capítulo 12

— ¡Vaya sorpresa!. Ronnette Sorní, resultó ser la hija de mi tío.

— ¿Y?

— Se parecen un poco. ¿Quién es su madre?

— Su madre ya no existe — Tomás soltó una risa.

— No creo que eso sea motivo de gracia — frunció el ceño.

— Solo diré que… Se parece mucho a su madre.

———————————

Ronnette salió del set con una expresión de profunda desilusión.

— ¿Qué pasa, Ronn? ¿El productor resultó un patán? No me habías comentado nada al respecto.

— No le di importancia — suspiró.

— Y al menos, ¿estuvo buena la comida? — Ronnette sonrió.

Elisandro detuvo el auto con violencia.

— ¡Oye! — Baltazar le miró — Yo no tengo la culpa de que tú chica salga con ese productor.

— Olvídate de eso, por favor.

— A mí no me engañas. Te afectó la noticia, ¿no es cierto?

— Me da igual con quién haga su vida — dijo con tono molesto — Ella y yo… Somos dos personas muy diferentes.

Ronnette en compañía de Rossmary fueron a una cafetería.

— No quiero sonar muy chismosa, pero ¿hay algo entre tú y el inspector?

— ¿Por qué lo dices?

— Por qué se ve muy confianzudo contigo.

— Rossmary, ¿no lo recuerdas?

— A él, no — tomó un sorbo de café.

— Es Elisandro. El chico que vivía conmigo y a quien tú le pediste permiso para volverme una modelo de tu agencia.

La mujer casi se ahoga con el café.

— No puede ser, yo lo recuerdo diferente.

— Porque ya pasaron los años, Ross. Él ya no es el muchachito que viste.

— Estoy… Sorprendida.

— Pero solo te pido que no hables de eso con nadie. Por favor.

— Cómo digas.

————————————

Elisandro se dejó caer a la cama y se colocó una mano en el rostro, su dolor era inevitable.

— Maldita sea… ¿Por qué?

El timbre de la casa sonó. Elisandro salió de inmediato.

— ¿Ronnette?. No deberías estar aquí.

— ¿Puedo pasar? — el joven la tomó de la mano.

— Si alguien nos ve.

— Nadie lo vio — la joven se acercó lenta pero decidida a sentir sus labios.

Elisandro no pudo evitarlo.

El primer beso lleno de amor y ternura estaba sucediendo.

— Ronnette — acaricio su rostro.

— ¿Por qué tienes miedo?

— Las cosas ya eran complicadas.

— ¿Y cuando no lo fueron?

Siempre con lo mismo.

— Desearía que las cosas fueran como antes.

— Ahora estamos muy bien, Elisandro.

— Eso es lo que crees.

Ronnette se quitó la bufanda y la arrojó al suelo.

— Ya entiendo que pasa.

Es esa mujer, ¿verdad?

— Otra vez con eso.

— Tú quieres estar con ella.

— No se trata de ella — le tomó de las brazos — Entiende que no solo mi vida está en juego ahora.

— Yo estoy muy bien. Ya sácate esas ideas de la mente, nadie va a dañar a nadie. Olvídate de mi padre en este momento, por favor — lo tomó de las manos.

— Olvídate de ella también.

Él la volvió a besar.

— Te quiero a ti, Ronnette.

— Entonces, demuéstralo — sonrió — Deja tu deber fuera de lo nuestro.

— Ojalá fuera tan fácil.

— Pues deja de hacerlo difícil.

Ronnette despojo al joven de su gabardina.

— Estuve esperando este momento.

Elisandro la abrazo para sentirla y así encontrar algo de paz interior.

— Te amo, Ronnette.

Sus manos se entrelazaron con timidez, al compás de las emociones compartidas.

Lentamente recorrieron el camino hacia el placer, explorando cada rincón de sus almas con sed de amor.

Con cada beso, vieron el mundo sincronizarse en una sinfonía de colores.

Esa primera vez, fue el preludio de amor eterno, donde sus corazones, quedaron entrelazados en un vínculo inquebrantable. Aquel mágico momento, después de un largo camino.

————————————

— ¿Qué te pareció mi estrellita?

— Es tan hermosa como el lucero de la noche.

— Lo es.

— Tomás me dijo que se parece a su madre. ¿Es cierto?

Dante aplastó y arrugó el puro que tenía en sus dedos.

— Te voy a pedir un favor, Sandler.

Se puso de pie.

— No quiero que mencionen más a la madre de Ronnette.

— Lo siento, tío. No volveré a tocar el tema.

— Te lo agradezco.

— Por cierto, ¿para que me mandó a llamar?

— Porque quería convivir con mi único sobrino, ¿qué más?

— ¿Ronnette también vivirá con usted?

— No por ahora.

— No creo que quiera dejar los escenarios. Yo no soy quien para juzgarlo, tío. Pero no creo que Ronnette, quiera seguir sus pasos.

— Yo nunca mencioné algo así.

— Es un decir. Ella está acostumbrada a otro tipo de vida y aquí no podrá llevarla.

— Nada es para siempre, Sandler. Ella querrá casarse con un buen partido y tendrá una familia. Los medios… Pronto pasarán a segundo plano.

— ¿Ya está comprometida?

— Aún no. Tal vez… Muy pronto.

Le miró a los ojos.

————————————

El reloj marcó medianoche.

El frío iba incrementando con el paso de los días.

Ronnette se aferraba al joven que le cobijaba en un abrazo.

— Se van a preocupar por ti cuando no te encuentren en tu departamento.

— No necesito dar confesiones de mi vida todo el tiempo.

La joven le dió un pequeño beso.

— Ronnette — junto sus manos con las suyas — Lo que te dije es muy cierto. Por eso no quiero exponerte.

— Cálmate, todo saldrá bien. Ya verás — sonrió.

— Entonces, ¿seguirás viendo a ese hombre?

— Tal vez. Pero no será para siempre — acaricio su rostro — Quiero hacer una vida lejos de él. Junto a ti.

— Tenía planes muy diferentes antes de que las cosas se dieran de este modo. Yo solo quería que estuvieras fuera de esto.

— Hay cosas que no podemos evitar.

— Lo sé — suspiró — Solo necesito tiempo. No quiero vivir con este peso toda la vida.

— ¿De qué se trata? — comenzó a acariciar su cabello.

— En lo que pasó. Sé que no te gusta tocar el tema, pero es necesario. Esa es la razón por la que hago esto.

La joven le miró fijamente.

— ¿Buscas venganza?

— Tu madre fue una figura muy importante para mí. Yo la quise como una.

— Ella también te quiso.

— Lo sé, por eso no puedo dejar que su muerte quede impune.

— No sabemos si los responsables siguen vivos.

— Si lo están — dijo con cierta molestia.

— ¿Tú sabes quién lo hizo?

El joven se sumergió en sus pensamientos. Ronnette esperaba con ansias una respuesta.

— No con seguridad. Pero… Necesito que esos criminales paguen por lo que hicieron, habían niños ahí. No les importó la vida de ninguno de esos inocentes.

— Entonces estás persiguiendo al hombre equivocado. Olvídate de los hombres de Aragón, gente como ellos siempre existirá. Lo mejor que podemos hacer, es alejarnos.

Elisandro no pudo mirarla a los ojos.

— Solo debes encontrar a los enemigos de mi padre, ellos son los responsables de esa masacre.

Más populares

Comments

Tita Susa

Tita Susa

los dos busca venganza

2023-10-04

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play