16. Incluso si no lo dije [Lance]

Volví al departamento y Aidet ya estaba allí.

—¿Realmente vas a ir? —inquirió Aidet.

—Si.

—Pero tienes una expresión sombría con una aura aterradora, para nada parece que quieras divertirte. —comentó ella.

—Iré.

—Oye Lance es una fiesta y por lo que tengo recabado tú te mantienes aislado en tu propio mundo.

—Lo sé. Esta es una oportunidad que no puedo dejar pasar.

No era necesario ir a una fiesta donde todos beberían en exceso pero ella estaría allí.

—Déjame adivinar…

Aidet se levantó del sofá para verme muy de cerca.

—¿Es ella, verdad?

Con mi silencio ya tenía la respuesta.

—Tú vendrás conmigo.

—¿En serio? ¿y cómo me prefieres, está yo o la otra?

Aidet era como yo pero con el sentido del humor estropeada.

Ella tenía la extraordinaria habilidad de cambiar de persona.

—La misma que se atrevió a besarme.

—¡Ja Ja Ja! Ya me disculpé por eso, aparté no eres mi tipo.

—Ni tú el mío. —espeté.

Esa misma noche antes de ir a la fiesta, recibimos un mensaje anónimo avisando que cada vez más se acercaba la verdad sobre nosotros.

También llegó otro momento inesperado.

El Doctor Sorní logró comunicarse con nosotros.

La pantalla del monitor se encendió.

Su aspecto era lúgubre.

Aidet no dudó en preguntarle dónde se había metido.

—No puedo demorar pero esto es muy importante. Los archivos del laboratorio fueron saqueados; afortunadamente logré deshacerme de algunos archivos incluyendo lo de ustedes.

Fue un alivio para Aidet escucharlo pero aún así no se sentía muy segura con la información.

El doctor habló muy poco ocultando su ubicación.

—Lance es cuestión de tiempo para que mis creaciones sean descubiertas pero mientras tanto disfruta de la vida y evita poner en peligro a las personas de tu alrededor.

—¿Por qué lo dice? Me he mantenido apático con los demás.

—No me puedes engañar a través de una pantalla. Te diría que sigas tu corazón sin embargo la situación podría cambiar para mal.

No entendía la última parte que mencionó él.

—Traten de ser discreto y no se metan en líos innecesarios.

Antes que la comunicación se cortará, él comentó sobre el Protocolo Cero y que solo quedaba a mi disposición lo que yo deseara hacer.

El único significado que encontraba de dicho Protocolo era actuar deliberadamente, exponiendo lo que era en realidad.

Estábamos siendo perseguidos en silencio por el gobierno y no debíamos actuar sin pensar.

El Protocolo Cero quedaría descartado.

—Esto es una locura. ¿Qué vamos hacer si Sorní nos abandonó a la deriva?

Aidet estaba muy preocupada.

Después de todo ella no tenía familia y solo se quedaba a mi lado por la instrucción del mismo doctor.

—Lance, sé que estás intentando recuperarte a ti mismo pero hay que pensar con la cabeza fría. Si nos atrapan estamos acabado, lo que te propongo es huir.

—¿Huir?

¿Por qué tendríamos que huir?

Entendía lo que ella trataba de hacer, si nos atrapaban seríamos otro experimento más por el gobierno.

Aidet temía por su seguridad.

—Esta confirmado que nos siguen pero sin pruebas sólidas, no nos pueden atrapar. —le comenté.

Lo único que podíamos hacer era actuar normal y sin meternos en líos.

—Ah…vamos a divertirnos como los demás entonces podremos pasar desapercibidos.

Tarde o temprano seríamos descubiertos.

El furor que se respiraba era vívido y problemático.

Las miradas furtivas de los presentes no dejaban de clavarse sobre nosotros.

—Wow. Parecemos una linda pareja, ¿no crees?

Negué con la cabeza.

(Que tontería.)

—¡Hay que divertirnos al máximo! —ella pronunció con mucho entusiasmo.

Aidet se divertía mientras yo, buscaba con la mirada a Dasha.

No lograba encontrarla entre la multitud hasta que por fin la ví…

El vestido que llevaba puesto le quedaba muy ceñido al cuerpo haciéndole parecer alguien más madura.

Un pensamiento oscuro cruzó por mi cabeza.

(Ese vestido no va con ella.)

Ese pensamiento fue porque todos los chicos la veían de pies a cabeza.

No me gustó la idea que la observaran con tanto detenimiento.

Creí que se encontraba sola pero no.

Jonas Mackenzie estaba al lado de ella; nuestras miradas se cruzaron pero al siguiente segundo se la llevó del brazo.

La mirada se me oscureció.

Otra vez estaba sintiendo una sensación indescriptible.

—Uy, que frialdad Lance. —susurró Aidet.

—Fue un error venir aquí.

—¿Eh? ¿Cómo? ¿Quién te hizo enojar si no te has movido para nada?

¿Me veía enojado?

Entonces aquello que sentí lo llamé molestia, ira, furia…

—Oye Lance, ven por aquí vamos a tomar unos tragos.

—No bebo alcohol.

—Ejem. Si pero uno no hace daño.

Seguirle el juego no era confiable pero para controlar el torbellino que sentía por dentro, bebí un par de tragos para tranquilizarme.

—Ya vengo, voy al sanitario. —avisó ella con la cara colorada.

—Una vez vengas, nos vamos.

Dasha y aquel tipo no se veían por ninguna parte.

Los dedos de mi mano no dejaban de tiritear.

(¿En verdad son novios? ¿Por qué no puedo ignorarlo?)

Inconscientemente los gestos de mi rostro cambiaron.

—L-Lance.

Aidet llegó agitada y con el rostro pálido.

—Creo que hay que irnos ya.

Ella me agarró del antebrazo y estaba temblando.

—Hay viene ella…

De inmediato fijé la mirada al frente y se trataba de Dasha.

Ella me vió pero pasó de largo, ignorándonos por completo.

—¿Es ella, tú estás interesado en esa chica?

El tono de voz de Aidet cambió y de nuevo tenía el rostro pálido.

—¿Qué te sucede? —le pregunté.

—Es que… te lo explicaré después pero no dejes que se vaya sola, ve tras ella.

Aidet me empujó para que fuera tras Dasha, no comprendía la situación pero especulé que era algo importante.

Salí del lugar pero ella no se encontraba por ninguna parte.

Entonces, me guíe por el aroma de su perfume buscando por el camino por donde se había ido.

Me llegó un mensaje de Aidet:

[Me voy a la casa, había un tipo en el baño y por casualidad escuché que murmuraban sobre Dasha, creo que todo tiene relación contigo y ella. Es seguro que la estén siguiendo.]

Y entonces entendí todo muy bien.

Era evidente por la conexión que ella tenía conmigo pero cómo, por qué la tenían en la mira.

¿Cuál era el motivo oculto?

Dasha no era ninguna persona importante para mí… pero sin darme cuenta aceleré mis pasos para encontrarla cuánto antes y asegurarme que estuviera bien.

Por segunda vez, tuve la intención de encontrarla para que no estuviera en peligro

No permitiría que le hicieran daño.

(No a ella.)

En cuestión de segundos logré encontrarla; la aviste enterando por un callejón oscuro.

(Algo no va bien.)

Ella parecía apresurada al caminar…

Con pasos veloces llegué allí.

Dasha estaba estática con el cuerpo erguido.

Por mi falta de empatía y sensibilidad me acerqué como un extraño sin pensar como reaccionaría.

Estaba muy asustada que sus puños apenas podía sentirlos contra mi pecho.

Le pedí que se calmará y le expliqué el porqué estaba allí.

Ella lloró incontrolablemente y con la voz entrecortada dijo que vió que la seguían.

Comprendí su angustia y temor.

No lo pensé dos veces y la abracé.

Probablemente no era el mejor consolando a una persona pero escucharla llorar hacia estremecer mi corazón.

(¿Quién la estaría siguiendo?)

Ya era inútil discernir lo que sentí por ella…

No estaba muy seguro si mis emociones habían vuelto del todo pero mientras Dasha me ayudará en eso, yo la protegería sin importar qué.

Incluso si traté ser amable y sincero para llevarla a su casa, ella se negó.

Fue entonces que sentí un sabor amargo.

¿Qué es esto ahora?

Era un revuelo de emociones que no pude evitar por preguntar si se trataba de Jonas.

(¿Por qué? Acaba de asustarse porque la seguían y ahora dice que todo esta bien.)

Dejé de abrazarla y bajé la mirada, ocultando la expresión que tenía en ese momento.

—Lance, ¿eres bipolar o qué?

(Creo que si lo soy.)

Me hubiera gustado responderle y dar por terminado aquella conversación que nos llevó a un amargo conflicto.

Cómo era de esperarse ella dejó salir lo que pensaba al mismo tiempo que cuestionaba mi actitud hacia ella.

¿Cómo decirle que no era un humano normal?

¿Cómo explicarle que hace poco me sentía vacío y era incomprensible?

Era natural que Dasha desconfiara y pensará que tenía un secreto oscuro pero aún así su voz afable me incitaba a confiar en ella.

Pero no podía revelar mi verdadera identidad y mucho menos ponerla en peligro.

(Es momento de dar un cierre antes que la envuelva en mis asuntos.)

Dasha la describo como una luz brillante y cegadora y no deseaba que esa luz se fuera apagando por mi culpa.

¿Si decido contarle, ella entenderá?

¿Tendrá miedo y pensará que soy un loco?

Era mejor que pensará lo peor de mí y definitivamente alejarme de ella.

Pero no imaginé que ella sería quien dijera aquellas palabras:

—No vuelvas acercarte a mí, sin importar cuál sea la circunstancia…

Su cuerpo no dejaba de temblar mientras hablaba.

“Lo siento”, incluso si no le dije en aquel momento.

Mi mente se quedó en blanco por unos segundos y me fui de allí sin responder absolutamente nada, ya que no tenía que decir.

(Ah… si, está bien. Ella no estará en peligro por mi culpa. Si todo va bien ahora.)

Debo admitir que no estaba pensando bien.

Llegué al departamento azotando la puerta.

—¿Qué fue eso? —exclamó Aidet.

—¡Ja Ja Ja!

—¿Qué pasó? ¿Por qué te ríes como un psicópata?

—¡Joder!

Después de mucho tiempo maldije en voz alta.

Aidet estaba estupefacta por mi irracional actitud.

—¡¿De qué sirve recuperar mis emociones?! Al final sigo sintiéndome vacío.

Si, mis emociones habían vuelto pero no como esperaba.

Era horrido sentir unas inmensas ganas de descargar mi ira en alguien.

Golpeé la pared hasta sangrarme las manos.

—¡L-Lance! ¡Ya basta! ¿Qué pasó para que actúes así?

—Ja. ¿No es evidente?

La mire fríamente a la cara.

—Estoy siendo yo mismo. —espeté.

—Tu expresión da miedo.

(¿Miedo? ¿Qué es lo que sentía Dasha al verme?)

No dormí nada esa misma noche y me quedé en agua fría para tranquilizar mi cuerpo.

Dasha había sido el punto culminante y determinante para sacar a la luz mis emociones de los cuales no eran nada buenos.

(¿Y ahora que sigue?), me pregunté.

¿Volver con mis padres?

No, no tenía la intención de volver con esa familia.

Ahora lo que deseaba era observar a Dasha y determinar que seguiría hasta que Sorní volviera a comunicarse conmigo y darle la noticia que tanto anhelaba: mis emociones volvieron.

...El Protocolo Cero se puso en marcha añadiendo un punto más: romper las barreras de cualquier regla que se me impuso como acciones prohibidas....

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Marta Bedetti

Marta Bedetti

hay este grupo no humano...

2023-10-15

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