El ambiente en casa estaba tenso, si bien yo me negué a salir de mi habitación desde la pelea que tuve con mamá, Yuna me cuenta todo lo que pasa fuera.
Ya van dos días y no tengo ganas de salir.
No sólo me perjudicó emocionalmente sino que volví a tener dolores de cabeza.
- ¿Quiere un poco de té para recobrar energía, señorita?- ofreció Yuna desde el sofá.
Negué con la cabeza para luego hundir mi rostro en la almohada. Mi apetito disminuyó considerablemente, sólo tomo agua y muy pocas veces algún té.
Yuna se esforzaba en hacer diferentes tipos de té, en generar un ambiente tranquilo para mi y eso lo agradecía desde el corazón. Desde que la asignaron como mi sirvienta personal, conectamos de forma instantánea y nos convertimos en amigas pero no del tipo que se pueden contar absolutamente todo porque al fin y al cabo sigue siendo sirvienta de la familia, trabaja para mis padres.
- Iré a buscar algunas flores para renovar las del florero y que la habitación siga teniendo lindo aroma- dijo Yuna yéndose de la habitación.
De repente comencé a sentir sueño, mis ojos comenzaron a pesar. Resfregué mi rostro con las manos para disipar el sueño, no podía dormir.
La puerta se abrió de golpe dejando ver a Yuna con flores en su mano y sorpresa en su rostro.
- Señorita, Kenoir Farguelx está aquí y quiere verla- anunció
Abrí los ojos con sorpresa, me incorporé y apoyé la espalda en la cabecera de la cama.
- ¿Le digo que no puede verlo, que venga otro día?- preguntó mirando sobre su hombro.
Negué con la cabeza y me levanté de la cama con todas las fuerzas que tenía.
- Dile que nos veremos en la sala de té- respondí
- Pero señorita está enferma, le puede hacer peor levantarse y bajar las escaleras- protestó
- Haz lo que digo, Yuna- ordené
Sin protestar otra vez, se retiró de la habitación para guiar a Kenoir a la sala de té.
Di unos pasos hasta el espejo y me senté en la silla. Dios, me veo muy demacrada.
Miré de reojo el maquillaje pero decidí no tocarlo, si bien he visto como me maquillan siempre, nunca aprendí y no quiero cometer un error y quedar peor.
Tomé impulso para levantarme, fui hasta mi armario y elegí un vestido simple de color blanco con lila. Apoyándome en distintas superficies cada vez que me mareaba, terminé de vestirme.
Ya cerca de las escaleras, mirándolas ya con cansancio apareció Yuna como un ángel.
- Quedese ahí, señorita. La ayudaré a bajar- dijo subiendo con velocidad.
Tomé su brazo, dejé un poco de mi peso en ella y comenzamos a bajar los escalones con paciencia y lentitud.
- Gracias, Yuna. Cierra las puertas y que nadie se acerque- indiqué entrando a la sala.
Kenoir se levantó del sofá, me sonrió pero al instante borró su sonrisa al ver mi estado.
- Nami, ¿que sucede?- preguntó preocupado, llegó a mi lado y me ayudó a sentarme a su lado.
- Muchas cosas suceden- contesté con una sonrisa intentando tomar con humor la situación para no preocuparlo por demás.
- Tengo mucho tiempo para escucharte- dijo
- ¿A qué vino?- pregunté curiosa, era raro que viniera sin previo aviso.
- Me preocupé por usted. Solemos vernos seguido y mandé una carta pero nadie respondió así que decidí venir sin avisar. No me arrepiento- respondió, agarró su taza y tomó un poco de té.
Dejé que mi cabello tapara mi rostro y sonreí. Sonó muy tierno.
- Ahora digame, ¿por qué no respondió la carta? ¿por qué está así?- indagó
- No respondí la carta porque nunca supe de su existencia, estoy enferma desde hace unos días así que seguro a mi sirvienta se le olvidó decirme sobre la carta- respondí, esta vez decidí tomar un poco de té
- No se si será por la razón en la que pienso pero tiene que dormir, Nami. Ya sabe que no es por su culpa que sucedan accidentes mientras duerme, son cosas que no puede controlar. Si no duerme se seguirá debilitando y enfermando más seguido- dijo Kenoir.
Asentí pero decidí dejar ese tema de lado y le dije lo que me atormentaba y lo que hizo que me terminara enfermando peor que antes
- Me enfermé luego de una discusión con mi madre-
Asintió pensativo
- ¿Fue muy grave? Disculpe la intromisión, si no quiere responderme está en todo su derecho-
Sonreí ante su educación. Con él me sentía cómoda y decirle sobre temas importantes para mí era fácil. Nuestras conversaciones fluian con naturalidad.
- Tocamos un tema delicado para la familia entera en general. Mi madre...me culpa por la muerte de mi hermano menor. Nació cuando yo tenía casi 7 años, pero nació ya sin vida pero mi madre aún sigue sin entender y me culpa por no poder salvarlo con mi habilidad- expliqué
- ¿Ella sabe que usted no puede hacer más que sanar heridas "superficiales"?- preguntó cuidando sus palabras
- Sé enteró durante la discusión- dije la verdad
- Pero eso no justifica el hecho de que haya culpado a una niña de 7 años de no salvar a un bebé que nació sin vida. Recién había descubierto mi habilidad- seguí hablando sintiendo enojo
- Obvio que no, es algo ilógico- me respaldó
- Yo entiendo un poco a mi madre, perder a un hijo debe ser lo peor que te puede pasar pero ella tuvo contención de la familia y aún así siguió culpandome hasta el día de hoy- dije con la voz quebrada pero aún así seguí hablando
- Me hizo sentir tan inferior y miserable durante años. Nunca pensó un poco en mi mientras que yo me hundía en la culpa-
Kenoir se acercó un poco más y tomó mi mano, comenzó a acariciarla. Sin poder contenerme comencé a llorar ante su dulce acción.
- Es horrible vivir con culpa, la comprendo. Yo viví con ella durante años, desde pequeño- habló
Sequé mis lágrimas con la mano libre y lo miré con curiosidad, estaba por decir algo sensible de él.
- Cuando tenía 8 años, estaba peleando con Haakon. Era una pelea de niños pero no supe controlarme y concentré mi poder y lo golpee en el ojo. Le provoqué ceguera parcial, tiene una mancha verde en su ojo, seguro usted lo notó ya que es observadora- contó con su mirada perdida en la caricia que le hacía a mi mano
Con sus últimas palabras me di cuenta que el también me observa. La observadora es observada.
Con mi otra mano acaricié la suya, para que sienta mi apoyo.
- Haakon siempre me decía que no era mi culpa, que sólo era un niño. No le creía hasta hace poco, comprendí que tenía razón. Sólo era un niño y no lo hice con intención. Ahora que acepto esto, mi visión de las cosas cambió y estoy tratando de mejorar cosas que hice mal a raíz del sentimiento de la culpa-
- Que bueno que pueda sanar poco a poco, me alegra mucho. Eso habla muy bien de usted- dije con sinceridad. Demostraba ser un hombre maduro, con ganas de avanzar.
- Yo ahora con esta conversación, cierro preguntas que me había hecho antes en mi habitación a solas. Comprendo que no sólo mi madre es la víctima, yo también lo soy. Y sinceramente, no pienso perdonar a mi madre, aunque quede como una persona mala- concluí
- Me parece perfecto, no perdonar no significa que sea una persona inmadura o mala. ¿Por qué perdonar a alguien que te lastima? No importa que compartan sangre-
Sus palabras eran acertadas, era tan gratificante hablar con él.
Me recosté en el sofá sin separar nuestras manos, nos miramos fijo y por coincidencia sonreimos al mismo tiempo.
- Es lindo hablar con usted. Muchas gracias por estar aquí- expresé
- También me gusta hablar con usted. Gracias por dejarme estar cerca, influye de forma positiva en mi vida- dijo aún con una sonrisa.
En eventos sociales el nunca sonríe pero conmigo es lo que más hace. Me siento afortunada y privilegiada ya que tiene una sonrisa muy bonita y yo la puedo admirar de cerca y de forma seguida.
- Funcionamos bien juntos- solté sin pensar, me arrepentí al segundo y con vergüenza estaba por intentar remediarlo el me contestó
- Claro que si, al fin y al cabo la vida y la tragedia van de la mano. Son necesarias, se complementan-
Reí ante sus palabras que eran ciertas.
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Comments
Cruz Mejia
Kenoir tuvo más apoyo de su hermano que fue lastimado directamente por el aún no lo hizo para lastimarlo de esa manera pues era un niño, en cambio ella fue culpada por su madre al no poder revivir a su hermanito muerto fue algo que no estaba es sus manos hacerlo también era una niña pero su madre cargo toda su frustración y dolor en ella 😔 y asta ahora la sigue culpando
2023-11-20
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