Capitulo 1

Leila Novacheck:

Solté un gran respiro, miraba a mi hermana conectada a todas esas maquinas que la mantenían con un respirador artificial… La miraba como si estuviera dormida en todo este tiempo esperando que en cualquier momento abriera los ojos.

Doctor: Leila, debes descansar.

Miré al doctor sonriendo, me puse de pie caminando hacia mi hermana, la sostuve de la mano con fuerza. Le dejé un beso en su frente, cerrando mis ojos con gran fuerza sintiendo como una de mis lagrimas caían por mi rostro. Me aparté de ella cuando la puerta del cuarto se abrió. Tanto el doctor como yo miramos hacia la entrada.

Henry: Leila, es hora de marcharnos.

Asentí con la cabeza, levanté la mano de mi hermana llevando a mis labios dejando un beso, la miré fijamente, pasé mi mano por encima de su cabello con tanta suavidad.

Leila: deséame suerte. Sé que vas a despertar en cualquier momento y espero cuando eso sea este a tu lado.

Dejé su mano con tanta suavidad. La miré por ultima vez apartando mis lagrimas que era imposible negar que cayeran. Tragué saliva caminando hacia el doctor, reposé mi mano en su brazo donde el doctor se me quedó mirando con la misma tristeza que tenía.

Leila: ¿Por qué no ha despertado?

Doctor: Leila, hemos hablado de ello muchas veces.

Leila: Pero no me ha dado respuestas.

Doctor: Los estudios solo muestran que está en estado de coma sin razón, sin motivo. Solo… solo está en estado de coma.

Aparté mi mano viendo a Henry que tenía mi bolsa en su hombro, él me miró abriendo más la puerta dándome paso.

Tenía una competencia y se me hacía un poco tarde para llegar. Henry mi entrenador siempre ha estado a mi lado desde que sucedió lo de mi hermana, aun sin conocimiento que es lo que realmente tiene.

Henry: Tendrás esta victoria como siempre.

Lo miré sonriendo, pero no teniendo la felicidad de siempre. Salimos del hospital mientras caminamos entre los autos.

Henry: Leila… Laila estará bien. Los doctores tarde que temprano van a encontrar lo que tiene.

Abrí la puerta entrando al auto. Henry abrió su puerta entrando, arrojó mi bolsa en la parte de atrás. Se subió mirándome…

Henry: No puedes estar todo el tiempo pensando en tu hermana, ya no sales, ya no te diviertes, todo tu tiempo lo dedicas a entrenar, tus estudios y luego aquí en el hospital.

Leila: para ti es fácil decirlo, pero no es tu familiar que está tendido en una cama sin ningún tipo de esperanza.

Henry: Puede ser, pero tienes 21 años, siempre estás en el cuadro de honor en tu universidad, siempre los primeros lugares de las competencias. Está competencia es tu pase para los internacionales.

Rodé los ojos mirando hacia la ventana, abrí y cerré los ojos viendo a unos hombres vestidos de negro haciendo algo. Me pegué un poco más a la ventana sintiendo que el auto empezaba avanzar.

Me giré un poco tomando el volante.

Henry: Leila…

Leila: Espera… ¿Quiénes son esos hombres?

Le señalé a Henry pero ya no estaban esos hombres que había visto.

Henry: ¿Qué hombres?

Rodé los ojos abriendo la puerta. Me bajé del auto caminando hacia donde los había visto.

Henry: ¡¡Leila!! Leila!!!

Pasé de mi nombre mientras lo mencionaba Henry… no me iba quedar con la curiosidad, de seguro eran ladrones tratando de robar a ese auto que también era super extraño.

Leila: Heyyy… ¿alguien allí?

Me acerqué escuchando el cerrar de la puerta del auto de Henry, giré para cerciorarme que realmente fuera él. Venía algo molesto… me tomó del brazo tratando de jalarme de nuevo hacia el auto.

Henry: Leilaa. ¿Estas loca?

Leila: Habían unos hombres aquí.

Me acerqué soltándome del agarre de Henry, me asomé juntamente donde estaban esos hombres.. me puse de cuclillas al ver unos símbolos en las paredes.

Henry: no toques nada.

Leila: ¿Qué podrá ser?

Henry: no lo sé y tampoco lo quiero averiguar. Andando niña.

Pasé mis dedos por esos símbolos sintiendo una punzada fuerte en mi corazón. Me llevé la mano al pecho tratando de respirar… sentía que como el aire se me había cortado por un segundo.

Me puse de pie mirando hacia Henry, él solo negó con la cabeza… Le sonreí caminando de nuevo hacia donde estaba el auto. Me abrió la puerta haciendo seña que me subiera. Me subí poniendo el cinturón de seguridad. Cerró la puerta rodeando el auto, lo seguía con la mirada, me dio un poco de gracia viendo que él estaba viendo por todos lados. Abrió la puerta entrando para cerrarla de nuevo.

Henry: Esos hombres…

Le di un golpe en su brazo, empezó a conducir. El camino se me hacia un poco eterno.

Henry: Leila… ¿Has pensado en lo que hemos hablado?

Leila: Henry… por favor, no es el momento.

Henry: quiero formalizar contigo.

Leila: Lo sé. Solo qué. ¡CUIDADOOOO!!

Henry pisó el freno del auto sintiendo como nuestro cuerpo se hizo hacia adelante. Pasó como un humo negro rápido, los dos miramos hacia donde se iba desapareciendo en el cielo.

Henry: ¿Qué rayos fue eso?

PIIIII… PIIIII

Henry levantó la mirada hacia el retrovisor donde varios autos estaban sonando el claxon, los autos pasaron hacia nuestro lado diciendo groserías y haciendo señas en forma grotesca. Esperó a que los otros autos avanzaron donde giró un poco para seguir avanzando.

Leila: ¿Lo viste?

Henry: si… pero de seguro fue un pájaro.

Rodé los ojos mirándolo, negué con la cabeza donde él giró entrando al centro de patinaje. Empezó aparcarse en uno de los espacios que estaba libre.

Leila: Vaya, está completamente lleno.

Henry: ¿Qué esperabas? Hoy es tu noche.

Sonreí emocionaba, claro que era lo era, por mucho tiempo estaba esperando este momento. Muchas horas de entramiento, mucho sacrificio y sobre todo mucha dedicación en honor a Laila que sé que si estuviera ella conmigo en este momento me estaría echando porras diciendo lo excelente que soy.

Me bajé, esperando a Henry que él tomó mi bolsa con todas mis cosas. Los dos caminamos hacia la entrada miraba donde estaban las largas filas de los espectadoras tratando de tener paciencia en querer entrar.

- Leila Novachek…

- Tienes que llevarte el trofeo.

- Eres la mejor.

Levanté mi mano saludando a los espectadores que me gritan desde donde estaban, el de seguridad nos dio paso, nosotros por ser competidores nos daban entrada de otro lado. Me di la media vuelta caminando de espaldas.

Podía ver la sonrisa de Henry, no lo voy a negar, él es un hombre muy guapo que muchas mujeres desearían tener como pareja, conmigo siempre ha sido ese hombre que me ha apoyado en todo momento, que las largas horas de entramiento hizo que forjemos un tipo de relación pero sin formalizar, siempre me había dicho lo mucho que le gusto y sus sentimientos que tiene por mi, pero no podía aceptarlo, menos ahora que mi hermana se debatía entre la vida y la muerte sin tener la oportunidad siquiera de tener un hombre que también la ame.

Leila: eres lo máximo.

Rodó los ojos negando con la cabeza, su sonrisa demostraba que hasta él mismo sabía que era cierto.

Henry: Después de esta noche, no aceptaré un no. Mis padres te quieren conocer.

Solté un respiro acercándome a él, tomé su rostro entre mis manos. Él se quedó quieto mirándome fijamente hacia los ojos. Sus manos se fueron directo a mi cintura. Le sonreí acercándome hacia él donde nuestros labios se juntaron.

Probé sus labios tan suaves, sus manos apretaron un poco más su cuerpo atrayéndome hacia él percibiendo su aroma tan perfecto… Nuestras cabezas se movían de un lado y del otro. Abrí mis ojos aparatándome de él.

Sonrió dejando ver una mirada tan seductora.

Leila: Te quiero mucho, me gustas mucho.

Henry: ¿entonces?

Sonreí asintiendo con la cabeza… sé que a lo mejor estaba haciendo mal por aceptarlo, pero tampoco se me hacía justo que él esté con la esperanza mientras mi corazón sabía que también sentía cosas por él.

Leila: Vamos a intentarlo.

Me alzó con fuerza, enrollé mis piernas en su cintura, él empezó a darme varias vueltas de felicidad.

Henry: no te voy a decepcionar. Te lo aseguro Leila. Eres todo para mi.

Mordí mi labio inferior volviendo a juntar nuestros labios. Henry un hombre sincero, honesto que daba su vida para cuidarme y protegerme en todo momento, creo que él se preocupaba más que cualquier persona, desde que mis padres fallecieron siempre se hizo cargo tanto de mi y de mi hermana… aunque Laila estaba enferma sabía que también se pondría feliz en todo momento.

Me puso de pie tomando mi mano, entrelazó sus dedos con los míos. Sentí una extraña sensación cuando me tomó de la mano que se llevó a sus labios dejando un beso. Tragué saliva, lo miré sonriéndole… pero algo extraño estaba sintiendo en este momento que no lograba entender que era lo que me sucedía. Entramos a mi camerino. Miré mi traje que tenía que ponerme en este momento.

Dejó mi bolsa a un lado.

Henry: Iré a ver como va todo el programa.

Leila: De acuerdo. Ve si ya está la competirá Rosmery

Henry: claro que va estar. Pero serás como siempre la triunfadora.

Asentí con la cabeza viendo que la puerta se cerró. Me senté frente al tocador pasando mis dedos suavemente por mis labios. Levanté mi mirada hacia la puerta sintiendo una opresión fuerte en mi pecho. Traté de tranquilizarme empezando a sacar todo para estar lista.

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Leila Novachek

Henry Poriu

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