CAP 12

Edwin estaba desesperado y Adele ni que decir, ya había comenzado a lagrimear... sus pensamientos, aunque ella quisiera, no eran positivos en esos momentos. Edwin entonces nado hasta la orilla, estaba empapado...

- Llamaré ahora mismo a Diógenes, necesito un equipo completo de buceo - y se dirigió a la casa para buscar un teléfono fijo.

Adele iba detrás de él, tenía lágrimas corriendo por sus mejillas...

Lo vio alzar el auricular y hacer aquella llamada, su voz temblaba al hablar

- ¡Lo necesito ya Diógenes! ¡No puedo perder tiempo! ¡No puedo perder a mi hija! - colgó el teléfono entonces y la miró - ¡Esto es culpa tuya! Si no hubieras tenido esta idea mi hija... yo...

Adele solo lloraba, ¡Sí era su culpa! Si algo pasaba a Michelle ella no se lo perdonaría jamás

Edwin salía cuando Michelle entraba

- ¡Es pésima aquí la cobertura para el móvil! - decía ajena a todo lo que sucedía con una calma natural de su edad y el móvil en su mano mientras miraba la pantalla

Al verla la estrecho entre sus brazos con tal fuerza que casi la lastima y Adele entonces lloró mucho más

- ¡Hija mía! - le dijo mientras la abrazaba - Me has dado un susto de muerte

- ¿Pero qué te pasa? - pregunto extrañada de la reacción de su padre...no recordaba su último abrazo

Entonces la miró a los ojos

- Pensé que... mejor olvídalo, me alegro de que estés bien y conmigo - y volvió a abrazarla.

Michelle no comprendía lo que sucedía, pero sí que tenía hambre...

- Papá puedes dejarme ir, tengo hambre... ¿Está ya el desayuno querida madrastra? - pregunto al safar de los brazos opresores con un tonito de voz despectivo como siempre que se refería a Adele

Adele asintió emocionada

- ¿Pero qué les pasa a ustedes, porqué estás llorando tú? - y sin esperar explicaciones fue al comedor - ¡Están todos locos!

Edwin miró a Adele quien secaba sus lágrimas con el dorso de sus manos

- Adele yo...

- No tienes que decir nada, te entiendo perfectamente

Y sin decir más fue al comedor a servir el desayuno de su hijastra.

Una vez estuvo el ambiente relajado, compartieron un buen desayuno y entonces Edwin se atrevió a preguntar a Michelle donde estaba

- ¿Qué? ¿Acaso tengo que permanecer encerrada aquí? - se puso de pie - ¡Gracias a Dios ya nos vamos a la tarde!

- ¡Michelle! - su tono de voz era fuerte - ¡Me debes una explicación! ¿Sabes el susto que nos llevamos al no encontrarte?

- ¡Pero si solo andaba por ahí!

- Michelle - pronunció dulcemente el nombre de su hijastra - estábamos preocupados, pensamos que algo malo ...

- ¿Pero qué de malo puede sucederme en este lugar? - abrió los brazos desafiantes - ¿Me atacarán los árboles o saldrá el monstruo del lago? ¡Bafff! ¡Ustedes y sus ocurrencias!

Entonces subió a su habitación.

...****************...

Toc...toc...

Tocaron suavemente a la puerta de su habitación.

- ¡Adelante! - invitó a pasar

Delante de ella tenía un maletín dónde acomodaba las cosas que había traído para el fin de semana.

Él entró con las manos en sus bolsillos, llevaba un jeans bastante ajustado y una camiseta de mangas cortas que dejaba definir sus músculos del pecho a la perfección.

- ¿Ya estás alistando tus maletas? - ella lo miró al escuchar su voz - ¿Tantas ganas tienes de irte?

Ella tragó secamos al mirar su atuendo, siempre andaba formal y verlo casual le hizo desearlo un poco más. Trato de recuperar su compostura para que Edwin no notar sus mejillas sonrojadas y continúo acomodando lo poco que quedaba fuera.

- Me gustaría invitarte al lago... quiero que demos un paseo en barca antes de irnos.

Adele suspiró y lo miró

- Creo que tuve demasiada emoción por un día.

¡El asintió ligeramente con la cabeza

- Lo sé! ¡Y comprendo tu reacción! Pero quisiera pedirte disculpas, si me permites...

- No tienes por qué disculparte - le interrumpió sin mirarlo, cerraba la cremallera del maletín - Es una reacción normal, yo también hubiera culpado a otros de la inestabilidad emocional de mi hija, aunque hubiera sido yo quien la hubiera creado con mi indiferencia materna.

Edwin entrecerró los ojos y frunció el ceño

- ¿Acaso me culpas a mí de lo sucedido? - se señaló el mismo con un dedo índice

-¡No! ¡Soy incapaz de culpar a nadie! No estoy en este mundo para juzgar... y sé que en un momento de angustia siempre decimos palabras hirientes a las personas más cercanas, pero tranquilo, te comprendo - ella abrió un poco la puerta para que él saliera - si me disculpas, quiero descansar un poco

- Adele - le tomó la mano libre - sé que fui grosero, por favor, acepta mi invitación.

- Estoy agradecida, de verdad, pero estoy agotada, quiero descansar... mejor lleva a Michelle, a ella le encantará

Edwin comprendió entonces y se marchó en busca de su hija.

...****************...

- ¡Sí que fue divertido pasear en bote papá! - decía mientras se acercaban a la casa - Remas muy bien, me gustaría aprender como se hace en una próxima visita

- ¿Quieres volver aquí? - le preguntó asombrado

- ¡Claro que quiero! Siempre que estés junto a mí y no junto a ella - señaló a Adele quien salía a recibirlos.

- Ya el chófer vino por nosotros - les informó - apenas se alisten nos vamos.

- ¡Hay cuánto diera por no ver tu rostro! - hizo un puchero fingido - Realmente eres molesta

Y hecho a andar rumbo al interior de la casa

- ¡Michelle! - le llamó su padre, pero ella hizo caso omiso y siguió su andar. - Te pido disculpas por ella, yo...

- No te molestes, ya sé cómo es.

Había tensión entre ellos desde el susto de la mañana...¿Cuánto duraría?

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