3. Un asalto fallido y un abrazo de consuelo

En mi mente quedó grabado un trauma que lentamente me fue consumiendo; tenía miedo de salir sola y mucho más por las noches, pensaba demasiado para caminar por callejones oscuros.

Visité un psicólogo para liberarme de ese temor pero fue un caso perdido.

Los forcejeos eran impetuosos.

—¡Basta! ¡Ya suéltenme! —pedía a gritos.

Pero quién me escucharía entre lo más recóndito de ese lugar.

Uno de ellos agarró mi mano con más fuerza e intentó quitarme el anillo.

—Joder, deja de moverte. —espetó.

—Ni loca voy a dejar que me lo quiten.

—Entonces debe ser muy valioso para ti.

Claro que era un anillo valioso para mí, y no lo digo por su valor monetario sino porque era un regalo que había recibido de mis padrinos cuando cumplí 18 años.

(Sé que no tengo la suficiente fuerza para luchar pero por nada del mundo voy a permitir que me quiten el anillo.)

Sin duda estaba convencida que podría contra esos malhechores.

—Tú misma te lo buscaste. —escuché advirtiendo de lo que haría.

Ese delincuente se había atrevido a darme un puñetazo en la cara, noqueandome inmediatamente.

—Ja Ja Ja. Así me gustas. Tranquilita.

Odie escucharlos.

Ya no tenía fuerzas para seguir forcejeando.

Pero hubo un pequeño problema.

El anillo no salía de mi dedo índice.

—¡Carajos!

—¡No sale!

(Rayos, están lastimándome.)

—Tsk. Rómpele el dedo. —espetó uno de ellos con crueldad.

Mis ojos se abrieron como platos al escucharlo.

¿Qué?

¿Ellos en serio van a llegar muy lejos?

No podía ver la expresión que tenía cada uno por la oscuridad que había entre los arbustos pero pude percibir que uno de ellos lo dudó.

—¿Hablas en serio? Alex no pod—

—Cierra la boca. Haz lo que te ordeno.

Ni si quiera era capaz de abrir mi boca por el puñetazo que había recibido.

Pero si uno dudaba era mi momento para detener que hicieran una locura.

Al siguiente segundo, pusieron mi cuerpo boca abajo y con las manos sobre la cintura, ejerciendo una fuerza descomunal.

—N-No…paren por favor. —hice un esfuerzo para hablar.

Me habían rompido la boca.

(¿Qué puedo hacer? ¿En verdad van a romperme un dedo? Tengo mucho miedo.)

Empecé a llorar de manera descontrolada.

—Esta llorando.

—Ya la escuché; tápale la boca antes que alguien pasé por aquí.

¿Debería resignarme?

No podía detener mi llanto y ellos estaban exasperados.

(Lance…estará pensando que soy una persona patética e insoportable.)

Incluso en un momento como ese en mi cabeza rondaba Lance.

—¡Dasha!

(¿Mm? Puedo escuchar que alguien está gritando mi nombre.)

—¡Dasha!

(Suena como la voz de Lance.)

—Alex, escuchó que alguien se acerca.

—Carajos.

(¡Es Lance!)

Me calme internamente y agarré la fuerza suficiente para gritarle.

—A-Aquí estoy Lance.

(Vamos, una vez más.)

—¡¡Lance!! —grité a todo pulmón.

—Maldición.

—Déjala allí y vámonos.

—¡No!

(En verdad que lo están poniendo difícil.)

Se podían escuchar los pasos apresurados de Lance.

(¡Estoy a salvo!), grité aliviada pero el problema no desaparecía.

¿Qué sería de Lance?

¿Qué pasaría si esos dos se atrevían a golpearlo?

La incertidumbre volvió a crecer en mí.

—¿Dasha…?

El silencio me carcomió por dentro.

¿Por qué nadie decía nada?

Fue una situación abrumante ya que él que me sostenía con fuerzas me soltó abruptamente.

—¿Quiénes son ustedes?

La voz imponente de Lance me provocó escalofríos por todo el cuerpo.

(¿Esta enojado?)

—Ja. Aquí no pasa nada viejo.

—Estábamos ayudando a la pequeña a levantarse.

(¡Par de mentirosos!)

Con las piernas temblorosas logré ponerme de pie.

(Si le digo que intentaron robarme puede producirse una discusión y no deseo que Lance salga lastimado.)

“Lo estaba subestimando.”

—Dile, que solo te estábamos ayudando.

Sé que no estaba bien en eludir el problema pero solo quería regresar a casa.

—Em. Todo está bien…

Pero me había olvidado de un gran detalle.

El golpe que había recibido fue visible ante los ojos de Lance.

—A simple vista no te ves bien.

Su ojos fríos me volcaron en un segundo.

En un cerrar de ojos, Lance lanzó un puñetazo al chico, haciéndolo caer al suelo.

—Date por muerto. —gritó el otro pero Lance no lo dejo hablar y le propina un golpe a la cara tumbándolo en el acto.

Con los ojos desorbitados observé como esos malhechores quedaron inconscientes.

No sabía que hacer o decir.

Lance parecía otra persona.

Él tenía una fuerza bruta increíble.

Incluso bajo la luz tenue emanaba una aura escalofriante y asesina…

—¿Lance?

Él volteó a mirarme y camino hacia a mí.

—Volvamos.

—Si pero deberíamos llamar a la policía…

—Descuida, lo haré ahora.

Sacó su celular e hizo una llamada rápidamente.

Durante el trayecto a su departamento, ninguno de nosotros dos digo nada.

—¿Puedo usar el baño?

—Esta arriba al fondo a la derecha.

Subí las escaleras aún con las piernas temblorosas por lo que había ocurrido.

Llegué al baño y entré, soltando un gran suspiro.

(Qué locura.)

Antes de mirarme en el espejo me pregunté sobre la chica que lo estaba besando.

Creo que en ese momento estaba más preocupada por saber si era su novia olvidando que yo misma tenía un gran moretón con un nudo en la garganta que me hacía sentir fatal.

(Debo verme de lo peor.)

Al instante de observarme en el espejo, había un gran moretón al lado de mi boca.

—También mis ojos están hinchados y rojos por llorar.

¿Qué explicación voy a darles a mis padres?

Sonreí amargamente ante la respuesta de esa pregunta.

Los fines de semana mis padres salían a viajes por cuestiones de trabajo así que no los vería hasta la semana siguiente.

Me lavé la cara con mucho cuidado tratando de limpiar el polvo de mi rostro.

—Ah. Me rompieron el labio.

Después de unos minutos salí del baño y bajé a la sala.

Lance estaba sentado en el sofá con lo que parecía un botiquín sobre su regazo.

Pero la imagen de la chica besándolo me hacía retorcer de enojo.

—Tengo que volver a casa. —le dije sin verlo a la cara.

—Después de lo que pasó, ¿vas a irte?

Incluso me sonó gracioso.

—Ni modos que me quedé aquí a dormir ja ja ja.

Agarré mi mochila lista para irme con mucha honra.

—Dasha, ¿por qué saliste corriendo?

(¡Eso es lo que quería evitar a toda costa!)

Me quedé rígida pensando en una excusa.

—Pues lo que pasa…es que yo…

—Sueles mirarme a la cara y ahora evitas hacer contacto visual.

Me sorprendió el hecho que él hablará más de lo inusual solo para confrontarme.

—Bueno como viste tengo un gran moretón y en este momento mi cara se ve fatal así que por eso no puedo verte ahora.

(¿Por qué estoy sonando desesperada? ¡Quiero irme ya!)

—No es mala idea si deseas dormir aquí.

—¿Q-Qué?

Lo volteó a ver desconcertada.

La seriedad de su mirada lo decía todo, él hablaba en serio.

—¿En serio todo está bien? Puedo ver perfectamente tu expresión de temor.

(Él decía la verdad.)

Pasé saliva.

—¿Por qué dejarías dormir a alguien como yo? Tú mismo me dejaste en claro que no tenías la intención de hacer una amistad conmigo y, ¿ahora resulta que te estás compadeciendo de mí?

Era verdad.

Lance lo había dejado muy en claro y eso era lo que me había dolido en el corazón.

—No me estoy compadeciendo de ti.

—¿Entonces?

Suspiré.

—No hace falta que digas más. Voy a irme ahora.

—Ya está oscuro; voy a pedir un taxi por ti.

—Gracias.

(A lo mejor solo está jugando conmigo.)

—¿Por qué no te sientas? Antes de irte ponte este ungüento.

Él me entregó una pomada para golpes.

—Dasha.

—¿Si?

—¿Saliste huyendo por lo que viste?

Rápidamente desvíe la mirada.

—C-Claro que no. —le mentí.

Inesperadamente él se sienta a lado mío.

—Déjame aplicarlo.

Me quitó la pomada de mis manos y como todo un experto me curó.

Me volví a perder en esos ojos azules; calmándome de toda preocupación y temor.

—Puedes culparme.

—¿Por qué lo haría? —lo cuestioné.

En primer lugar fue mi culpa por huir de allí.

—Lance…gracias por aparecer en el momento indicado. Esos tipos querían robarme este anillo.

Le enseñé el anillo.

—¿Es importante para ti?

—Lo es, por eso mismo no permití que me lo robaran.

La expresión fría de Lance volvió a reflejarse.

—Entiendo.

(¿Qué estará pensando?)

—Voy a pedir el taxi, espera aquí.

—Si, está bien.

(Qué extraño. Pensé que continuaríamos hablando .)

Fue muy considerado conmigo al curarme y eso realmente me hizo feliz.

Después de un momento, él volvió con una mala noticia.

—El portero dijo que no hay servicios de taxis por el momento.

Hice una expresión desanimada.

—Si quieres, puedo acompañarte hasta la parada de taxi.

—Mm. Claro.

Y no entendí el porqué sentirme incómoda y temerosa. Entonces con la mochila en la espalda, Lance abrió la puerta y salimos.

Apenas podía caminar, no dejaba de mirar a mi alrededor y sentía como si alguien viniera atrás de mí.

Lance se detuvo de espaldas.

—¿El taxi te llevará hasta tu casa?

—No precisamente. Todavía tendría que caminar unos minutos.

—¿Por qué? —inquirí nerviosa.

—Todavía sigue en pie para quedarte dormir aquí; y no te preocupes que hay habitaciones vacías.

Mi corazón se aceleró rápidamente.

(Supongo que no hay razón para negarme.)

Después de todo, en mi casa nadie me esperaba.

—Bu-Bueno, voy a tomarte la palabra. —le respondí con nerviosismo.

¿A caso estaba preocupado por mí?

No sé lo pude preguntar por vergüenza.

Ambos regresamos al departamento.

—Gracias por dejarme pasar la noche; espero no causarte ninguna molestia.

—Descuida, siéntate como en casa.

Esa noche Lance se comportó como un caballero mostrando una faceta desconocida para mí; para la cena ordenó pizzas y comimos juntos viendo una película.

Fue difícil comer porque me dolía la boca pero trate de disimularlo para no revivirlo lo que me había pasado.

Después de eso, él me indico la habitación donde dormiría y el baño que ya estaba incluido. También fue considerado al darme una mudada de ropa y una toalla limpia para poder tomar una ducha.

Mi asombro total fue que la ropa era de él.

Literal la playera me llegaba hasta la rodillas y el pants se deslizaba fácilmente ya que me quedaba grande.

¿Era el inicio de mi primer amor?

Aún quería descubrir más de Lance y enamorarme de él sin saberlo.

Ya que Lance era la primera persona en qué yo me había interesado tanto.

(Dormir en una cama diferente, tomar una ducha en su departamento y vestir su playera, fue una conmocion. Su aroma estaba impregnado en mí.)

No obstante, no podía conciliar el sueño.

1:15 a.m.

Mantenía mis ojos abiertos y dando vueltas en la cama.

Me preguntaba si Lance ya se había dormido.

Todo de mí estaba adolorido por los forcejeos ocasionados por el fallido asalto.

Entonces, dejé salir en llanto todo lo mal que me sentía…

—Ah…mis ojos se volverán a hinchar. —me dije a mí misma tratando de controlar mis alaridos.

*Toc Toc*

El toque de la puerta me puso tensa.

—¿Dasha, sigues despierta?

(¡Es Lance!)

—S-Si, ¿qué pasó? —le pregunté con la voz entrecortada.

(Rayos, va a darse cuenta que estoy llorando.)

—¿Puedo pasar?

(¡¿Cómo así?! ¿qué es lo que quiere…?)

Sin ningún cuestionamiento de mi parte lo dejé entrar.

Lance llevaba un pijama color gris y holgado.

Tragué saliva al verlo de esa manera.

Se quedó a un lado de la cama.

—¿No puedes dormir? Tus ojos están llorosos.

Inmediatamente desvíe la mirada.

—Ja. Claro que no estoy llorando, este…no hay razón para estarlo.

Ni si quiera me convencía a mi misma.

—Dasha.

—Dime.

—Mira.

Mis ojos corrieron a él y…tenía los brazos abiertos con el cuerpo claramente rígido como un robot.

Puse una expresión de confusión.

—Un abrazo.

—¿Un abrazo?

No entendía lo que él trataba de decirme.

Digo su pelo revoloteado cubría su rostro como para saber que tipo de expresión tenía en ese momento.

—¿No quieres un abrazo?

Su pregunta me desconcertó.

(Lance me estaba ofreciendo un brazo a modo de consuelo.)

—Eres extraño. —fue lo que le respondí con una sonrisa tímida.

Quería saber si él también se sentía de esa forma o solo lo hacía por compasión…

Sin embargo, no dejaría pasar una oportunidad como esa.

Sin más preámbulos, me levanté de la cama y me lance contra él sin medir las consecuencias de mis actos.

(¡Qué alto! Justo como lo pensé tiene un cuerpo bastante formidable.)

Lo abrace sin pudor, olvidando que solo llevaba la playera de él (aclaró que si llevaba ropa interior.)

Lance no se movió por unos segundos hasta que sus brazos bajaron y descuidadamente cayeron sobre mí.

—En serio gracias Lance. No pensé ver está faceta de ti.

Él no respondió.

Pero otra vez esa chica desconocida rondo en mi cabeza si no se lo preguntaba entonces no sería capaz de dormir.

Sin dejarlo de abrazar me atreví a preguntarle quién era chica encima de el.

—La chica que estaba contigo, ¿Es tu novia?

—No. —respondió sin dudar.

No voy a negar que me sentí aliviada pero ¿por qué lo besó?

—Entonces, ¿por qué ella…te estaba besando? Si no quieres responder está bien solo estoy siendo curiosa.

—Si respondes mi pregunta, te voy a responder.

Anonadada estaba por su cuestionamiento, él quería saber porqué había huido así que tuve que echarle una pequeña mentira.

—Bueno…es que pensé que era tu novia y no quería interrumpir nada así que lo único que se me ocurrió fue salir corriendo…

(Ojalá no sienta los locos latidos de mi corazón)

—Ella se tiró encima mío. Es la amiga de mi hermano mayor y vino aquí para declararme su amor pero la rechacé y se puso paranoica, fue el preciso momento en que tú apareciste.

(No estaba entendiendo nada pero ella lo besó. ¡Esa chica!)

—Oh comprendo.

Lentamente me despejé de él para no incomodarlo.

—Er. Ya no te quitó tu tiempo.

Avergonzada me senté en el borde la cama y lo siguiente me tomo por sorpresa.

(Espero que mi cara no esté roja.)

Él también se sentó.

—Me quedaré aquí hasta que te duermas.

Ni si quiera lo estaba preguntando parecía una orden.

(Ni loca le pediré que se vaya.)

Me volví acostar muy avergonzada y con la cara ardiendo de vergüenza.

Lance se mantuvo sentado en silencio y con la mirada perdida.

(Al menos puedo apreciar su belleza.)

Más populares

Comments

Marta Bedetti

Marta Bedetti

historia rara pero...

2023-10-14

0

Martha Divas Delgado

Martha Divas Delgado

autora me encanta tu historia te sigo

2023-09-09

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play