capítulo 19

Amelia se mantuvo firme a pesar de sus dudas internas. Sabía que no podía retroceder ahora, debía enfrentar el desafío con valentía. Se preparó para el combate, tomando una postura defensiva y observando atentamente a su oponente.

El estudiante elegido por el maestro era un joven alto y musculoso, con una mirada desafiante y una espada afilada en sus manos. Amelia se dio cuenta de que no podía subestimarlo y debía confiar en sus habilidades.

El combate comenzó y ambos se lanzaron al ataque. El estudiante demostró su destreza y fuerza, pero Amelia se movía con agilidad y precisión, esquivando sus golpes y contraatacando con rapidez.

A medida que el combate avanzaba, Amelia ganaba confianza en sí misma. Sus movimientos eran fluidos y su estrategia era efectiva. Hasta que de pronto el joven cansado de que esa niña se estuviera luciendo a costa de él, de un rápido movimiento golpeó su hombro con brusquedad, causando que su espada cayera y dejándola desarmada.

El silencio se apoderó del campo de batalla mientras todos observaban con atención a los combatientes. Amelia, a pesar de la sorpresa y el dolor en su hombro, no se dejó intimidar por el golpe inesperado. Su determinación se hizo aún más fuerte al ver que su oponente subestimaba su capacidad.

Concentrando su energía, Amelia canalizó su don y creó una espada oscura en sus manos. Una sonrisa desafiante se dibujó en sus labios mientras miraba fijamente a su oponente.

—Creíste que habíamos terminado, pero esto apenas comienza.

Con agilidad y destreza, Amelia se lanzó al ataque. Sus movimientos eran rápidos y precisos, aprovechando la ventaja de su nueva arma. Golpeó con fuerza, sorprendiendo a todos los presentes.

El joven, desconcertado por la repentina transformación de Amelia, luchó por defenderse. Sin embargo, la habilidad y la ferocidad de Amelia eran evidentes. Cada golpe que ella lanzaba era certero y poderoso.

Finalmente, Amelia logró desarmar a su oponente con su espada oscura. El joven cayó al suelo, derrotado y sin aliento.

El silencio se rompió con aplausos y vítores de los presentes. Amelia, con una mirada desafiante, se acercó al joven derrotado y le extendió la mano para ayudarlo a levantarse.

—No subestimes a una "delicada señorita". Todos tenemos nuestras fortalezas, y yo estoy aquí para demostrar las mías.

El joven, humillado pero impresionado, aceptó la mano de Amelia y se levantó. Reconoció su error y mostró respeto hacia ella.

Todos los presentes no podían salir de su asombro, no solo por la ferocidad y destreza que demostró la jovencita, sino que también por el buen dominio de su magia.

El instructor, aún asombrado por lo que acababa de presenciar, se acercó a Amelia con una mezcla de admiración y curiosidad en su rostro.

—Señorita Black, debo admitir que me ha dejado sin palabras. Su habilidad en el combate y su dominio de la magia son impresionantes. ¿Cómo ha adquirido tal destreza?

Amelia, con una sonrisa modesta pero orgullosa, respondió al instructor.

—He entrenado arduamente durante años para perfeccionar mis habilidades en el combate y en el uso de la magia. Además, como heredera de la casa Black, es necesario que su futura guardiana sea alguien competente.

El instructor asintió, y solo agregó.

— Muy bien, sea entonces usted bienvenida.

Amelia solo asintió y al mirar a sus compañeros dos de ella la miraban de manera extraña, pero algunos otros tenían expresiones algo difíciles de describir. Luego su vista se volvió a dirigir hacia el príncipe Leónidas quien no sólo la vea de manera fría sino que tenía una mueca en sus labios que parecía ser una sonrisa, algo que a la joven le sorprendió puesto que ella conocía bien su personalidad, intento no tomarle importancia y prestarle atención a las instrucciones del instructor.

Quien también estaba impresionado por su destreza era el príncipe de Sintra, si bien el la había visto luchar, verla pelear a plena luz del día fue algo asombroso, sin pensarlo dos veces, se acercó a ella y con una sonrisa la felicito.

Amelia agradeció al príncipe de Sintra por sus palabras y le sonrió de vuelta. Aunque estaba sorprendida por la reacción de Leónidas, decidió no darle mucha importancia y centrarse en su entrenamiento. Durante la sesión, Amelia demostró su habilidad y destreza en el combate, impresionando tanto a sus compañeros como al instructor.

Después de la sesión, el instructor se acercó a Amelia y le elogió por su desempeño. Le dijo que tenía un gran potencial y que estaba segura de que llegaría lejos en su entrenamiento. Amelia se sintió motivada y agradecida por las palabras de aliento.

Mientras tanto, Leónidas observaba desde lejos, con una mirada enigmática en sus ojos. Parecía intrigado por Amelia y su habilidad para luchar. Aunque no lo demostraba abiertamente, había algo en su expresión que indicaba un interés especial hacia ella.

A medida que pasaban los días, Amelia continuaba con su entrenamiento y su relación con el príncipe de Sintra se fortalecía. Ambos compartían su pasión por el combate y se convertían en aliados en el campo de entrenamiento.

Sin embargo, la actitud de Leónidas seguía siendo un misterio para Amelia. A veces parecía frío y distante, pero otras veces mostraba una sonrisa enigmática que la desconcertaba.

El mago quien era informado de todo lo que sucedía en ña academia por medio de los profesores y los rumores que corrían en todos los imperios de "su hija", intentaba mantener tranquilos a los hermanos de esta cuando venían a buscar la medicina junto con el joven duque. Con respecto a sus avances sobre la nueva sociedad donde los magos pudieran vivir libres entre los nobles, las cosas estaban algo tensas, los nobles quienes por años maltrataron a los de su clase están reacios a tener que convivir con ellos y quien más intranquilo se encontraba era el emperador de Apophis y más por que había recibido informes directamente de su hijo, informándole de la heredera de la casa Black. No paso mucho cuando el mago fue llamado al imperio para hablar sobre su hija, puesto que muchos hijos de los nobles de esa corte y mismo el príncipe Heredero iban a la academia y temían que la jovencita no se supiera controlar...

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play