9.

-Ya que ambos somos directos... la vi- declaró

¿me vió? ¿cuándo? ¿dónde? ¿haciendo qué?

- Expliquese mejor- pedí, no soy adivina.

- La vi sanar a la sirvienta en mi baile- reveló

La taza de té cayó de mis manos, haciendo un desastre en la mesa.

¿Qué debería decir o hacer?

- No tenga miedo, no haré nada que la perjudique ahora que se sobre esto- explicó, agarró un par de servilletas y comenzó a limpiar un poco el desastre que hice

- Sólo quiero que me deje estar cerca de usted para poder afirmar algunas cosas que tengo en mi mente-

- ¿cuáles son esas cosas?- pregunté con miedo

- Es algo muy grande, señorita Nami. No puedo sólo decirle todo en un momento y mucho menos aquí-

- ¿Por qué mi casa no es un lugar seguro para hablar sobre esto?- pregunté ya con curiosidad, sus gestos me indicaban que no quería responder esa pregunta

- Si tiene curiosidad, espero que tengamos más encuentros. Me tengo que ir, fue lindo compartir un momento con usted-

Se levantó con lentitud, me sonrió y se retiró. Yuna y otras sirvientas se acercaron rápidamente, me preguntaban cosas pero no podía oír. Estaba concentrada en las palabras de Kenoir.

***

Paseaba por el segundo piso de la casa, sin ningún objetivo en especial. Kenoir seguía en mi mente.

Si él se dio cuenta de que sané a la chica, ¿habrá otras personas que también lo vieron?. Eso es lo que me da más miedo, si lo hicieron no se que harán con esa información. Aunque suene raro, confío en Kenoir y sé que no actuará en contra de mi con esa información.

Abrí la puerta para entrar a la biblioteca pero una voz me detuvo

- Nami, ¿estás bien?-

Desde que se enteró sobre lo de Kenoir y yo, Haco no deja de preguntarme si estoy bien cada vez que nos cruzamos. No se que le pasa, se puso intenso.

- Si, estoy bien y tú?- respondí en automático

- ¿Segura estás bien?- volvió a preguntar

- Dios mío, Haco. Si, estoy bien. Dejando de lado mis dolores musculares, mi anemia y otras cosas- contesté comenzando a ponerme de mal humor

- ¿Qué te pasa? Estás intenso desde que te enteraste sobre lo de Kenoir y yo- decidí ser directa

- Nada, sólo me aseguro de que en verdad estés bien y segura sobre la decisión que tomaste- respondió mirando al suelo

- Creo que después de decirte que estoy bien por tercera vez, tendrías que creerme ¿no?- hablé 

- ¿Qué tienes contra Kenoir? ¿por qué tanto odio?-

Haco chasqueó la lengua, se acercó a mi y rodeó mis hombros con su brazo

- No es odio ni nada parecido. Sólo nunca tuve relación con el y cuando éramos pequeños las pocas veces que nos encontrábamos él era muy peleador-

Decidí creerle y lo abracé por la cintura.

- Conmigo es muy educado, nunca me faltó el respeto así que tranquilo. Si él hace algo que no me gusta o incomoda, te lo diré- aseguré.

Murmuró un "te quiero" mientras apoyaba su mejilla en mi cabeza.

Se que puedo confiar en él, siempre

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