Capítulo catorce.

Bella

—Entonces, ¿no pasa nada? ¿Nada de nada? —le insisto a Rodri, la maquillista me tiene la suficiente paciencia como para no quejarse mientras yo estoy siguiendo con la mirada a Rodri, quien se mueve de un lado a otro detrás de mí, respondiendo y enviando mensajes desde su celular—. ¡Rodri! —le insisto.

—Ah, Bella —resopla—. No, no paso nada. Estaban juntas cuando pasamos a recogerte, decidió acompañarnos hasta tu casa porque creía que te ibas a vomitar, al final lo hiciste, lo bueno fue que te vomitaste a ti misma. Como sea, se quedó a dormir porque se lo pedí, no había forma de que te dejará sola, pero tenía cosas que hacer.

>> Eso fue todo lo que paso —palidezco de nuevo y la maquillista al fin me pone un alto a mis movimientos.

—Solo unos segundos, por favor —me pide y me quedo quieta. Me da un último retoque, justo a tiempo, ya que tocan la puerta y me pongo de pie. Rodri me sigue.

—Te ofrecieron un papel para salir en un vídeo musical, serás la protagonista —me dice, no puedo pensar en trabajo cuando tengo la mente en otra parte—. No habrá actores masculinos, actuarás con la banda. Es una buena propuesta y la historia no es difícil de entender —me explica, pero mi mente está en otra parte.

—... pasemos al siguiente estudio la próxima vez, podemos mover la fecha de este sábado hasta dentro de dos semanas y... —me detengo cuando escucho una voz que he odiado por mucho tiempo, pero que ahora me da igual. El dueño de la voz también se calla cuando me ve—. Bella.

—Mason —nos saludamos, los del staff no dicen nada solo nos miran. Es noticia vieja, pero Mason estaba casado con mi mejor amiga y el mundo lo supo solo después de su divorcio, luego ocurrieron muchas cosas, su regreso, el accidente de Mason y de nuevo, mi amiga se escapó. Mason se ve mejor que hace unos años, ha pasado mucho tiempo desde que ocurrió su accidente, desde entonces no nos hemos visto, desde que Stacy se fue.

—Reagendemos la sesión, le diré a mi asistente que se ponga en contacto con ustedes, por ahora, solo manden las fotografías, quiero ver si hay algo rescatable —vuelve a su trabajo y yo me detengo con los del staff mientras revisan mi vestuario.

Creo que ya se va y entonces se me ocurre algo.

—¡Mason! —lo llamo, todos se sorprenden y me miran, Mason luce confundido de que lo haya llamado, me acerco hasta él y me trago toda la bilis que me genera este idiota—. ¿Podemos hablar?

—¿Perdón? ¿Por qué tenemos algo de que hablar?

—No quiero saber sobre ti, descuida.

—Ajá.

—¡Se trata de Olivia! —lo suelto, Mason no reacciona, solo me mira con más desconfianza—. En serio, se trata de ella.

—Lo sé —admite y ahora yo soy la confundida—. Es solo que estoy demasiado sorprendido, ¿por qué alguien como tú estaría cercas de Olivia? ¿O por qué siquiera quieres saber sobre ella? Eso me aterra.

—¿Alguien como yo?

—No juzgo. La cosa es que... deberías alejarte de Olivia, no le gustan las personas como tú —me siento ofendida y avergonzada, porque nada de eso quería saber.

—¿Perdona?

—En serio, Olivia solo sale con mujeres malas o algo así, no le gustan las niñas —sacude su cabeza y quiero golpearlo.

—¿Niña? ¡No soy una niña!

—No, al menos no físicamente, pero emocionalmente eres una niña. Y nada de eso le atrae a Olivia —miro a todos lados esperando que nadie lo haya escuchado y por suerte todos están más ocupados con otras cosas—. Y si sigues insistiendo, posiblemente salga contigo por diversión, solo para jugar con tu corazón y luego romperlo. Aunque, Olivia nunca ha tenido una pareja, al menos no una oficial. Todas son mujeres con las que frecuenta para tener sexo y si le gusta o está muy ocupada les permite quedarse cercas de ella. Esa es Olivia, y tú... no eres lo que busca.

—¿Cómo puedes decir eso? Ni siquiera sabes lo que iba a preguntar, ¿no se te pudo ocurrir que hay algo diferente?

—¡Ja! —quiero matarlo—. Si te malinterprete, lo siento. Pero por tu mirada y tu interés por Olivia, solo pude suponer que has caído flechada por ella. No te culpo, también tuve un flechazo por Olivia, pero cuando la conocí mejor, no volví a pensar en ella de esa manera, no porque le gustarán las mujeres, era que... Olivia es difícil. Además, una vez que la conoces, es molesta y muy mandona —se queja—. Y da un poco de miedo —susurra—. Pero si no es eso lo que quieres saber, ¿de qué se trata? ¿Olivia quiere contratarte para algo? Puedes aceptarla, en cuanto a negocios, es la mejor, como interés romántico, es un asco.

—Eres un idiota, Mason —su ceño se frunce.

—¡Bella, ya vamos a empezar! —Rodri me grita, miro una última vez a Mason y sacudo mi cabeza. Es un idiota, ¿por qué siquiera Stacy se fijó en él?

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