Capítulo IV

Mientras el noviazgo de Tanya Aleeksev, se deterioraba por los celos, Zachary Belf, estaba cerca de obtener su objetivo.

—Astrid—¿Vendrás esta noche a la fiesta?.

—Zachary—Eso depende. ¿Estarás ahí, para divertirte conmigo?.

—Astrid—¿Tú qué crees?.

Dijo antes de acercarse a él, para morder su labio inferior.

—Astrid—Sé puntual.

Susurró sobre la boca del chico y camino hasta la salida del lugar.

Cuando Astrid salió de su vista, Zachary celebró un poco.

Camino hasta el auto qué lo esperaba y se dirigió hacia el colegio de Tanya.

—Zachary—Su carroza espera, mi lady.

Dijo Zachary, cuando la chica llego hasta él.

—Tanya—Llegas tarde.

Se quejó la chica.

Zachary estaba a nada de darle una respuesta, pero se detuvo al ver que la chica de unos tiernos ojos marrones, se limpiaba algunas lágrimas.

—Zachary—¿Quién te hizo llorar? ¿Fue ese chico, verdad?.

Pregunto molesto y al mismo tiempo preocupado, por su estado.

—Tanya—No importa, no quiero hablar de eso.

Zachary se acercó a ella y la rodeó con sus brazos, sabía que en algún momento, ella lo rechazaría, pero no fue así.

—Zachary—Tranquila, todo estará bien.

—Tanya—Gracias.

—Zachary—Vamos, te llevaré a casa.

Ya en el auto, Zachary quiso ser empatico, con con la chica de ojos tristes.

—Zachary—¿Te gustaría acompañarme esta noche, a una fiesta?.

—Tanya—¿Una fiesta?.

—Zachary—Sí, te ayudará a distraerte.

—Tanya—Olvidas que soy menor de edad y que estoy bajo al cuidado de tus padres.

—Zachary—No y no te preocupes por eso. Tengo una forma perfecta, para escabullirnos de la villa, sin ser vistos.

—Tanya—Bien, supongo que nada pierdo con acompañarte.

Zachary sonrío.

—Zachary—Te vas a divertir y vas a olvidar el trago amargo, de esta tarde.

Tanya asintió.

Por la noche, los dos chicos se habían escabullido de la villa y habían llegado a la fiesta.

—Astrid—Viniste.

La chica parecía emocionada al verlo, pero pronto desvió la mirada del pelinegro, a la chiquilla qué lo acompañaba.

—Astrid—Y trajiste a esta niña contigo.

Tanya no pudo evitar, observar de pies a cabeza, a la mujer que se había colgado del brazo de Zachary.

Fácil se podía dar cuenta, de que el conjunto qué llevaba esa noche, era muy decente, en comparacion al atuendo qué vestía aquella mujer.

—Zachary—Espero que no te moleste, qué la haya invitado.

—Astrid—No.

Respondió indiferente.

—Astrid—¿Bailamos?.

Zachary asintió.

—Zachary—Intenta divertirte.

Dijo el chico, mientras era arrastrado por la sensual chica.

—XX—¿Te gustaría bailar conmigo?.

Pregunto un chico, qué a simple vista se veía con unas copas de más.

—Tanya—No, gracias.

Sin importarle su respuesta, el chico se quedó a su lado.

—XX—Toma, esto te ayudará a relajarte.

Le extendió la mano, con un vaso de licor.

—Tanya—No bebo.

—XX—¡Oh, vamos!. Si no quieres bailar y tampoco beber, ¿qué haces en una fiesta?.

—Tanya—No es de tu incumbencia.

—XX—Vamos, solo beberás un poco.

Zachary—Te ha dicho que no, idiota.

Zachary empujo al tipo.

El chico levantó ambas manos en son de paz y se alejó de ellos, con una sonrisa burlona.

—Zachary—Fue mala idea dejarte sola.

—Tanya—Descuida, sé cuidarme sola.

—Zachary—Sí, claro.

Dijo con ironía.

—Zachary—Ven.

—Tanya—¿A dónde iremos?.

—Zachary—A un lugar más tranquilo.

Sin alguna objeción, ella lo siguió.

—Tanya—¿Qué pasó con tu cita?.

—Zachary—Tuve que posponerla para otro día.

Zachary la llevo de regreso al auto y manejo con dirección, hacía la villa.

Ya en la villa, ambos se sentaron a un lado del lago artificial, qué tenía aquel lugar.

—Zachary—¿Quieres probar un poco?.

Dijo mostrandole una botella de licor

—Tanya—¿De dónde sacaste esto?.

—Zachary—De la fiesta, obviamente.

Tanya tomó la botella, dudando un poco, si debía beber de ella.

Al paso de una hora, la chica de ojos marrones, reía muy alegre.

—Zachary—Creo que ya es suficiente de esto.

Dijo el chico, mientras le quitaba la botella.

—Tanya—Hum, aguafiestas.

—Zachary—Qué tal si mejor me cuentas, porque estabas llorando esta tarde.

Tanya soltó un suspiro largo.

—Tanya—Esta tarde, termine mi noviazgo con Preston.

Entonces Zachary, se mostró más interesado en ella.

—Zachary—Ah, sí. ¿Y por qué razón?

—Tanya—Bueno, él tenía una idea loca, de que tú me gustas. Y bueno...de que había algo entre nosotros.

Aunque en realidad, la sospechas de Preston no estaban tan locas.

Tanya inclino un poco, la cabeza hacia el suelo. Aunque la reciente ruptura había dolido, sabía que era la mejor decisión.

—Zachary—Vamos, te llevaré adentro.

Zachary sé levantó del pasto y cuando Tanya quiso seguirlo, se tambaleó en el intento.

Debido a eso, Zachary decidió subirla a su hombro.

—Tanya—Tengo piernas y puedo usarlas para caminar, sabes.

Zachary río levemente.

—Zachary—Lo sé y déjame decirte que son muy bonitas. Pero justo ahora, no creo que puedas usarlas correctamente.

Luego de entrar en silencio, Zachary la llevo hasta la puerta, de la habitación de Susan.

—Zachary—Bien, llegaste sana, salva y ebria.

Dijo después de bajarla.

—Tanya—Gracias por la invitación. Lamento que hayas dejado a tu cita en la fiesta.

Zachary le sonrío de modo amable.

—Zachary—Olvida eso.

La chica de ojos marrón, se acercó a Zachary con la intención de dejar un beso en su mejilla, pero entre más cortaba la distancia entre ellos, más cambiaba de opinión.

—Tanya—El aroma de tu perfume, es dulce.

El chico sonrío levemente.

—Zachary—¿Te gusta?.

—Tanya—Sí, al igual que tú.

—Zachary—Así que te gustó.

—Tanya—A quién no.

Se animo a responder.

Zachary soltó una pequeña risa, mientras negaba con la cabeza.

—Tanya—Zachary, bésame.

Menciono Tanya, a unos centímetros de su boca.

—Zachary—Aunque me siento tentado, me temo que no podré hacerlo.

—Tanya—¿Por qué no?.

Pregunto molesta.

—Zachary—Estás ebria.

—Tanya—¿Eso importa?.

—Zachary—Sí.

—Tanya—A mí no.

Susurró sobre su boca.

—Zachary—Tal vez te arrepientas mañana.

—Tanya—Quizás sí, quizás no. Por ahora solo deseo que me beses.

—Zachary—De acuerdo.

Zachary se acercó más al rostro de Tanya.

Ella cerró los ojos, esperando el tacto en sus labios.

— Zachary—¡Listo!.

Dijo después, de dejar un beso en su mejilla.

Tanya frunció el ceño con molestia.

—Tanya—Es broma.

El pelinegro soltó una pequeña risa.

—Tanya—Eres un mm.....

El corazón de Tanya palpito con fuerza, cuando sus palabras fueron calladas, por los labios húmedos de Zachary.

La boca de Zachary, se movía lentamente entre la suya. El sabor qué dejaba, poco a poco en su boca, era embriagante y la sensación era caótica.

Zachary se encargaba de volverlo un beso dulce, a pesar de la necesidad, que tenía por por profundizarlo.

—Susan—Es desagradable, verlos intercambiar fluidos.

Tanya soltó de inmediato a Zachary.

—Tanya—Yo, ehm...

—Zachary—Tanya se sintió un poco mal, así que la traje a tu habitación.

—Susan—Claro, por eso le dabas respiración de boca a boca.

Mientras Zachary la fulminada con la mirada, Tanya entró a la habitación, sintiendose avergonzada.

Sin más, Susan cerró la puerta, sin importarle qué su hermano siguiera ahí.

Camino hasta la cama y se dejó caer a un lado de Tanya.

—Susan—¡Sabía que te gustaba mi hermano!.

Tanya tomó una almohada y se tapa el rostro.

Al menos por ahora, solo tenia que aguantar la buya de Susan.

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