ELENA WHEELER
Valentina ha estado en la incubadora una semana. Siempre en la clínica. He decidido ir a registrar a mi hija con David. No sé si sea lo adecuado, pero voy a aceptar que David la registre bajo su apellido.
— Valentina Montenegro Wheeler— David lo decía con una sonrisa muy tierna en su rostro.
Así como hay hombres que rechazan a sus hijos, o los abandonan, también hay hombres que cuando aman a una mujer las aceptan con todo. No se si sea algo raro, pero David me ha aceptado aún estando embarazada y aunque no fue lago premeditado, y en el camino me fui enamorando de él y él de mi, puedo hacer la deferencia entre Luis y David. Puedo sentir y decir que su amor es sincero.
Muchas veces tenemos que pasar por situaciones, decepciones, malos ratos y malas experiencias para poder encontrar a la persona correcta. Con él me siento segura, con él siento que puedo vivir en paz y en armonía.
Al salir del registro, ya con la inscripción de nacimiento de Valentina, David me abrazó.
— Gracias por permitir ser ese padre para Valentina. Haré mi mejor esfuerzo para ser un buen padre.
— Llévame al hospital.
— Antes almorcemos, necesitas comer bien. Valentina está bien cuidado, Mauro y las enfermeras cuidan muy bien y si dios lo permite en 3 semanas más estará en casa con nosotros.
— Almorcemos rápido, ¿si?
— Sí, el restaurante queda cerca de la clínica así estaremos ahí rápido.
Llegamos al restaurante. Hicimos el pedido. Mi mente estaba tan enfocado en Valentina que no me había percatado que Luis estaba ahí.
Terminamos de almorzar.
— Voy al servicio — David se levantó de la mesa y fue al baño.
Me quedé un momento sola.
— Así que ya pariste al bebe— dirigí mi vista a Luis, sentí como un balde de agua en mi cuerpo— me molesta que sigas con ese hombre. Al final me engañaste con el vecino, y te hiciste la víctima. Te fui infiel, pero tú también lo fuiste. Solo eras una fachada de mujer digna.
— Vete. No me moleste.
— Quiero hacer la prueba de ADN. Si es hijo mío, quiero tenerlo. Así me vas a pagar por todo, me abandonaste, me engañaste, no eres buena mujer menos el ejemplo para tener un hijo a cargo, sin mencionar que eres una muerta de hambre.
— ¿Por qué cambiaste tanto? No soy una muerta de hambre, tampoco tienes el derecho de hablarme así, no somos nada y no digas que no soy mujer, eres un poco hombre— Me puse de pie, tomé un vaso con agua que había en la mesa y se lo eche en la cara.
Luis se molestó tanto que me tomó del brazo con fuerza.
— Suelta a mi mujer— David se acercó a él, tomando su mano y quitándomela de encima— cualquier cosa, resuélvela con mis abogados.
— ¿Quién te crees?
— ¿Quién me creó? No, ¡Quién soy!— Lo decía con un tono enojado y con tanta arrogancia —soy David Montenegro, no soy cualquier cosa.
Nunca había visto a David así, menos creerse más que otro.
— Eres un maldito hablador. Solo diré esto una vez, si ese bebé es mío, no habrá nada en el mundo que me impida quedármelo. Tampoco sé te olvide que soy Luis Santos.
Luis salió muy molesto del restaurante.
Me senté. Estaba hecha un mar de lágrimas.
— No te preocupes por nada, le voy a demostrar a ese Luis, quien es más poderoso y con mi familia nadie se mete.
Salimos del restaurante y fuimos al hospital. David se fue a la empresa. Él iba y venía de su trabajo. Prácticamente vivía en la clínica, iba a la casa solo a bañarme, dormía un rato y venía de regreso a la clínica, David nunca me dejó sola.
— ¿Asi que aquí esta el bebé que tuviste?— La voz de Luis.
— Señor le dije que no podía entrar. Este es un lugar restringido. Voy a llamar a seguridad si no sale de aquí.
— Discúlpeme señora, pero aquí esta mi hijo. Si usted me toca, le juro que se quedará sin licencia para trabajar.
Mauro llegó con seguridad.
— Tendrás la demanda. Juro que te arrepentirás.
Luis salió de la sala.
Seguramente nos siguió y al ver que David se fue, él aprovechó y entró. No hay otra explicación a esto.
Mauro se acercó para calmarme, pero las palabras no eran suficientes. En un par de segundos me había estresado a tal punto de colapsar mentalmente.
Una de las enfermeras me llevó a un cuarto, Mauro me canalizó para inyectar un calmante. Vi que él llamó a David, el sedante actuó tan rápido que quedé en dormida con lágrimas en mis ojos.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 24 Episodes
Comments
Mary Montilla
Luis solo le gusta humillar y sentirse poderoso ante los más indefensos es toda una fichita 😡😡😡
2024-05-15
9
Monica Raquel Martin
que desgraciado sinvergüenza este Luis después de como ña trato se quiere hacer el digno
2023-12-13
6
Elide Rubio
wue miserable es luis
2023-09-06
3