Dos jóvenes universitarias

Día lunes. Nueve y cuarenta y cinco de la mañana, a esta hora los estudiantes empiezan a llegar a la universidad. Algunos siempre deciden ser más disciplinados que otros y arribar más temprano en la mañana, pero normalmente a esta hora la universidad empieza a llenarse.

Lucie aún no mostraba indicios de llegar exactamente temprano a la universidad el día de hoy; no obstante, la razón no es porque ella fuese indisciplinada. Ella siempre tomaba el transporte público muy temprano para poder llegar antes de las diez a sus estudios. Después de todo, una buena enfermera debe presentarse muy temprano a su labor, y ser muy puntual para atender a los pacientes que tienen sus esperanzas puestas en ella. Aunque Lucie todavía no era enfermera, pero igual.

Con todo, el fin de semana fue un día que dejó a Lucie completamente exhausta en casi todos los sentidos...

... Además de haber pasado casi toda la mañana recorriendo el zoológico a pie, también había tenido una severa discusión con Leo. Luego se fue a casa de sus padres en un viaje de dos horas en tren, se desveló un poco a la hora de dormir pensando en sus problemas de pareja. Y al día siguiente tomó el tren a las siete de la mañana para llegar a su apartamento a las nueve.

Lucie tenía menos de una hora para alistarse e irse a la universidad. Pero el agotamiento físico combinado con el cansancio mental, son una de las peores combinaciones para llegar puntual a donde sea. De modo que, Lucie, esta vez, sin duda alguna, llegaría un poco más tarde de lo habitual.

En otra nota aparte, poco menos complicada. Dos jóvenes estudiantes caminaban juntas por los enormes pasillos de la universidad dirigiéndose hacia uno de los salones para recibir la clase del profesor de biología humana...

... Julie y Sofie siempre iban juntas a la universidad porque las dos tomaban el tren en la misma estación. Ambas son mejores amigas junto con Lucie, pero normalmente, se reunían con ella hasta llegar al salón de clases.

Ambas vestían ropa casual, pero no tan informal, para ir a la universidad. Julie vestía falda suelta, franela sin mangas y cárdigan; y Sofie vestía vestido, y chaqueta de jean. Ambas traían consigo sus respectivos bolsos.

“Julie, ¿qué tal si me dejo crecer un poco el cabello?”

La que habló fue Sofie, mientras caminaba hombro a hombro junto a su amiga Julie, quien observó su cabello al escuchar la pregunta.

Sofie jugueteo con su cabello rubio, corto, y ondulado al momento de hacer la pregunta. Y mantuvo su vista al frente mientras caminaba, aparentemente desinteresada por la respuesta que fuera a dar su amiga.

“¿Qué? ¿Ya no te gusta?”

Julie, en contraste, tenía su cabello largo y rizado; además de tenerlo de un tono café castaño.

“No es eso... Ya, mejor olvidalo.”

“¡Ves, te lo dije! Siempre haces lo mismo, Sofie,” dijo Julie cruzándose de brazos y volteándose de golpe.

Sofie se volteó casi al mismo tiempo y imitó su gesto.

“¿Qué?”

“... Me haces preguntas y luego no me dejas responder,” se quejó Julie señalándola a la cara.

Sofie como si nada se volteó a como estaba y volvió a caminar mientras decía: “Eso no es cierto. Yo siempre te escucho.”

Julie también se volteó y le siguió el paso.

Sofie continuó: “Además, es tu culpa por no responder de forma directa,” y empujó el cabello de Julie en manera de broma.

Julie se acomodó el cabello y dijo: “Y tú por preguntar de forma indirecta, ¿no crees?”

“Ay, cállate...”

Y ambas siguieron caminando hacia el salón.

Se dice que si no hay discusiones en una conversación entre amigas por más de cinco minutos, no son mejores amigas en realidad.

Eso era algo normal en su día a día; aunque, ambas siempre dejaban de lado ese tipo de asuntos y seguían con su amistad como si nada hubiera pasado. A veces Lucie también se les unía y la plática se convertía en un enfrentamiento amistoso entre tres. Así son las cosas entre chicas.

En cambio en la plática entre chicos, es absolutamente distinto. Todos siempre están de acuerdo en la mayoría de los temas que se abarcan y si llega a haber algún desacuerdo, la solución se decide en quién tenga la mayor cantidad de puntos a favor.

“Yo no lo creí, pero en realidad tenías razón. Ella en verdad era muy sexy.”

En este momento, un grupo de chicos en un pasillo se encontraba, no discutiendo; sino, compartiendo opiniones sobre un asunto que para ellos era realmente sagrado: Mujeres.

En casos como estos raramente habría riñas por las cuales preocuparse. A menos de que se tratara de una disputa sobre ver quien se quedaba con una chica. Pero, este no era el caso.

“Yo se los dije, ella es la mujer más hermosa que he visto en mucho tiempo.”

Al parecer estaban alabando y conmemorando la belleza de una mujer aparentemente muy atractiva.

“Si, yo también estoy de acuerdo.”

Se los dije, todos están de acuerdo.

“Oigan, ¿están hablando de mujeres?” Dijo Sofie, incurriéndose repentinamente en su conversación.

Julie y Sofie siempre hacían el mismo recorrido los días lunes para llegar al salón de clases. Los chicos que se encontraban conversando en el pasillo pertenecían al curso uno de antropología. Julie y Sofie también transitaban ese mismo camino los dias jueves y viernes. Regularmente, el mismo grupo de chicos se encontraba ahí cada vez que ellas pasaban; así que, con el tiempo empezaron a manifestar una clase de comunicación amistosa entre ellos cada vez que se encontraban.

“¿No creen que es muy temprano para iniciar con la reunión de su secta de vírgenes?” Se burló Sofie.

“... ¡Oye, Sofie! Ya te dije que ninguno de nosotros es todavía virgen.”

“Eso es lo que diría alguien virgen, ” comentó Julie.

“Bah, cállense.”

Él que habló con Sofie y Julie fue Oliver. Él era como el líder de su grupo de amigos. Los otros dos que lo acompañaban se llamaban William y Lucas. Ellos siempre hablaban sobre temas como la crisis alimentaria, el aumento de la inflación y la crisis financiera. ... Nah, no es cierto. Ellos son estudiantes varones en su primer año de la universidad. Ni siquiera se han planteado si alguno de ellos tiene la posibilidad de siquiera llegar más allá del tercer semestre de la carrera. ... ¿Que de qué temas hablan entonces? Sencillo: chicas, experiencias y habilidades, y otra vez chicas. Cabe recalcar que no se la pasaban todo el día hablando sobre ellos y sus gustos personales. Pero por alguna cómica razón, siempre que Julie y Sofie se los encontraban, ellos negaban haber estado hablando anteriormente sobre asuntos pervertidos, a pesar de que ellas siempre los escuchaban decir una frase bochornosa antes de acercarse a hablarles, justo como pasó en esta ocasión.

“Díganme,” comenzó Oliver. “¿Acaso están celosas porque no estamos hablando sobre ustedes?”

Sofie estaba cruzada de brazos, así que hizo un gesto de desinteres con la mano y dijo: “Eso no es algo que nos quite el sueño.”

Julie imitó el gesto de Sofie.

Sofie continuó: “Pero ya, díganos... ¿De quién estaban hablando?”

“Entonces si están celosas,” dijo Oliver sonriendo pervertidamente.

Al verlo Julie y Sofie le lanzaron su ya acostumbrada mirada lacerante para que se comportara; Así que, él dejó de sonreír, se enderezo rápidamente y respondió: “E... estábamos hablando acerca de la novia del profesor de Matemáticas.”

Julie y Sofie perdieron el equilibrio al oír su respuesta.

“¡¿Del profesor de Matemáticas?!” Exclamó Julie alarmada.

Sofie la tomó del hombro para que se tranquilizara.

“... Sí,” respondió esta vez William. “Ella es alguien super sexy.”

“¡Qué!” Esta vez fue Sofie la que exclamó alarmada.

...

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