Capítulo II
Hope no podía quitarse de la cabeza el encuentro con Elías en el área restringida. Cada detalle, cada mirada y cada palabra intercambiada ocupaban su mente constantemente. Sin embargo, sabía que la academia estaba dividida por un abismo temporal, un hecho que no podían ignorar. Vampiros y humanos no estudiaban juntos, y tampoco interactuaban.
La academia se encontraba en una isla remota, la propiedad había pertenecido a la misteriosa organización conocida como "Los Superiores". Una organización secreta que tenía miles de años, ellos poseían la mayor capacidad en tecnología en el mundo. Con un secretismo que fascinaba a los estudiantes humanos, ya que solo ahí eran capaces de admirar los elementos tecnológicos humanos de última generación. Pantallas que se movían con solo observarlas, clips capaces de darte la información que necesitas en menos de unos minutos y ayudarte a retenerlos en tu mente por el tiempo suficiente para aprenderlos de memoria. Cosas impensadas en otras partes del mundo debido a la miseria que dejaron cuarta y quinta guerra mundial.
Hope decidió explorar más a fondo esta maravilla tecnológica en busca de respuestas, ya que no había logrado volver a ver a Elías. Durante una de sus tardes libres, se aventuró en las profundidades de la academia, explorando pasillos y salas de la parte norte de la academia. A diferencia de su sector donde todo era futurista y las aulas estaban equipadas con pantallas táctiles, pizarras electrónicas y sistemas de aprendizaje interactivo; los estudiantes vampiros se sumergían en su educación durante cincuenta años, mientras que los humanos solo tenían cinco para poder permanecer ahí. Esta diferencia de tiempo era asombrosa y desalentadora a la vez, ya que al ir a la zona prohibida notó que ellos si poseían libros y otras cosas que parecían más antiguas. Incluso la arquitectura era diferente.
¿Por qué harían eso?
Aunque a ella le parecía hermoso, se notaba que le habían dado lo más viejo al sitio de los vampiros, algo que no la parecía justo. Hope también descubrió un complejo sistema de tuberías que abastecía a la academia con sangre sintética, un recordatorio constante de la naturaleza vampírica de sus compañeros de clases nocturnas. Era una solución implementada para satisfacer las necesidades de los vampiros sin involucrar a los humanos en su dieta de sangre real. Algo que debía hacer feliz a Hope y al resto de los humanos que cursaban con ella.
A medida que seguía explorando, se encontró con un pasillo con enormes ventanas que daban a un jardín interior. Las plantas eran exuberantes y luminosas, como si la naturaleza misma se hubiera adaptado a la tecnología avanzada de la academia. Allí, Hope reflexionó sobre la imposibilidad de una relación con Elías.
El tiempo era un enemigo silencioso. Aunque sentía una conexión profunda con él después de su primer encuentro, sabía que su diferencia en longevidad y la restricción de la academia los separarían inevitablemente cuando salieran de sus respectivas clases. Aun así, no podía evitar la sensación de que algo especial los unía. Una amistad que no había sentido con nadie en el pasado, la necesidad de verlo, de volver a reír con él se había vuelto urgente, casi imprescindible.
De regreso a su dormitorio esa noche, Hope no pudo evitar mirar su teléfono y haber deseado darle su número a Elías. Un suspiro escapó de sus labios mientras se sumía en la incertidumbre de su situación. ¿Podría alguna vez superar las barreras del tiempo que los separaban?
Miró su móvil una vez más con frustración. Le habría gustado tener una foto de ella con Elías. Aunque este no podía ser fotografiado debido a su condición vampírica. Había algo en ellos que hacía que las cámaras no pudieran enfocarles.
Por un momento Hope se preguntó si había sido real su encuentro con el misterioso joven. Si ese chico había hablado verdaderamente con ella o solo había resultado ser parte de su imaginación.
Durante el día, las puertas que daban a la zona norte de la academia se encontraban cerradas, por lo que no podía meterse a buscar a Elías. Sin embargo, por la noche tampoco lo había hallado. Poco a poco Hope comenzaba a perder las esperanzas de un futuro encuentro.
Hasta que de la nada él se presentó frente a ella, mientras lloraba en el enorme jardín.
—¿Qué es lo que te pasa? ¿Porque estás llorando? —preguntó él, y al verlo Hope saltó a sus brazos.
—¿Eres real? —preguntó haciendo que Elías riera.
—Por ahora sí. Pero tal vez me convierta en murciélago —bromeó él y ella volvió a pegarle como el primer día.
—¿Por qué desapareciste? No me diste tu número de teléfono ni nada —se quejó ella.
—Es que no me pediste mi número —reclamó él avergonzado—. La verdad es que le conté a un amigo sobre ti y me dijo que podías pensar que era un acosador si te buscaba. Por lo que traté de tomar distancia para que no creyeras eso.
—Nunca pensaría eso, además pasó casi dos semanas. Empezaba a creer que huías de mi —reconoció ella, no sabía porque era tan sincera con él.
—Thomas me recomendó esperar un mes, pero cuando te escuché llorar necesité venir a saber que era lo que te ocurría —explicó él.
—¿Un mes? ¿Tu amigo está loco? —preguntó Hope molesta.
—¿Un mes es mucho? —preguntó Elías confundido.
—Para mí un día lo es —respondió Hope avergonzada.
—Qué bueno —indicó Elías y ella se lo quedó viendo—. Es que pensé que era el único que te extrañaba tanto. Lamento haberle hecho caso a Thomas, debí preguntarte a ti.
—¿Es verdad que los vampiros y los humanos no pueden socializar aquí? —preguntó ella dándose cuenta que alguien venia.
—Sí, es una regla de la academia —indicó él y la llevó a la oscuridad para que no los vieran.
—Aun así, estuviste dispuesto a estar en problemas por mí —aseguró ella con vergüenza.
—Es que no puedo evitarlo, siento que estamos conectados. ¿Tú no? —le preguntó Elías con temor a la respuesta de Hope.
—Me pasa lo mismo —reconoció ella—. ¿Podemos seguir viéndonos?
—Es lo que más quiero —le aseguró él.
La relación entre Elías y Hope comenzaba. Y aunque su corazón anhelaba la conexión que sentía con el vampiro, la realidad de su mundo y la intransigencia de la academia eran obstáculos difíciles de superar. Algo que con el tiempo entenderían.
Autora: Osaku
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Updated 65 Episodes
Comments
Cinzia Cantú
Lastima que sea así aunque es muy importante porque las diferencias son muchas
2024-04-13
2
Chila González
Disculpa no es la lectura que me gusta a mi, pero he leído los títulos de tus novelas y sin duda leeré tus novelas
2024-04-04
2
ARIAMTT🇨🇴💜
Lo prohibido es lo que más atrae y el corazón suele ser terco
2023-11-02
6