Capitulo 6

Leila:

Era la 1: 15 de la mañana, Henry me miraba no muy seguro de dejarme en el recinto de la pista de hielo.

Henry: ¿en verdad no quieres que te acompañe?

Sonreí negando con la cabeza…

Leila: no, quiero estar sola, patinar un rato.

Me entregó las llaves que solo los entrenadores tenían en su posesión. Se acercó atrayéndome hacia él juntando nuestros labios. Trataba dejarme llevar por su beso, aunque deseaba que fuera en otro momento y no compartiendo mi dolor tratando de trasmitirlo.

Abrí mis ojos apartándome de él, juntamos nuestras frentes. Su respiración se combinaba con la mía.

Henry: siento que no debería dejarte sola.

Leila: Estaré bien, te lo prometo. El calmante me ha relajado.

Henry: Paso por ti en 2 horas… ¿Esta bien?

Lo miré fijamente, rosando mi mano por su mejilla, le sonreí asintiendo con la cabeza.

Henry: El sepelio de Laila lo haremos mañana y luego la incineraremos.

Leila: Esta bien.

Abrí la puerta del auto bajándome, caminé hasta llegar ala puerta principal, me detuve mirando hacia donde estaba aun Henry, levanté mi mano en seña de adiós, él sonrió haciendo seña que entrara.

Sonreí negando con la cabeza. Abrí la puerta, entré respirando profundamente, cerré la puerta con llave, las metí en mi bolsa cuando él empezó avanzar. Esperé por un buen rato a que él se fuera. Me di la media vuelta caminando hacia la pista de patinaje… encendí algunas luces, no quería que estuviera en su totalidad iluminado.

Me quité la ropa quedando solo en ropa interior, me puse unos leggins negros, los estiraba un poco acomodando, me puse una playerita corta en color piel. Me acomodé cada parte de los leggins, me apretaban un poco por el trasero que muchas veces sentía que no me entraban los jeans, me senté empezando a ponerme mis calcetas, miraba como mis muslos se formaban en cada esfuerzo que hacía. Les di unas palmaditas.

Leila: Lo que el ejercicio logra.

Miré mis patines empezando a ponerlos. Quité los protectores dejando hacia un lado. Me puse de pie caminando hacia la entrada de la pista. Cerré mis ojos con fuerza, no quería seguir pensando en lo que pasó en el hospital. Muchas cosas confusas.

Puse mi pie sobre el hielo, empecé a patinar de un lado y del otro. Mi corazón empezaba a latir rápidamente, pareciera que se me iba a salir, empecé hacer mi coreografía que me había llevado a la victoria esta noche.

Leila: Laila, fue en honor a ti. FUE EN HONOR A TIIIII…

Mis ojos se llenaron de lagrimas, empezaba a dar mis saltos uno tras otro, no me detenía, quería dejar salir todo lo que estaba llevando por dentro.

Empecé a deslizarme haciendo cruces con mis pies hacia atrás, me impulsé haciendo mi salto que me había llevado a la cima. Sentía como al dar giros me iba liberando de todo el dolor. Caí de pie volviendo a deslizarme…

Tomé velocidad saltando abriendo mis piernas, caí de pie empezando a girar sobre un pie, extendí el otro con mis manos abiertas, me bajaba hacia abajo sin detener los giros, me fui poniendo de pie, pasando a mi otro pie volviendo a dar tantos giros como me era posible, mis lagrimas marcaban el paso en mi rostro. Levanté mi pie hacia atrás estirando lo más que podía sosteniendo la cuchilla de mi patín.

Poco a poco iba bajando la velocidad, solté mi pie. Me quedé en medio de la pista. Me agaché rosando suavemente el hielo con mis dedos. Sonreí volviendo a ponerme de pie. De nuevo empecé a deslizarme hacia el frente a toda velocidad, levanté uno de mis pies extendiéndolos por completo, rosaba el hielo con mis dedos sintiendo el viento helado y el vaho que salía de la pista de hielo, sonreí bajando mi pie volviendo a patinar con los dos pies juntos, mi cuerpo se deslizaba de un lado al otro levantando mis manos bajando lentamente.

Me detuve… me quedé completamente quieta. Empecé avanzar nuevamente bajando la velocidad haciendo un salto backflip (Salto del cuerpo completo hacia atrás) sentí como me elevaba por completo, cayendo de nuevo con ambos pies sobre el hielo casi tambaleando mi cuerpo.

Leila: Me falta mejorarte saltito.

De nuevo me deslizaba de un lado y del otro… Cerré los ojos sintiendo una paz y una calidez en mi interior. Sonreí… escuché un pequeño ruido.

Abrí mis ojos bajando la velocidad, mi cuerpo se deslizaba de un lado y del otro lado. Me detuve por completo de un lado de la pista, pasé mi mirada por todo alrededor del recinto. Negué con la cabeza, eran suposiciones mías.

Seguí patinando… mi cuerpo empezó a sentir una tensión… Me detuve de nuevo.

(Escuchen- Carmina Burana: O Fortuna)

FUUUUZZZZ….

Miré de un lado y del otro, trataba de ver que era lo que había escuchado.

Leila: hola… ¿Hay alguien aquí?

Tragué saliva.

FUUZZZ…. FUZZZ…

Levanté mi mirada dando pasos hacia atrás… negué con la cabeza.

Leila: ¿Tú?

Hombre misterioso 2: Laila Novachek…. TIENES QUE SALIR DE AQUÍ.

Entreabrí mis labios al ver una silueta de un hombre hacia una luz donde abrió sus alas… Estaba sobre la pista, no alcanzaba a verlo. Abrí y cerré mis ojos, no lograba dar con la voz pero no era la misma de aquel hombre del cuarto de mi hermana.

Hombre misterioso 1: LEILAAAA NOVACHEKKKK TE HE ENCONTRADO.

Leila: ¿Qué?

FUZZZ!!! FUZZZ! FUZ!! FUZ!!!

Sus alas de aquel hombre, eran las mismas de aquel hombre de la habitación. Traté de correr viendo como los dos volaron hacia ellas mismos. Negué con la cabeza, empecé a deslizarme tan rápido como podía…

Falcon: NO TE LA VAS A LLEVAR BANN, ELLA ME PERTENECE.

Bann: Laila Novachek NO LES PERTENECE…

¿Falcon… Bann? ¿Quiénes demonios eran? No me importaba para nada quienes serían esos hombres locos que volaban, negaba a creer esto, tenía que irme cuanto antes.

El hombre de alas negras sostuvo de las alas al hombre de alas blancas. Llevando hacia la pista de patinaje donde sus cuerpos chocaron contra ella mientras el de alas negras lo arrastraba por toda la pista.

Me quedé quita al ver que estaban por la salida a la que tenía que llegar.

Bann (alas blancas): HUYEEEE LAILA… HUYE.

Leila: No soy Laila, soy Leila.

El hombre de alas negras me miró fijamente, tragué saliva dando deslices hacia atrás.

Falcon (alas negras): VENDRAS CONMIGO LEILA NOVACHEK… TE ENCONTRÉ PRIMERO Y ME PERTENECES.

Negué con la cabeza…

Bann: CORRE…. CORRE…

Negué con la cabeza, esa voz, esa voz la he escuchado en algún lado… abrí mis ojos tanto recordando que mientras estaba compitiendo esa misma voz le decía a otros hombres que corrieran.

El de alas negras, se levantó extendiendo sus dos manos poniendolas frente de él. El de alas blancas hizo lo mismo. Cuando se lanzaron con una ráfaga de viento sobre ellos, los dos estaban consumiendo drogas creo o no se que demonios pasaba pero esto no era real, abría y cerraba mis ojos pero no desaparecían de mi presencia.

Empecé a patinar viendo que el de alas blancas me seguía con la mirada.

Falcon: NO VAS A ESCAPAR LEILA NOVACHEK… TIENES LA VID (Piedra para utilidad de poderes)

Mis pies se tropezaron cayendo sobre el hielo.

CRACK!!! CRACK!!! CRACK!!! CRACK!!!

Leila: no, no, no, no, no…

La pista de patinaje empezaba a cuartearse, me intentaba poner de pie, sintiendo como los pedazos de hielo empezaban abrirse… Me fue de nuevo hacia el hielo quedando a gatas, mis manos intentaban mantense en pie.

Leila: AYUUUUDAAAA…. AYUDAAAA…

Mi cuerpo se estaba hundiendo contra el hielo, no podía mantenerme firme, se removía todos los pedazos de hielo. Levanté mi mirada viendo que como el hombre de alas negras voló hacia hacía el de alas blancas levantándolo con gran fuerza…

Los dos se daban golpes, el de alas blancas, le lanzó una ráfaga de viento haciendo que se alejara el de alas negras.

El hombre de alas negras miró hacia donde me encontraba volando hacia mí.

Leila: NOOO… ALEJATE DE MI… VETE…

El hombre de alas blancas voló hacia el cuerpo del otro hombre evitando que me tomara entre sus manos.

Bann: USA TU VID…

Leila: ¿Mi que?

De que me hablaba ese hombre, se movían mucho los hielos, no lograba mantenerme sobre mis pies… Me tiré sobre el hielo que parecía que hasta salía una luz roja por debajo del hielo, esto era de locos, nada de esto era real, me quité mis patines arrojándolos. Me puse de pie, los hielos se removían sintiendo como me iban quemando por lo helado que era.

Falcon: NOS TRAICIONASTE BANN.

Bann: FUISTE EL QUE TRAICIONÓ AL REINO DE ASTURIAS.

Empezaba a correr pero me era muy imposible llegar rápido del otro lado. De nuevo ellos se seguían soltando ráfagas de viento. Negué con la cabeza…

Falcon: LEILAAA NOVACHEK.

Miré cuando el hombre de alas negras, tenía como unas puntas en la parte de los lados de sus alas llevando directo al hombre de alas blancas.

Bann: AAAAHHHHH….

Un terrible grito de dolor se hizo presente haciendo que el eco del recinto llenara el lugar.

El tal Falcon así lo llamaba el otro hombre de alas blancas retiró sus alas del otro hombre cayendo directo al piso…

Me miró sonriendo con una maldad que nunca había visto o percibido. Levantó su mano soltando una ráfaga de viento sobre mi cuerpo que me estaba quemando en su totalidad.

Leila: AAAAAAHHHHH…

Sentí como mi cuerpo voló arrastrándose por lo poco que daba de los hielos…

Bann: LAILAAAAAA…. NOOO…

El hombre de alas blancas arrojó un objeto. Sobre el hielo. Terminando de cuartearse. Mi cuerpo lo sentía con muchísimo dolor, intentaba removerme, no iba a dejar que este hombre viniera por mi.

El hombre de alas negras, movía sus alas volando lentamente hacia mi.

Leila: no, no… ¿Qué sucede?

Mi cuerpo me pesaba, sentía como me estaba habiendo. Los hielos empezaron a separarse

CRACK!!! CRACK!!! CRACK!!! CRACK!!!

Mi cuerpo se empezaba a undir… trataba de sostenerme de los hielos pero esto era imposible…

Leila: NOOOOOOO…

Mi cuerpo se sumergía hacia la nada. Miraba como se empezaba a formar de nuevo el hielo, donde una fuerza de abajó jaló mi cuerpo. Haciendo que perdiera la conciencia.

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Henry

Falcon

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