Julie y Sofie siempre estaban juntas. En la universidad siempre se les veía andar por aquí y por allá, una al lado de la otra. Ambas iban al karaoke los fines de semana, también iban de compras juntas cada vez que podían. Sea el cine, el café o los festivales, si una de ellas se encontraba allí la otra también, porque eran mejores amigas. Aunque... nos falta un complemento importante en esta ecuación... Claramente sería Lucie. Ellas tres eran inseparables. Ninguna movía un dedo sin primero antes estar las tres de acuerdo en hacerlo.
Sofie fue la primera que conoció a Lucie, en su segundo año de la carrera. Ella ingresó a la universidad porque sus padres consiguieron un empleo con un mejor salario y decidieron inscribirla en una de las mejores universidades de la ciudad.
Sofie ya era una buena estudiante en su antigua universidad, pero, cuando ingresó a la universidad donde estudiaba Lucie, tuvo que esforzarse un poco más para mantener su promedio. La universidad era muy estricta y exigente...
Hace 2 años
Sofie ingresó a la universidad donde estudiaba Lucie cuando justamente se encontraban en la primera semana de exámenes. Obviamente, ella ya se había preparado para eso; de modo que, había estudiado de antemano para los exámenes de su antigua universidad. Ella pensó que ya estaba más que lista para obtener sus usuales buenas calificaciones; sin embargo, a Sofie se le olvidó un pequeño detalle... La universidad en la que se encontraba no era igual que la anterior. Ella ahora estaba en una de las mejores universidades de la ciudad y del país entero.
Como era de esperarse, sus calificaciones, que estaban por arriba del promedio en su antigua universidad, terminaron estando casi por debajo del promedio en la prestigiosa universidad.
Sin duda alguna tenía que esforzarse aún más que antes si quería obtener sus anheladas buenas calificaciones otra vez.
“Esto va a ser más complicado de lo que creí,” se mortificó Sofie viendo el resultado de sus calificaciones.
En la universidad, los resultados de las calificaciones de los estudiantes se mostraban en un mural pegado a la pared del salón. Sofie se encontraba de pie frente al mural, renegando sus esfuerzos entre la multitud de los demás estudiantes que también veían sus resultados. Lucie se acercó al mural para ver sus calificaciones, que por cierto siempre solían ser muy buenas, y casualmente escuchó lo que Sofie dijo.
... Lucie ya conocía el nombre de Sofie porque lo había oído un par de veces antes. Ella observó a Sofie y notó que estaba desanimada, así que buscó su nombre en el mural y en él vio el bajo promedio que Sofie tenía.
“¿No estás conforme con el resultado de tus calificaciones, Sofie?”
“¿Qué?” Dijo Sofie desprevenida. “... ¿Me hablas a mí?”
“Yo podría ayudarte si así lo quieres.” Dijo Lucie viéndola a los ojos.
Sofie volteó su vista hacia el mural y buscó el nombre de Lucie. Ella estaba en primer lugar, con las calificaciones más altas de su curso.
Sofie, sin despegar la mirada del mural, atontada dijo: “Creo que me vendría bien algo de tu ayuda, Lucie.”
“Está bien. Desde ahora ambas nos esforzaremos aún más. ¿Te parece bien, Sofie?” Y le sonrió.
Sofie la miró y se perdió en su sonrisa.
Desde ese momento, Sofie y Lucie se convirtieron en amigas.
Hace 1 año
Julie ingresó a la universidad donde estudiaban Sofie y Lucie cuando inició el tercer año de su carrera.
Julie tenía dos hermanos mayores: Liam y Noah. Liam tenía 27 años; él era diseñador gráfico y publicitario, trabajaba en una vinícola muy conocida. Noah tenía 25 años; él era bibliotecólogo, trabajaba en la biblioteca de la universidad más prestigiosa del país.
Los padres de Julie eran arquitectos. Ellos se la pasaban metidos en sus proyectos y casi no tenían tiempo para sus hijos; Además, eran muy exigentes y estrictos con la educación que ellos recibían.
Los hermanos de Julie ya no estudiaban, pero ella sí. Aparentemente, según la sugestión de sus padres, Julie no había dado su mejor esfuerzo en su segundo año de la carrera; así que, la obligaron a elegir entre las tres universidades más importantes del país para que ella estudiase en una de ellas y se esforzara aún más.
Astutamente, Julie eligió la universidad que se encontraba en la ciudad donde vivían los padres de su madre; de manera que, Julie ahora vivía en casa de sus abuelos.
En su primer día de clases, Julie tomó el tren para ir a la universidad. Sus abuelos tenían auto, pero para ella era más entretenido ir en tren, así que prefirió ir así.
Estando en el tren, por alguna razón, Julie observó por un rato a una chica de cabello rubio, corto y ondulado que parecía ser de su misma edad. Julie supuso que la chica también estaba de camino a la universidad; sin embargo, dejó de prestarle atención momento después.
Julie bajó del tren, salió de la estación y caminó hacia la universidad.
Julie caminó por los enormes pasillos de la universidad tranquilamente, y cuando estaba llegando al salón de clases, casualmente se topó frente a la puerta de su salón con la chica de cabello rubio, corto y ondulado que había visto en el tren hace poco.
“... ¿Tú no eras la que iba en el tren?”
“Si,” dijo la chica, “yo también te recuerdo... ¿Eres nueva en la universidad?”
Julie asintió. “Así es, este será mi primer año aquí.”
La chica sonrió y con un tono amigable dijo: “En ese caso déjame presentarme... Mi nombre es Sofie.”
¿Ellas dos se conocieron por circunstancias del destino o de la vida? Seguramente si le preguntabas a una de ellas actualmente, ella diría que fue por pura casualidad. De todos modos se hubieran conocido eventualmente, pero tal vez no hubieran llegado a ser tan cercanas si no hubieran coincidido como sucedió ese día.
“Yo soy Julie. Mucho gusto.”
“Igualmente, Julie.”
A ninguna de las dos se le ocurrió preguntar a cuál curso pertenecían, así que sin más que hablar, procedieron a despedirse.
“Bueno,” dijo Sofie, “espero que pases un buen día. Nos vemos.”
“Buen día a ti también.”
Ambas esbozaron una sonrisa amigable y ejecutaron la acción de entrar por la puerta, pero, chocaron con el hombro de la otra en el acto y retrocedieron al mismo tiempo.
Se vieron a los ojos y ambas dijeron al unísono:
“¡Qué! ¡¿También estás en el curso de enfermería?!”
Ambas no pudieron contener las risas:
“Ja, ji, ja.”
“Ja, ju, ji.”
El salón al que intentaron entrar era donde se daría la clase de biología humana, asignatura la cual solo estudiantes de enfermería recibían.
Ninguna de las dos se esperaba este descubrimiento. Parece que el mundo era más pequeño de lo que creían. Ambas tomaron el mismo tren al mismo tiempo, las dos están en la misma universidad, y además ambas están en el mismo curso de la misma carrera. Eran muchas coincidencias. Parecía que el mundo estaba divirtiéndose jugando con ellas.
Entre risillas, Sofie dijo: “Esta es una gran coincidencia.”
“Si,” dijo Julie, también sonriendo, “valla que lo es.”
“Bueno,” dijo Sofie, “¿Qué te parece si entramos?”
“Está bien. Pero no al mismo tiempo; al parecer, una de las dos está algo rellenita.”
“¡Oye!, ¿qué insinúas?”
Y riendo entraron al salón de clases.
Lucie estaba en el salón, sentada en su asiento, escribiendo garabatos en su cuaderno; no obstante, no se dio cuenta de lo sucedido.
“Buenos días, Lucie,” dijo Sofie aproximándose a ella. “... Quiero presentarte a alguien.”
Lucie levantó la vista y dijo: “¿A quién, Sofie?”
Luego se dio cuenta de que alguien venía detrás de Sofie.
Sofie continuó: “Ella es Julie, mi nueva amiga. Estudiará aquí a partir de ahora.”
Julie se sorprendió un poco y aturdida dijo: “¡Amiga...!”
Lucie habló: “Mucho gusto, yo soy Lucie. ¿Dijiste que es tu amiga, Sofie? En ese caso, también será mi amiga.” Se paró, se puso frente a Julie, la tomó de las manos y dijo: “¿Quieres ser mi amiga también, Julie?”
Julie solo dijo: “No creí que conseguir amigas me tomaría tan poco tiempo,” y sonrió.
“Está decidido.” Dijo Sofie tomando de los hombros a Julie por detrás. “Seremos amigas a partir de ahora.”
Y las tres sonrieron juntas.
Desde ese momento, Julie se convirtió en amiga de Sofie y Lucie.
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