Nuestros cuerpos se habían detenidos de las tantas volteretas que habíamos dado. Él extendió sus manos liberando mi cuerpo.
Abrí mis ojos viendo a Bann con los ojos cerrados, se removía de un lado y del otro… abrió sus ojos mirándome fijamente.
Bann: Puedes soltarme, me estas dejando sin aire.
Asentí con la cabeza soltándolo. Me aparté de él quedando sentada sobre mis piernas… Miré sus alas que estaban todas lastimadas con mucha sangre…
Escuché que alguien venía corriendo… Me giré un poco viendo a una niña en forma de gata…
Niña: ALEJATE DEL AMO BANN…
La niña empujó mi cuerpo quedándome con la boca abierta. Una humana en forma de gata. Bueno más bien tenía el rostro como si fuera una gata.
Negué con la cabeza… Me puse de pie escuchando el cabalgar de unos caballos, levanté mi mirada viendo al hombre loco que estaba desde un principio con su arca intentando matarme. Se bajó del caballa llegando hacia Bann… Se puso a su altura revisándolo.
Allen: Bann… ¿Te encuentras bien?
Gata: Mi amo… esta muy herido.
Allen: Mariam, hay que llevarlo con Milerna.
La gata asintió con la cabeza… Abrí y cerré mis ojos dando pasos hacia atrás… Me llevé mi mano a mi pecho.
Levanté mi mirada viendo que varios hombres me miraban demasiada extraño.
Hombre: Señor Allen…
Abrí mi boca tratando de respirar. Quería hablar pero me era imposible. Bann se sentó mirándome, le extendí mi mano.
Bann: EL VENENO DE LA MANDRAGORA LE ESTA HACIENDO EFECTO.
Podía sentir como mi corazón bombeaba con fuerza, el sonido de mi corazón era tan ensordecedor… Negué con la cabeza todo estaba quedándome borroso, me estaba dando vueltas… perdiendo el conocimiento.
Henry:
Las amistades de la familia Novachek estaban en el sepelio de Laila, cada persona que entraba levantaba mi mirada esperando que fuera Leila.
Me levanté caminando hacia el féretro de Laila, la miraba fijamente, parecía un ángel que solo dormía, tan parecida a Leila.
Rosmery: Hola Henry.
Levanté mi mirada escuchando el saludo de Rosmery, pasé mi mirada hacia los demás viendo que muchas competidoras estaban en este momento para despedir a Laila.
Henry: ¿Qué haces aquí?
Rosmery: Le enemistad que tengo con Leila solo es por en la competencia, no en la vida personal.
Asentí con la cabeza soltando un gran respiro, me aparté de ella, si quería despedirse de Laila, que lo hiciera.
Muchos murmuraban preguntaban donde estaba Leila, preguntas que si me las hicieran personalmente no tendría respuestas para darles. Salí de la sala caminando hacia una de las bancas… Me senté reposando mis manos hacia atrás de la banca, miraba la luna que demostraba cierta tristeza en este momento. Su luz no estaba brillante como muchas veces la había visto brillar.
Henry: Leila, deberías estar aquí.
- HENRYYYY….
Me incorporé percibiendo su voz, me puse de pie caminando hacia donde había escuchado como si hubiera venido del viento. Sonreí negando con la cabeza. solté un gran respiro, todo esto me había dejado algo confuso. La actitud de Leila en el hospital, la desaparición de ella. No lograba entender donde se pudo haber marchado.
Escuché unos pasos que venían hacia mi, me di la media vuelta rodando los ojos al ver a Rosmery que venía hacia mi.
Rosmery: ¿Soy la única que se da cuenta que Leila no está aquí?
Desvié la mirada caminando de nuevo hacia la sala… Ella me sujetó del brazo. Mi mirada se fijó en su agarra pasando hacia ella. Me sonrió soltándome.
Rosmery: ¿Dónde está Leila?
Henry: Cómo si te importara Leila.
Rosmery: No, tienes razón… no me importa ella, me importas tú. Te veo ausente, triste.
Henry: Tus preocupaciones no me importan a mi.
Ella negó con la cabeza mirándome, dio dos pasos hacia el frente tomando mi rostro. Me la quedé mirando fijamente.
Rosmery: Henry… ¿sucedió algo con Leila? Digo, es su hermana, ella debería estar aquí.
Henry: Debería pero no lo está.
Tomé sus manos apartándolas de mi rostro. Ella no apartaba la mirada de mi. Me aparté sentándome de nuevo en la banca, ella no tardó en hacer lo mismo.
Rosmery: ¿Qué sucedió? Sé que es un golpe muy fuerte para ella, pero tendría que estar aquí.
Henry: No lo sé. Ni siquiera sé donde está.
La miré sintiendo que mis ojos se llenaron de lagrimas, me dolía saber que no podía hacer nada para hallarla, los oficiales ni se tomarían el tiempo para hacerlo. Tenía que esperar, donde esa espera me tenía con los pelos de punto en no saber si está en peligro, si está en alguna vereda tirada, lastimada, sin ayuda.
Rosmery: ¿Cómo que no sabes donde está?
Solté un gran respiro… reposé mis manos en la banca levantando la mirada hacia el cielo.
Henry: La llevé al recinto de patinaje, quedé con ella que regresaría a las 2 horas, no quiso que me quedara, ella entró me sonrió despidiéndose de mi. La vi tan tranquila que quería dejarla en su momento, en su dolor que sé que está llevando por dentro. Cuando regresé por ella se me hizo extraño que no me estuviera esperando dentro, pero ¿que más pudiera pasar estando ella dentro?
Rosmery escuchaba con mucha atención mientras le explicaba todo lo que había pasado cuando entré en el recinto, mientras la buscaba y hasta con lo que el oficial había hablado.
Henry: Intenté llamar desde su móvil pero solo no tiene línea. Como si también todo lo que ella tenía haya desaparecido.
Rosmery: Tienes su móvil.
Asentí con la cabeza. Los dos nos pusimos de pie, caminamos hacia mi auto… abrí la cajuela donde tenía su bolsa, ella tomó la bolsa poniendola en el piso. Se sentó en sus piernas empezando a revisarla, sacaba cada cosa que tenía dentro, tomó el móvil dándose cuenta que lo que había dicho era cierto.
Rosmery: Será que le cortaron la línea.
Negué con la cabeza. Ella nunca se hubiera quedado sin línea cualquier cosa relacionada con su hermana le tendrían que avisar al móvil.
Rosmery: Esta todo muy raro.
Henry: Di varias vueltas, ni siquiera se llevó las zapatillas, está andando por allí sin rumbo en sus patines. Fue lo único que no hallé en el recinto. Sus protectores estaban junto a la banca.
Mujer: Señor disculpe, es momento de despedir a la señorita Laila Novachek.
Asentí con la cabeza, Rosmery empezó a guardar todas sus cosas de nuevo en su bolso, me entregó el bolso levantándolo, lo puse de nuevo en la cajuela, ella se puso de pie sacudiendo sus piernas de la tierra que la habían ensuciado.
Caminamos de nuevo hacia la sala. Miré que cada uno pasaba para despedirse de Laila. Muchas personas que estuvieron a su lado de ellas estaban dando su último adiós, me acerqué quedando frente a ella.
Henry: Laila, sé que estas sin vida, pero donde quiera que estes, ayúdame a encontrar a Leila. Entre gemelas tienen un lazo muy fuerte. Aunque sea tu alma que sea la que me ayude a dar con ella.
La mujer que se iba a llevar el cuerpo para la incineración me miraba algo extrañada en lo que le había dicho eso al cuerpo de Laila. La miré asintiendo con la cabeza. La mujer bajó la tapa haciendo que dos hombres se la llevaran. Ella se acercó hacia mi.
Mujer: Necesito entregarle sus pertenencias.
Asentí con la cabeza. Todos miraban como sacaban el cuerpo de Laila en su féretro, miré de lejos que afuera estaba el oficial que había ido a investigar cuando lo solicité. Esperé a que las personas se fueran retirando.
Salí de la sala caminado hacia el oficial, él me miraba algo sorprendido.
Oficial: Señor ..
Henry: Henry Poriu.
Oficial: Aunque no lo crea me di la tarea de investigar un poco sobre la señorita Leila. LA señorita tomó un vuelo con destino a Nuevo México. Aquí tiene toda la información.
Levanté un ceja demasiado confuso, Leila no tenía familiares en nuevo México y mucho menos tenía si iría sin avisar. Me negaba a creerlo, me entregó una carpeta que la abrí enseguida leyendo todo lo que me estaba diciendo. Rodé los ojos entregándole la carpeta.
Henry: Oficial, si va hacer el trabajo, tome la delicadeza de ver quien realmente dice su expediente. Dice: Lareida Novish.
El oficial tomó la carpeta también sorprendiéndose. Negó con la cabeza.
Oficial: Eso es imposible, decía Leila Novachek.
Solté un gran respiro donde la mujer y Rosmery se acercaron donde estábamos el oficial y yo algo discutiendo.
Oficial: Lamento darle esta información.
El oficial abrió la puerta, en verdad se le miraba algo fuera de sí a lo que él había creído ver. Aceleró alejándose de nosotros. ME di la media vuelta prestando atención a la mujer y a Rosmery.
Mujer: Señor aquí le entrego sus pertenencias que el hospital nos entregó.
Tomé la caja asintiendo, la mujer se fue apartando poco a poco hacia donde tenía que ir para la cremación.
Rosmery: ¿Qué te dijo el oficial?
Henry: Nada, solo se confundió.
Me di la media vuelta dejando la caja sobre el capirote, abrí un poco viendo en efecto las pertenencias de Laila. Mi atención se fue hacia la gargantilla con el dije que era idéntico al de Leila. Lo tomé alzando, lo miraba fijamente.
Rosmery: Es muy bonito.
Henry: Amm, juraría que la piedra era en color rosa, no recuerdo que fuera negro. Al menos Leila tiene una igual en color rosa.
Rosmery: El color las hacia diferenciar ¿no crees?
Miré a Rosmery, puede que tenga razón. Metí el dije sacando una de las fotografías de ellas, sonreí al verlas feliz, cuando las dos aun estaban bien. Me acerqué mirando detenidamente la foto. Los dos dijes se podían ver en color rosa.
- AYUUUUDAAAA!!!!
Solté el retrato haciendo que se cayera rompiéndose el cristal. Mi corazón empezó a latir con fuerza.
Rosmery: ¿Estas bien?
Henry: ¿No lo escuchaste?
Rosmery: ¿Qué cosa?
Henry: el grito de ayuda.
Ella miró por ambos lados pasando su mirada hacia mi, se inclinó levantando el porta retrato donde los cristales caían de un lado y del otro, se había roto dejando en el piso la base del portarretrato. Ella tomó la fotografía mirándola.
Rosmery: Es cierto, también el cristal de Laila era en color rosa.
Henry: Algo extraño está sucediendo.
Ella levantó un ceja mirándome extrañada.
Rosmery: Está sucediendo que estas demasiado estresado.
Henry: No, no lo entiendes.
Ella levantó la foto, donde pude ver claramente algo escrito detrás de la foto, estaban brillando como si fuera fuego, le arrebaté la foto girándola…
“Aire, Fuego, Tierra y Agua… hermanas de la protección de la tierra… La vid, que da vida y su poder sale a la luz”
No entendía para nada el mensaje, tampoco sabía lo que se refería.
Henry: ¿Entiendes esto?
Le mostré la parte de atrás de la foto donde ella pasó sus dedos desapareciendo las letras a su contacto.
Rosmery: ¿Qué cosa dice? No veo nada.
Entreabrí mis labios negando con la cabeza… Sonreí mirándola.
Henry: Tienes razón es el cansancio y el estrés. Vamos te llevo a tu casa.
Ella soltó un gran respiro asintiendo. Rodeamos el auto, le abrí la puerta dejando que se subiera, cerré la puerta quedándome fijamente mirando las letras. ¿Cómo es que Rosmery no las lograba ver? Escuché que tocó la ventanilla sonriendo. Asentí con la cabeza volviendo a rodear el auto, abrí la puerta subiendo a mi auto. Dejé la dentro del separador de la puerta. Encendí el auto empezando a conducir. Tenía en claro que habían cosas que no entendía, que me tocaba investigar que era lo que estaba pasando. ¿Quería tener respuestas? Tendría que hacerlo por mi mismo.
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Bann
Allen
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Comments
Anonymous Carmen diaz
Se repitió el capítulo
2025-02-01
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