Estaba algo dormitada y era sábado por la mañana, no tenía nada que hacer más que estar de perezosa en la cama.
Si que me tomó por sorpresa su mensaje ya que le había pedido que no se atreviera hablarme pero supuse que era algo importante como para que me contactará.
Primeramente creí que tenía que ver con la universidad así que le respondí con cierta incertidumbre.
[¿Hola? ¿Sobre qué quieres hablar?]
Para nada esperaba que respondiera así de rápido por lo que me acobije para dormir otro rato más.
Ya estaba con el manojo de nervios encima.
Tan pronto como vibró mi celular, mi corazón se volvió loco y sin darme cuenta ya tenía el celular en la mano.
No voy a negar que por dentro estaba ansiosa y feliz.
(Veamos que respondió.)
Abrí el mensaje que decía: [¿Tienes tiempo está tarde? Quiero verte para hablar personalmente.🥺]
Puse los ojos en blanco y más por el emoji que había enviado.
¡¿Qué rayos se significaba eso?!
—¿C-Cómo es que quiere verme? —exclamé anonadada.
Lo dude por unos minutos pensando que tal vez no era él y me estaban jugando una broma.
Entonces tomé la decisión de hacerle una llamada.
Claro que lo medité muy bien porque mis manos estaban muy temblorosas y sudadas.
(Esta sonando…)
—¿Hola? —escuché su grave voz.
—Dasha. —dijo al siguiente segundo.
—Em. Si. —respondí tímidamente.
—Sobre el mensaje, ¿en serio quieres verme?
Estaba llena de incertidumbre.
Podía escuchar claramente su respiración a través de la llamada.
Caminaba de un lado a otro para controlar mis emociones.
(¿Y que pasa si solo es una broma? ¿O quizás no es nada importante?)
—Si Dasha, ¿qué te parece si nos vemos en la cafetería que esta cerca de la universidad?
*Bum Bum Bum*
Los latidos de mi corazón eran tan frenéticos que dibujé una sonrisa de felicidad y satisfacción…
Él escuchó como se me escapó una risa de alegría.
—¿Pasa algo? —inquirió sonando preocupado.
—No es nada. Por mi está bien, nos vemos allí a las 4 en punto.
Él aceptó sin decir nada más y colgamos la llamada al mismo tiempo.
Ni siquiera le pregunté el motivo de su petición pero yo lo sentía como una cita.
(Una cita como novios.)
Honestamente ya estaba delirando.
Claro que no olvidó el hecho sobre lo que aconteció hace unos días pero no podía guardar más resentimiento contra él.
Lance era el chico de mis sueños, la persona la cual yo estaba muy enamorada y creería en él aunque el mundo se pusiera en contra.
(Cómo dicen el amor es ciego y puedes ser cursi sin darte cuenta.)
Pero también el amor conlleva hacer locuras y distorsionar ese amor en una obsesión.
…
Antes que nada me prometí en no hacerme falsas ilusiones y esperanzas, con respeto a Lance.
Ya estaba lista para irme; opté por usar un vestido floreado que me llegaba a las rodillas y algo descubierto de mis hombros; ese día el clima se sentía fresco, no pensaba destacar pero me admiré yo misma por lo bien que me veía.
Debo decir que mi autoestima era muy grande.
Y como siempre mis padres me habían avisado que estarían en otro lugar por cuestiones de trabajo.
Llegué a la cafetería; preferí entrar y esperar por si él aún no llegaba ya que llegué diez minutos antes.
Sin embargo, él ya se encontraba adentro.
Lance no se percataba de mi presencia.
(Que puntual es.)
Cómo dije aun faltaban diez minutos para las cuatro de la tarde.
Estuve como tonta observándolo, admirando lo guapo que se encontraba él y llevando un cárdigan que le dio un toque elegante y serio.
Él llamaba mucho la atención sin dejar de lado que llevaba gafas.
¡Unas gafas geniales!
(Podría jurar que se parecía al profesor perfecto de mis sueños.)
No es que tenga un gusto por lo profesores pero Lance le quedaba muy a la medida.
¡Realmente era como una cita!
Suspiré para tranquilizarme.
Caminé casualmente hacia él mostrando una expresión de seriedad.
(No voy a permitir que mi amor por él sea fácilmente perceptible.)
Lance miró al frente captando mi presencia
—Hola. —lo saludé lo más normal que pude.
—Hola Dasha. —él saludó por igual.
Fue muy caballeroso y amable que hiciera un lado la silla para que me sentará.
Si que fue extraño.
(¿Y este comportamiento? Ni cuando venimos aquí por el proyecto él fue caballeroso conmigo.)
Me pregunté que bicho le había picado por su actuar.
Pero me había encantado.
Todo tenía pinta de ser una cita perfecta aunque no fuera así.
Nos mirábamos en silencio con cierta incomodidad.
—Creí que no vendrías. —mencionó para romper la atmósfera pesada.
—¿Por qué?
—Dejaste en claro que no me acercará a ti y menos que te digiera la palabra. —respondió cabizbajo.
Me dio la impresión de un cachorrito con los ojos llorosos y triste.
—En ese momento estaba molesta y…dije palabras de más pero bueno, tú te encargaste de seguir todo al pie de la letra hasta ahora.
—Mm. Fue mi culpa.
(¿De qué se está culpando? Si volvemos al inicio de esa noche, él solo fue amable pero yo también me comporté mal…o quizás no.)
—Lance ya que estamos aquí, hay que comer algo. Es que tengo mucha hambre —le dije con una sonrisa nerviosa.
Evité hablar del tema y mejor concentramos en el presente.
—Ya después dices bien de lo que deseas hablar conmigo.
Lance no se negó; ordenamos unos aperitivitos y durante ese transcurso conversamos muy poco ya que aún se sentía cierta incomodidad.
Una vez al terminar de comer, le pedí a Lance que saliéramos a dar una vuelta y así hablar con más calma.
Tampoco se negó y era muy obediente y lindo en aceptar.
Faltaba poco para que la noche cayera y el clima ameritaba un café caliente en casa pero no iba a proponerle tan cosa a Lance.
Al poco tiempo de caminar sentí frío y mis vellos se erizaron.
Creo que él se percató de ello y me brindó su cárdigan.
—Te lo agradezco Lance pero así estoy bien. —le hice saber.
—Tus hombros están descubiertos. —comentó él con cierta preocupación en su cara.
Tímidamente lo acepte y me lo puse.
(Es muy grande para mí pero está calientito y el aroma de él me envuelve.)
No voy a negar que me encantó.
Continuamos caminando hasta llegar a la orilla de un hermoso lago… nos sentamos en la primera banca vacía que vimos ya que los demás estaban ocupados y eran por parejas.
Sentí un poco de envidia al mirarlos.
(¿Cómo sería ser la novia de Lance…? Apenas y demuestra sus emociones y conozco muy poco de él pero no dudaría de él por nada del mundo.)
Sin duda que mi amor por él estaba por los aires.
Aún sigo perdida en él.
Nos quedamos admirando del atardecer sin decir una palabra…
La brisa del aire era relajante.
Después de unos minutos finalmente tuve que preguntarle la razón de la reunión.
De soslayo pude ver su expresión pacífica al mismo tiempo que soltaba un suspiro.
—Dis…Disculparme por lo indiferente que he sido contigo, por verte como una persona insoportable, también por pensar que tu vanidad sube tu ego.
Atentamente escuché su declaración que me tomó desprevenida y al mismo tiempo me pareció molesto pero él habló con una sinceridad que tocó mi corazón.
Sonreí por dentro.
(¡Qué tonto! ¿Cómo puede ser tan directo y sin equivocarse?)
No sé si era lindo con sus palabras pero estaba muy agradecida que se disculpará.
—Uff… no sé que decir exactamente pero gracias por tu sinceridad, sin duda alguna me has reconfortado, creí que te cai mal… —le dije con una extensa sonrisa.
Él sonrió... nervioso.
Era la primera sonrisa genuina que veía en su rostro, lo que enloqueció mi pobre corazón.
(Si supiera lo hermoso que se ve sonriendo.)
Una vez más había sido flechada por él y mi amor secreto por él se incrementó de golpe.
A pesar de lo que había dicho Lance aún no dimos ese paso de ser amigos ya que él no lo planteó y ni yo.
Tuve el pequeño temor que él volviera a dejar en claro que no quería ser mi amigo así que era mejor esperar.
Solo pensé que dejaría pasar un día o dos para poder ser amigos.
El único obstáculo era Jonas.
Si me hacía amiga de Lance, lo más probable que Jonas lo utilizará como excusa para explotarme, sin embargo estaba dispuesta a desafiarlo.
No iba a perder la oportunidad de ser más cercana a Lance.
Esa tarde nos despedimos y me propuse que el lunes, si ese día, yo le pediría una amistad genuina dejando entre ver mis verdaderos sentimientos hacia él.
...***
...
Inicio una nueva semana, más emocionada no me podía sentir.
Ese día iniciaría mi amistad con Lance.
Antes que nada debía tratar con Jonas.
(¿Por qué no llega?)
Lo esperaba por el pasillo, tenía que hablar con él y dejarle muy en claro que no metería a Lance en nuestra asunto.
Pasaron cinco minutos y llegó Jonas.
Lo llamé.
—Jonas tenemos que hablar.
Él con su mochila casi arrastrando, se acercó a mí.
—¿Mm? Debe ser importante como para que me esperes.
—Bueno lo que pasa es que…
Él me interrumpe.
—Si es por lo paso en mi casa, descuida.
Quedé atónita ante sus palabras.
(¡¿Acaso la mucama le contó?!)
Que indignada me sentia.
—Er. Si pero…
Volvió a interrumpirme.
—Tranquila, no fue mucha sangre. Espero que hayas descansado este fin de semana. —susurró al oído.
—¡Oh Lance!
De inmediato, volteé hacia atrás.
Lance se encontraba a escasos centímetros de nosotros, lo suficiente como para escuchar lo que había dicho Jonas.
—Nos vemos en clase Scarlett. —mencionó Jonas burlonamente mientras se alejaba.
Él había dicho eso adrede.
Bueno, no entré en pánico porque sabía que era un malentendido, si uno que Lance entendería.
—Em. Hola… —lo saludé con el alma en un hilo.
Pero él se encontraba rígido y con una expresión indescriptible.
Tragué saliva.
(¿Por qué no dice nada…?)
Tuve miedo de que su reacción fuera la que no deseaba ver, sin embargo él me saludó cambiando radicalmente su expresión.
—Hola Dasha.
En ese momento su sonrisa algo rara quedó grabado en mi memoria sin dejarme concentrar durante todo el día.
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Comments
Marta Bedetti
no tan largo autora...porfa..
2023-10-15
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Martha Divas Delgado
k tramara lance y Jonas k es ese misterio k rodea a los tres hayyyy autora por favor no tardes
2023-09-20
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