Leo
Parte final
Era un día como cualquier otro. Lucie ya se había ido a la universidad. Pero yo me quedé en casa porque precisamente decidí tomar mi día libre. Mi plan, era quedarme todo el día descansando viendo la tele en el sofá. Me di un baño para sentirme completamente relajado y luego me vestí.
《Tock, tock, tock.》
Yo estaba en la habitación cuando escuché que alguien tocaba la puerta.
《Tock, tock, tock.》
¿Quién podrá ser? ¿Acaso es Lucie?
Normalmente, Lucie no era de las personas que se regresaban a casa porque olvidaba algo importante. Ella siempre es muy ordenada y precavida en todo lo que hace. Por eso me pareció muy extraño creer que era ella. No obstante, en nuestro apartamento ninguno de los dos recibía visitas. Las únicas visitas que yo recibía en el pasado eran las de Sara, pero ella ya no venía a mi casa porque Lucie estaba ahí.
Con todo eso en mente, me dirigí hacia la puerta y la abrí de una.
“Hola, Leo. ¿Me recuerdas?”
Me quedé boquiabierto al ver quien había estado tocando la puerta.
No puede ser.
Permítanme usar esta famosa expresión, por favor: Ni en un millón de años hubiera esperado recibir en mi apartamento a tal persona. Era alguien que yo daba por hecho que nunca más volvería a ver en mi vida. Sin embargo, la vida te da sorpresas. Y ahí estaba ella.
“¿Lisa? ... ¿Eres tú, Lisa?”
“Así es,” dijo Lisa sonriendo. “... Ha pasado mucho tiempo, ¿no?”
Pero ella no era exactamente la Lisa que yo recordaba. Frente a mí estaba una mujer adulta, hecha y derecha. Si, se veía tan risueña como siempre, pero, esta vez, por alguna razón, irradiaba una aura espléndida a mis ojos.
Yo no podía parar de estar asombrado por ese avistamiento tan repentino.
¿Qué hace aquí? ¿Qué no vive en otra ciudad? ¿Vino hasta acá solo para saludarme?
“Oye, Leo.” Dijo Lisa, interrumpiendo mi trance. “... ¿Estás ocupado?”
“Q... ¿Que si estoy ocupado? ... ¿Por qué?”
“Porque cada acción tiene su reacción... ¿Ya lo olvidaste?”
Yo sonreí un poco.
Claro, lo recuerdo. ¿Cómo podría olvidarlo? Mi sistema cardíaco y yo aún lo recordamos con vehemencia... Ese día fue en el que mi corazón elevó su frecuencia cardíaca hasta las nubes. Después de ese día no ha habido nadie más que logre provocar tal cosa. Y no lo digo en el buen sentido, esa fue una sensación que no me gustaría volver a experimentar. Así que, por favor, esperaba que esa vez no sucediera lo mismo.
“Bueno, supongo que estoy desocupado.” Dije. “... Hoy me tomé el día libre.”
“Entonces, sal conmigo, ” dijo Lisa de inmediato.
Yo me quede sin palabras.
¿Pero qué rayos está pasando? Debo de estar soñando. Me quede dormido luego de ducharme. Si, eso debe ser lo que pasó.
“... ¿Salir con...?”
Ella me interrumpió.
“¡Por favor, solo di que si! Hay mucho de lo que tenemos que hablar después de tantos años... ¿No lo crees...?”
Yo guardé silencio un rato.
En ese momento mi cerebro solo podía centrarse en una cosa: Lisa está aquí. Siéntase libres de llamarme como quieran, pero, olvidé completamente a Lucie. En ese instante la hice a un lado y simplemente actúe como si ella no existiera. No pensé en sí ella estaría de acuerdo o no en que yo saliera a alguna parte con Lisa... Lucie ya sabia quien era ella, también sabía que era alguien que fue muy preciada para mí en el pasado. Sin embargo, en ese momento, actúe de manera despreocupada y accedí...
“... Está bien, Lisa.”
Aunque ahora que lo pienso, creo que mi problema más grande es no poder negarme a las propuestas que me hacen con insistencia.
***
Fuimos a un café al aire libre que estaba cerca de la universidad. Yo estaba algo inquieto porque muchos estudiantes pasaban por allí. Podrían pensar que estaba teniendo una cita o algo así. Aunque todos deberían saber que si un hombre y una mujer salen a algún lugar juntos, no necesariamente deben ser una pareja. En este caso se trataba de Lisa, una amiga. Sí, es cierto que ella y yo fuimos novios hace mucho, pero, ahora únicamente éramos dos viejos amigos recordando los viejos tiempos.
“¿Recuerdas cuando hundiste tu cara en el pastel? Je, je... Eso fue muy divertido.”
Esa vez conversamos de todo un poco. Realmente no hablamos para nada de nuestras vidas actuales. La plática se centró únicamente en anécdotas que ambos compartíamos y recordábamos juntos.
“No sé qué habría pasado si tú después no hubieras hecho lo mismo. Je, je.”
“Ji, ji, ji.”
Luego de que terminamos de hablar, yo me despedí de Lisa para irme de regreso a mi apartamento, pero ella rápidamente me pidió que la acompañara al suyo. Ella se estaba quedando en un apartamento que no quedaba muy lejos de allí. Estaba como a 15 minutos en tren. Así que me convenció y fui con ella.
“Ven, Leo. Pasa.”
Ella abrió la puerta y entramos a su apartamento. No sé por qué, pero por alguna extraña razón, entrar a su apartamento fue algo que no me causó ninguna incomodidad. Se suponía que estaba entrando al apartamento donde vivía una mujer soltera, y se suponía que yo no debería de estar realizando tal acto. Fue algo inexplicablemente fácil de ejecutar. Mi mente estaba en otro sistema.
“Con que aquí vives ahora.” Dije, observando el lugar.
Era un apartamento que parecía algo costoso. Yo no podría darme el lujo de pagar un sitio así. Al parecer a mi ex le había ido bastante bien después de que me dejó.
“¡Oye!” Se quejó Lisa. “¿Qué quieres decir con eso?”
“¿Yo? Nada...”
Creo que será mejor hablar de otra cosa.
“¿Llevas tiempo viviendo aquí?” Dije.
“Bueno,” empezó Lisa, mientras dejaba sus cosas sobre una mesa, “en realidad un par de semanas. Mi papá se retiró de su trabajo; Así que, volvimos a la ciudad en donde conoció a su primer amor.”
“¿Su primer amor...? ¿Hablas de tu madre?”
“Sí. Así es,” dijo Lisa. Y luego me miró de reojo y sonriendo dijo: “Él también.”
¿Él también? ¿Acaso era algún tipo de indirecta? Como sea, no le di importancia y avancé a través de la estancia siguiendo a Lisa.
“Aff.” Lisa exhaló mientras se dejó caer en el sillón de la sala. “Es muy bueno volver a verte, Leo.”
“Lo mismo digo, Lisa.” Dije, mientras me sentaba frente a ella.
No sé como terminamos así. Yo estaba en la casa de Lisa. La misma Lisa que conocí hace mucho tiempo cuando estaba en la universidad.
Sinceramente, cuando estábamos en el café, a mí se me pasaron por la mente muchas preguntas que me hubiera gustado hacerle, y estoy seguro de que a ella también le paso igual. Pero ninguno de los dos dijo nada... Fue como cuando esperé por ella en aquella banca de la universidad y ella llegó, tanto el uno como el otro sabíamos que no había más palabras qué decir para saber que estábamos en el lugar que queríamos estar.
“¿Te cuento algo?” dijo Lisa de pronto. “... No has cambiado para nada.”
“¿Tú crees?”
“Sí.” Ella sonrió. “Sigues siendo el mismo Leo de siempre... Me alegra saberlo.”
“Bueno, tú tampoco has cambiado mucho, Lisa.”
“¿A, sí...?” Ella sonrió llameantemente y después dijo: “¿Y, qué opinas de mi físico?”
Si hubiera estado bebiendo agua hubiera salido disparada de mi boca al oír esa pregunta tan atrevida. La verdad yo ya estaba acostumbrado a escuchar ese tipo de frases por parte de Lucie. Incluso de Sara, ya saben como es ella de bromista conmigo. Pero escuchar decir algo como eso a Lisa, era un caso totalmente aparte.
Pero si así quería jugar, entonces le devolvería la movida.
“¿Y, qué opinas tú del mío?” Le dije.
Ella sonrió aún más llameantemente que antes. Al parecer esa pregunta era lo que esperaba por respuesta. La Lisa del pasado jamás se comportaría de esa manera... No, esperen. Ahora que lo pienso, ella siempre se comportaba exactamente de esa manera. Siempre tan impredecible en todo lo que decía o hacía. Sin duda no había cambiado para nada.
Después de eso, ambos guardamos silencio mientras sostuvimos las miradas mutuamente durante un momento. Yo me sentí algo incómodo por lo que acababa de decirse; así que, tenía que decir algo antes de que esta situación se volviera más incómoda.
“Bueno. Creo que ya debo irme.” Me levanté y di unos pasos de camino hacia la puerta, pero la voz de Lisa me detuvo.
“E... espera, Leo.”
Me volteé.
“¿Qué pasa, Lisa?”
“Hay... algo que quiero mostrarte...” Sus orejas tomaron un tono rojizo.
¿Algo que quiere mostrarme? ¿Qué podría ser?
En realidad no tenía ni idea de qué querría ella mostrarme. Así que cuando dijo eso, yo solo me quede callado esperando que ella me dijera de qué se trataba.
Lisa continuó: “... Está en la habitación de allá,” y señaló la penúltima puerta de al fondo.
Yo solo observé la puerta, en silencio.
¿En la habitación? No estará pretendiendo que yo vaya a traer lo que sea que haya adentro, ¿o sí?
Echando a un lado cualquier otro pensamiento que pude haber tenido en ese momento, Lisa me tomó de la mano y me guío hasta la puerta. Luego la abrió y entramos.
Sin mencionar que fue algo inesperado que ella me tomara de la mano, para mi sorpresa no había nada fuera de lo común ahí adentro. Excepto que el lugar tenía un aspecto muy similar a la habitación de un hotel. Así que, no me tomó mucho tiempo deducirlo. Era su habitación personal.
***
Mi primer error fue no haberle dicho a Lisa que yo ya tenía una relación con alguien más en ese momento. Y mi segundo error fue no haberme negado a intimar con ella esa tarde.
Hacer un recuento de mis errores sería una lista de nunca acabar. Engañe a Lucie, le mentí a Lisa, las traicione a ambas. Soy una basura, un desastre que no sabe qué hacer.
Si tan solo hubiera hecho las cosas de una manera adecuada. ¡Bah, Callate! Siempre hago las cosas mal. Todo me sale mal. Soy un idiota, ¡un tarado...!, káhk, mal... dición...
¿Por qué? ¿Por qué siempre me sucede esto?
Cuando empecé a salir con Lisa, todo en nuestra relación iba bien. Pero a causa del trabajo de su padre su familia tuvo que irse de la ciudad y Lisa y yo tuvimos que separarnos. Tal vez si yo hubiera hecho algo para impedirlo todo el panorama hubiera sido distinto... Podría haber buscado un empleo o decirle a mis padres que recibieran a Lisa en nuestra casa, pero... ni siquiera se me ocurrió presentarme con el papá de Lisa... Quizás si él hubiera sabido que su única hija tendría que dejar atrás a la persona que amaba, hubiera pensado en la posibilidad de quedarse y cambiar de empleo
... Por eso cuando empecé una relación con Lucie ya sabía qué lo primero que tenía que hacer era presentarme ante sus padres para que nadie la separara de mí lado... Y eso es lo que hice, pero... Tenía que ocurrir todo esto y como un imbécil arruine todo otra vez.
... Siempre me pasa lo mismo. Siempre lo estropeo. Todo lo que hago es fallar. ¡Fallar y fallar!
... Lucie... Lisa... En verdad lo siento... No merezco a ninguna.
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