Capítulo VIII
La confesión de Elías los unió aún más, y su amor creció en la penumbra de la academia. A pesar de los desafíos que enfrentaban y los secretos que los rodeaban, sabían que estaban destinados a estar juntos.
La academia Nueva Era albergaba no solo a vampiros adolescentes, sino también a un oscuro pasado que estaba oculto a simple vista. A medida que la relación entre Hope y Elías se profundizaba, las preguntas sobre la historia de los vampiros y su conexión con el virus se volvían más intensas.
Una noche, mientras paseaban por los jardines de la academia, Elías decidió revelar a Hope la verdad que él había descubierto el día que la conoció. Entre los libros antiguos, detrás de los vampiros y el virus. El silencio de la noche los envolvía mientras él comenzaba a contar la historia.
—El virus que afectó a la humanidad hace dos mil años fue devastador, Hope. Algunas personas desarrollaron una mutación genética que los volvió diferentes, especiales. Esa mutación los convirtió en lo que ahora conocemos como vampiros. Pero esta transformación no fue deseada por todos. Por lo que investigué hay algunos que quieren volver todo a como era antes y otros que desean acabar con los humanos —explicó Elías.
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó Hope y lo miró con curiosidad y algo de temor.
—La mutación genética solo afectó a algunas personas, creando una brecha en las familias. Algunos tenían hijos que eran vampiros, mientras que otros seguían siendo humanos. Esto causó divisiones y conflictos en muchas familias —explicó él.
El rostro de Hope se ensombreció mientras procesaba la información.
—Entonces, ¿los vampiros no siempre nacieron de vampiros? —preguntó ella sorprendida y Elías asintió.
—Así es. Además, durante décadas, los vampiros fueron perseguidos y atormentados. Obligados a vivir en las sombras, ocultándose de la humanidad. Pero finalmente encontraron un refugio en la Academia Nueva Era, donde podían aprender a controlar sus habilidades y vivir en paz —le aclaró él. Ya que a diferencia de lo que decían los libros antiguos los verdaderos vampiros crecían y morían, pero a una diferencia significante con los humanos comunes.
Hope sintió compasión por los vampiros y la difícil historia que habían vivido. Nadie merecía ser perseguido por ser diferente, algo que la humanidad parecía no terminar de aprender nunca.
—Es injusto que hayan tenido que sufrir tanto —comentó ella.
—La academia se convirtió en un lugar donde los vampiros podían vivir y aprender a controlar sus habilidades de manera responsable. Los vampiros pasamos cincuenta años estudiando, mientras que los humanos solo están aquí cinco. Esta diferencia de tiempo les permite a los vampiros encontrar su lugar en la sociedad y aprender a vivir en armonía con los humanos. Llegar a una edad de maduración mínima para controlarnos y no volvernos asesinos, como aquellos que eligen seguir en las sombras —le contó él.
La revelación de la historia detrás de los vampiros y el virus dejó a Hope con una comprensión más profunda de la vida en la academia. Ella estaba al tanto de que los vampiros debían vivir en la academia cincuenta años, pero nunca imaginó que lo hacían para controlar su sed de sangre. Ella creía que los vampiros se conformaban con la sangre sintética. Si bien, había vivido aislada del mundo cuando estaba con su abuela. No esperaba estar tan ajena de la realidad. Por lo que tendría que investigar más si quería quedarse al lado de Elías.
Sin embargo, mientras estaba en la biblioteca buscando información sobre vampiros apareció Emily, la amiga que Hope había hecho en la academia los últimos meses. Quien era completamente ajena a la relación que Hope tenía con un vampiro.
—¿Qué haces aquí? —preguntó Emily al verla tan concentrada en su lectura. Al parecer, se dio cuenta que leía sobre vampiros—. Entiendo que te agraden, pero, ¿para qué saber tanto de ellos?
—Me parecen muy interesantes —aseguró Hope con una sonrisa mientras tomaba sus cosas para salir de la biblioteca con su amiga.
Mientras las dos caminaban por los pasillos charlaban y Emily expresó su preocupación.
—Hope, he oído cosas sobre los vampiros en esta academia. Algunos de ellos no siguen las reglas y han causado problemas en el pasado. ¿Estás segura de que está bien estar cerca de ellos? —le preguntó su amiga con algo de incomodidad.
Hope sintió una punzada de culpa, sabiendo que estaba ocultando la verdad y que en algún momento tendría que decírselo.
—Emily, no todos los vampiros son iguales. Aquí aprenden a ser buenas personas y controlar sus instintos. Elías es un gran amigo y nunca bebería mi sangre —le comentó Hope sabiendo que no podría guardar el secreto mucho más.
Emily frunció el ceño. No le gustaba que Hope se la pasara defendiendo a esas criaturas.
—Hope, algunos de ellos asesinan humanos. ¿Cómo puedes confiar tanto en Elías? Deberías tener cuidado —le advirtió Emily a su amiga.
—Emily, no puedo entrar en detalles, pero te prometo que Elías no es como los vampiros que tu mencionas. No deberías juzgar a todos por los errores de unos pocos. Por lo que escuché eso pasó hace demasiado tiempo, y no ha habido nuevos ataques —indicó Hope en defensa de los vampiros—. Además, se dice que los cambiantes también han asesinado personas y no por eso me ves a mi diciéndote que no te juntes con ellos.
Los cambiantes, era el nombre que se le ponía a los humanos con la capacidad de alterar su cuerpo en criaturas salvajes. Los más conocidos eran los mal llamados “hombres lobos”. Algunos de ellos asistían a la academia, y varios de ellos eran amigos de Emily.
—Solo quiero que estés a salvo, Hope. Prométeme que tomarás precauciones —le suplicó su amiga, ignorando el hecho de que hope hablaba sobre los cambiantes.
Hope asintió, sintiendo la presión de mantener su relación en secreto.
—Te prometo que tomaré precauciones —le aseguró a Emily para que dejara de mencionar eso.
A pesar de la preocupación de su amiga, Hope seguía decidida a proteger a Elías y su relación. Sabía que la verdad sobre los vampiros y la historia detrás de ellos era complicada, pero su amor por Elías seguía siendo inquebrantable.
La amistad entre Hope y Emily se mantuvo, a pesar de las diferencias de opinión sobre los vampiros. Aunque la relación secreta de Hope con Elías seguía floreciendo, pero a la sombra de su amistad con Emily.
Hope sabía que tenía que mantener su secreto a salvo, pero cada día se volvía más difícil. Sobre todo, porque había cosas que deseaba confiarle a Emily, como el deseo inmenso que tenía por darle su primer beso a Elías, y el temor de que él no lo quisiera.
Una tarde, mientras se encontraban en el dormitorio en la academia, Emily notó una expresión en el rostro de Hope que le resultó sospechosa.
—Hope, últimamente has estado actuando de manera extraña. ¿Hay algo que no me estás diciendo? —preguntó su amiga en tono acusador.
Autora: Osaku
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Comments
Scarleth Montano
Lo k me llama la atención es k Hanna y August en ese entonces ya habían leído la historia d Hope y Elías¡¡🤔🤔🤔..entonces fue en un tiempo paralelo o no sé¡¡... x k en ese tiempo incluso enfrentaban el virus creado x Sergey ¡¡.. tiene todo esto k ver o no querida autora??...y d ser así d quienes serán descendencia d nuestros personajes ést par??...🤔🤔😁😁😁aveces soy muy preguntona¡¡¡ jajaja😂😂😂
2024-02-10
3
Marita Peña
ENTONCES ESTO PASO DESPUÉS DE HANNA Y AUGUSTO
2023-11-07
2
Ala Mendoza 🖤
De la misma manera, que sucedió dos mil años atrás con los estudiantes, como Hanna y Emma. La académia era más un refugio que las protegía de los demás por sus poderes.
2023-11-07
3