X . El plan de convencimiento

Capítulo X

Elías no sabía que Hope había tenido una conversación con Emily y había compartido detalles sobre su relación. Preocupado por el bienestar de su amada y decidido a evitar cualquier problema, se acercó a su amigo de confianza. Thomas, quien también era un vampiro con la habilidad de persuadir a las personas con su voz. Solo que de la clase a la que asistía Elías, su amigo era el mejor, perfecto para ayudarlo en ese momento. Ya que Elías sabía sobre la condición de Emily, y que la persuasión en humanos como ella era difícil de lograr. Se estaba arriesgando a que no funcionara.

—Thomas, necesito tu ayuda. Emily, la mejor amiga de Hope, sabe sobre nuestra relación y está furiosa. Quiero convencerla de que no hable sobre nosotros —le explicó Elías con urgencia y

Thomas comprendiéndolo todo asintió con determinación.

—Lo entiendo, Elías. Usaremos nuestro poder de persuasión para calmarla y asegurarnos de que no revele nada sobre tu relación con Hope —comentó Tomas colocando sus manos sobre el hombro de su amigo.

Ambos se reunieron con Emily en un lugar aislado. Thomas suspiró antes de hablar con voz persuasiva. No era algo que disfrutaba hacer, pero por su amigo lo haría. Ya que este poder conectaba al que lo ejercía con la persona que persuadía, como un hilo rojo, pero temporal. Mayormente se hacía para que los vampiros pudieran beber la sangre de su víctima o su presa. Así como lo hacían las serpientes de cascabel al mover sus colas para llamar la atención de sus presas o sus depredadores, la voz de un vampiro era dulce y llamativa, la persona que lo escuchaba hablar se quedaba en calma por el tiempo suficiente para que hicieran lo que quisieran con ella. Era por eso que Emily no confiaba en los vampiros, aunque no bebieran de su sangre, muchos de los alumnos de la escuela hipnotizaban a otros para que fueran sus sirvientes por un tiempo. Se notaba en las fiestas, y no era penado por la dirección de la academia. Sin embargo, en ese caso ellos solo trataban de calmar los pensamientos de Emily.

—Emily, escucha con atención. Comprendo que puedas tener preocupaciones, pero hablar sobre la relación de Hope y Elías solo causará más daño. Debes entender que su amor es genuino y que no buscan dañar a nadie —indicó Thomas, con una voz susurrante que penetraba en los pensamientos más profundos de la joven.

Emily, bajo la influencia del poder de persuasión de Thomas, se sintió calmada y asintió.

—Tienes razón. Tal vez exageré. No hablaré sobre ellos —respondió Emily.

Elías agradeció a Thomas por su ayuda después de que regresaran a la parte norte de la academia.

—Ahora Hope y yo podemos estar tranquilos sabiendo que nuestra relación está a salvo —dijo él, feliz de que la persuasión funcionara con Emily.

La joven había prometido no hablar sobre la relación de Hope y Elías. Sin embargo, lo que Elías no sabía era que Hope había descubierto su intervención ya que Emily, suponiendo que intentarían hacerle algo había llamado a su amiga a través del móvil. Nunca pensó que solo tratarían de persuadirla para no contar la verdad. Y aunque Emily se mostró comprensiva, Hope estaba indignada. Ya que no sabía si esa era su amiga apoyándola o el poder de Thomas sobre ella.

Aun así, esperó unos días para darle la oportunidad a Elías de contárselo. Sin embargo, él no lo hizo. Provocando que Hope se volviera a sentir traicionada, estaba devastada por la falta de confianza que había demostrado el chico que supuestamente la amaba y había jurado ser sincero con ella.

Unas cuantas noches después, mientras caminaban por el campus de la academia, la tensión entre Hope y Elías era palpable. Finalmente, Hope rompió el silencio.

—Elías, necesitamos hablar —indicó ella con enfado, pero con calma.

Elías miró a Hope, preocupado por la seriedad en su voz. Él había notado que ella no estaba bien, pero no sabía la causa.

—Claro, Hope, ¿qué sucede? —preguntó él, confundido.

Hope se detuvo y lo miró a los ojos con firmeza, como lo hacía cada vez que se enojaba con él. —Sé lo que hiciste, Elías. Sé que usaste a tu amigo y sus poderes de persuasión en Emily. ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué no confiaste en mí para manejar la situación? Y por sobre todas las cosas… ¿Por qué no me lo contaste?

Elías bajó la mirada, culpable.

—Lo hice porque estaba preocupado por ti, Hope. No quería que te lastimaras o que nuestra relación estuviera en peligro —afirmó él.

Hope suspiró con frustración.

—Elías, la falta de confianza es igual de peligrosa para nuestra relación. No puedes tomar decisiones por mí, especialmente si involucran usar tus poderes en contra de mis amigos —le reclamó ella.

Elías se sintió abrumado por la culpa, y la tristeza en el rostro de Hope.

—Hope, tienes razón. Fue un error, y lamento profundamente haber hecho eso sin tu conocimiento —indicó él preocupado.

Hope lo miró con ojos llenos de duda.

—No sé si puedo superar esto, Elías. La confianza es fundamental en una relación, y siento que la hemos perdido —aseguró ella con tristeza.

Las palabras de Hope resonaron en la mente de Elías como un eco doloroso. La falta de confianza y la traición de su acto con los poderes de persuasión habían llevado a una conversación devastadora.

Hope miró a Elías con los ojos llenos de tristeza.

—Elías, necesito tiempo y espacio para pensar en lo que ha sucedido. No puedo seguir así. Si no podemos recuperar la confianza que teníamos, entonces no sé si podemos seguir juntos —aseguró ella con mucho dolor. Había puesto las manos en el fuego por Elías y se había quemado.

La noticia cayó sobre Elías como un golpe devastador. Su mente se nubló, en pánico y desesperación.

—Hope, por favor, no hagas esto. Te amo más que a nada en este mundo. No puedo soportar perderte —le respondió él casi temblando.

Hope, con lágrimas en los ojos, apartó la mirada.

—No quiero perderte, Elías, pero la confianza es fundamental. Necesito saber que podemos superar esto juntos. Pero para eso debo calmarme, unos días de extrañarnos nos harán bien —indicó ella sintiendo que se rompía por dentro. Pero, ¿cuántas mentiras más habría?

El corazón de Elías latía con una intensidad abrumadora, y la idea de perder a la persona que amaba lo llenaba de malestar y frustración. Aun así, comprendía que se había equivocado, y con tal de reparar el daño haría lo que ella le pidiera.

Autora: Osaku

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