CAP 8

La ceremonia fue algo sencillo, solo estaban allí familiares y amigos cercanos. Se realizó en el mismo jardín que antes había cautivado a Adele.

- ¡Luces hermosa! - le expresó su amiga al verla vestida de blanco - pensé que este día nunca llegaría

Adele sonrió

- Si, me veo bien, pero no olvides - secó las lágrimas que asomaban a los ojos de Carmen - que solo es un trabajo

- ¡Hayyyy, tenías q opacar el momento! - se alejó un par de pasos - ¿Por qué eres así?

- ¿Así cómo? ¡Sabes q es verdad!

- Adele - le tomó las manos - ¿Puedes al menos imaginar que realmente es tu día?

Ella empezó a reír divertida... ¡Y no! Ni siquiera se atrevía a pensar en ello. Sería gastar tiempo mentalmente en vano.

Edwin se acercó y con un brazo rodeó su cintura, tanto Adele como Carmen lo miraron asombradas

- ¿Me puede prestar a mi esposa? - sonreía, realmente se veía feliz

<<¡Que buen actor es>> pensó Adele mientras lo miraba

-¡Claro! A partir de ahora es tuya.

Y sin decir más la llevó con él hasta la pequeña pista de baile

- ¿Bailaremos? - le pregunto ella algo asustada.

- Es tradición, si no sabes, no te preocupes, solo déjate llevar

- si sé bailar, solo que pensé...- la suave melodía empezó a sonar y ellos comenzaron a moverse por la pista con gracia y agilidad.

- ¡Es ridícula! - decía en voz alta - mi madre era mucho más bonita

- Tu madre era muy linda, sí, - le respondió la abuela - pero ya no está, y ustedes necesitan de alguien que los cuide

- La casa está llena de empleados abuela - reprochó - ¿qué diferencia habrá?

- Michelle, si tu padre la escogió, es porque hay una diferencia... puedes estar segura.

- ¡Mi madre, ussss! - no ocultaba su descontento - Ya verá ella quien soy.

- Tu padre se ve feliz, y ahora de seguro será un mejor padre para ti...

Michelle miró a su abuela ¿De veras ella se estaba creyendo lo que decía? Fue un padre ausente desde que tenía razón... Quería tenerlo para ella en algunos ratos... sobre todo cuando eran fechas especiales.... ¿En qué momento se enamoró? ¿Como si tuvo tiempo para esa mujer y no para ella?

Ante la rabia creciente y la enorme montaña de preguntas que se estaban creando en su interior, se puso de pie abruptamente, tanto así que se calló la silla que ocupaba, eso llamó la atención de muchos de los invitados, y, con rabia mezclada con dolor en sus ojos se marchó a su habitación.

El baile se detuvo... realmente él no quería que para, estuvo tan inmerso en ese momento que no se percató de que su hija se había marchado.

- ¿Y Michelle? - le preguntó a su madre cuándo se le acercó

- ¿Qué crees?

por la respuesta de su madre y la expresión de su rostro ya sabía que su hija había hecho un berrinche

- Iré a buscarla ahora mismo - pero una mano delicada le detuvo por el antebrazo

- Déjame a mí, por favor

Edwin dudó, conocía a su hija y no sabe por qué, pero sintió temor de que Adele se alejara de él por culpa de Michelle.

- ¡Sí, ve querida! - la alentó la suegra - No será fácil, pero debes intentarlo.

Esas palabras tan sinceras de su suegra la hicieron decidirse aún más y se dirigió hasta allí.

toc...toc...

-¡No quiero ver a nadie! - gritaron desde el interior.

- ¿Puedo pasar? - asomó su cabeza por la puerta.

- Eres la última persona que deseo ver, ¿Qué te hace pensar que te dejaré entrar?

-¿Una oferta?

-¿Qué? - no lo podía creer... ¿Quería negociar?

- ¿Me dejas pasar para contarte?

Michelle suspiró resignada

- ¡Venga! - y se dejó caer en su cama con los brazos cruzados - Habla rápido

Adele se sentó en la silla de la mesa de estudio, la llevo hasta estar delante de Michelle

- No soy madre, no sé cómo serlo, y menos de una niña tan especial como eres tú...- le dijo sinceramente - por favor, enséñame.

Esa actitud estaba dejando desconcertada a Michelle quien fruncía su ceño juvenil

- ¿Estás loca verdad? ¡Soy una adolescente!, ¿cómo puedo enseñarte a ser madre?

- Pues déjame amarte, las madres aman incondicionalmente a sus hijos... si me dejas amarte, yo me convertiré en madre y tú tendrás a una amiga que te proteja siempre, esa es mi oferta.

Sonreía

¡Qué estúpida risita!

- ¡Ya sé! - se puso de pie y dio unos pasos por la habitación - Mi padre te sacó de un loquero...- la miró - ¡No tiene otra explicación tu manera de actuar! ¿De veras crees que ocuparse el lugar de mi madre en esta casa, en la vida de papá?

Hubo silencio por unos segundos

- No, no lo creo y no lo quiero - le respondió Adele - Estoy aquí porque quiero, pero no vine a usurpar el lugar de nadie.

- Que bueno que entiendas eso, porque lamento decirte, que jamás, escucha bien, jamás te queremos en esta casa como se quiso a mi madre

Adele sonrió levemente

- No quiero que me quieran como a ella, y menos tú porque eso sería imposible, era tu madre...me conformo con que me quieran sinceramente.

- ¡Basta ya! - le gritó - ¡Me haces enojar! ¡Todo de ti me provoca!

- ¿Sabes por qué te provoca mi presencia Michelle? - le dijo con algo de lástima - Porque yo veo lo bueno de todo, pero tú también lo harás, solo necesitas crecer.

Se dirigió entonces a la puerta y miró a Michelle antes de irse

- Si deseas una amiga de verdad, una que te ame como a una madre... estaré en la habitación de al lado

Y sin decir más se marchó.

al quedar sola Michelle no pudo contener su rabia, su dolor, su frustración y comenzó a romper y lanzar todo lo que pudo mientras gritaba y lloraba.

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