Es así como se va desarrollando la historia, mientras que Amalia, cegada por el amor que le tiene a Leónidas, es envuelta en tretas, trampas, accidentes, intentos de asesinatos, traiciones, y engaños. Leónidas cada vez va logrando más terreno en una corte extranjera. Él le hacía ver a los nobles que no había mejor opción que entregarle el trono a un príncipe quien, por derecho en sucesión, estaba cuarto, puesto que la emperatriz, madre de Amalia, Era prima segunda de la emperatriz de la ciudad de plata. Fue por este parentesco que en un principio Leonidas se acercó a Amalia, pero aún con sus planes ambiciosos, él pudo notar que la chica no solamente era una estupenda maga y espadachina, que bajo toda esa arrogancia que desbordaba cada vez que osaban desafiar su autoridad, había una niña sensible, dulce y tierna que esperaba ser amada. Por momentos él quiso olvidarse de sus planes de conquista, puesto que Amalia, aunque él no lo quisiera admitir, había logrado derribar ese caparazón que se había creado él mismo para no flaquear ante ella. Pero en cuanto su padre y hermanos se dieron cuenta de esto, presionaron a Leonidas para que de una vez por todas tomara posesión, del imperio de Apophis. Así poder hacer crecer su vasta fortuna. Leonidas, quien toda su vida había sido menospreciado por su familia, vio esto como una oportunidad de redimirse ante su padre y hermanos y juró demostrar de lo que él era capaz de hacer. Fue así como su propio veneno consumió su corazón y cegó por completo de ambición al muchacho, logrando así por fin tomar una decisión final y traicionar a la mujer quien, aún sabiendo los sentimientos que sentía por ella, hizo eso a un lado para poder así tomar posesión del imperio lo que nunca esperó fue que Amalia no aceptara la derrota y fuera en su contra con unos pocos hombres ella le hizo frente de igual manera y aunque Leonidas tenía un ejército de más de 4.000 hombres, Amalia aún con 500 dio pelea. Era sabido por todos los imperios que vivían en la isla de Maui que Apophis contenía en sus tropas una variedad interesante de magos de todo tipo de clases, manipulando todo tipo de elementos nunca pensó tener que utilizar la fuerza para poder adueñarse del imperio, creyó que ella recapacitaría, pero no fue así.
Cuando por fin la batalla se dio y Amalia terminó gravemente herida él como único acto de misericordia cruzó el campo de batalla y antes que sus hombres quisieran hacerle algo la atravesó con su espada para así ponerle fin a su agonía. Hizo un esfuerzo sobrehumano para poder controlar sus impulsos y una vez ella murió, tomó su cuerpo y lo llevó a un lugar donde ambos alguna vez habían jurado ser felices por siempre. Lo que Amalia nunca le había dicho era que en aquel lago vivían los espíritus del dios del sol y la luna, los amantes eternos. Fue allí que cuando Leónidas depositó su cuerpo en las aguas y vio como este se hundía, Amalia despertó en una especie de habitación blanca donde pudo ver dos imágenes de personas quienes no podía distinguir bien, pero se veía claramente que eran majestuosas una de ellas se acercó y con cuidado dijo.
—Mi niña, cuánto has sufrido, pero no te preocupes cariño, un día volverás y podrás tomar lo que por derecho te corresponde.
La diosa de la luna era conocida por ser una persona justa, caritativa y misericordiosa. En cambio, el dios del sol era todo lo opuesto a ella. Era irracional, voraz, vengativo. Es por eso que cuando vieron que su última descendiente directa había sido manipulada, injustamente tratada, ambos llegaron a un acuerdo para poder darle una segunda oportunidad. Como bien había dicho ella en un momento, no sería hoy, no sería mañana, pero un día volvería y tomaría su legítimo lugar...
Luego de estar por horas dibujando y escribiendo el último capítulo que le daría cierre a esta saga me encuentro sumamente cansada es entonces que decido dormirme unos segundos antes de enviarle el capítulo a mi editor y así poder por fin terminar con mi libro es entonces cuando empiezo a sentir mi cuerpo cada vez más pesado y de un momento a otro me empiezo a sentir arrullada como si alguien me estuviera meciendo de un lado a otro es ahí cuando logro visualizar una barbilla de un hombre muy opuesto, quien me mira con una cálida sonrisa en sus labios y orgulloso de ver cómo lo miro sonríe y dice.
—Vengan niños, les presentaré a su pequeña hermana.
Es justo en ese momento cuando todas mis alarmas se prenden, porque no veo por ningún lado mi oficina. Y este hombre que me sostiene en sus brazos parece ser muy real. Intento hablar, pero lo único que sale de mi boca son balbuceos. Es entonces que mi intento se detiene cuando veo a dos niños parados uno al lado del otro. Quienes me miran con curiosidad y el más pequeño de ellos dice.
—Padre, es muy fea. Está toda arrugadita.
Frunzo mi sueño al escuchar como el niño me dice que estoy arrugada y es entonces cuando pienso en decirle— [Oye tú quien te crees para decirme que soy una vieja arrugada ¿qué no te han enseñado modales, niño?]
El niño más alto mira a su pequeño hermano y dice.
—Tú también eras así de feo cuando naciste, pero con el tiempo mejoraste, aunque no mucho.
Gregoria al escuchar como sus hijos peleaban sonrió divertido y justo en ese momento su esposa rió por lo bajo.
—Ya niños, dejen tranquila a su pequeña hermanita. Ya verán que cuando sea un poco más grande, volverá locos a todos los jóvenes del imperio.
Estas pocas palabras hicieron al hombre fruncir su rostro y decirle de manera seria.
—Pues esos jóvenes se tendrán que quedar con las ganas de querer robar a mi princesa, porque Amelia se quedará a vivir por siempre con su papi, ¿no es así mi niña?
Aún procesando toda la información no sabía qué contestar primero. Por mi cabeza pasaban muchas preguntas sin respuesta, como por ejemplo:— [¿Qué ha dicho la mujer? ¿Amalia? ¿Imperio? ¿Cuál imperio? ¿Dónde estoy? ¿Qué es esto? ¿Por qué no me sale la voz?]
El hombre quien hasta ese momento estaba tranquilo cargándome en sus brazos me miró con horror y con algo de pánico me entregó a la mujer quien aún yacía en la cama algo pálida pero con una sonrisa radiante en su rostro dijo.
—Seguramente tiene hambre, le daré de comer. Vayan a descansar niños su hermanita está cansada también.
De un momento a otro, veo como la mujer descubre su pecho y me quiere meter su bubi en mi boca y es ahí donde mi desesperación empieza.
—[Señora, ¿qué estás haciendo? ¡Déjeme! ¡Ay, yo no quiero esto!]
Y aunque juro por dios que puse resistencia, esa mujer logró su cometido y encajó su bubi en mi boca creo que quedé traumatizada.
Al cabo de unos minutos como si fuera un relajante la leche que salía de su seno fue haciendo que mis ojitos pesaran y cuando quise acordarme volví a quedar inconsciente.
Narrador omnisciente, Sofía dormía tranquilamente en los brazos de la señora Miller, quien al ver a su hija tan bella como la había soñado sonrió genuinamente y dijo entre lágrimas.
—No sabes cuánto te he esperado mi niña. Espero que crezcas fuerte, sana y seas muy feliz.
Dijo la mujer para luego acurcarse junto a su hija y dormir tranquilamente ambas puesto que ese día había sido muy agotador para las dos...
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Comments
Topy71 🇦🇷
🤣🤣
2024-07-24
0
Lucia Feliciano Falcao
Kkkkkkkkkkkk la lucha de Sofía Amelia para no lactar🙈🙈, dijo que quedó traumada y la creo, una recién nacida con los pensamientos de una adulta siendo alimentada por una tete, kkkkkkkkkkkk debe de ser terrorífico 😁😁😁.
2023-08-16
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