un susurro—si es eso, debe ser entonces en el equinoccio.

—¿Disculpe?—preguntó el capitán.

—Nuevas órdenes, capitán—le dijo serio el monarca—necesito al archiduque, búsquenlo y prepare a toda su escuadra.

—¡Sí, su majestad!—respondió antes de irse.

Sin saberlo, Alice se encontraba esa mañana a las afueras de la zona central de la capital, junto con su otra compañera, custodiando las puertas de acceso de una bodega abandonada. Estaba preocupada por la perdida tan tonta de su amuleto, el que el dios le había dado al momento de su reencarnación, la cual se suponía que le traería de nuevo la felicidad.

No obstante, también estaba preocupada por la situación de aquella chica que rescató, quien resultaba ser hija del comandante de policía. Su presencia en la mansión del cardenal, no solo le había corroborado lo que tanto temía, sino que también le hizo recordar la verdad tras su maldición, el verdadero motivo por el cual reencarnaba una y otra vez.

Justo en el momento en que había asesinado al rey, su muerte y la de ella no solo acabó el bucle eterno en el que estaban, salvándole la vida a los dos hombres que tanto amaba, sino que le hizo recordar la primera vida que los tres tuvieron. Al parecer, en aquella primera, de las once vidas, lograron casi destruir al rey, pero este, con ayuda de miembros corruptos de la iglesia, hicieron que murieran y reencarnaran en un sin fin de vidas donde, ellos dos se enamorarían de ella y uno de ellos, sería el villano que mataría al otro.

En cada una de sus vidas, el rey recibía ayuda de la orden de la iglesia corrupta, la cual, a cambio de proporcionarle concubinas de su red de esclavos, este no solo seguiría manteniendo legal la esclavitud, sino que los financiaría. Por lo que, cuando pudo al final matar al rey, la historia siguió avanzando, pero la red de esclavos que apoyaba al rey seguía intacta.

Así que, su primera misión, como contratista inmortal, encargada de supervisar todos los acuerdos de reencarnación, sería quien debía ayudar al reencarnado que el dios del destino trajo de vuelta, el comandante de policía. El hombre deseaba desmantelar aquella red de trata, por lo que, ayudándolo, no solo ayudaría a su hija y a muchos esclavos, sino que también tendría justicia por todo el mal que el rey hizo; sin embargo, cuál fue su sorpresa al notar que cada uno de los líderes de aquella maligna red, tenía la misma firma mágica.

Aquello le estaba dando muchas vueltas a Alice, puesto que, sentía que su sacrificio en parte había sido en vano. Ya que si bien acabó con el bucle, no eliminó por completo al mal que lo había provocado: el rey había vuelto de la muerte y había reencarnado en varios de los líderes.

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Comments

Yorly's

Yorly's

no me w podido Enga Har bien con la historia me duele la cabeza de tanto intentar de descifrar en realidad a donde conlleva todo esto ya q con este capítulo como q todo volvió casi al principio y q estos dos hombres solo la quieren a ella para poder regenerarse y ser fuertes bebiendo la sangre de ella pero en ningún momento e leído q la aman 😓

2024-06-23

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Luz Mila Salazar

Luz Mila Salazar

qué complicado todo ése monstruos reencarna y sigue asiendo las mismas barbaridades

2024-05-02

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Laura Barrios

Laura Barrios

hay carajo osea que el rey esta vivo hay Nooo

2024-02-03

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