Estaba triste al ver como su amo se torturaba y quería negarse a todo, aunque él amara al archiduque y ambos compartieran la misma pareja destinada, evitaría a toda costa entrometerse en medio.
"Torgal, amigo mío, lo único que nos concierne es destruir al rey, no podemos meternos entre ellos"
Refutó con cansancio, si bien podría decirse lo contrario, ya que donde él hubiera sido el primero, entonces el archiduque debería retroceder, jamás iría en contra de lo que el destino quisiera, aunque le doliera. Luego de estar sentado varios minutos, recuperándose de lo acontecido, se levantó y sacó a un inconsciente Aiden del baño, para amarrarlo en una silla frente a la cama.
Luego de asegurarse con varias cadenas encantadas que él no pudiera moverse, ya que entre más fuerza hiciera peor se pondrían, se acostó en la cama con la chica esclava y la colocó entre sus piernas. Haciendo una señal con dos de sus dedos, comenzó a influirle energía mágica, de modo que pudiera reponerse un poco luego de que Aiden le drenara tanto.
—¿Ahora cómo hago para que él se porte como un caballero?—se preguntó en un susurro, cerrando los ojos, mientras sostenía aún en sus brazos a la esclava.
No fue sino hasta una hora después que Aiden, el cual comenzaba a soñar lo que había hecho, abrió los ojos asustados por haber matado a su mejor amigo y pareja destinada; sin embargo, pudo quedarse tranquilo al verlos en la cama a salvo.
—¿Me salí de control, no?—preguntó al ver como Anthony seguía influyendo energía—yo... lo siento, por ambos.
Anthony solo movió su cabeza en negación, después de suspirar. En realidad no lo culpaba, era normal que alguien de su raza se descontrolara estando tan débil, pero aquello de verdad fue una situación difícil.
—¿Príncipe?—preguntó la esclava muy débil.
No solo le dolía el cuello, sino que también estaba más débil de cuando se encontraba cuidando el estanque de la reina. Extrañada por encontrarse durmiendo en el pecho del príncipe, al darse cuenta intentó moverse un poco sonrojada; sin embargo, al notar que el archiduque los estaba viendo, se puso pálida del miedo.
El príncipe, al notar como la esclava comenzó a temblar, le levantó la barbilla y con una sonrisa intentó consolarla, lo que menos quería tanto él, como Aiden, aunque este último no se notara tanto, era que ella lo rechazara por terror.
—No te preocupes, él es amargado y gruñón, pero es la persona más leal y buena que conozco—hizo que lo mirara—te prometo que lo ayudaré a que se ablande un poco contigo, hasta entonces no le temas a tu futuro esposo.
Tanto Aiden como la esclava abrieron los ojos sorprendidos, les impactaba lo directo del príncipe. Si bien era cierto que Aiden lo conocía, jamás pensó que en esa oportunidad y ese momento lo dijera tal al raz. En cambio, la esclava no podía creer que aquel gatito que rescató y que terminó siendo un vampiro, ahora fuese a ser su futuro esposo.
Aiden señaló con la mirada a Anthony para que lo desatara, cosa que hizo de inmediato al comprobar que ya estaba mejor. Sintiéndose por completo avergonzado debido a su actitud, caminó hasta el lado de la esclava, la cual aun estaba acostada en la cama, y tomó su mano esquelética para besarla.
De inmediato la esclava se erizó, aunque sintió cálido el toque del hombre, así como el príncipe, pese a todo lo sucedido; sin embargo, aun tenía un poco de miedo.
—¿Es usted su eminencia, el archiduque?—preguntó tímida.
—Lo soy—respondió tajante.
Le costaba toda la vida expresar sus sentimientos en palabras, por eso era más de acciones; sin embargo, sabiendo que Anthony lo regañaría a más no poder y siendo que comenzó con el pie izquierdo, decidió ser lo más apacible posible.
—¿Por qué quiere que yo, un monstruo, sea su esposa?—preguntó la mujer llena de nervios.
No solo señaló el estado de sus ojos, sino todo su estado físico. Estaba tan delgada como un palo de escoba, por lo que era un milagro que el viento no se la llevara; sin embargo, recordando todo lo que le decían debido a su existencia, creía imposible ser la esposa de alguien.
Aiden, entendiendo que debía ser lo más sincero posible, sentándose al frente de la cama, ahora en un sofá y al lado de Anthony, suspiró profundo antes de aclararle toda la situación.
—Porque ambos nos daremos libertad, yo te sacaré de este infierno y tú me liberarás del dominio de la monarquía—respondió extendiendo su mano—entonces, ¿Te convertirás en mi esposa?
Anthony golpeó su pie apenas escuchó la respuesta de su amigo, haciendo que este cerrara un poco los ojos debido al dolor.
—¿Tengo que adelantar el golpe que te quiero dar para que tengas algo de tacto con ella?—preguntó en un regaño.
—Mmmm—fue lo único que se limitó a decir, no quería admitir que Anthony tenía la razón.
Negando con la cabeza, el príncipe se levantó y le indicó a Aiden que hablara con calma con la esclava, mientras el salía a pedir que le trajeran algo de cenar.
—¿Tienes nombre?—preguntó con paciencia.
—No—respondió nerviosa.
¿Qué más podía responderle al archiduque? Ella solo era una esclava, no tenía ni voz ni voto en las decisiones de los nobles; sin embargo, su registro de esclavitud tenía el sello del rey, por ende, no creía que nadie fuera capaz, ni el príncipe, de salvarla.
—Hablaré con el príncipe y te buscaremos un nombre adecuado—dijo Aiden—aunque no lo creas, tú eres mi compañera destinada, así que te prometo por mi título nobiliario, que tu existencia vale y no eres ningún monstruo. Eres importante tanto para mí, como para el príncipe.
Dicho eso dejó aún más sonrojada a la esclava, la cual no se podía creer ni siquiera eso. No solo sería su esposa, sino también su compañera destinada, con la única que podría procrear hijos. Suspiró con cansancio, estaba empezando a creer que estaba muerte y que todo era una alucinación.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 22 Episodes
Comments