capítulo 3

Ronnette danzaba al ritmo de la música, jugando con los hilos de seda. Mostrando sus mejores movimientos mientras imaginaba que estaba rodeada de paparazzis.

— Otro bello espectáculo de la más hermosa y radiante bailarina de "Vehalla", así es señoras y señores… Solo en nuestro circo.

Ronnette se acercó al camerino del maestro de ceremonias.

— Ya le dije que no está.

— Pero si acaba de dar el show.

— Disculpen — la joven se detuvo y dió media vuelta.

— ¡Espera!

— ¡Le dije que se vaya!

Ronnette se dió la vuelta y miró a la mujer de buena fachada.

— ¿En que la puedo ayudar?

— No la escuches Ronnette, está farsante solo quiere endulzarte el oído…

— Estoy hablando con la señorita.

— Me permite — dijo la joven.

El hombre se retiró — Disculpe, puede continuar.

— Soy Rossmary Danés, representante de G & G — extendió su mano, la joven la tomó.

— Un gusto, soy Ronnette Sorní.

— ¿G & G?

— Gehanny y Gehelle. Una agencia de modelos. Estamos buscando talentos y creo que tú tienes todo para ser la próxima sensación.

— ¿Yo? — dijo sorprendida.

— Así es. Estuve observando tus shows, creo que eres extraordinaria.

— Bueno, yo siempre quise ser famosa — sonrió.

— Pues está es tu oportunidad Ronnette.

— ¡Tendré mi propia película!

— Bueno, yo te estoy ofreciendo un lugar en mi compañía de modelaje, quizá más adelante puedas explorar esa posibilidad, este sería el primer paso. Ahora dime, ¿dónde están tus padres?

— Bueno — la joven desvió la mirada — Soy huérfana. Pero tengo a alguien que responde por mí, es como un hermano mayor, bueno no…

— ¿Dónde está? Necesito hablar con él seriamente para explicarle.

— Él está trabajando.

— ¿A qué hora regresa?

— No lo sé, depende.

— ¿En dónde trabaja?

— En la estación de policía.

Por la noche. Elisandro llegó a casa y encontró a Ronnette en compañía de una desconocida.

— Buenas noches ¿Quién es usted?

— Igual para usted — la mujer se puso de pie y se acercó al joven — Su hermana me dijo.

— No soy su hermana.

— Bueno… — les miró — Su no…

— ¿Qué quiere? — interrumpió el joven.

— Vengo de G & G, una compañía de modelaje. Estoy en búsqueda de nuevos rostros para la revista — le enseñó su tarjeta de presentación. Elisandro la observó.

— ¿Y? — miró a Ronnette.

— Estoy interesada en Ronnette. Me gustaría que viajara conmigo para convertirme en la próxima cara de G & G. Estará en todos lados, no se arrepentirá.

— Permítame un momento — Elisandro y Ronnette se fueron a la cocina — ¿Estás segura de lo que vas a hacer, Ronnette?

— Sí. Es mi oportunidad Eli, lo que siempre soñé — sonrió.

— Yo soy el más feliz por ti en este momento, pero no me siento seguro de enviarte sola con una desconocida. No sabemos si está diciendo la verdad o no.

— Puedes acompañarme.

— Yo tengo trabajo aquí, y más ahora — el joven se dió la vuelta.

— ¿Por qué lo dices?

Elisandro se quedó pensativo.

— Es mejor que vayas con ella.

Ronnette se quedó confundida ante sus palabras.

— ¿Qué pensaron?

— Ella irá con usted.

— No se preocupe, todo estará bien. Puede acompañarnos si lo desea.

— Yo no puedo, pero confío en usted y de que se trata de una compañía seria. Supongo que ya sabe a qué le dedicó y no querrá problemas.

— No señor. Le doy mi palabra.

— Gracias — la joven le tomó del brazo.

Por la mañana, Elisandro acompañó a Ronnette al aeropuerto.

— Espero que puedas visitarme pronto. Te enviaré la dirección, te lo prometo.

— Gracias. Y voy a visitarte, lo prometo — Ronnette le abrazo — Cuídate mucho, por favor. Si algo sucede, no dudes en decirme — beso su frente.

— Lo haré — sonrió — Cuídate tú también. Volveremos a vernos y… — la joven le dió un beso en la comisura de sus labios. Elisandro reaccionó con sorpresa, Ronnette le acarició la mano y se marchó.

Elisandro se quedó hasta que el vuelo de la joven despegó.

— Adiós Ronnette. Espero que llegues muy lejos, de todo corazón.

———————————

Los pequeños abrazaron a su abuelo.

— ¡Feliz navidad abuelo!

— Feliz navidad también para ustedes — sonrió.

Los pequeños tomaron sus regalos y le entregaron a su abuelo el suyo.

— ¡Ábrelo!

El señor Vidal tomó desenvolvió el primer regalo.

— Ese es el mío — dijo la pequeña.

El hombre lo abrió y observó un portaretrato con una foto de la familia reunida.

— Es hermoso — miró a la pequeña — Gracias princesa — le dió un beso en la frente.

Tomó el segundo obsequio.

— Ahora el mío.

Lo abrió y observó la forma de un auto de policía hecho de macarrones y con algo de pintura.

— Gracias, hijo — el abuelo lo abrazó — Gracias por los obsequios — sonrió.

— De nada abuelo. Ahora vamos a abrir los nuestros.

————————————

La puerta del coche se abrió.

— Mi señor, enviamos refuerzos hace una hora, pero el sujeto al parecer no se entregará.

— Entonces debemos entrar.

— Se escucharon disparos, amenazó con matar a las personas dentro del edificio.

— ¿Un terrorista? — le miró un hombre de ojos verdes.

— No lo creo Baltazar.

Los oficiales sacaron sus armas y entraron con cautela.

— ¡Sabemos que sigues ahí, será mejor que entregues!

— ¡No lo harán! — se escuchó un disparo a sus espaldas. Baltazar soltó un quejido, una bala le había rozado el hombro.

— Malnacido — Elisandro le disparó en la pierna.

Los oficiales llevaron al sujeto a la estación.

— Cinco heridos y una baja.

La esposa del administrador está aquí.

— Yo hablaré con ella.

Elisandro se aproximó a dónde se encontraba una mujer de cabello cobrizo.

— Buenas tardes. Soy el Oficial Elisandro…

— Ya sé quién es usted — dijo un tanto disgustada.

— Lo siento mucho señora Sandemetrio.

— Olvídese de las condolencias. Quiero saber quién es el responsable.

— Estamos haciendo las investigaciones correspondientes.

— Mi marido era un hombre honorable.

— Señora no se adelante. Eso dicen todos al principio y después salen sus trapitos al sol.

— ¿Qué está diciendo?

— No le haga caso. Yo me voy a comunicar con usted personalmente.

— Yo necesito que aclaren esto de una vez.

— Yo también necesito aclarar esta situación, pero no es tan fácil.

— Pues haga lo que tenga que hacer.

— Lo haré — dijo en tono firme.

La mujer se dió la vuelta.

— ¿Ya tienen alguna novedad?

— No. Pero creemos que Sandemetrio se vio enredado entre un de este par de empresarios. Seguro mandaron a alguien a hacer el trabajo sucio.

— Entonces a trabajar.

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Comments

Tita Susa

Tita Susa

o ya voy agarrando muy bien

2023-09-27

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