XVIII . Sangre y peligro Inminente

Capítulo XVIII

La vampira comenzó a acercarse a él con gracia, tratando de convencerlo.

—Elías, recuerda los buenos tiempos que compartimos. Puedes tenerlo todo si te unes a mí nuevamente.

Elías, sin embargo, no cedió a sus encantos. En cambio, canalizó su furia y poderes vampíricos y atacó con ferocidad. A pesar de sus esfuerzos, la vampira resultó ser más fuerte y lo hirió gravemente. Él quedó en el suelo, herido y debilitado. La vampira se alejó de él, pero antes de marcharse, se volvió sonriendo.

—Recuerda, Elías, a diferencia de los vampiros que nacen así, aquellos que son convertidos tardan más en curarse. No podrás proteger a Hope de mí. Pronto, nos reuniremos nuevamente, y ella no será un impedimento en nuestra relación —le recordó con malicia.

Mientras Elías y la vampira peleaban, su amigo cercano, Thomas, de repente sintió un olor inusual y penetrante en el aire. Un olor que no podía ignorar. Siguiendo su instinto, siguió el rastro del olor que lo condujo a la ubicación donde Elías y la vampira se habían enfrentado.

Lo que encontró lo dejó atónito. Elías yacía herido en el suelo, debilitado por la lucha. Thomas corrió hacia él y se arrodilló a su lado, preocupado por su amigo.

—Elías, ¿qué ha pasado? ¿Estás bien? —le preguntó Thomas preocupado.

Elías luchó por recuperar el aliento y explicó con esfuerzo.

—Mi madre… regresó. Me atacó. Pero Hope… está en peligro —indicó Elías, refiriéndose a la vampira que lo transformó en el pasado.

Mientras tanto, en otro lugar de la academia, la vampira se había dirigido a la ubicación de Hope. La encontró desprevenida y la atacó con ferocidad, pero en un giro inesperado, el nuevo amigo de Hope, Gabriel, quien estaba cerca, reveló su verdadera naturaleza. Se transformó en un hombre lobo justo delante de la vampira.

Ella se quedó sorprendida, paralizada por un momento, ante la presencia de un ser sobrenatural completamente distinto a los que había conocido en el pasado. Gabriel, en su forma de hombre lobo, se enfrentó a la vampira, sus ojos centelleando con una feroz determinación.

Un enfrentamiento estalló en la academia, con la vampira que, aunque poderosa, se encontró en desventaja contra el imponente hombre lobo. Gabriel luchó valientemente para proteger a Hope, y sus instintos de lobo alfa le dieron una ventaja crucial. Finalmente, Gabriel logró someter a la vampira y expulsarla de la academia. Ella huyó, derrotada y herida, dejando a Hope ilesa y a salvo.

Hope miró a Gabriel con asombro y gratitud.

—Gabriel, ¿eres tú? —preguntó temerosa de estar equivocada.

Gabriel volvió a su forma humana con una sonrisa gentil.

—Descubriste que era yo incluso sin verme. En verdad eres tú —sonrió él completamente desnudo—. Estoy aquí para protegerte.

Hope se dio cuenta de que su amigo no llevaba ropa y le pasó su sudadera para que se cubriera, pero él tomó una de las cápsulas que estaba cerca de sus pantalones, en el suelo y de ella salió ropa que se colocó rápidamente mientras ella se tapaba los ojos.

Emily regresó a su dormitorio, después de salir en busca de botanas. Al entrar, se encontró con una escena impactante que la dejó boquiabierta. Hope estaba en la habitación, con Gabriel a su lado, y ambos estaban manchados con sangre.

La expresión de Emily se llenó de sorpresa y preocupación al ver a Hope y Gabriel en esa situación.

—¡Dios mío, ¿qué ha pasado aquí? ¿Están bien? —preguntó acercándose a Hope y tocando su cuerpo para confirmar que esa sangre no fuera suya.

Hope, todavía recuperándose del enfrentamiento con la vampira, asintió débilmente.

—Estamos bien, Emily. Gabriel me salvó de la vampira. Fue un ataque sorpresa.

Emily se acercó a ellos, observando la sangre en el suelo y en la ropa destruida que Gabriel había colocado en una bolsa.

—¿Qué demonios estaba haciendo aquí esa vampira? —preguntó Emily sin poder evitar mirar los ojos de Gabriel, el cual no dejaba de oler a Hope.

Gabriel miró a Emily con seriedad.

—Soy un cambia forma alfa. Emily. la vampira vino a atacar a Hope, y yo la detuve —explicó él sin siquiera verla.

Emily, sin sorprenderse por la revelación, asintió con comprensión.

—Lo sabía, me di cuenta en el cine. Yo también soy como tú —comentó Emily sin respuesta por parte de Gabriel.

Mientras Hope, Gabriel y Emily se encontraban en la habitación, una sensación de inquietud llenó el ambiente. Gabriel y Emily, ambos con sus sentidos agudizados, sintieron una perturbadora señal en el aire. El dolor a sangre de vampiro llenó sus fosas nasales, y ambos intercambiaron miradas preocupadas. Gabriel sabía que esa sensación solo podía significar una cosa: Elías estaba en peligro. Sin perder tiempo, Gabriel se levantó de un salto y corrió hacia la puerta.

—Algo le ha pasado a tu noviecito. Debemos encontrarlo de inmediato —indicó él y Emily, asintió.

—¿Elías? —preguntó Hope preocupada.

Salieron de la habitación y se apresuraron a ir en busca de Elías. Hope estaba decidida a ir por Elías por su cuenta, pero Gabriel y Emily la detuvieron en su intento.

—Hope, es demasiado peligroso. No puedes venir —le advirtió Gabriel.

Emily la miró con preocupación.

—No la convencerás de quedarse aquí, vayamos juntos —indicó Emily y aunque a Gabriel no le gustaba la idea aceptó.

Hope estaba muy preocupada por Elías, por lo que aceptó la ayuda de sus amigos. Juntos, se embarcaron en una búsqueda desesperada para encontrar a Elías y enfrentar el peligro que se avecinaba.

Autora: Osaku

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