Antes de la llegada de Dasha ordené el departamento; guardé aquellos instrumentos que utilizaba para reparar alguna adveración que tuviera mi cuerpo.
“Mi hogar” era una fachada y nada más.
Silencioso y solitario.
No se respiraba ningún ambiente familiar…
Estar solo se volvió un hábito para mí.
No recibía visitas de nadie así que Dasha sería la primera invitada.
También antes que ella llegará, recibí una llamada de unos de mis hermanos; Zander de 17 años, el menor de los tres y un chico optimista pero tímido.
—Hermano, ¿cómo has estado? Hemos estado preocupados por ti.
(¿Preocupados?)
—Estoy bien. —le respondí.
—¿Seguro? Mamá ha estado triste porque no sabe de ti estos últimos días. Desde que decidiste vivir por tu cuenta, nuestra familia se siente algo distante.
No comprendía porque Zander sonaba afligido.
La conexión con mis hermanos era extraño de definir.
Ademas, Kyler (21 años) era el más maduro, el que veía a futuro y desistía de cierta situaciones sociales a pesar de estudiar muy duro con el fin de ser reconocido por mis padres, sin embargo él era opacado por mi sombra porque él siempre mencionó que mis padres me ponían por encima de él.
Desde entonces él siempre se mantuvo distante especialmente de mí.
No lo culpó.
Después del accidente entendí como es sentirse ignorado y vacío…
—Si, todo va bien por aquí. Ahora estoy ocupado con la universidad. Llamaré otro día para comunicarme contigo.
No esperé por su respuesta y colgué de inmediato.
(Tengo un año de plazo para vivir; un año para recuperar algo que ya decidí dejar atrás.)
…
Dasha llegó al departamento, tenía levemente las mejillas sonrojadas como si hubiera caminado por mucho tiempo.
No tenía que perder el tiempo con ella.
Deseaba que se fuera lo más antes posible para evitar una conversación sin sentido.
Mientras ella trabajaba en su parte, decidí investigarla.
Su nombre, edad, quienes eran sus padres y de dónde provenía su familia.
Puede parecer exagerado pero Dasha me causaba cierta incomodidad y tenía que averiguar si no se trataba de un espía.
El doctor Sorní comentó que debíamos cuidarnos de los espías quienes se encargaban de investigar si existían los superhumanos (osea nosotros los robóticos).
Ellos perseguían cualquier indicio de acontecimiento sobrenatural e insólito.
Pero descubrí que Dasha solo era una chica normal como los demás, hija única y futura heredera.
(No hay nada destacable de ella. La pregunta es por qué me mira fijamente. Puede sentir muy bien su visión sobre mí.)
Tuve que preguntarle que miraba y ella sonrió nerviosamente.
¿Qué intentaba?
Se levantó para averiguar la parte del proyecto pero ya tenía todo listo.
(Esta cercanía…)
Ella era una chica parlanchina y curiosa.
Sus preguntas volvieron a escalar.
—No me gustan las personas que pierden el tiempo. —espeté.
Lo que más quise evitar fue una conversación sin sentido pero era inminente que sucedería.
Lo que empezó como una simple curiosidad se fue elevando y con ello provocando que esa chica se alterará sin razón alguna.
Ella era la causa de que su actitud fuera un fastidio.
Tenía esa expresión de lastima justo como los demás que se acercaban a mi con la excusa de hacerme compañía para no sentirme solo.
Ella estaba con la respiración agitada.
—Lance, estás equivocado.
Al escucharla pude notar cierta rigidez de su parte.
Inesperadamente se postró ante mí, inclinando su cuerpo y su rostro casi chocando con el mío.
Sus orbes marrones tenían una especie de brillo, indescriptible.
—Yo…no soy ese tipo de persona. En verdad quiero ser tu amiga sin malas intenciones.
(Este es el tipo de cercanía que debo evitar…)
Dasha estaba temblando de pies a cabeza pero su expresión demostraba valentía como si hubiera logrado derribar un gran obstáculo.
Sentía que ella se acercaba centímetro a centímetro.
Se hizo un silencio extraño y ninguno de nosotros decía nada al respecto.
Entonces sonó el timbre del departamento.
La tensión que se respiraba se desvaneció de inmediato.
Me levanté y salí de allí.
Mi corazón vibraba extrañamente y mis niveles de adrenalina se desbordaron.
(¿Qué me pasa?), me pregunté mientras me dirigía a la entrada.
No esperaba la visita de nadie en particular así que abrí la puerta.
—¿Quién eres tú?
La joven mujer que se encontraba frente a mí no la reconocía en absoluto.
—¡Lance! —exclamó mi nombre con euforia.
Entró sin que fuera invitada a pasar.
Esa chica escrupulosa invadió mi espacio.
—No imaginé que vivieras en un lugar tan grande. Es magnífico.
Ella inspeccionó el lugar como si le interesará.
—¿Quién eres tú? —volví a preguntarle.
Ella se sentó en el sofá.
—Es verdad, aún no me presentó pero déjame decirte que soy igual que tú.
—¿De qué hablas? —la cuestioné.
Le lancé una mirada inquisitiva.
—Pff. Tú sabes, fui creados en un laboratorio bajo la superfi—
Rápidamente cubrí su boca.
—¿Qué crees que haces? —mascullé.
Dasha se encontraba en la habitación y esa mujer habló deliberadamente.
¿Cuál era su propósito?
¿Cómo me había encontrado?
¿Y por qué había alguien como yo justo frente de mí?
—No sé quién seas pero sal ahora mismo de aquí.
La fuerza que poseía en sus brazos fue suficiente para descubrir lo poderosa que era.
—Tranquilo. Sé perfectamente que hay una linda chica aquí contigo. No soy tonta para gritar lo que somos.
Se reflejaba su sonrisa burlona.
En un parpadeo ella me agarró de los hombros y al siguiente segundo ya se encontraba encima mío.
—El Doctor Sorní me envió hasta aquí con el propósito de ayudarte.
—¿Ayudarme?
—Si. Tienes un año pero dijo que eres un buen chico y que hará lo posible para no autodestruirte. —mencionó ella.
—No necesito la ayuda de nadie. ¿En qué serías esencial?
Se relamió los labios de una manera perversa.
—Forzar tu sistema más vulnerable.
La chica desconocida acercó sus labios a los míos, produciendo que mi cuerpo se paralizará.
(Ella está aquí.)
De reojo vi a Dasha con una expresión en blanco, no hubo tiempo para reaccionar ya que ella salió corriendo del lugar.
¡Zas!
El portazo de puerta hizo eco en todo el lugar.
—¿Hm? No me digas que es tu novia.
—Tsk. Muévete de aquí.
De inmediato fui a lavarme la boca.
Por alguna razón, ese beso fue desagradable…
—Pobre chica parecía que estaba a punto de llorar.
(¿Por qué salió de la nada? ¿Acaso escuchó algo más?)
—¿Y qué? ¿No irás tras ella?
—¿De qué hablas? Ella no es nada mío y salió huyendo por lo tanto no es mi incumbencia. —respondí.
—Que frío. Ya veo porque eres único en el universo del doctor Sorní pero déjame decirte algo… esa chica puede estar en peligro.
(¿En peligro?)
No entendí a qué se refiera.
Cómo dije no era de mi incumbencia lo que sucediera con ella.
Si tuvo una razón para salir era su problema, no mío.
—¿No es hora que pongas en acción el Protocolo Cero?
—¿Cómo sabes de ello?
El protocolo Cero consistía en romper las reglas que se mencionan al principio cuando revives y ese mismo protocolo fue hecho exclusivamente para mí.
Es decir, todo lo que mantenía a rayas, límites, prohibido debía hacer lo contrario.
El Doctor Sorní lo dejo en claro aquel día…
—Escucha Lance, este protocolo ha sido desarrollado con el propósito que sobrepases los límites sin importar si eres perceptible como un anormal para la sociedad humana. Eres beneficiario de tus propios actos y perjuicios pero recuerda que una vez inicié el protocolo Cero no hay vuelta atrás; tu destino será marcado.
No entendí perfectamente a lo que se refería así que quise averiguarlo; encontrar una respuesta concreta a lo que quería.
La chica desconocida logró convencerme para ir a Dasha mencionado que mi futuro estaba por cambiar y mucho más si decidía poner en marcha dicho Protocolo.
Antes de salir tras Dasha, ella advirtió: —Ten cuidado Lance, nosotros ya no somos humanos por lo tanto debes pensar bien con quienes te relacionas. El amor no está en nuestro término de vida.
(Amor… creo que jamás voy a sentir verdaderamente como se siente.)
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Updated 30 Episodes
Comments
Marta Bedetti
hay Lance volver...
2023-10-15
0
Martha Divas Delgado
interesante me gusta autora k estés actualisando pero acuérdate k hay otra historia k no le
2023-09-26
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