Advertencia de contenido HOT para mayores de 18. Leer bajo su responsabilidad
Me quedo en blanco por un momento, ¿Habré escuchado mal?
-¿Disculpa? Creo que no te escuche correctamente, lo siento – Digo con la esperanza de haberme equivocado.
-Ah sí. Se llama Bael, el nombre de mi prometido es Bael.
De acuerdo esa fue una doble confirmación, definitivamente si escuche correctamente la primera vez, pero ¡Por favor! Debe existir mucha gente además de el con ese nombre aún que... ¿Qué probabilidad existe de conocer a dos personas con el mismo nombre inusual como lo es ese?
-Se ve un poco pálido señor, ¿Le gustaría un poco de agua? – Pregunta preocupado.
Carraspeo un poco la garganta y me acomodo el saco intentando recomponerme. No debo comportarme de esta manera, así que mejor cambiemos de tema.
-Me encuentro bien no se preocupe, me maree un poco eso es todo.
Mi rostro debe ser terrible en este momento, su mirada de angustia no cambia.
-De verdad estoy bien joven Isis. Cambiando un poco de tema… Le pediré a mi secretaria en un momento que traiga los documentos necesarios para la firma del contrato, siéntase libre de tomarse su tiempo para leerlo detenidamente y si le gusta la oferta estaré feliz de que se integre al equipo de “GT BLACK”.
-De acuerdo señor Said, muchas gracias.
Tomo el teléfono de la empresa y marco el número dos, lo cual me enlaza directamente con la secretaria a cargo de recepción.
-“GT BLACK entertainment” ¿En qué le puedo ayudar?
La señorita responde tan pronto como me comunico, eso quiere decir que es buena en su trabajo, también la manera en la que se dirige es muy cordial, amable y sobre todo servicial, eso me agrada.
-Buenas tarde señoritas, soy yo el señor Capell. ¿Podría ir a recursos humanos a recoger el contrato para el puesto de asistente presidencial?
-Claro señor, enseguida lo llevo a su oficina.
-Muchas gracias.
Cuelgo el teléfono y me levanto de mi asiento, necesito mojar mi cara un poco para relajarme.
-¿Me disculpa? Debo ir al sanitario – Informo a Isis que hasta ahora, solo se había mantenido en segundo plano.
-Adelante.
Una vez cierro la puerta del baño permito que mis pulmones de desinflen liberando toda la tensión acumulada en mi cuerpo. Me dirijo al lavamanos e inmediatamente meto mi cara directamente bajo el chorro de agua, esta helada, pero al menos eso me hace reaccionar un poco más.
Recopilando lo que ha sucedido hasta ahora me resulta difícil de creer que todo sea una casualidad. Bael está muerto eso es claro, aun asi la similitud física y hasta de nombre con la persona del parque es increíble, debe haber algo más en todo eso, aunque sea lo más mínimo. Debo dejar esta obsesión tan poco sana que tengo con el, aun así se perfectamente que soy una persona jodidamente obstinada y no podre dejar las cosas pasar hasta que se me desmienta directamente en la cara.
Doy un último suspiro al aire y una vez que me siento lo suficientemente listo vuelvo a salir.
-Disculpe la demora joven, ¿Han llegado los documentos?
-Sí, entro su secretaria y dijo que los pondría sobre su escritorio.
Reviso detenidamente los documentos para corroborar que todo esté en orden según las ordenes que di, una vez confirmado, coloco los papeles frente a Isis, dejando una pluma sobre los mismos.
-Como ya le dije antes, puede tomarse su tiempo no hay prisa.
Aun sin haber finalizado mi última oración Isis ya ha firmado los papeles. No sé si es imprudente o solo necesite mucho el empleo.
-De acuerdo… Entonces bienvenido a bordo – Digo extendiéndole la mano estrechándola en señal de haber cerrado con éxito un buen trato.
-Muchas gracias señor Capel, perdón Said, por la oportunidad que me está brindando, le aseguro que no se decepcionará.
-Trabajemos duro juntos entonces. Su jornada laboral inicia mañana a partir de las ocho de la mañana, su horario de salida no está establecido aun puesto que hay demasiado trabajo pendiente, al igual no se preocupe que se le pagara por cada hora extra que permanezca en la empresa.
-Claro señor, como ordene. ¿Necesita algo más o puedo pasar a retirarme ahora?
-Adelante puede hacerlo, solo que antes permítame informarle un último asunto.
-Claro que sí, lo que desee.
-El viernes por la noche se celebrara el nuevo comienzo de “GT BLACK” para dar la bienvenida a nuestros nuevos miembros del equipo, eso lo incluye también a usted claro. Puede sentirse libre de traer a un acompañante si así lo desea, sería el momento perfecto para conocer a su maravillosa pareja y para que usted conozca a la mía – Es lo primero que se me ocurrió para poder tener un acercamiento con esa persona – Para serle franco aquí entre nos, nunca hemos tenido la oportunidad de convivir con otra pareja que comparta nuestro ideales en cuestión de la orientación, me hace feliz saber que por fin podremos hacer amigos sin prejuicios.
Hasta a mí mismo me parece ridículo hablar de esa manera con un recién llegado, no me interesa en lo más mínimo crear una amistad íntima con ellos ni mucho menos, pero quiero sacar esa espina de raíz antes de que comience a encarnarse más profundo.
-Por supuesto señor Said, será un placer.
-Bueno eso es todo, puede marcharse ahora.
-Con permiso.
Dicho eso sale por la puerta y me quedo completamente a solas, creo que me dará migraña.
Unos minutos después el teléfono de la oficina suena.
-Diga.
-Señor Capell, disculpe las molestias pero el resto de los aspirantes a la vacante se preguntan en que momento los podrá atender.
¡Mierda! Había olvidado por completo que tenía más personas afuera esperando, de no ser por la recepcionista los habría dejado ahí hasta el anochecer.
-Yo me haré cargo. Enseguida salgo.
Al desalojar al resto de los aspirantes el descontento no tardó en hacerse notar, pero a regañadientes tuvieron que aceptar la decisión.
Pude sobrevivir a mi primer día como jefe, me pregunto cómo hará mi tío para soportar esta clase de presión a diario, es realmente admirable viéndolo desde este punto de vista.
Son las diez de la noche, es sorprendente que apenas este llegando al hotel, estoy exhausto y solo quiero dormir, pero aun debo llamar a Jack primero. No he tenido tiempo en todo el día de responder sus mensajes, y con su poca paciencia a esta hora ya debe estar furioso
El teléfono timbra cinco veces para al final solo dejarme escuchar la contestadora automática, eso solo puede significar que no está respondiendo a propósito. Tengo unas ganas inmensas de dejarlo pasar por esta noche e irme a la cama, pero estoy seguro que hacerlo de esa manera solo me meterá en más problemas.
Intentare llamar una vez más, si no contesta simplemente no volveré a insistir.
-Dime que quieres Saíd, es tarde y estaba a punto de irme a la cama.
Definitivamente está furioso, su tono de voz lo delata y aunque no lo hiciera, nunca me llama Saíd a menos de que se encuentre molesto.
-Perdona por llamarte tan tarde Jackie pero acabo de regresar al hotel, estuve tan ocupado que ni siquiera tuve tiempo de comer el día de hoy, esto es realmente difícil. ¿Estás molesto conmigo?
-Nunca te pedí que me llamaras ni nada por el estilo Saíd, pero habría sido lindo de tu parte si siquiera hubieras respondido a tan solo uno de los más de quince mensajes que te envié.
-De verdad no tuve tiempo discúlpame, prometo que me aseguraré de liberarme del trabajo de vez en cuando para responderte, pero por favor no estés molesto, no ahora.
-¿Está todo bien Sai?
Bien, al menos ya se le va pasando el enojo.
-Lo está, solamente estoy muy cansado. Por cierto Jackie, prepare todo para que puedas reunirte conmigo este viernes a más tardar, así que por favor arregla tus pendientes en Inglaterra lo antes posible.
-¿A caso no fuiste tú quien me pidió ser paciente y que no me fuera por impulso a Canadá? O… ¿Es que me extrañas cariño?
Sonrió ligeramente ante su audacia para decir lo que piensa sin titubear, es lindo cuando lo hace.
-La situación es distinta Jackie, hay demasiados asuntos por resolver en la sede de aquí además, nadie es tan eficiente como tú en el trabajo, así que necesitaré tu ayuda para erradicar lo antes posible todos los problemas.
-Entonces eso significa que… ¿No me extrañas?
Ahora esta juguetón, tal vez le alegro a noticia de su llegada anticipada. Puedo imaginando haciendo un puchero tras el teléfono mientras lo dice.
-No seas tonto, claro que te extraño, en mente… alma… y sobre todo en cuerpo. Siento que si no te veo durante una semana más podría estallar.
Una leve risita traviesa suena y eso me llena el alma, definitivamente Jackie es el mejor para estabilizar mi estado de ánimo.
-Bueno, colgaré para que puedas dormir, mañana ambos tenemos mucho trabajo por hacer así que descansa ya Jackie. Buenas noches.
-Buenas noches Sai, te amo.
Corto la llamada y apenas se cierran mis ojos comienzan a arder, el líquido que sale de ellos se desliza lentamente por mis mejillas, y no sé en qué momento, pero se niegan rotundamente a abrirse de nuevo.
Casi sin darme cuenta los días pasan volando, estoy tan ocupado por el trabajo que siento que anochece tan pronto como comienza a amanecer, no tengo tiempo siquiera de sentirme cansado aunque mi cuerpo ya de por si comienza a resentirlo, las jaquecas continuas me lo hacen saber.
Tan rápido como pasan los días llega el viernes, podre darles un respiro a los empleados que desde que llegue a este lugar se han estado esforzando tanto como yo. Esta noche dará lugar la fiesta de bienvenida del nuevo personal a la compañía, entre ellos yo incluido. Francamente no me apetece mucho el asistir pero soy el tema central, asi que por más que quiera no me puedo escapar.
A pesar de que hoy no hay trabajo, la maldita costumbre de despertar temprano no parece saberlo. Son las seis de la mañana y aquí estoy, dando vueltas en la cama para intentar conciliar el sueño pero en definitiva no será sencillo.
El maldito insomnio, ese mal que me aqueja desde aquel día en que lo perdí todo. No me deja en paz tanto de noche como de día, aun asi me he acostumbrado a dormir de dos a tres horas por día, es rara la noche en que puedo dormir continuamente hasta el amanecer, a menos de que mi cuerpo este tan extremadamente agotado que provoque que me desmaye y despierte hasta despues de veinticuatro horas aproximadamente.
Al comienzo de este padecimiento sentía que podría colapsar despues de tantos días continuos sin dormir, probé de todo para intentar calmar mi ansiedad y poder conciliar el sueño por tan solo un día pero nada funcionaba. Una noche caí en cuenta de que el insomnio no era tan malo, al menos me daba un poco más de tiempo para poder pensar en el hombre que ame a solas, sin nadie que me molestara o juzgara por hacerlo, podía llorar sin que lo notaran, podía aferrarme a mis recuerdos, fue en ese momento que deje de luchar contra el insomnio y lo convertí en un aliado, aunque después de tantos años comienza a generar estragos.
Escucho que llaman a la puerta un par de veces, no imagino quien podría ser, a nadie le di la dirección de mi hotel y mucho menos creo que alguien tenga ganas de venir a verme. Me levanto de la cama y tallo mis ojos intentando deshacerme de la pereza que me aqueja, pero esta no me quiere dejar ir. Antes de abrir la puerta me asomo por la mirilla, puede que solo se hayan equivocado de habitación pero no, compruebo que se trata de alguien perfectamente conocido, es Jack.
Abro de inmediato la puerta, este en cuanto me ve se abalanza sobre mí colgándose de mi cuello lo cual provoca que ambos caigamos al suelo. Ese tremendo golpe dolió bastante, pero es bastante tolerable al ver la felicidad en su rostro por volver a verme. Soy un completo idiota, en realidad me había olvidado por completo de que llegaba hoy.
-Jackie, ¿Por qué no me confirmaste tu hora de llegada? Pude haber ido a buscarte al aeropuerto.
-Cariño, te conozco tan bien que tengo por seguro que lo has de haber olvidado, pero no te culpo, incluso detrás del teléfono podía escuchar lo saturado que estabas de información y no quise molestarte.
-Eres el mejor.
Le doy un tierno beso en los labios demostrándole lo mucho que aprecio esa clase de gestos por su parte, pero a él parece no serle suficiente. Retrocedo para darle un poco de espacio pero este me sigue con sus labios aun unidos a los míos, profundiza el beso cada vez más y ahora puedo sentir toda su humedad en mi lengua.
De a poco va tomando el mando comenzando a frotarse sobre mí, definitivamente quiere más.
-Veo que también él me extraño ¿No es así? – Dice dando un pequeño salto sobre mí.
-Claro que sí, ¿Qué no lo notas? – Suelto un suspiro – Quería dejarte descansar pero ahora que lo has despertado tendrás que hacerte cargo.
-Será un placer Sai – Dice con voz ronca mientras lame mi cuello – Pero primero vallamos a la cama, te harás daño si lo hacemos en el piso.
Nos levantamos del suelo y tomándolo por sorpresa lo cargo entre mis brazos, entramos a la habitación como si fuéramos un par de recién casados, y ahora que lo pienso no sería tan mala idea, espero algún día tener el valor y poder hacer lo nuestro oficial.
Ahora solo debo centrarme en él, y de alguna manera compensar mi falta, haberme olvidado de su llegada es imperdonable. Quizás no sea esta la manera, pero es un buen comienzo.
Lo recuesto con delicadeza sobre la cama, sin demora, comienzo a besar su cuello mientras desabotono su camisa. Recorro con mis labios cada centímetro de su blanca piel dejando enrojecidas algunas de sus zonas más sensibles. Jack se aferra con sus brazos a mi espalda entre gemidos, estos a su vez me estimulan más y más, prácticamente me está rogando para que comience a hacerlo.
-¿Tanto me deseas pequeño? – Le pregunto con una amplia sonrisa en mis labios, Jack solo se cubre el rostro con una almohada en respuesta.
A pesar de que vendió su cuerpo en el pasado pareciera que no tiene experiencia alguna, sin mencionar las incontables veces que nos hemos acostado aún se sigue sonrojando y poniendo nervioso ante mí, se ve tan inocente, es absolutamente adorable y me vuelve loco.
Me levanto ligeramente para desabrochar sus pantalones y de un solo tirón me deshago de ellos. Con prisa, también me quito la ropa quedando así completamente expuestos uno frente al otro. Beso sus piernas hasta llegar a los muslos donde reparto varias mordidas. El líquido dulce que comienza a emanar de él me indica que está a punto de correrse, Jack intenta retirar mi cabeza con sus manos, lo cual confirma todo. Aprovechando el momento me aferro más a él y succiono jugueteando con mi lengua para estimularlo, de repente, un líquido caliente y pegajoso inunda mi garganta obligándome a tragarlo todo.
-¿Estás bien Jackie?
-Lo estoy, aunque yo quería correrme en otro lado – Responde tímidamente.
-Eres un travieso, pero no te preocupes, pienso hacer que te vengas aún más. Por ahora, es mi turno.
Levanto sus piernas poniéndolas a los costados de mis hombros e intento moverme con cuidado de no lastimarlo hasta que terminamos por fundirnos en uno solo. Entro y salgo incontables veces, derramando mi sudor sobre su abdomen, presionándome tan fuerte contra el que puedo ver como un bulto sobresale de su estómago. Acelero el ritmo, embriagado por la escena tan morbosa frente a mis ojos, Jack me succiona desesperadamente desde adentro haciendo que mis músculos se contraigan, llegando así juntos al clímax. Después de salir de su interior mantengo sus piernas dobladas por un minuto más, hasta ver como todo ese líquido que le deje dentro se escurre lentamente. Simplemente adoro ver su cara tan colorada cuando hago eso.
-Ya basta Sai, no es divertido – Dice haciendo un puchero de niño pequeño.
-De acuerdo, me detendré.
Libero sus piernas y estas caen bruscamente contra la cama rebotando por el impacto. Parece ser que ha perdido toda la fuerza en ellas, pero más que preocupante es satisfactorio saber que fue por mi causa. Me acuesto a su lado para estabilizar mi respiración y ritmo cardiaco, están tan acelerados que podría darme un infarto. Jack se escabulle tomando mi brazo como almohada, acurrucándose como si fuera un gran peluche, ante tal acto no me queda más remedio que abrazarlo y acunarlo entre mis brazos. El poder sentirlo cerca me tranquiliza.
Abro los ojos desorientado, detrás de la ventana la luz comienza a verse escasa ¡Mierda! Nos quedamos dormidos. Miro la hora en mi celular, siete treinta ¡Carajo! Ya es tarde, ¿Cómo voy a arreglar esto?
Al escucharme maldecir y moverme tan bruscamente en la cama, Jack despierta igual de sobresaltado que yo.
-¿Pasa algo cariño? – Pregunta aun adormilado.
-Mira la hora Jackie, estamos en problemas.
Apenas revisa su celular salta de la cama como resorte. A toda prisa entramos en el baño para una ducha exprés y nos arreglamos tan rápido como podemos para despues salir corriendo del hotel.
Afortunadamente el tránsito era fluido, lo cual nos ayudo a llegar rápido al salón de eventos, en menos de diez minutos ya estábamos parados en la entrada. Al llegar, comencé por disculparme con algunos de los miembros de la junta directiva por mi retraso, pero mi maravilloso novio tomo completa responsabilidad del asunto justificándolo con un falso retraso de su llegada en avión, gracias a su excusa pasaron por alto mi impuntualidad.
Soy el jefe de todas esas personas, pero precisamente por mi cargo, debo de ser un ejemplo para todos aquí, me avergüenzo de mis actos pero por ahora todo está controlado.
Jack y yo damos un recorrido a lo largo del lugar, es mucho más grande de lo que pensaba. Aprovecho el momento para poder presentarme con algunos de los empleados que no tuve oportunidad de conocer anteriormente, poniendo una sonrisa completamente forzada en mi rostro. Nunca me han gustado esta clase de eventos, cuando asistía a ellos era solo porque mi tío me requería pero siempre trataba de evitarlos tanto como podía. Ahora es distinto, lo quiera o no debo responsabilizarme por todos aquí.
-Señor Capell, ¿Se encuentra bien?
Tardo unos segundos en voltear a ver a Jack, aún me resulta un poco incómodo que me tenga que llamar “señor Capell” en situaciones laborales, podría decir que es una de las cosas que más odio, pero no se puede evitar si no queremos dar pie a malos entendidos.
-Estoy bien joven Brown, no se preocupe.
-Deberíamos ir a tomar un poco de aire.
-Sí, quiero fumar.
En su mirada se ve el reproche, desde que comenzamos nuestra relación formal ha intentado hacer que deje de fumar en repetidas ocasiones, pero realmente eso es algo que no está en mis planes, se lo deje en claro desde la primera vez que lo sugirió y esa seguirá siendo mi respuesta ahora.
Salimos a los jardines del exterior, cuando llegamos no me había puesto a mirar el lugar con detenimiento pero ahora que lo hago, me agrada ver tal cantidad de césped y arbustos repletos de rosas a lo largo del sendero. Por algún motivo solo hay tres cosas que pueden calmarme cuando estoy estresado; Jack, un cigarrillo y la naturaleza.
Nos quedamos en silencio contemplando la luna que ya se ha asomado por completo, iluminando con su brillante luz parte aquel hermoso jardín brindándonos su máximo esplendor.
De repente, siento como alguien toca mi hombro. Sorprendido doy un rápido giro para mirar de quien se trata, frente a mí está parado Isis acompañado de su pareja, lo saludo cordialmente aunque francamente no tengo el coraje para voltear a ver a la persona que está a su lado. Me había distraído tanto con la presencia de Jack y los asuntos del trabajo que verdaderamente había olvidado por completo que vendría acompañado y más aun de quien vendría acompañado, no sé por qué me da un poco de miedo esta situación.
-Hola señor Said disculpe el retraso, es que mi amigo demoro mucho en arreglarse – Dice Isis un tanto nervioso – Quiero aprovechar la oportunidad para presentarle a Bael.
-Mucho gusto Señor, Isis me ha hablado bastante de usted, dice que es un gran jefe.
¡Su voz!
Llegado a este punto, me es imposible seguir ignorando a su acompañante. Reúno todo el valor que tengo dentro y por fin levanto la mirada para ver de frente a esa persona.
Ahora que lo tengo tan cerca no me cabe la menor duda, es Bael.
“Mi Bael”.
Me quedo inmóvil al ver su rostro justo frente a mí, es como si estuviera viendo a un muerto, ¿Pero qué carajos digo? Él está muerto. Bael se queda igual de inmóvil al verme, palideciendo en cuestión de segundos.
Un incómodo silencio se apodera del lugar, la tensión crece a tal punto que asfixia, es tan sólida y palpable que me provoca mareo.
-¿Está todo bien? – Jack es quien decide terminar con esa incomoda escena.
-Discúlpenme necesito salir un momento, olvide algo en mi coche.
Lo que acabo de ver supera mis expectativas, mi mente siempre tuvo presente que conocería a la pareja de Isis, y que a pesar de las tremendas similitudes entre ambos solo sería mera coincidencia, estaba preparado para desmentirme a mí mismo y comprobar que él era otra persona pero esto… esto es demasiado para mí.
No sé qué hacer, no pensé que esto fuera a pasar y no tenía algo planeado en caso de que fuera posible pero ¿Cómo podría tenerlo? ¡Los muertos no reviven!
Miles de pensamiento y preguntas se acumulan en mi, preguntas que solo generan más y más de ellas, siento como si mi cabeza fuera a explotar en cualquier segundo. Estoy a punto de entrar en una crisis de psicosis, no puedo frenar mi cuerpo y mucho menos mi mente ¡Quiero gritar! Gritar tan fuerte hasta que mis cuerdas vocales sean desgarradas. De ninguna manera quiero volver a ese lugar, no quiero verlo, no puedo hacerlo.
Sorpresa…
Tristeza…
Felicidad….
Ira…
Confusión…
Decepción…
Todo aquello queriendo salir a la vez.
-Said, ¿Podrías darme un minuto?
Esa voz ¡Esa maldita voz! Sé que es el, solo escucharlo me quema por dentro. No quiero verlo, ¿Cómo se atreve a pronunciar mi nombre como si nada hubiera pasado?
-Lárgate en este instante.
Mi voz no sale como pretendía que lo hiciera, en vez de mostrar determinación solo termine dejando al descubierto mi lado más débil y vulnerable.
Quiero salir de esta pesadilla.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 32 Episodes
Comments