ELENA WHEELER
No sé si, tomar lo que me dijo David como una confesión o como un cumplido, la verdad es que me siento un poco incómoda. Él me agrada, pero no debo de olvidar que estoy aún casada. En cuanto llegué a casa y David se había regresado al trabajo, tomé mi maleta y salí de la mansión. Doña María intentó convencerme de quedarme, pero considero que es hora de salir de aquí.
Tomé un taxi y fui a casa de mi madre. Para mí desagradable sorpresa, ahí estaba el auto de Luis. Le iba a pedir dinero a mi madre para pagar el servicio, pero con Luis adentro no podía hacerlo. Subí de nuevo al taxi.
— Señor, mil disculpas, me puede llevar a otra dirección.
— Claro, con mucho gusto.
Le di la dirección de Irene. La llamé de immediato, pero ella no contestaba. Sentí un poco de arrepentimiento el haber dejado la casa de David. En un momento mis lágrimas empezaron a salir.
David llamaba a mi número. Me atreví a contestar.
— ¿Por qué te fuiste de la casa? Discúlpame, si te sentiste ofendida. Me imagino que estás casa de tu mamá.
— Sí, ya no te preocupes. Mañana lo veo en el trabajo Señor David— le colgué la llamada.
Marqué nuevamente a Irene.
— Hola Elena. Perdón por no contestar, no estoy en la ciudad y aquí la señal es mala.
—¿Tardarás?
— Me vine con mi novio a pasar unas vacaciones con su familia en el campo. ¿Tú estás bien? Luis ha pasado llamando como loco, pero la verdad no quiero devolver la llamada.
— Estoy bien, me fui de la casa y seguro quiere que regrese, pero no lo haré.
— Es lo mejor.
— Irene, ¿puedo quedarme en tu casa? No tengo donde ir. Perdón por arruinar tus vacaciones— me solté en llanto.
— Madre mía, las llaves las tengo acá. ¿Tienes dinero?
— No.
— ¿Pero tienes una cuenta de banco?
— Aún no.
— Santo Dios. Por eso me has estado llamando. Amiga perdóname por no contestar. Sabes, voy a hacer una reservación en un hotel a tu nombre, lleva tu identificación. La voy a hacer en el Luxe Hotel.
— Gracias Irene.
Señorita ya llegamos.
— Usted ha de creer que yo estoy jugando. Pero acabo de salir de un lugar y no encuentro donde quedarme— me puse a llorar— y hasta ahorita mi amiga pudo contestarme y me reservó un cuarto en Luxe Hotel. La verdad no tengo dinero para pagar, pero puedo darle este collar, es fino y costoso.
El taxista se quedó sin decir nada.
— Sabe señorita, tanto usted como yo, necesitamos dinero para sobrevivir, no quiero ser grosero, pero si no tenía para pagar no hubiese usado este servicio. Voy a dejar esto aquí, pero por favor bajase.
Me sentí humillada. Saqué el collar y se lo di.
— No me dé nada. Y Que pasara cuando lo venda, me dirán que lo robé o mi esposa pensará que la engaño. Tomé su collar. Pasé buen día.
Quedé frente a casa de Irene. El hotel donde ella me reservó queda en sentido opuesto a su casa. Me llevará unas cuantas horas llegar caminando.
Caminé durante 4 horas. Llegué al Luxe Hotel.
— Buenas noches. Tengo una reservación a nombre Elena Wheeler. Aquí está mi ID.
— Sí. Su habitación es la número 72.
—¿Por cuántos días hicieron la reservación?
— Déjeme revisar. Ya le digo.
— Okey.
— Reservaron para una semana.
— Muchas gracias.
— Aquí está su llave. Es el segundo piso, puede ir por las escaleras o usar el ascensor.
— Gracias.
Tomé mi maleta y fui a la habitación 72.
Me tiré a la cama. Me dolían los pies. Me quité los zapatos.
Por un instante quedé viendo la luz del cuarto, mis ojos se inundaron de lágrimas.
He sido una tonta. Desde la luna de miel, tuve que haberle hecho caso a Irene. Puse mis manos en mi vientre y lo acaricié.
Di una ducha y me fui a acostar.
David otra vez llamaba.
— Otra vez.
—¿Dónde estás? Dime para ir por ti.
— David, con todo respeto, no soy nada tuyo. Te agradezco por toda tu ayuda, pero por favor no preguntes más.
— ¿Regresaste con tu esposo?
— No, pero quiero intentar las cosas y valerme por mi misma.
— Es válido lo que quieres, pero no tienes dinero y no estás con tu mamá, ella está preocupada.
— Okey, ya no te preocupes, yo llamo a mi madre. Nos vemos mañana Jefe—Colgué la llamada.
Me senté en la cama. Llamé a mi madre. Le conté que estaba en un hotel porque había ido a su casa pero estaba el auto de Luis afuera.
Entró la llamada de un número desconocido.
¿Será Luis? ¿Contesto?
— Hola— un silencio— Hola.
No decía nada, era un silencio absoluto. Mis manos me temblaban.
— Hola mi amor. Así que no querías contestarme. ¿Dónde está mi bella esposa? Y no te atrevas a colgar.
— Terminamos. Voy a solicitar el divorcio. Así que, déjame en paz.
— Se té olvida que llevas a mi hijo en tu vientre.
— Es mi hijo, no tuyo.
Escuché una voz que decía, tenemos la ubicación.
Luis rastreaba mi ubicación, pero ¿cómo?
— Estúpido— Colgué la llamada.
Tomé la maleta y salí del hotel. El celular lo tiré a la basura. La verdad es que tenía miedo.
Caminé hasta un parque, ahí me detuve a tomar un momento de descanso. El parque estaba a oscuras. Me levanté y caminé hasta una iglesia. Esa noche me quedé sentada en las gradas de esa iglesia.
Nunca pensé que algún día estaría durmiendo en la calle, sin celular, sin poder ir donde mi mamá, sin dinero y lo mejor de todo, estar huyendo de mi esposo.
Pensé en David. Y toda la bendita noche pensé en él. Si tan solo no hubiese dicho nada, estaría en su casa en este momento descansando. ¿Cómo voy a llegar a trabajar en estas fachas?
Amaneció, era como las 4 de la mañana, tomé mi maleta y me puse a caminar. Llegué al trabajo a las 9 de la mañana, toda sudada. Tenía dolor en el vientre.
— Siéntate. Te voy a servir un jugo.
— No lo hagas. Tú eres mi jefe.
— Por la pinta que traes, parece que venías caminando y pude observar que traías tu maleta. ¿Dónde te quedaste a dormir? — David me servía un jugo de naranja y un sándwich.
— No te diré donde dormí. Voy a aceptar el desayuno porque tengo un poco de hambre y no me dio tiempo para comer
— Sí te hice sentir incómoda te pido disculpas.
— No te preocupes.
Mientras desayunaba, sentí ganas de vomitar. Me levanté y fui corriendo al baño. David detrás de mí. Una de las secretarias, presenció esa escena. Si David en la empresa era todo un Señor serio.
— ¿Te sientes bien?
Comencé a sentir un dolor en el vientre, que hizo que cayera de rodillas.
— Ya no pregunto más, perdóname todo lo que haga de aquí en adelante.
David me cargó y me llevó al hospital.
Un doctor me revisó y le conté todo lo que me había pasado.
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Comments
Johana Mairena
que se la lleve la 💩 por estúpida /Awkward/
2024-08-07
5
Mary Montilla
Esta chica de verdad que no piensa es muy tonta 😡😡😡
2024-05-15
3
Yesi Lop
Esa actitud que pésimo; mínimo hubiera ahorrado para salir a valerse por si misma. Se que lo que comento David está mal pero ella ya debe ver por el bebé si es que lo quiere tener, como te vas de imprudente a andar vagando sin tech ni comida.
2024-04-23
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