Mirlena:
Entré a la sala donde mi padre estaba reunido con Allen, ellos me miraron fijamente, mi padre me sonrió extendiéndome su mano…
Connos: Hija… tanta seriedad, me estaba dando todos los informes Allen, no lo regañes, ya sé que él te debe decir todo a ti primero, pero quería saber, llegaron los rumores que tenemos a la bruja suprema.
Mirlena: Padre…
Mi padre se acercó tomándome de las manos, él siempre ha sido una persona que me ha apoyado en mis decisiones y en cada una de las participaciones de nuestra ciudad. Mire hacia Allen que bajó la mirada. Mi padre me soltó rodeándome con su mano en la cintura.
Connos: Hija, pronto serás la sucesora de mi trono, ya hablé con Atiles, él está ilusionado en contraer matrimonio contigo.
Mirlena: Padre… ni siquiera lo conozco, ¿Cómo le prometiste eso?
Connos: Tu hermana Merlen también tan bien tuvo que casarse con su esposo. Hija, no puedes hacerle este desprecio, sabes del gran reino que tiene.
Negué con la cabeza, miré hacia Allen, mi padre le hizo seña para dejarnos solos. Lo seguí con la mirada, entreabrí mis labios, sabía perfectamente lo que Allen debe estar sintiendo al escuchar lo que mi padre dijo.
Cerré mis ojos al escuchar la puerta cerrarse, me senté tragando saliva… Miré hacia mi padre que él ni cuenta se había dado de lo que Allen pudo sentir.
Connos: Allen, un gran caballero de tu protección, me alegra que él estaría junto a ti en todo momento.
Mirlena: Padre, no puedes quedar con un completo extraño para que me case, no es el momento.
Connos: A tus 26 años, ya deberías estar casada. Hija, Atiles es un buen hombre, un hombre que da todo por ti, es más nos va a mandar una flota de armamento en caso que los Nacros llegaran a venir hasta aquí. Lo hace por ti.
Me puse de pie sintiendo una punzada en mi corazón. Le di la espalda a mi padre, mis ojos se humedecieron con mis lagrimas. ME di la media vuelta mirándolo. Se puso de pie llegando hasta mi.
Connos: Hija, me preocupas, debes estar protegida cuando la guerra empiece y que mejor que con la protección de Atiles.
Mirlena: Pero no siento nada por él. Las pocas veces que lo he visto apenas y cruzamos palabras. Esto no debe ser así.
Connos: No hay vuelta atrás, es lo que hay Mirlena.
Negué con la cabeza, no podía creer que mi padre lo haya hecho sin mi consentimiento, no en este momento que sabe que mi vida no tiene nada que ver con el trono. Me extendió su mano, mis lagrimas empezaron a caer por mis mejillas.
Me senté en el sillón, esperando que al hacerle entender que no siento nada por Atiles logre desechar esa idea de casarme.
Mirlena: Padre, para mi el matrimonio es sagrado, debe ser con alguien a quien ame, alguien que sepa que estará conmigo apoyándome, cuidándome. No sé alguien como Allen Sigmonte.
Mi padre levantó una ceja dejando ver la molestia que le había causado al decirle el nombre de Allen.
Connos: ¿Allen? Claro que no, es tu caballero, eso jamás se permitiría en ningún reino.
Mirlena: Ya lo sé padre, solo es un decir.
Connos: Hablame de la Bruja Suprema.
Mirlena: Se llama Laila.
Connos: Ohhh, si, he escuchado de Laila Novachek, es un prodigio en conocimiento. Quiero conocerla.
Mi padre se puso de pie caminando hacia la puerta, me apresuré en llegar hasta él poniéndome enfrente.
Mirlena: Tengo entendido que ella no tiene idea de lo que es, Bann debe estar con ella.
Connos: ¿Bann? Dios santo, ¿Quién lo diría? Un Eujin con nosotros.
Rodé los ojos, mi padre ya era un hombre de avanzada edad, por eso él pensaba que tenía que ceder su trono, quien mejor que a mí, ya que mi hermana Merlen.
Mirlena: Padre, desde hace tiempo Bann ha estado entre nosotros.
Connos: ¿Cómo es la chica?
Mirlena: Es muy bonita, se ve jovencita como para poseer un poder tan grande.
Connos: Que la apariencia no te engañe hija.
Sonreí, eso era muy cierto, se había hablado mucho de las Brujas Supremas, nunca había tenido la oportunidad de conocer alguna, en este momento teníamos a Laila en nuestro reino, quería saber a cuanto podría abarcar sus poderes… Mas bien lo que todo mundo espera era el uso de La Vid, aunque ella apenas estuviera aprendiendo no lo podría usar.
Connos: Cuando use la Vid, todo será pura paz y armonía.
Mirlena: Para eso falta mucho padre, ella no se conoce como Bruja Suprema, por lo tanto tendrá que ir aprendiendo con todos nuestros conocimientos.
Mi padre sonrió cuando escuché que la puerta se abrió, levanté mi mirada hacia la entrada viendo a uno de sus sirvientes.
Hombre: Señor, tenemos la presentación de la nueva espada que tiene que tener su aprobación.
Mi padre se puso de pie.
Connos: el deber llama hijita.
Esperé a que él saliera, me puse de pie viendo que los dos se fueron, caminé hacia la ventana viendo a Allen que estaba hablando con Bann y claro Mariam con ellos. Solté un gran respiro, caminé hacia la salida, cerré la puerta, tenía que hablar con Allen, tenía que ser antes que mi padre vuelva a decir algo que no quisiera que él lo mal interpretara.
Me apresuré viendo la habitación de Laila… Abrí la puerta lentamente, ella estaba dormida cubriéndose con la sabana. Me acerqué a ella mirándola, pasé mi mano hacia su frente cerciorándome que el veneno de la mandrágora no estuviera alterando su sistema, ella abrió lentamente sus ojos, tenía unos hermosos ojos azules que podían ver con claridad su bondad.
Mirlena: Hola… ¿Cómo te sientes?
Ella se removió sentándose en el cama, abrió y cerró sus ojos causándome un poco de gracia.
Mirlena: Soy la Princesa Mirlena del reino de Asturias.
Leila: Mucho gusto, Leila Novachek.
Mirlena: ¿Leila? Creí que tu nombre era Laila, Laila Novachek.
Leila: Mi hermana gemela que murió hace unos días se llamaba Laila.
Asentí con la cabeza, me senté a su lado mirándola fijamente. Ella parecía estar demasiado triste, sus ojos hinchados de tanto llorar me lo hacía saber.
Leila: ¿Todo lo que me dijo Bann… es cierto?
Mirlena: No sé que te haya dicho.
Leila: Que ustedes son de otro planeta, que tengo poderes, que no se que cosa de los eujines y que son reinos en este lugar.
Me llevé mi mano hacia mis labios sonriendo. Como lo había imaginado, no tenía conocimiento de nada de nuestro mundo, no sabía realmente de sus alcances.
Mirlena: Es cierto. Tú perteneces al planeta Tierra, nosotros al planeta Estiles. Somos dos mundos muy diferentes.
Leila: ¿Cómo llegué aquí?
Solté un gran respiro, si ella no lo sabía, yo menos podía saberlo, el único que tenía conocimiento y sabía de la presencia y existencia de Leila era el mismo Bann.
Miré su dije le señale en su pecho.
Mirlena: Posees La Vid, esa fuerza encerrada en ti, hizo que sin que tu mente lo hiciera, pero si tu poder al verte amenazada te haya hecho llegar a este mundo.
Sus lagrimas empezaron a caer, pasé mi mano por sus mejillas, me daba mucha tristeza verla de esta manera, pasé mi mano por su cabello, se arrojó hacia mis brazos rodeando mi cintura con sus brazos pidiendo comprender lo que todos tratábamos de decirle… ¿Pero como lo iba a entender si apenas estaba teniendo conocimiento de todo esto?
Leila: Me quiero ir a casa. No quiero estar aquí.
Mirlena: Leila, tranquila, quizá ahora no lo veas tan claro, pero tú también eres parte de nuestro mundo.
Negó una y otra vez con su cabecita.
Mirlena: Eres una mujer con poderes extraordinarios.
Se apartó de mi dejando caer sus lagrimas.
Mirlena: Si nos dejas ayudarte, podremos hacerte conocedora de tu capacidad.
Leila: Pero yo no sé nada de eso.
Mirlena: Pero nosotros Si, Bann, Allen, todos tendremos un punto de conexión donde cada uno aportaría para que conozcas tus poderes. Tu bisabuela era una Bruja Suprema, con un poder que luchó contra Aponte.
Leila: ¿el hechicero?
Mirlena: Así es, ella destruyó su cuerpo, ahora su esencia manipula a muchos hombres, por eso ahora están desesperados por querer dar contigo, bueno en sí, con Laila, hasta donde sé ella era la que tenía sus poderes activos, no sé que haya pensando Bann, pero al parecer al ser gemelas ese vinculo se puede lograr.
Leila: Me dijo que tenía a mi hermana, bueno su alma.
Cerré mis ojos soltando un gran respiro, todo estaba claro, ahora entendía por que Bann la trajo aquí. Como le explicarías a alguien que estaba a punto de descubrir la verdad ante esta situación. Tenía que hablar con Bann, y saber lo que realmente estaba planeando al tener a la hermana de Laila aquí. Saber también si los poderes de Laila, eran los mismos que tenía Leila, o solo nos equivocamos al pensar que ella pudiera ser una Bruja Suprema.
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Leila
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Updated 45 Episodes
Comments
Anonymous Carmen diaz
Será más poderosa que Laila será ese el destino de Leila ser una bruja suprema que destruirá la maldad de Aponte y los suyos liberando a Laila
2025-02-01
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Anonymous Carmen diaz
Confíes sería más acertado Allen cuidaría más a tu hija que ese que no la ama ni ella a él
2025-02-01
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Anonymous Carmen diaz
Leila escúchala que si o te atrapara Aponte y te destruirá por tu poder debes ayudarlos
2025-02-01
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