XX . La inquietante limitación

Capítulo XX

Después de que Elías recuperara la cordura y observara el estado crítico de Hope, la desesperación llenó la habitación. Sin embargo, una inquietante realidad se apoderó de él: no podía darle de su sangre a Hope. Los vampiros creados no tenían la capacidad de crear otros vampiros, lo que limitaba sus opciones para salvar a la joven chica que amaba con locura.

Gabriel y Emily, igualmente angustiados, observaron a Elías con preocupación mientras este explicaba la situación entre lágrimas.

—No puedo darle mi sangre, no puedo convertirla en un vampiro. Esa opción está cerrada para alguien como yo. No sirvo para nada.

La tensión en la habitación aumentó mientras el grupo buscaba desesperadamente una solución. La única esperanza de salvarla estaba limitada por las restricciones de su condición, por lo que Elías miró a su amigo con ojos llenos de impotencia.

—Necesitamos encontrar una forma de estabilizarla. No puedo perderla —indicó Elías a modo de súplica.

El grupo se sumió en la preocupación, los adolescentes habían hecho todo mal. Por lo que evaluaban la situación y buscaban alternativas para intentar salvar a Hope. Con la desesperación llenando la habitación y la inquietante limitación de Elías como vampiro creado. Thomas, sabiendo que no debía, ya que si lo hacía y era descubierto podía ser expulsado, se ofreció como una posible solución.

—Si no puedes darle tu sangre, Elías, yo puedo hacerlo. Pero debes entender que, si lo hago, Hope se convertirá en mi súbdita —le recordó Thomas.

Gabriel y Emily miraron a Thomas con sorpresa, ellos no tenían idea de que la conexión de los vampiros funcionaba de ese modo. Mientras Elías se debatía; la angustia y el tormento de saber que quizás si permitía que Thomas le diera sangre a Hope significaría que ella estaría vinculada a él de una manera especial, y eso podía llevarla a olvidarse de él para siempre, el tiempo corría.

La idea atormentaba a Elías, quien había desarrollado sentimientos profundos por Hope. Sin embargo, ante la posibilidad de perderla, comprendió que era lo más importante. Finalmente, con un nudo en la garganta, Elías asintió.

—Hazlo, Thomas. Salva a Hope. No puedo soportar, perderla —respondió Elías. Aunque aceptar eso implicaba que había una gran posibilidad de que lo hiciera de todos modos.

Thomas se acercó a Hope y, con cuidado, le ofreció su sangre. El proceso fue delicado y lleno de significado, ya que Hope se convertía en su súbdita. Todos observaban, sabiendo que esta decisión tendría repercusiones en todos ellos. Sin embargo, lo que sucedió a continuación fue desconcertante y aterrador.

Hope comenzó a convulsionar, y su rostro se contorsionó de dolor. Luego, vomitó la sangre de Thomas, como si su cuerpo rechazara la transformación en un vampiro.

—¿Qué diablos está pasando? —preguntó Elías con temor.

El grupo quedó atónito y horrorizado al presenciar la reacción de Hope. Gabriel, Emily y Elías rodearon a Hope, tratando de ayudarla mientras se debatía en agonía. ¿A caso este era el final de Hope?

Thomas estaba igualmente desconcertado, sintiéndose impotente ante la situación. La sangre de vampiro debería haberla convertido, pero algo en su cuerpo parecía resistirse a la transformación. Elías miró a Hope con angustia, preocupado por su bienestar y al mismo tiempo, egoístamente aliviado de que ella no se hubiera convertido en una vampira súbdita de Thomas.

Después de que Hope rechazó la sangre de Thomas, el director de la academia, el señor Li, hizo su entrada en la habitación. Su presencia imponente llenó el espacio, y su rostro reveló una mezcla de preocupación y autoridad. El director Li se acercó a Hope, que yacía débil y confundida, apartándola del grupo. Sus ojos se posaron en los demás, exigiendo respuestas.

—¿Qué ha sucedido aquí? ¿Por qué Hope ha rechazado la sangre? —preguntó comprendiendo toda la situación.

Elías, Gabriel, Emily y Thomas compartieron una mirada ansiosa mientras intentaban explicar la situación.

—No lo sabemos, director. Thomas ofreció su sangre para salvar a Hope, pero su cuerpo la rechazó. Estamos tratando de entender lo que ha ocurrido —indicó Elías con urgencia.

El director Li asintió con seriedad.

—Esta es una situación extraordinaria y peligrosa. Hope necesita atención médica inmediata. Debo llevarla a nuestras instalaciones médicas para su evaluación y tratamiento —dijo mientras la tomaba entre sus brazos.

El grupo observó con preocupación mientras el director Li se llevaba a Hope de la habitación. La incertidumbre pesaba en el aire, y todos se preguntaban qué había causado la reacción inusual de Hope.

—¿Qué pasa si no logran estabilizar a Hope? —preguntó Emily.

—Todo esto es tu culpa. Trajiste a una vampira a la que no puedes enfrentar —le gritó Gabriel a Elías.

—Yo no traje a nadie. Hope es todo lo que tengo y solo quería protegerla hasta que María se fuera —indicó Elías empujando a Gabriel para que se apartara de él.

Elías, sintiéndose desesperado por encontrar una solución para ayudar a Hope, se dirigió a la biblioteca de la academia en busca de respuestas. Ese era un lugar impresionante, repleto de tecnología futurista en lugar de libros físicos. Elías se sintió abrumado por la vastedad del conocimiento disponible. Sabía que debía encontrar información que explicara por qué Hope había rechazado la sangre de Thomas, para darle eso al director, el señor Li y así Hope se recuperara.

Pasó horas investigando, examinando registros antiguos y textos de biología genética. Buscó pistas sobre las diferencias entre los vampiros creados y los nacidos como vampiros, y cómo eso podría haber afectado la reacción de Hope.

Finalmente, encontró un texto que arrojó luz sobre la situación. Descubrió que, en casos raros, un individuo podía ser inmune a la conversión en vampiro. Las razones variaban, pero parecía estar relacionado con características genéticas específicas y el sistema inmunitario del individuo.

Elías sintió un atisbo de esperanza al considerar esta posibilidad. Tal vez, Hope tenía una inmunidad natural a la conversión en vampiro, lo que explicaba su rechazo a la sangre de Thomas. Sin embargo, también se dio cuenta de que esto planteaba nuevas preguntas sobre el origen de Hope y su relación con el virus que había afectado a la humanidad.

Armado con esta información, Elías regresó a su habitación para compartir sus descubrimientos con Thomas, ya que no les permitían ver a Hope. Debía buscar la manera de que el director supiera lo que podía estar ocurriéndole a Hope.

Autora: Osaku

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