CAP 7

¿Y dijiste que no? - le gritó - ¡Amiga estás loca! A este paso serás una solterona toda la vida por Dios, ya cumples treinta

- Lo sé - hizo un puchero - pero quiero amar y q me amen sabes... tener mi propia familia, mis hijos, mi casa...

Carmen se llevó la mano hasta la frente como si comprobará su temperatura y se dejó caer en un sillón de piel...su abdomen abultado apenas ya la dejaba suspirar...

- Amiga, pensé que te casarías antes que yo... que serías feliz, ya que eres tú la medida y yo la loca impulsiva... pero por cómo está pintando la cosa ...ufff

Adele la miró algo divertida... pero sabía que su amiga tenía razón.

- No sé Carmen, algo me atrae de ese hombre... pero meterme así en su vida... en la de su hija...

- ¡Al menos admites que te atrae! - se tumbó sobre el sillón con las piernas estiradas. - ¿

Ya es un comienzo no?

- Pues sí pero...

- Nada de peros... acepta y punto.

...****************...

Aquella noche Adele apenas pudo dormir, aceptar lo que Edwin le pedía era un reto para ella. A la mañana siguiente fue a una librería y busco un par de libros de autoayuda para lidiar con adolescentes. Mientras trabajaba comenzó a leer uno de ellos.

- ¡Vaya! - se asombró - Nunca fui tan complicada - se decía ella misma - mi adolescencia no fue tan agresiva - soltó una risita.

Así transcurrieron tres días hasta que llegó el momento de hacer aquella llamada.

- Señor del Monte, por la línea dos le llama una señorita de nombre Adele, dice que es florista.

- Gracias - se apresuró a tomar el teléfono de la oficina - ¿Diga?

- Buenos días, señor del Monte - le saludó algo nerviosa -, perdone que lo llamé a estas horas...

- ¡No, no es molestia! - se apresuró a decir

- Ah … Yo solo quiero decirle que lo ayudaré con su hija... acepto hacerlo

Edwin hizo un gesto de triunfo con el puño libre y sonrió

- ¿A qué horas puedo verla para firmar el contrato?

- ¿Contrato? - se extrañó, ya que no habían hablado de aquello

- Sí, será como un trabajo parcial ¿Recuerdas?

¡Ah claro! ¡Un trabajo!

Eso desilucionaba un poco a Adele...

- Puedes venir cuando quieras.

- Está noche pasaré por tu trabajo. Hasta entonces

Y sin decir más colgó.

Adele miró el auricular que sostenía en la mano

¿Habrá hecho lo correcto?

Ya sabría con el tiempo si esa era una buena decisión.

...****************...

Estaba impaciente, él no terminaba de llegar, se acariciaba sus propias manos... estaba nerviosa... ¿Qué diría el contrato?

Sonó la campanilla de la entrada, era él... ella suspiró... Verlo le aliviaba.

- ¿Me esperabas? - sonrió un poco

Ella también sonrió.

- Sentemos por favor - le invitó mientras lo hacía ella primero

- Aquí está el contrato - le extendió una carpeta.- léelo con calma por favor.

Adele abrió la carpeta y comenzó a leer el documento que en ella aparecía.

- ¿Tendré que vivir contigo? - le pregunto asombrada

- Así será mejor, Michelle te tomará más en serio y...

- ¿Casarme? - le cortó con los ojos muy abiertos

- Pero no dormiremos en el mismo cuarto - le explicó

Adele cerró la carpeta de un tirón y negó con la cabeza

- No puedo aceptarlo...no me puedo casar sin amor.

Edwin la miró seriamente

- ¿Puedes terminar de leer el contrato? Por favor...

Ellas suspiraron y siguió leyendo... él le daría al momento de divorciarse el treinta por ciento de toda su fortuna, acciones de empresas y una gran propiedad campestre como ella siempre había soñado. Alzó la vista del papel...

- ¿Realmente me darás esa propiedad?...- volvió a mirar la foto - Es hermosa.

- Sí, te la daré, no la visito desde qué...- hizo silencio

No tenía que decir más, Adele ya sabía.

- ¿Dónde firmo?

- ¿Eso quiere decir que aceptarás?

- Sí

Entonces él le dio su pluma de oro y ella procedió a firmar ambas copias del contrato. Realmente tenía buenos términos para ambos.

...****************...

El jardín era fabuloso, estaba muy bien cuidado y Lucia muchas variedades de plantas ornamentales.

- ¡Es preciosos tu jardín! - lo admiraba

- Si, mi esposa...- sonrió - Isabella lo cuidaba muy bien, así que continúo haciéndolo.

- ¿Me permitirás a mí cuidarlo? - le miró

- Claro, está ahora será tu casa ...

Desde una ventana Michelle miraba a su padre caminar con aquella mujer... hacía mucho que no lo veía en casa tan temprano.

Decidió bajar a saludarlo.

- ¡Vaya padre! ¿Acaso hoy lloverá relámpagos? - le dijo sarcástica

- Hola - le extendió la mano - Debes ser Michelle, mucho gusto, soy...

- Dime papá, ¿Qué te ha impedido irte hoy temprano? - la ignoró - ¿Acaso recibirás a alguien importante y no me he enterado?

- Michelle, te están saludando.

Adele entonces bajó la mano extendida y sonrió. Michelle la miró de arriba hacia abajo como si fuera algo insignificante.

- ¿Quién es esta?

- Michelle no...- Adele le apretó el brazo y le pidió calma con la mirada.

- Me llamo Adele, y si me permites, puedo ser tu amiga - le guiño un ojo.

- ¿Estás loca verdad? - se burló - Nunca sería amiga de una mujer como tú...

- Te asombraría mucho si me llegas a conocer... parezco mujer, pero en verdad soy una niña encerrada en este cuerpo de adulta.

-¡ Eres ridícula! ¡Dan lastimas tus esfuerzos!

Adele solo sonreía, Edwin quería estallar, pero ver aquella paciencia en Adele le hacía mantener su aplomo.

- Michelle - se dirigió a su hija - Adele será tu nueva madre, será mi esposa en una semana, así que debes aprender a convivir con ella

Michelle estaba petrificada.... ¿Mamá? ¿Se iba a casar? ¡No podía creerlo!

- Vamos a ver cuánto nos duras...mamita.

Y sin decir más se marchó enojada

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