CAPÍTULO 18

De inmediato llevó a la joven a la cama que tenía en su despacho, donde no podía salir para descansar debido a la gran cantidad de trabajo que tenía y observó con perversidad el cuerpo tan tonificado y hermoso que ella tenía. De inmediato, teniendo como único testigo las llamas de la chimenea, se desnudó y comenzó a besar a la chica. Durante dos días, hizo suya a Diana, dejando su semilla varias veces dentro. Todo mientras esta seguía en sueño profundo, sin saber que estaba siendo profanada.

Mientras tanto, en el mundo donde se encontraba Ethan, esos días se la pasaron no solo hablando los reyes y la santa, sino acondicionando una habitación especial para almacenar el cuerpo de Diana mientras encontraban una forma de recuperar su alma.

De acuerdo a lo que entendió por parte de la reina, tanto ella como el rey habían vivido esta vida más de una vez; no obstante, en su primera vida, ellos no alcanzaron a tener un solo hijo. Por culpa del padre de Diana, quien estaba enojado con la reina Jill por convertirlo y quitarle su humanidad, decidió conspirar contra ella y colaborar con la segunda reina.

Al parecer, en esa primera vida, el sí tuvo un hijo con la segunda reina; sin embargo, al momento de traicionar y asesinar a la reina Jill, la segunda reina lo traicionó a él y mató que tuvieron juntos. Aquello llevó a que los dioses lo castigaran y reencarnara en mil vidas, donde sufriría a la par que la reina Jill, quien serviría para aumentar su castigo. No obstante, en la última vida, que fue cuando conocieron a la santa, esta les permitió ser libre de su castigo y volver a vivir la primera vida.

Ahora que sabían todo lo que ocurrió y después de haberse perdonado, él por haberla traicionado y la reina por haberlo obligado a ser un monstruo, estuvieron por años intentando luchar contra la segunda reina; sin embargo, jamás pensaron que aquella condena que tuvo el padre de Diana, se transmitiría en maldición a sus hijos.

La segunda reina, al enterarse de todo lo que pasó, aprovechó que la existencia de Solomon desestabilizó la separación de su mundo y el mundo donde tuvieron su última vida, por lo que estos estaban próxima a chocar, si no fuera porque el dios del destino dio sus últimos segundos de vida para frenar la colisión. Sin embargo, los demás dioses, al ver lo que estaban ocurriendo, abandonaron a los dos mundos y los dejaron a su suerte.

—Puedo intentar comprender lo que me dices—le dijo a la santa—¡¿Pero por qué no nos dijiste antes?! ¡¿Por qué transformar a Diana en un gato?! ¡¿Por qué lo hiciste si sabías lo que pasaría?!

—Porque ese es su destino—le respondió Aurora—antes de morir, el dios del destino me dio una revelación... Diana deberá pasar por cinco tribulaciones antes...

Fue así que en el espejo le mostró las imágenes de todo lo que sucedió la princesa, la primera tribulación fue el no haber protegido y evitado la muerte de sus dos hermanos, la segunda fue el haber sido quemada en vida y deformada en vida, la tercera fue el casi suicidarse si no lo hubiera conocido a él, aquel día en el hospital.

—¿Cuáles son las otras dos tribulaciones?—preguntó.

—Llevar en su vientre al hijo del hombre que ella ama, pero que a él no a ella—respondió con seriedad—la quinta... esa aún no puedo decirla, pero sí o sí tiene que pasarla en el mundo donde la segunda reina la llevó.

—¿Y todo por qué?—volvió a cuestionar—¿Por qué hacerla pasar por todo eso?

—Porque solo ella puede enmendar realmente el error de su padre—dijo—solo ella puede volver a estabilizar ambos mundos...

De allí no supo más nada, ni siquiera la reina le decía de lo que estaban planeando con la santa, lo único que hacía desde hace dos días era velar por el cuerpo de su princesa. Ahora, en frente de la cama, observó como su cuerpo estaba cubierto por una sabana, parecía estar solo durmiendo, pero la realidad era que su alma ya no estaba con ella.

—Me pregunto... ¿Serás un niño o una niña?—dijo tocando el vientre de Diana—perdóname por no haber comprendido a tu mamá, papá enmendará su error y la traerá de vuelta, hasta entonces cuida el cuerpo de tu madre.

Ethan entonces comenzó a acariciar el rostro de Diana, aún no sabía sus sentimientos por ella, incluso aún recordaba como la rechazó años antes; sin embargo, la princesa era muy importante para él, Diana representaba algo más que solo un deber, el cual debía cumplir y era el de ser su guardián.

—Lo siento por haberte lastimado—dijo en un susurro a Diana, aunque más parecía para consolarse a él mismo—por no haberme dado cuenta antes...de nuestro bebé... cuando vuelva a verte, te diré la respuesta de mi corazón.

Decidido a todo por encontrar a Diana, y por poder decirle que era en realidad lo que sentía por ella, así como devolver a su hijo su madre, aceptó el acuerdo que le ofrecía la santa. Podía llevarlo al otro mundo, pero debía tener una conexión con alguien que estuviera allí para hacerlo, por lo que Aurora, dentro de la habitación, tomó la mano de Diana y le extrajo sangre en una copa.

—Piénsalo bien—le advirtió la reina—una vez tomes de la sangre de mi hija, perderás la mitad de tu humanidad, si bien la transformación completa se debe dar por mordida...no quiero que pase lo que yo viví a mi hija.

El rey Solomon cerró los ojos, la culpabilidad lo carcomía, pero no podía evitar que su esposa expresara su miedo, de hecho, él también temía que Ethan cometiera su mismo error y al ya no tener su humanidad traicionara a Diana, como él lo hice en su primera vida con Jill.

—¿De verdad sientes que vale la pena convertirte en un... monstruo... por Diana?—le preguntó Aurora extendiéndole la copa—piensa bien tu respuesta, porque no habrá marcha atrás después.

Ethan reflexionó por unos segundos, recordó todo lo que pasó en la orden y como fue entrenado para luchar contra aquellos seres monstruosos. Ahora, frente a él, estaba la oportunidad de encontrar a Diana; sin embargo, para eso, debía deshacerse de la mitad de su humanidad y convertirse en mitad shadowborn.

—Aunque Diana en realidad es una princesa de la raza que juré destruir—dijo tomando de un sorbo la copa de sangre—ella lo vale... la traeré de vuelta, lo juro.

Dicho eso, Ethan comenzó a palidecer hasta caerse, mientras veía como todo a su alrededor daba vueltas y se ponía oscuro, seguido de un intenso dolor que le provocó que comenzara a convulsionar. Lo único que tenía en mente era en estar al fin junto con Diana, por lo que no le importaba que tan doloroso fuera el camino para encontrarla.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***