Una Madre Para Michelle
Llovía a cántaros, era una de aquellas mañana donde el inicio de la etapa primaveral hacía de las suyas... muchos disfrutaban esa lluvia... otros...otros solo sentían el dolor de la perdida y despedían a su ser amado bajo esta...
Sus lágrimas se mezclaban con la lluvia que caía, abrazado a aquella tumba fría, negándose la despedida...no lo admitía, no podía hacerlo... era demasiado el dolor...
Alguien le puso una mano en el hombro derecho, sintió el apretón ligero como recordatorio de que era hora de irse... él lo esquivó...
- Señor... sé cuánto le duele... pero debemos irnos ya... la lluvia está cerrada y su hija necesita de usted.
Entonces alzó la mirada hacia el hombre que tenía en frente, su mandíbula temblaba, su ropa estaba empapada y manchada del barro que rodeaba la tumba dónde acababa de depositar los restos de su amada y joven esposa... se puso de pie
- ¿Se me fue, verdad? - susurro - ¿Qué hago ahora Diógenes, qué hago sin ella?
- Continuar señor, tiene una pequeña hija que le necesita más que nada en el mundo y sobre todo ahora.
Miró en dirección del auto donde estaba su pequeña hija, fruto de su eterno amor... trago... y asintió con un movimiento de la cabeza.
- Vamos con ella ahora...de todos modos mi luto no va a pasar nunca.
Y sin decir más fue hasta el coche donde lo esperaba una de las sirvientas con su pequeña en brazos. La miró con ternura y lástima a la vez, suspiró y luego se dejó caer en el asiento del copiloto para que Diógenes lo llevara a casa.
...****************...
Michelle correteaba por el jardín, era una niña muy hermosa aunque bastante mimada, su padre casi nunca podía estar con ella... trabajaba muchísimo para que a Michelle no le faltara nada... pero le estaban faltando muchas cosas y no era precisamente lujos...
- ¿Hoy si cenará papá conmigo? - le preguntaba a su nana con aquella vocecita de niña de 5 años...
Sus grandes ojos azules la miraban curiosa mientras que esperaba una respuesta
-Pues Michelle, - la cargó en su regazo - sabes que papá trabaja mucho para ti...
- ¡No quiero que trabaje más! -gritó - ¡Solo quiero que cene conmigo una vez!
Saltó del regazo de la niñera y fue que patear las plantas del jardín que más cercanas estaban a ella. La niñera se le acercó a prisa cuando vio el berrinche y la tomo de un brazo.
- ¡Michelle! - le regaño - ¿Qué culpa tienen las plantas?
- ¡Son feas! ¡No las quiero en mi jardín! ¡Odio a las plantas y las flores! - gritaba enojada, una lágrima se escapó de pronto de sus ojos y rodó por sus mejillas rosadas. La nana se las limpió con sumo cuidado.
- Las plantas llevan un proceso para florecer mi niña, y tú también... solo hay que encontrarles el terreno adecuado... yo estoy aquí para ti...
Estas palabras hicieron que Michelle la mirara, pero su enojo no cedía... explotaba dentro y no comprendía que era ni como controlarlo... era una niña pequeña carente de afectos paternales... aunque estaba siempre rodeada de personas que harían realidad cualquier deseo o capricho de ella...no era suficiente.
- ¿Algún día mi papá tendrá tiempo para mí?
- ¡Claro mi cielo! Algún día tu papá saldrá de su mundo para formar parte del tuyo... y entonces serás la niña más feliz del mundo.
La niña se arrojó al cuello de su nana, deseaba que ese día llegase rápido, quería abrazar a su papá, al que apenas veía...
...****************...
- Señor, otra vez la pequeña esperó por usted para cenar.
Dejó la pluma sobre el papel que firmaba y se reclinó al espaldar de su silla giratoria... suspiró... miró fijamente a su empleado de mayor confianza...
- ¿Soy un pésimo padre verdad Diógenes?
- Señor, yo no soy quien para juzgarlo a usted, pero si creo que debería pasar más tiempo con su hija... ya está creciendo y lo necesita.
- ¿Y qué le diré entonces? - entrelazó sus dedos apoyando sus manos sobre los mismos papeles que antes firmaba. - No sé que decirle, me es más fácil darle un beso cuando ya está dormida.
Diógenes solo pensó por un momento
- ¿Y si busca ayuda profesional? Tal vez eso le sirva...
- No creo... - volvió a reclinarse - Ya lo intenté una vez y no me funcionó
- Pero Michelle ya es más grande ahora...
- Si, pero aun así, no creo que me sirva de ayuda.
- ¿Y no ha pensado en darle una madre a Michelle?
Diógenes se arrepintió al momento de haber dicho aquellas palabras, como si fuera impulsado por un resorte Edwin se puso de pie haciendo chocar su silla contra la pared por el impulso.
- ¡Eso jamás! No hay mujer que se pueda parecer a Isabella, nunca la habrá.
- Perdón señor, yo solo quise... perdón
Diógenes se disculpaba muy avergonzado, él fue fiel testigo de ese amor que proveniente de la juventud, lamentablemente un año después del nacimiento de Michelle, Isabella se le descubrió que padecía de una enfermedad terminal la cual ya no tenía cura... ¡Cuánto no hubiera dado Edwin por salvarla!...
- Déjame solo por favor - le señaló la puerta
-Claro señor. - y sin decir más se marchó.
Hundido y abatido quedó Edwin del monte tras el triste recuerdo de su esposa... pero más dolida estaba su pequeña hija porque ese día había perdido a sus dos padres.
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Updated 34 Episodes
Comments
Yazmin Gómez
me gusta, vamos a seguir leyendo
2024-04-27
4
Francisca Daniela Jimenez Valdes
ooohh no entiendo es que lograra nuestra prota ganarse el amor de este hombre😖
2024-04-12
3
America Lopez
hermoso preámbulo para iniciar la historia
2024-04-12
1