UN PASEO POR EL JARDÍN

DAVID MONTENEGRO

Llegué a la mansión con Molly. Quería que Elena mirara a Molly.

— María, Elena está en el cuarto?

— Sí, no ha salido.

— Lleva a Molly a la cocina para darle de comer. En el auto está su comida.

Subí al cuarto de Elena. Toqué la puerta.

— ¿Puedo entrar?

— Sí.

Entré a su cuarto. Ella estaba acostada.

— Traje a Molly. He estado pensando durante el camino algunas cosas.

Ella se sentó en la cama. Tenía sus ojos inflamados. Llevé mi mano derecha a sus ojos y Limpié una lágrima que salía de su ojo.

— Ya no llores. No le hace bien al bebé ni a ti.

— No me pidas que no llores, cuando tú no sabes el dolor que siento, el miedo que tengo porque siento que mi bebe va a morir.

— Qué tan equivocada estás— Me puse de pie— Entiendo ese dolor perfectamente. Perdí a mi prometida cuando ella estaba embarazada.

Le miré y le sonreí.

— Discúlpame. No sabía. Fui imprudente.

— Por eso, entiendo como te sientes. Bien, esa es la historia que te debía. Es por eso que no tengo esposa, novia o mujer actualmente. Me ha costado abrirme, pero cuando te conocí en el parque aquella vez que paseaba a Molly, realmente me llamaste la atención, sin saber tu mundo de problema.

— Mi mundo de problemas. Que feo suena.

— Pero aunque tengas un mundo de problemas, quiero arreglar ese mundo y convertirlo en un mundo de felicidad para ti y para tu bebé.

— Todo suena lindo, pero Luis es un hombre que tiene dinero y yo no tengo nada. Estoy segura de que cuando nazca mi bebe, él hará todo lo posible por querer quitármelo, solo para hacerme sufrir, porque me fui de su lado.

— Es verdad, él es rico y tú eres sencilla, es por eso que quiero protegerte. Mañana tus padres vienen a vivir aquí.

Ella sonrió, se levantó de la cama y me abrazó.

Ese abrazo no me disgustaba para nada. La abracé igual.

— Eres una mujer valiente. Y ya verás que todo saldrá bien.

Ella no se alejó, permaneció en mis brazos un rato. Seguramente podía escuchar como mi corazón palpitaba como un tambor sin control. Esa cercanía a ella me gustaba.

Esa se apartó y me miró.

— Tú corazón parece.. como un tamborcito.

— El siempre esta así.

— Voy a ir a saludar a Molly.

Bajamos hasta la cocina. Algo sorpresivo fue que Molly la reconoció y se le acercó moviendo la cola. Elena se agachó y la acarició. Estuvo un buen rato así con ella.

Llamé a Maria aparte.

— Mañana necesito que prepares una habitación más, vienen a la casa por un tiempo, los padres de Elena. Y quiero que compres cosas nutritivas, todo lo que necesita una mujer embarazada.

— ¿Elena espera un hijo suyo?

No dije nada, solo sonreí.

— Por favor, no digas nada a nadie. Sé discreta en todo lo que veas y escuchas. Tú eres mi empleada de confianza.

— Confíe en mi, joven.

Regresé donde Elena. Ella tenía una mirada distinta. No sé si por ver a Molly o porque dije que sus padres vendrán a vivir con ella, o por todo.

— ¿Crees que puedas caminar un rato conmigo por el jardín?

— Si. Solo un poco.

— ¿Puedo tomar tu mano?, solo por si te tropiezas y caes.

— Mmm No se.

Le extendí mi mano. Ella la tomó.

Juro que no soltaré es mano, aunque tenga que luchar con ese Luis. Una mujer amable y cariñosa no merece sufrir.

Salimos al jardín tomados de la mano.

María veía desde la ventana. Podía notarla.

— ¿Son luciérnagas? — preguntó Elena.

— Sí, eso quería que vieras. Tal vez por el manantial que está cerca, siempre en la noche hay un par de luciérnagas. Parece un lugar mágico.

— Es hermoso. Y el cielo está hermoso también.

En un momento me puse frente a ella, le tomé ambas manos.

Suspiré.

Llevé mi mano derecha a su mejilla, la acaricié.

— Me gustas. Me siento atraído por ti. Perdón porque dije que no iba a hacer más esto, porque no quiero hacer sentirte incómoda, pero no puedo evitarlo.

Ella bajó su cabeza.

— No entiendo como puedo gustarte si estoy embarazada. Soy…— le interrumpí.

— No digas más, no lo digo para que tu misma te juzgues. No entiendo muchas cosas que siento, pero la siento y en este momento no me importa nada de tu pasado, si estás embarazada o si no tienes dinero. Quiero que veas mis sentimientos.

Ella me veía con esos ojos tan bellos, mi corazón parecía loco y por un impulso, me acerqué y la besé. Luego la abracé. Si suspiré unas diez veces fue poco.

Ella no me rechazó.

— Es hora de regresar— Ella estaba toda nerviosa.

— Sí. Me das tu mano, recuerda que es por si te tropiezas.

— No me voy a tropezar.

Le tomé la mano y la entrelacé con la mía. Tenía su mano helada igual que mi mano.

Caminamos así hasta llegar a la puerta de la cocina.

— Buenas Noches, David. Gracias por el paseo nocturno. Voy a descansar.

— Buenas Noches Elena— le sonreí.

Juro que ella hace mi corazón feliz y me hace recordar lo que es amar de nuevo.

— Me alegra verlo así. Aunque no entiendo por qué no duerme en la misma habitación, joven.

— Todo a su tiempo. Me voy a descansar.

Molly me siguió al cuarto.

Más populares

Comments

helizahira cohen bello

helizahira cohen bello

Esa sra si pregunta, deje de averiguar

2024-12-07

1

Mary Montilla

Mary Montilla

Me encanta como se comporta David 👍🏻🤗❤️😍

2024-05-15

8

Martha Rivas ferreras

Martha Rivas ferreras

Luis se comió los mosco por arrogante perdió una buena mujer y David la conquistara

2024-01-16

6

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play