¿Qué fue lo que sucedió?

Las relaciones son complicadas, independientemente de cuál tipo sean. Un adolescente con una mamá que tiene un novio con un carácter complicado. Un oficinista que trabaja horas extras porque necesita el dinero, pero que no soporta a sus compañeros de trabajo. Una anciana que no quiere tomar su medicina porque su hija no llega a visitarla al asilo. Todos esos son ejemplos claros que no necesitan más explicación para darse cuenta de que algo en la situación está mal.

Por otra parte, todos los ejemplos dichos anteriormente tienen una razón de ser; sin embargo, podríamos debatir una eternidad buscando todas las posibles causas de sus dilemas.

No obstante, decir que las relaciones son complicadas suena como a una frase impuesta por capricho; así que, dejémoslo en que son moldeables. Y como son de esa manera; por consiguiente, no existe impedimento alguno que evite las resoluciones de sus disgustos. Pero a pesar de eso, la mayoría de las veces no es tan sencillo encontrar una solución. Lo que nos ayuda a resaltar el siguiente punto.

Lucie abandonó su apartamento dejando a Leo atrás. Ellos habían vivido juntos en ese lugar durante más de dos meses, pero ella decidió irse. ¿Por qué razón? Ahora mismo hablaremos de eso.

Empecemos por el principio, pero sin alargarnos...

Lucie es una estudiante de enfermería de 19 años. Leo es el profesor de Matemáticas de su universidad, él tiene 34 años. Pero esos detalles a los dos les dieron igual, ellos se enamoraron y se hicieron novios...

Semanas después, ambos decidieron comenzar a vivir juntos en el apartamento que Leo rentaba. Su rutina diaria era la de dos enamorados que disfrutaban de la convivencia mutua. Despertaban juntos, desayunaban juntos, se comunicaban lo que hacían en sus días, se hacían apapachos y disfrutaban de estar a la merced del otro, cenaban juntos y dormían juntos. Todo era amor y serenidad...

Hasta qué un día todo cambió...

Leo empezó a comportarse de una manera extraña. Cada día Lucie y Leo empezaron a distanciarse más y más. Lucie no entendía por qué estaba sucediendo esto...

Después de una semana de incertidumbre, Lucie había encontrado la posible causa del cambio en su relación y decidió encararse con Leo. Lucie le preguntó si él ya no la amaba y si en cambio amaba a otra mujer llamada "Lisa". Leo solo dijo que lo sentía, y eso bastó como respuesta. Luego Lucie alistó sus maletas y se fue.

Leo le fue infiel a Lucie, pero no con cualquier mujer. En el pasado, cuando Lucie y Leo empezaron a salir, por pura casualidad Lucie le preguntó a Leo quién había sido su primer amor. Él le dijo que había sido una chica que fue su novia cuando él estudiaba la carrera en la universidad. Dicha chica resultó ser la mujer con la que Leo la engañó.

Esta situación es demasiado dura, aún dejando de lado el contexto. Una universitaria que se enamora de su profesor y después se va a vivir junto a él, para que luego a los dos meses de relación él la engañe con otra mujer. Suena verdaderamente terrible.

¿Pero cuáles fueron los motivos para que Leo le hiciera algo así a Lucie? ¿Lujuria? ¿Deseo? ¿Inmadurez? La verdad es que Leo si amaba a Lucie, y se lo había demostrado en más de una ocasión. Como la vez en que a Lucie le dio fiebre y Leo pidió permiso a la universidad para tomarse el día libre, y a pesar de que se lo negaron, él se quedó de todos modos para atender y cuidar de ella. O la vez en que los dos estaban viendo películas en el sofá de la sala y Leo dejó que Lucie se comiera la última papa de la bolsa de frituras. Sin duda alguna eran grandes muestras de amor. Pero entonces, ¿por qué él hizo algo así? ... Eso sigue siendo un misterio.

***

Los siguientes días en la universidad no fueron nada gratos...

Luego de que Lucie y Leo se separaron, los dos trataron de evadirse lo más posible. El mayor infortunio fue que ambos tenían que presentarse a la misma universidad, Lucie como estudiante y Leo como profesor. Para Lucie era todo un tormento tener que verlo a diario y además tener que recibir la clase de la asignatura que él mismo impartía.

Cuando los dos estaban en el mismo salón, ambos intentaban no hacer contacto visual el uno con el otro; sin embargo, era inevitable que sucediera en más de una ocasión, y cuando eso pasaba, era algo realmente incomodo para ellos.

Por otra parte, siempre que Julie y Sofie posaban su mirada en Leo, hacían muecas de disgusto u odio. Si por casualidad alguna de ellas cruzaba miradas con él, esta no le despegaba la vista de encima hasta estar segura de que él no se atrevería a voltear a verla de nuevo, y luego apartaban su vista de él de manera indignada. Ellas ya sabían lo que Leo le había hecho a su amiga porque la misma Lucie les contó todo; por lo tanto, ellas ahora lo detestaban.

Antes de que Lucie se fuera del apartamento de Leo, le había hecho una llamada a Sofie para preguntar si podía quedarse en su casa por unos días. Sofie apenas y pudo entender los balbuceos de Lucie mientras la escuchaba lloriquear por medio del teléfono...

Estando en su casa, Lucie finalmente le explicó lo que había sucedido claramente. Luego de un par de días Lucie regresó a vivir a casa de sus padres otra vez, después de casi tres meses. Sin embargo, ellos no le pidieron explicaciones. Sobre todo porque notaron que ella no quería darlas. Así que accedieron a recibirla en su casa sin objeción alguna. Ellos son muy flexibles. Pero además de eso, también confían bastante en el juicio de su amada hija, a pesar de que a veces ella es muy insegura.

Avanzando un poco en el tiempo. Ya habían pasado algunos dias desde que Lucie y Leo se separaron. El mes de junio estaba a punto de terminar. Las cosas estaban empezando a ser un poco más normales. Aunque lo sucedido todavía era algo que estaba muy presente en la mente de todos los que lo sabían.

Ahora bien. Lucie, Julie y Sofie se encontraban en la universidad. En este momento eran las 12:06 pm, asi que las tres fueron hacia el comedor para almorzar.

“Bueno. Creo que tengo que ir al baño,” comunicó Julie.

“Yo te acompaño,” le dijo Sofie. “¿Tú no vas, Lucie?”

“No, me quedaré cuidando sus asientos.”

“Está bien. Ya volvemos.”

Lucie se sentó y puso su bandeja de comida sobre la mesa. Julie y Sofie también dejaron sus almuerzos sobre la mesa antes de irse al baño.

En la universidad habían dos comedores: Uno para los estudiantes que cursaban los primero dos años de las carreras, y otro para el resto de estudiantes de los demás años. Esa era la manera en la que estaba estipulado; no obstante, los estudiantes eran libres de comer en donde quisieran. Los profesores también podían almorzar en el comedor de su preferencia.

El comedor para los estudiantes de los años más avanzados era más grande que el otro porque estaba destinado a una mayor cantidad de estudiantes. Lucie, Julie y Sofie siempre almorzaban juntas ahí. Normalmente, en la universidad, a los estudiantes les daban de almuerzo moderadas porciones de frutas, verduras u hortalizas, lácteos desnatados y sopas acompañadas con arroz. Los estudiantes disfrutaban de un almuerzo bien balanceado a diario.

Retomando el asunto. Luego de que Julie y Sofie se fueran al baño, alguien se acercó a Lucie para hablar con ella.

“Lucie.”

Lucie miró hacia quien le habló y pudo identificar quién era.

“Profesora Sara.”

Ella vestía falda satinada y camiseta, acompañada de sus usuales prendas. Un detalle, es que esta vez traía puestas unas gafas de sol. Vete a saber tú por qué razón las traía puestas ahora mismo, se supone que son para exteriores. Aunque nadie le decía nada, sobre todo porque le quedaban muy bien.

“Leo me contó lo que pasó,” dijo Sara mientras se sentaba frente a Lucie. “En verdad lo siento mucho, Lucie,” y se quitó las gafas.

“No, usted no tiene por qué disculparse, Profesora.” Lucie, nerviosa, meneo las manos de un lado a otro haciendo una cruz cuando dijo eso.

“Bueno,” comenzó a decir Sara, “yo soy amiga de Leo, y tal vez tú pudiste haber pensado que yo ya estaba enterada desde antes. Pero la verdad es que yo no sabía nada.”

“No se preocupe, jamás desconfie de usted.”

Lucie se quedó pensativa. En realidad, ella ya no sabía en quién confiar y en quién no. Luego de lo que sucedió, ya no veía con los mismos ojos a la mayoría. Ahora era más precavida. Pero, aún así, ella no lo demostraba, y actuaba como si fuera la misma de siempre.

“Cuando Leo me dijo lo que... ocurrió,” Sara continuó, con una voz más tenue. “Él parecía sentirse realmente culpable, ¿sabes?”

Lucie permaneció callada, y pensó para sí misma: Pues claro, todo fue su culpa.

pero esperen un momento. ¿Qué estaba haciendo Sara? ¿Acaso estaba tratando de convencer a Lucie para que volviera con Leo y lo perdonara? Al menos eso era lo que parecía. ¿Por qué decir que él se sentía culpable? Aunque, seguramente, eso no sería de mucha ayuda para lograr su cometido, si es que en verdad lo era.

Afortunadamente, la profesora Sara era muy buena leyendo a las personas, y cuando vio a Lucie guardar silencio, ella se apresuró a hablar.

“No, no me malentiendas. No estoy tratando de hacer que lo perdones. Yo solo... quería hacerte saber mi punto de vista.”

“... Entiendo.”

Bueno, al menos no estaba ahí para convencerla. Lucie también llegó a esa misma conclusión.

“Sabes, ” le habló de nuevo Sara, “cuando Leo y yo estudiábamos juntos, él tuvo un par de novias por cortos periodos de tiempo. Pero lo curioso es que todas lo dejaron.”

“¿Y me lo dice hasta ahora?” Lucie hizo un gesto de disgusto. En realidad, Lucie ahora se sentía completamente desorientada con el verdadero cometido detrás del acercamiento de Sara. ¿De qué quería hablar con ella exactamente?

“Bueno,” dijo Sara, “lo siento. Pero en realidad, ese no era mi punto. Quiero decir que...”

Como se dijo anteriormente, la profesora Sara era bastante buena leyendo a las personas. Ella inmediatamente notó que la conversación estaba tomando un rumbo que no era muy del agrado de Lucie en estos momentos. Además, en realidad su intención solo era disculparse con ella por lo que su amigo le había hecho. Asi qué, decidió ponerle fin al contacto.

“... Bueno, mejor olvidalo, ¿si? ... Que pases buen día, Lucie,” y se levantó y se fue.

Lucie la observó irse, y luego guío su vista hacia su comida y se la quedó viendo.

Esa corta intervención bastó para hacerla perderse en los no tan lejanos días pasados...

Recordó cuando ella y Leo eran una pareja feliz...

Irse a vivir junto a Leo fue como un sueño hecho realidad para Lucie. Ambos se amaban y se hacían juramentos de eterna fidelidad el uno al otro casi a diario. Pensar en eso la hizo preguntarse:

¿Qué fue lo que sucedió?

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